—¿Ustedes? ¿Matarme? —pregunta Behemoth incrédulo.

El demonio se levanta tambaleándose.

—Aún en este estado, soy capaz de vencerlos sin ningún problema —fanfarronea el demonio.

—Oh, ¿Nos crees tan estúpidos? —pregunta Hod.

Behemoth frunce el ceño.

—Es obvio que en circunstancias normales perderíamos ante ti, y ante ese humano —dice Netsaja mientras sonríe—. Aunque, nosotros no somos normales.

Aquella sonrisa desborda confianza y sobre todo, inquietó inclusive a Behemoth.

—Lamentablemente para ustedes que sólo se centran en la fuerza bruta, jamás podrán vencernos —declara Hod.

Behemoth sintió su mecha desaparecer y cargó contra Hod, quién lo detuvo sosteniéndolo con sus manos.

—¡Cómo si pudiera-

Antes de poder hablar, una espada de luz atravesó el cuerpo de Hod y el de Behemoth.

"¿Qué?" Piensa Karkemish al ver eso.

Más, la espada fue retirada y mientras Behemoth cae al suelo, Hod lo golpea en el rostro con su puño.

La herida de Hod comienza a cerrarse. Netsaja y Hod, sonríen al ver lo efectiva que fue su jugada.

—M-Malditos —musita Behemoth por lo bajo.

Karkemish también se pone de pie mientras que Hod se truena los nudillos mientras lo intercepta.

Por su parte Netsaja se acerca a Behemoth.

—No lo entiendo, siendo tan omnipotente ¿Por qué te considera una amenaza? —pregunta la mujer.

En un sólo instante, Karkemish corta por la mitad a Hod y se dirige contra Netsaja, más una extraña barrera le detiene en seco.

Y mientras busca la manera de librarla Hod reaparece y le atrapa por detrás con sus brazos.

Karkemish pisa fuertemente al demonio pero aun así no logra zafarse e incluso provocó que Hod aumentara la fuerza de su agarre.

Justo cuando Netsaja se acercó para apuñalar a Behemoth, éste se levanta y atraviesa su mano por el pecho de la mujer.

—Ahora sólo tenemos que encargarnos de ese molesto sujeto —dice Behemoth mientras se truena el cuello.

Karkemish abre los ojos.

—¿Eh? —piensa Behemoth al ver la luz atravesando su pecho—. *gah*

La sangre sale de la boca de Behemoth quién comienza a ver todo borroso.

—No por nada soy "la victoria" sobre la muerte —dice la mujer.

—Es una lástima, pero hasta aquí llegaron —dice Hod.

El rostro de Karkemish se comenzó a poner azul mientras trata con todo lo que resta de sus fuerzas de librarse.

En eso Karkemish invoca una espada y la clava en Hod, más éste no parece muy afectado.

Karkemish no se rinde y corta al demonio por la mitad, empezando desde su hombro hacia abajo.

—¡Jamás podrán ganar contra nosotros! —declara Hod.

Una puerta negra se abre detrás de Netsaja, mientras unas cadenas atan a Behemoth, quién se encuentra inconsciente.

—Maldición —musita Karkemish corriendo hacia Netsaja.

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—¡Tranquilo! Muévanse con calma —ordena un soldado.

La gente ya ha empezado la evacuación mientras cierta niña pequeña observa el cielo azul.

—...¿regresarás?

Fue lo que se preguntó mientras continúa siendo evacuada junto a los demás.

La pequeña rubia llamada Alisson, y sobreviviente de Jericó.

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Lucifer permanece sentado en su trono para luego ponerse de pie y abrir su puño.

Una pequeña semilla cae al suelo. Unas pequeñas hojas se alcanzas a ver junto a una gran sonrisa de Lucifer.

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—¿Seguros que aquí es? —cuestiona Elías.

A la distancia se ve un castillo antiguo hecho de arena, en medio del bosque.

—Sigo sin creer que hayamos recorrido medio continente —comenta Adren.

Rápidamente se escuchan ruidos y de entre el bosque, sale un hombre vestido con una gabardina negra, cabello perfectamente ordenado y peinado hacia la izquierda. Su piel es pálida y su cabello castaño.

Pecados capitales: Magno de Cartago "La pereza".

—Sigan, no tenemos tiempo que perder —asegura Agalariept sacando su lanza.

—¿Estarás bien? —pregunta Zavebe.

—No te preocupes, he aumentado mis poderes gracias a ti —declara el peliazul.

Magno se mantiene en su mismo lugar pero al dar un paso, todo a su alrededor se distorsiona, rompiéndose o quebrándose.

Más Agalariept señala con su lanza detrás de él.

—Ni se te ocurra —dice el peliazul con una sonrisa.

—Ah~ que molestia —dice Magno—. Realmente lo eres ¿Qué haré?

En ese momento Agalariept trato de empuñarle su lanza más, Magno la detuvo con sus dedos.

—¿No crees que nos han subestimado? —pregunta Magno.

—No —responde Agalariept con su lanza en el vuelo del demonio de alto rango.

Magno sonríe fingidamente.

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—¿Otra vez? —cuestiona Adren.

Una mujer de cabello rosa rizado y de piel morena aparece mientras choca sus puños.

Sephirot: Geurá "La justicia".

Geurá lanza un puñetazo al aire y éste destroza varios árboles más Zavebe crea unas cuchillas en sus manos y las neutraliza.

—¿Podrían dejarme a ésta? —cuestiona la pequeña.

Nadie se opuso, a éstas alturas no tenían tiempo que perder y más al ver lo que empezó repentinamente a aparecer.

La copa de un gran árbol.

Jamás lo habían visto, pero, algo dentro de ellos les decía que no presagiaba nada bueno.

Más aun viniendo del castillo enemigo.

Todos apresuraron el paso sólo para encontrarse con una gran muralla, Elías la toca e inmediatamente es absorbida, siendo seguida por Adren quién hace lo mismo.

Dentro se encontraron con dos caminos.

—Es evidente que busca retrasarnos tanto como sea posible —declara Elías.

—Pero tenemos que seguir —dice Adren yendo por el camino de la derecha.

Elías calla y también sigue por el otro camino.

El pasillo es oscuro y virtualmente infinito, o al menos eso es lo que siente Elías al recorrerlo junto con un gran frío que le hielo todo su cuerpo.

¿Serán nervios? Seguramente, después de todo tienen que salvar al mundo.

Al llegar al final de dicho pasillo se encuentra con cierto demonio que jamás olvidará.

—Te encontré —dice Elías con cierto odio en su voz.

"La gula" voltea bostezando.

—Sabía que vendrías —asegura Luxeuil.

—¿Enserio? —cuestiona Elías con escepticismo.

Luxeuil se levanta mientras mantiene los ojos cerrados y sonríe.

—Definitivamente es una desgracia.

Luxeuil chica sus puños mientras sonríe.

—¡Ven! —exclama el demonio—. ¡Elías Asmoth!

La pelinegra desenfunda su daga y salta contra el demonio, quién se cubre con su brazo para luego contraatacar con un golpe en la mejilla.

Elías sostiene su daga y la clava en el brazo del demonio, más éste le patea y posteriormente le ataca con restos de roca.

Elías las desvía todas con su daga.

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—Ah~ sinceramente ¿Me crees estúpido? —pregunta Lucifer.

Vanessa le mira sospechosamente mientras retrocede.

De fondo, se ven varias ramas creciendo, mientras Lucifer permanece de espalda y con sus manos detrás de ella.

—¿A qué se refiere? —pregunta la mujer con cierto temor.

—¿Te harás la estúpida? —Lucifer se da la vuelta con una mirada seria—. Es obvio que me estás espiando, ¿Quién en su sano juicio aceptaría ser sacrificado?

La humana junta las manos, pero Lucifer atraviesa su pecho.

—Lastimosamente no puedo matarte, pero, tú tampoco puedes hacerlo —asegura el demonio—. No puedes hacer nada.

—¡Tú! —Vanessa estira su mano tratando de agarrar el cuello de su enemigo.

—¿Lo sabes? Para mí, todos ustedes no son más que piezas en un tablero de ajedrez.

Lucifer arroja a Vanessa contra la pared.

La mujer trata de escapar, más el demonio pisa sus piernas y las clava al suelo con dos estalagmitas.

—Más deberían sentirse dichosos, una vez logre concretar mi plan para este mundo, serán la llave hacia una creación perfecta —explica el demonio.

—¿Q-Qué estás diciendo?

Vanessa trata desesperadamente de liberarse.

—Qué, todos ustedes serán un sacrificio —susurra Lucifer—. Elegí este mundo intuitivamente porque la cantidad de energía en su atmósfera es anormal, por lo que seguro sería un perfecto sacrificio.

Vanessa miró sus piernas y juntando energía en su mano, las cortó.

Rápidamente, en cuánto se regeneró corrió con todo lo que pudo más Lucifer la hizo tropezar levantando una roca en el suelo, que la ensarto al techo.

—Ahora, sé una niña buena y espera ahí —dice Lucifer—. Que mientras Zavebe no esté aquí sus posibilidades de victoria son cero.

To be continued.....