Capítulo 41.-Colisión.
Luxeuil mira de frente a Elías mientras sonríe.
La pelinegra cruza los brazos mientras bloquea el golpe de Luxeuil. Elías pisa fuerte para luego conectar un puñetazo en el abdomen del demonio quién lo soporta sin problemas.
—Con que así será —dice Luxeuil.
El demonio contraataca con una patada que arroja a la pelinegra contra la pared, quién inmediatamente se agacha viendo pasar la pierna de Luxeuil justo en frente suya, rompiendo la pared.
Elías se barre y golpea directamente la rodilla de Luxeuil haciéndole sentir un mínimo dolor.
El demonio tras eso recibe un puñetazos en el abdomen, haciéndole retroceder un poco. Pero Luxeuil soporta el golpe y contraataca con un puñetazo a la mejilla de la ahora chica.
Elías se aferra firmemente al suelo y logra soportar el golpe, contraatacando con una patada que el demonio detienen con su mano.
Luxeuil toma la pierna de la Asmoth y la estrella contra diversas partes de la habitación, más Elías lanza una patada en la nuca del demonio.
Luxeuil le suelta pero trata de conectar un puñetazo más, que Elías aprovecha aferrándose del brazo y al acelerar su caída sumado a la fuerza de ataque, arroja a Luxeuil contra la pared.
El demonio se reincorpora y lanza una vez más un puñetazo que Elías bloquea para luego comenzar a forcejear.
"Imposible, ¿Se está volviendo más fuerte?" Piensa el demonio.
Elías trata de golpear pero su golpe también es detenido por el demonio, quién trata de conectar un cabezazo. Elías al tratar de esquivarlo, recibe una potente palmada en el pecho.
Luxeuil salta tratando de aplastar a la ahora chica, quién lo evita y golpea las piernas del demonio con sus propias extremidades.
Luxeuil contraataca con un puñetazo que choca contra el de Elías, pero la ahora chica es superada y recibe un golpe en el estómago.
Elías trata de sacar su daga.
—¡Cómo si te fuera a dejar! —exclama el demonio tacleando a Elías.
Ambos ruedan colina abajo hasta toparse con una raíz, donde Luxeuil encima de Elías comienza a propinarle varios golpes.
La ahora chica clava su daga en la pierna de Luxeuil, el demonio levanta a la ahora chica y la arroja contra el suelo, para posteriormente pisarle.
Elías se impulsa y con ambas piernas impacta el pecho de Luxeuil, para luego darle un cabezazo.
El demonio rápidamente inicia un contraataque en pleno aire golpeando con su puño a una Elías que logra cubrirse con sus brazos.
La pelinegra cae de pie. Ninguno está sangrando realmente ambos se miran fijamente, sabiendo que nadie quiere retroceder.
Ambos corren el uno contra el otro y simultáneamente conectan un puñetazo en la mejilla del otro. Ambos retroceden un poco para luego verse nuevamente.
Luxeuil lanza un golpe que es esquivado por Elías, quién golpea la quijada de Luxeuil con un gancho, tras lo cual sigue una patada que le hace escupir sangre.
Con ambas manos entrelazadas golpea la cabeza de Luxeuil, quién sonríe y conecta un puñetazo, con su brazo brillando de color rojo.
La pelinegra mira eso sorprendida, recibiendo un golpe con tal fuerza que a pesar de lograr evitar el mayor daño, la sola brisa desgarro ligeramente su piel, pero, su brazo izquierdo se rompió.
Luxeuil le mira con una sonrisa. La pelinegra se sujeta el brazo mientras observa a la distancia al demonio.
"Maldición, ¿Qué hago yo con un brazo menos?" Se pregunta la pelinegra.
La ahora chica se inclina hace retroceder una pierna y la otra la flexiona.
—¿Qué hac-
Con una sorprendente velocidad, Elías conecta un cabezazo en le pecho del demonio.
Luxeuil en plena caída lanza una patada hacia el rostro de Elías, quién la recibe, más logra protegerse con sus brazos y cae al suelo unos metros atrás debido a la fuerza puesta en ella.
Ambos se ponen de pie, mientras corren el uno contra el otro, Luxeuil trata de conectar un golpe pero la pelinegra lo esquiva, y contraataca con una patada pero el demonio salta.
Estando desde arriba trata de caer encima de la pelinegra pero ésta lo esquiva.
Elías rápidamente reinicia su ofensiva con un puñetazo en la cara de Luxeuil, quién hace lo mismo pero seguido de una patada que derriba a la ahora chica.
El demonio coloca su otra pierna en el brazo derecho de Elías, aplastandolo y rompiendolo.
Aún con ambos brazos rotos, la pelinegra muerde la pierna de Luxeuil, quién se la sacude y manda por los aires a la pelinegra.
Al caer, observa su daga cerca de ella, por lo que la toma con sus dientes.
—Parece que finalmente se-
Luxeuil expulsa un chorro de sangre desde su costado derecho, Elías se encuentra manchada de sangre mientras sostiene el cuchillo entre su boca.
Luxeuil mantiene su puño cerrado, volviéndose rojo, para luego lanzar un golpe hacia Elías, quién se cubre y recibe el ataque sin poder hacer nada más que protegerse recibirlo.
Elías atraviesa varios árboles hasta terminar por chocar contra los escombros de una gran piedra.
La pelinegra observa el cielo, siendo éste de color gris, al tocar el suelo se siente exactamente como arena desértica.
"No puedo moverme" piensa la pelinegra mientras escupe sangre.
Elías tenía vatios huesos rotos. Pronto escucha unos pasos, siendo de un Luxeuil apenas en consciente.
Al bajar la mirada observa un gran rastro de sangre. De un momento a otro, el demonio colapsa más vuelve a intentar ponerse de pie.
Elías no podía perder, de eso estaba seguro, por lo que con pura fuerza de voluntad trata de ponerse de pie.
Tras un largo rato ambos caminan a duras penas el uno contra el otro.
Otra vez, otra vez se encuentran el uno frente al otro.
—Ve —dice mientras saca algo de su bolsillo—. T-Tú ne-necesitarás esto.
Luxeuil lanza una pastilla que Elías atrapa con sus dientes. El demonio cae mientras su respiración es cada vez más irregular.
—Tómala, necesitarás de todas tus fuerzas para Lucifer ¿Verdad? —cuestiona Luxeuil.
Elías desconfía pero al final termina por tomársela, sintiendo como sus heridas sanaban.
—Será mejor que te apresures —dice Luxeuil en voz baja.
—Te odio —dice Elías—. Pero no puedo evitar reconocer tu fuerza.
—Soy el asesino de tu amigo ¿Sabes? —dice Luxeuil.
—...como sea —dice Elías alejándose.
En sus últimos momentos observa una extraña puerta abrirse.
Unas cadenas se extienden hacia él y se lo llevan.
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—¿Hm? —musita Lucifer mirando la entrada a su salón.
En ella se encuentra una pequeña chica de cabello plateado.
—Ya veo, así que se han negado —dice Lucifer.
Detrás de Zavebe caminan Biná, Jojmá y otras dos mujeres.
La primera tiene cabello negro corto, dos rayas rojas pintadas bajo sus ojos y viste una pechera, debajo de la cuál tiene un vestido azul (al más puro estilo saber de fate).
Pecados capitales: Kexia Orgé "La envidia".
La otra es pequeña, su cabello es rubio, tiene puesto un gorro, una camisa rosa, así como unos pantaloncillos azules.
Pecados capitales: Acedia Operaphana "La avaricia".
Todos miran serios a Lucifer.
—¿Son conscientes de que puedo eliminarlos de un movimiento de manos? —pregunta el gran demonio.
—Puedes, pero no vas a hacerlo —responde Zavebe—. Porque, si llegases a hacerlo destruirias el árbol.
Lucifer se pone de pie.
—Supongo que yo mismo tendré que lidiar con ustedes, aunque ¿Cómo llegaste tan rápido? —pregunta Lucifer.
—Eso no importa —dice la albina.
To be continued.....
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