-Entonces, ustedes ¿hablarán? -cuestiona Elías.

Las dos mujeres demonio están siendo rodeadas por el grupo de la Asmoth, mientras estas ya se han rendido luego de que uno de los líderes de la facción a la que pertenece, prácticamente ha ignorado su existencia.

-Lamentablemente, he de informarles que no poseemos ninguna información de valor o al menos eso intuyo por el cómo actuó el señor Alazan -comenta Cilneries.

-Al menos bríndanos información sobre tu facción -pide Agalariept.

-Somos de la facción bajo el comando de Lord Irineo, quién contándose a sí mismo forma parte de los "Jinetes del apocalipsis" que básicamente son nuestros cuatro generales -explica Mormo.

Todos se quedan pensativos, pues si su intuición es correcta, habrán más demonios con un nivel similar o inclusive superior al de aquel llamado Alazan, aunque, quizás sólo haya sido él y el resto no sean tan fuertes. Pero eso a lo mejor sea ser demasiado optimistas, pues en el peor de los casos habrá incluso más fuertes que él.

-Ya que no nos serán de utilidad ¿Pue-

-Detente, Gilbert -pide Elías al canoso.

Ambas mujeres demonios se observan mutuamente y Mormo asiente a la aparente menor de ambas.

-Disculpen -Llama la pequeña demonio.

-¿Qué? -cuestiona Gilbert.

Zavebe y Agalariept conversan detrás del pequeño grupo formado por Elías junto a las mujeres demonio además del canoso.

-Si conservan el cuerpo de su amiga, aún puedo resucitarle. Pero, sólo en un plazo de veinte minutos más -explica Cilneries

-¿Y esperas que te creamos sin más? -cuestiona Elías.

Gilbert camina hacia el marco de la puerta sin pensarlo dos veces.

-No, ni siquiera los estoy intentando persuadir ¿O sí? Después de todo, aún cuando dije eso, no es seguro que pueda realizarlo -comenta la pequeña demonio.

Elías la observa fijamente y asiente mientras sale de la habitación, no sin antes pedirle a sus compañeros que las vigilaran.

En cuanto se fueron, Zavebe se acercó a las dos mujeres demonios mientras ellas sueltan un suspiro.

-¿Por qué mintieron? Aún si existen poderes para quitar vidas, no existen otros para devolverlos -comenta la albina.

-..........

-¿No es obvio? -dice Agalariept-. Sintieron pena de un humano.

Ambas mujeres demonio bajan la cabeza mientras observan sus manos.

-Pero, ¿Realmente está bien que lo hagan? No son más que el enemigo ¿Cierto? -cuestiona el peliazul.

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[Cercanías de Elam]

-¿Un río? -cuestiona Moisés.

-Sí, es el río "bestial" -responde Jesús.

Ambos rubios caminan uno al lado del otro mientras cruzan un puente sobre el gran río que está debajo de sus pies.

El río "bestial" bautizado de esa manera por el hecho de que sus corrientes son tan rápidas y violentas que sería un suicidio tratar de nadar o navegar sobre ellas. Dicho río, atraviesa todo el continente, manteniendo sus embravecidas corrientes todo el tiempo.

De sur a norte, el río actúa como un recordatorio a los humanos de lo poderosa que es la madre naturaleza.

-Pero, la geografía no es algo de lo que se hable mucho actualmente -dice Jesús.

-¿Por qué? -cuestiona el ahora curioso Moisés.

-Fue prohibida por la quinta generación de reyes, al parecer se descubrió algo extraño y poco después fue prohibida o al menos eso es lo que se cuenta -comenta el Soleil mayor.

El grupo de Jesús camina hasta toparse con una imponente muralla que levantó una duda en Moisés.

"¿Por qué? ¿Por qué todos los reinos poseen tales barreras?" Esa es la pregunta rondando por la cabeza del rubio menor, pues es raro que existan aún en tiempos de paz.

¿Fue para los demonios? Probablemente. Es una pregunta que no tendría respuesta, al menos por el momento.

Al tratar de entrar al reino, fueron forzados a identificarse y mantener a los soldados fuera del reino, pues actualmente existe un estado delicado para el reino de bronce.

Al entrar, observaron que toda el reino fue acomodado de ta manera que pareciese una circunferencia y conforme avanzan, más descienden, pues el reino se asentó sobre una depresión geográfica (dudo que alguien se confunda, pero, ahí lo dejo).

En el centro de todo se encuentra el palacio real, también es de aclarar, que cuánto más te adentras, más lujoso es el lugar.

Aunque, cerca del palacio está construido un coliseo. Una de las construcciones más importantes del reino. Pues, mientras más fuerte seas, más alto podrás llegar.

Hay que añadir, que aún si con el resto de puestos hay que luchar para conseguirlos, ese no es el caso de la corona pues es hereditaria.

-Por aquí -dice el soldado.

Las calles limpias y la gente bien vestida, es algo que ni Jesús ni Moisés esperaron de Elam.

Al llegar a un hospital, ingresaron en el. Katherine duerme recargada en el borde de una cama, en donde reposa un inconsciente Karkemish vendado en su totalidad.

-Vaya, son ustedes -dice la reina de Elam.

-Sí -responden los rubios al unísono.

-Aunque a ti no te había visto -dice la Elam señalando al Soleil menor.

-En todo caso ¿Qué ocurrió? Aunque ya me hago un poco a la idea -comenta Jesús.

-Vayamos a un lugar más calmado a charlar -pide la chica.

Mientras caminan por las calles de Elam, Katherine se detienen bruscamente.

-Oh, sí ¿Podrían hacerme un favor? -cuestiona la reina de Elam.

-¿Hm? ¿Cuál? -pregunta Jesús.

-¿En serio? Entonces, mueran por favor -dice Katherine mientras voltea y deja ver que en sus ojos hay unas espirales.

-¿Eh?

Antes de darse cuenta, Jesús y Moisés han sido completamente rodeados por varios guerreros de Elam.

Sintiéndose arrinconados, ambos Soleil se chocan de espaldas mientras observan a todos los humanos acercándose lentamente.

-Moisés -dice Jesús.

-¿Sí?

-Escapa, y avisa de lo que está ocurriendo aquí a Elías.

-Aún si dices eso.... ¿Qué es lo que está pasando realmente aquí? -cuestiona Moisés.

-No lo sé, pero, por favor -pide el mayor.

Sin estar del todo convencido, Moisés asiente mientras toca la tierra y se hunde en ella para salir tras el grupo de guerreros.

-Maldición, si tan sólo pudiera traer a más personas conmigo -Se regaña por lo bajo Moisés.

Katherine se da cuenta de lo acontecido y trata de señalarlo pero una descarga le hace mirar hacia el frente.

***

No lo entiendo ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué todos actúan así? No lo entiendo.

Corro a máxima velocidad tratando de perder a cualquiera que pudiese venir tras de mí.

Pero, al llegar a la puerta encuentro a alguien frente a los soldados que trajimos de Soleil y al oír mis pasos voltea en mi dirección.

Sus ojos enchinados, cabello negro con corte de hongo y vestido con un yukata rojo con estampado de flores negras, unos pantalones negros además de una playera del mismo color son todo lo que viste este "sujeto".

-Vaya, parece que tenemos un invitado. Mucho gusto -dice aquél sujeto mientras me extiende la mano.

Algo que me asustó de esta persona fue su permanente sonrisa, que no desapareció en ningún momento.

-¿Hm? Podría ser que ¿Tienes un mal presentimiento? -En ese momento, aquel sujeto abrió sus ojos y mostraron un color rojizo.

-........¿Un demonio? -cuestiono al aire libre.

Al oírme decir eso, chasqueo los dedos mientras abre sus labios.

-Matenlo -musita el demonio.

En cuanto dijo esas palabras, todos los soldados que trajimos desde casa se abalanzaron en mi contra.

Al ver esto, corrí lo más rápido que pude.

"¿Qué hago?" Pienso mientras mantengo mi distancia con los soldados.

***

-Es una lástima -dice el demonio de ojos enchinados.

Pecados capitales-Subordinado: Eurinome "El controlador".

-¿Está bien no matarlo? -cuestiona una segunda voz masculina.

-Él no es un problema -asegura Eurinome-. Además, de esta forma podemos aumentar tus poderes, bien ¿Seguimos?

-Supongo.

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[En algún lugar]

Kéter junto al resto de sus seguidores observan una enorme montaña y los restos de una antigua civilización alrededor.

-Ha pasado mucho tiempo, pero, finalmente estoy de vuelta -dice el rey demonio.

To be continued.....