—¡Ah!

Los soldados se baten en duelos contra las numerosas quimeras, logrando detenerlas espectacularmente.

Con la ayuda del semi demonio conocido como Elías, empiezan lentamente a ganar ventaja una vez todos los ciudadanos han evacuado.

Mirando desde la distancia, Tiféret nota lo ocurrido mientras baja de un salto frente a los humanos.

Sus quimeras, en cuestión de minutos habían sido reducidas a tan sólo la mitad de lo que originalmente eran mientras qu los soldados bajo el mando de Elías tan sólo perdieron un treinta por ciento como mucho.

—S.....vame —susurró Tiféret mientras levanta su mano.

Un susurro que no fue escuchado por nadie excepto por su propio objetivo, Elías. ¿Por qué vino a retener al susodicho? Es algo que se escapa de su limitado conocimiento.

Un muro de llamas fue levantado a tal velocidad que ninguno de los soldados, con dos excepciones fueron aniquilados de un sólo movimiento.

—Tsch —El pelinegro chasquea la lengua.

En un rápido movimiento, el Asmoth aterriza en el suelo dejando suavemente a Moisés. Tiféret pisa fuerte el suelo mientras arremete en contra del hombre más fuerte del mundo.

La Sephirot ataca con un puñetazo fácilmente bloqueado por el brazo del pelinegro, una onda de choque derrumba los edificios alrededor.

—¿?

Sin darse cuenta, un gran dolor apareció en su brazo derecho mientras se siente como si fuera a ser arrancado.

—Maldita sea, parece que tendré que debilitarte —comenta Tiféret tranquilamente.

En ese instante de descuido, Elías golpea con ambas palmas el estómago de la chica mientras ella se recupera y contraataca con una patada descendente que no logra conectar, el Asmoth comienza a correr en zigzag mientras rodea a la demonio.

Unas extrañas bolitas rosadas son disparadas al ambiente mientras que el pelinegro determinó que serían peligrosas y por ende las esquiva.

Con una finta engañosa que consistió en levantar la rodilla al tiempo que salta, logró engañar a la demonio con un golpe en la espalda efectuado mientras entrelaza sus manos.

—Supongo que me será imposible tal y como predije —dice la Sephirot.

—Entonces sólo rindete —pide el Asmoth.

—Lamentablemente no puedo ir en contra de las órdenes que se me han dado —explica la chica—. Volvamos, joven amo ya ha demostrado su valía al derrotar por su cuenta a Maljut.

—¿Volver?

—Lo entenderá cuando esté ahí.

En un intento de ganar ventaja, Elías se acerca mientras trata de empezar con su rutina de combate. Tiféret libera ahora esporas verdes, que Elías no puede esquivar e inmediatamente se da cuenta de que su cuerpo vuelve a ser el de una mujer.

—Así que fuiste tú —comenta Elías sin preocuparse de su cambio de apariencia.

La ropa que la ahora chica porta le queda algo grande para su cuerpo, sin embargo eso no le impide atacar puesto que en un rápido zigzag conecta una patada en la cara de su rival.

—¿Eso ha cambiado algo? —cuestiona Elías.

—Ku ku ku. Cómo esperaba de ti, Elías —comenta una voz que nuestra protagonista conoce perfectamente.

—Lucifer.

—Correcto~ y como recompensa te diré el porque de mi intervención, bueno si tu fueras a salir estarías estorbando gravemente a los demonio-

—¿Puedo interpretar eso como que estás del lado enemigo?

—Oh, por favor querida. No me compares con los inmundos mortales, tan sólo estoy del lado de la diversión y como el Sephirot es divertido quizás le eche una mano para romper el sello.

—Tsch

—Por lo tanto, espero que comprendas que si te dejo ir tan sólo complicaría las cosas e impedirías mi diversión.

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Kéter mantiene sus ojos cerrados, para cuando los abre se pone de pie y camina hacia el exterior de la pirámide, observando una distorsión que lo lleva a una extraña ciudad.

"La corona" levanta su mano hasta la distorsión y cuando está a la misma altura cierra su puño para luego halar logrando romper la distorsión.

Cosa que causaría una explosión en medio de la ciudad, permitiendo a los demonios por fin ser libres y generando caos en el mundo.

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—Gracias por su comprensión —dice Jesús mientas se retira.

Lo único acordado fue una alianza, pero, eso fue entre los tres reinos principales: Soleil, Berguyer y Elam. Con éste último acordaron una visita para conocerse mejor. Antes de que todos se retiren, una impactante noticia llegó a sus oídos.

De mano de un mensajero agitado, la noticia es:

—¡Demonios! ¡Demonios han aparecido en el país de Jericó! —exclama sorprendiendo a todos los presentes.

Un hombre de cabello blanco, tes morena y ojos azules se encuentra recargado en la pared, viste algo parecido a unos pantalones negros,una camisa blanca del mismo color cubierta por un chaleco negro y porta unas botas igualmente negras.

—¿Qué piensas Karkemish? —pregunta la joven soberana de Elam, Katherine.

—Sí, siento unas aterradoras presencias —responde el susodicho.

—¡Esto es grave!

—¡Tenemos que aniquilar a esas bestias!

—¡Sí!

Con un rápido acuerdo, todos deciden unirse para acabar con la amenaza de la humanidad.

—Eso no es todo, un informe también ha llegado desde Tenís, donde dicen que un gran dungeon emergió con una velocidad nunca antes vista.

—Por ahora debemos centrarnos en Jericó, después de todo ahí es dónde más presencias fuertes están —comenta Scamander.

—Su majestad —dice Karkemish refiriéndose a Jesús.

—¿Sí? —responde la Soleil.

—Me he estado preguntando ¿Es cierta la noticia de que Elías está muerto? —cuestiona Karkemish.

—Son mentiras, pero como puedes ver tenemos nuestras propias y extrañas circunstancias.

—¿A qué se refiere?

—Yo antes era hombre.

—¡¿Eh?! —exclaman los ahí presentes.

—Y antes Elías sufrió de lo mismo, pero hace poco Elías volvió a ser hombre y pues, aquí me ves.

—Ya veo........

Con eso, Karkemish se hace bolita en un rincón, mientras que Katherine conversa con Adren.

—Es realmente admirable que siendo una chica hayas sido capaz de convertirte en la maga más poderosa, después de todo no hay muchas oportunidades —dice Katherine mientras sonríe.

Scamander viendo esto, sólo ríe levemente.

—B-Bueno, gracias por el halago pero...v-verás, yo soy un chico —dice Adren rascándose la cabeza.

—.........

En silencio, Katherine se acomoda en el mismo rincón que Karkemish.

—En fin, será mejor que nos preparemos para la guerra —declara Scamander.

—¡Sí! —exclaman todos.

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Tiféret, no, Lucifer toma una extraña píldora y la toma mientras que Elías trata de alcanzarla, pero fue en vano porque cuando conectó el golpe las píldora ya ha sido tragada.

La piel de la Sephirot se vuelve roja mientras que salen alas de su espalda, sus uñas se convierten en garras y le salen dos cuernos curvados desde su frente.

En un momento, la demonio golpea con tal fuerza que aunque Elías bloquea el ataque es enviado a volar, destruyendo varios edificios.

—¿Estás seguro de poder perder el tiempo aquí? Mis quimeras aún persiguen a los ciudadanos 

—Eres más idiota de lo que pensé ¿Por qué dejaría desprotegidos a los ciudadanos? Obviamente a los que mataste no son más que un puñado de la fuerza militar de Soleil.

—Supongo que me ganaste esta vez.

Con un zarpazo, Tiféret envía a la Asmoth contra varios edificios, destruyendolos. Aprovechando la altura, la demonio cae en picada mientras impacta contra Elías.

—¡Gahhhh!

Con una patada, le envía varios metros hacia atrás.

—Es broma ¿Verdad? ¿Éste es el hombre más fuerte del mundo? ¿Ésta es la fuerza de lo que estas tan orgulloso?

Furiosa, la ahora chica golpea con ambas manos el cuello de Tiféret mientras ésta sólo se hace a un lado.

Dando una pequeña vuelta, impacta con su talón las costillas de la Sephirot, quién contraataca con un cabezazo.

Elías se pone de pie mientras observa a su rival, quién parece cansarse a lo largo de la batalla.

—Ya veo.

La ahora chica toma su daga mientras ataca a una gran velocidad en línea recta, logrando cortar un poco el costado de la demonio, aunque no sirvió de nada ya que se recuperó instantáneamente.

Tiféret agarra a Elías por la espalda y le aplica un suflex que destruye todo alrededor, al levantarse toma el pie de la ahora chica para arrojarla contra el suelo.

Las ropas de Elías se encuentran rasgadas, mostrando algo de su piel, la ahora chica agarra su brazo mientras jadea.

— *jadeo* no sirve de nada si te derroto primero —comenta la Sephirot.

Con un lazo al cuello, la lanza nuevamente, pero en esta ocasión logra detenerse e impulsarse contra la demonio, propinandole una patada en el vientre, tras eso vuelve a lanzar otra patada sólo que esta vez en la cabeza por lo cual hace que se estrelle en el suelo.

Ambas jadean mientras Elías sonríe y se agacha confundiendo a la demonio quién es atravesada por un rayo en el corazón.

—Gracias....... —Se alcanza a musitar una tierna voz.

Elías sorprendida mira hacia todos lados pero no encuentra nada. Una luz verde rodea el cuerpo de Moisés que vuelve a ser hombre.

Ambos se miran y comienzan a intercambiar ropa sin decir nada aunque desde luego es incómodo.
—Ahora, ¿Cómo le explicamos a Jesús? —cuestiona Elías.

—Ni idea, por ahora vayamos con los ciudadadanos.

—Sí.........

Elías comienza a caer a causa del cansancio pero es atrapada por Moisés quién pasa su brazo por el cuello de la ahora chica y la susodicha también hace lo mismo.

—Es mi turno de ayudarte —comenta Moisés con una sonrisa.

—Gracias, h-hermano —dice Elías algo avergonzada.

—S-Sí —responde Moisés igualmente avergonzado.

To be continued.....