Elías junto con sus compañeros se encuentran en un carruaje conducido por Moisés, quién mastica chicle. Zack está sentado junto a Moisés mientras que Neren está sobre el carruaje.

—Muchas gracias por todo —Elías se inclina hacia el rey de Berguyer.

El grupo se encuentra en la entrada siendo despedidos tanto por Scamander como por Adren.

—Alza la cabeza, has demostrado ser un guerrero digno de respeto, Elías Asmoth —menciona el anciano.

El Merlin mayor extiende su mano para después ser estrechada por la pelinegra. Adren sonríe mientras se acerca para mirar fijamente a su nuevo rival.

—Espero que podamos volver a luchar algún día de estos —comenta el peliceleste.

—Aunque para entonces ojalá dejes de ser travesti —murmura la pelinegra.

—Ojalá dejes de ser un transexual —responde Adren.

Ambos guerreros se miran fijamente denotando su nueva rivalidad para después reír y chocar las manos.

—Elías Asmoth, te daré dos advertencias que espero no ignores, la primera es que tengas cuidado con Lucifer, podrá ser neutral pero si te descuidas no dudará en traicionarte y la segunda es que la razón por la que el hechizo no funcionó es porqué has comenzado a desarrollar emociones por un hombre —comenta Scamander en voz baja.

Elías se sonroja mientras niega enérgicamente con las manos. A lo que Scamander sonríe viendo como trata de negar lo evidente.

—Tranquilizate sólo fue una broma —comenta el rey.

—B-Bien —responde la Asmoth.

En cuanto entró la pelinegra el carruaje se puso en marcha. Rin se la pasó prendada de la pelinegra, mientras que Jesús y Gilbert se durmieron juntos.

—¿No están demasiado relajados? —pregunta Elías.

—Está bien, está bien porque después de todo estamos con Elías —responde Jisel quedando dormida en el regazo de la pensativa Asmoth.

《¿Realmente estarán bien?》

La pelinegra suspira pensando en que quizás, aún sea demasiado pronto para llamarse "el guerrero más poderoso del mundo".

—¿Estoy listo para enfrentarlos? —Elías mira sus manos temblorosas.

Lucifer está en el balcón del hotel sentado en el barandal mientras la pelinegra suspira.

—Siendo sincero, dudo mucho que puedas siquiera vencer a uno de ellos en tu estado actual, si gustas, puedes abandonar esta solicitud cuando quieras —comenta el ojirrojo.

—Oye —Llama decaída la Asmoth.

—¿Hm?

—¿A qué te referías con que soy un demonio?

—¿A qué me refiero? Eso es obvio, me refiero a que eres un semi demonio ya que la sangre de uno corre por tus venas.

Elías mira sus manos para luego cerrar sus puños y asentir mientras el carruaje aún avanza.

Al caer la noche arman dos tiendas de campaña, una para la cada vez más femenina Elías y Jisel mientras que la otra la comparten Gilbert y Jesús. Moisés duerme arriba del carruaje mientras Zack monta guardia, Neren duerme recargado sobre el carruaje.

Justo al dar media noche, Elías lentamente se levanta evitando despertar a la pelimorada.

—Lo siento —murmura la pelinegra pasando su dedo por el cabello de su amiga.

Con una sonrisa afligida, la Asmoth sale de su tienda mientras Moisés monta guardia.

—¿Hm? ¿Don-

Antes de seguir hablando, la Asmoth noquea a Moisés, evitando cualquier plática innecesaria. La pelinegra da una última mirada antes de comenzar a correr.

—Sólo diré lo siguiente, "La corona" es tu padre —declara Lucifer sonriendo.

Quizás estuviese equivocado, pero, Elías necesita respuestas sobre el origen de aquél niño que siempre estuvo un paso delante de los demás.

Aquél niño que decidió entrar al ejército por admiración hacia otro monstruo como él. Siempre se sintió diferente, pero, ¿Es por qué nunca fue un humano totalmente?

—¿Qué es lo que estoy haciendo? —Se cuestiona la pelinegra mientras está cubierta de sudor y jadeando.

—¿Por qué estás tan desesperada? —cuestiona el ojirrojo.

—No sé —respondió cortante—. Podría tan sólo querer conocer mi origen, pero ni yo lo sé.

Mirando hacia arriba, se encontró con las inmensas murallas que protegen lo que solía ser su amado reino. Al entrar, vió como todos los locales y edificios han sido abandonados.

Lo que alguna vez fue el reino más poderoso del mundo ahora no era más que un gran fósil de una antigua civilización.

Algo decaída, Elías continúa caminando y entra en el cementerio, dónde encuentra una lápida con una leyenda escrita "aquí descansa el rey más amable de todos".

Sintiendo como se le achica el corazón, Elías se arrodilla y presenta sus respetos a quién considera su padre.

Poco después, escucha unos pasos y se pone de pie sin darse la vuelta. Los edificios se vuelven negros y una gran oscuridad se ciñe sobre el lugar al mismo tiempo que la luna brilla con gran intensidad, produciendo sombras por doquier.

—Al final tuviste el valor de venir por tu cuenta, aunque no sé si llamarlo valor o imprudencia —comenta "El fundamento".

Una sombra comienza a dirigirse hacia Elías, acercándose lentamente, mientras que al hacerlo, unas púas oscuras surgen de la sombra, pero, la Asmoth desaparece.

—¿Qué?

—No pareces tan fuerte físicamente como Agalariept —murmura la ahora chica.

—No me subestimes.

En cuanto el puño de la Asmoth tiene contacto con su enemiga, este las traspasa. El acompañante de la pelirosa se abalanza sobre la Asmoth, mientras ésta trata de alejarse inútilmente, ya que es golpeada y mandada a volar contra un muro cercano.

Al caer al suelo es apresada por las sombras de la pelirosa. Elías trata de levantarse pero es contenida por "El fundamento".

—Yesod, acabemos esto rápido —pide el hombre.

—Sí, sí. Que aburrido, Maljut ¿No sabes divertirte? —pregunta Yesod.

Maljut sólo suelta un suspiro ante la respuesta de su compañera de equipo, pero ambos tenían que admitir que aún siendo distintos en su personalidad, sus habilidades se combinan bastante bien.

—Enton-

Antes poder hablar, Elías se libra con un mordisco de las sombras. Con su daga en mano, la ahora chica se lanza al combate yendo en contra se Yesod.

—¿No puedes entender qu- ¡Gyaaahhhh! —exclama Yesod sintiendo como su brazo fue cortado con la daga de su rival.

Sin perder tiempo y aprovechando el desconcierto de Maljut, Elías impacto con brazos cruzados el abdomen del otro demonio.

El hombre es arrojado violentamente contra un edificio que termina siendo escombros después de su colisión.

—¿Qué es esta fuerza? —cuestiona Maljut levantándose adolorido.

—E-Estoy segura que no era tan fuerte —dice Yesod mientras una sombra se ata a su brazo amputado.

Los ojos de Elías son rojos mientras mira deseosa de sangre a sus enemigos.

—Hay una forma de que puedas vencerlos fácilmente —comenta Lucifer.

—¿Cuál? —pregunta Elías.

—Despertando tu sangre y poder de demonio —responde el guardián del inframundo—. Aunque lo más probable es que termines perdiendo el control.

Con una sonrisa retorcida, Elías comienza a reír mientras un aura se desborda de su cuerpo.

—Tendremos que ponernos serios —comenta Maljut mientras saca una especie de gusano de una bolsa.

—Tsch —Yesod mira asqueada mientras toma uno de los bichos.
—¡Jajajajajajaja! ¡Los mataré! ¡MATARÉ! ¡MATAR! ¡ASESINAR! —exclama la ahora chica.

—Nunca creí que fuera necesario usarlos —dice Maljut mientras lleva al insecto a su boca.

Yesod hace lo propio mientras una luz roja se hace presente desde lejos, proviene de Elías quién sonríe mirando directamente a sus oponentes.

—Hmph, nunca creí poder encontrar a un monstruo de este calibre —comenta Maljut.

Elías mira sus manos mientras sonríe sosteniendo su daga con su boca. La Asmoth se abalanza sobre los Sephirot.

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—¿Elías? —cuestiona Rin.

La pelimorada se encuentra con una camisa rosada que deja ver algo de sus encantos, la chica se mueve torpemente hacia su maleta cerca de dónde durmió.

Jisel comienza a vestirse con su uniforme de soldado. Un pantalón deportivo verde con una camiseta negra sin mangas. Sintindo que hace calor, Rin decide dejar su armadura entre su equipaje.

La chica sale de su tienda mientras observa que todos aún duermen, pero, no encuentra a Elías en ningún lado.

—¿Podría....... ¡No! Es imposible que Elías cometa tal imprudencia, pero, que tal si —La pelimorada se muerde una uña mientras piensa.

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El rey dorado sin nombre observa sentado en su trono una esfera que le permite saber lo que sucede fuera, naturalmente este objeto lo obtuvo de cierta persona.

—Deberías ser un poco más agresivo ¿No crees? —cuestiona Lucifer parado frente al rey.

El pelinegro mete sus manos en sus bolsas mientras mira tranquilamente a aquella leyenda viviente.

—Baltasar Gerard —dice aquél hombre.

—¿Hm?

—Es así como el resto de humanos me han bautizado, pero, ¿Realmente hay algún nombre digno de que lo porte? Los títulos no me molestan, pero,  ¿No existe ningún nombre digno de mí? —pregunta el autonombrado Baltasar mirando fijamente a ojirrojo.

Lucifer suelta un pesado suspiro mientras levanta sus hombros debido a lo común de esta situación.

—Kéter.

—¿Qué es eso? —pregunta Baltasar.

—Ese será tú nuevo nombre ¿Qué te parece? —propone Lucifer.

—Kéter "La corona" suena bien, lo tomaré por ahora —dice el ahora nombrado Kéter.

—Bien, Kéter ¿Qué harás ahora? Con tu objetivo ahí suelto —pregunta el ojirrojo con una sonrisa dentro de sí.

Exactamente, el pelinegro no podía encontrar mayor placer que el de ver como otros luchaban peleas sin sentido.

—Quizás, sea hora de que no vuelvas más —amenaza Kéter moviendo su espada.

Con un sólo movimiento y antes de que se diese cuenta, Lucifer fue convertido en una masa de carne deforme.

—Saquen la basura —ordena el rey al mismo tiempo que extiende la mano y le dan un pañuelo.

Varios zombis comienzan a limpiar el lugar así como la espada de su amo y señor.

—Supongo que seguiré esperando noticias.

—¿Enserio? —pregunta Lucifer recargado de uno de los zombis.

—Ah —suspira Kéter.

—Entonces ¿Con que me sorprenderás esta vez? —pregunta Lucifer con un tono juguetón.

To be continued.....