Especial Navidad Parte IV
Narrado por Max
—¿Qué pasa Caroline? —pregunta Tania. A todos nos desconcierta el hecho de que Caroline nos haya hablado con tono misterioso.
—Prometen que no se van a enojar —dijo mientras puso ojos de convencimiento. Nos volteamos a ver unos a otros y comenzamos a reír.
—A ver, habla Caroline —hablé para que ya dijera lo que tenía en mente.
—Nos inscribí a un concurso de baile, y... ¿adivinen que canción tocarán?
—Adivinaré.
—Jingle Bell Rock
Caroline salta de la emoción y todos sonreímos. Jamás imaginamos que nos diría eso, pero por alguna extraña razón todos aceptamos ir para pasar el rato.
En otras circunstancias habríamos salido corriendo del lugar para evitar quedar en ridículo frente a mucha gente, sin embargo hoy era un día especial con todo el Club.
Le pregunté a Caroline donde teníamos que ir y respondió que la siguiéramos. Todos íbamos con nuestras bolsas de compras amontonados entre toda la gente, teníamos que dejarlas en algún lado para no estar obstruyendo el paso. Terminé diciéndoles que primero fuéramos a los lockers de planta baja para dejar todas las cosas, pero a Tania se le ocurrió que lo mejor era irlas a dejar a los autos.
Regresamos al centro comercial y Caroline nos apresuró porque ya casi era la hora de la presentación del baile. Antes de llegar Barrie le preguntó si habría algún premio a los ganadores y dijo que sí, pero que mejor lo viéramos por nuestra propia cuenta. Seguimos avanzando y finalmente llegamos a nuestro destino.
Nos fuimos acomodando en los lugares que estaban especialmente para los concursantes y la gente comenzó a rodear todo el lugar. Cada que giraba mi vista hacia un lado veía como se abarrotaba de personas listas para ver un show. Los nervios me entraron, pero poco a poco me fui relajando.
¿Qué podría salir mal? Solo era un simple concurso en donde bailaríamos y recordaríamos viejos tiempos.
—Muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuy buenas tardes a toda la gente que nos acompaña. Esperamos la estén pasando muy bien y que este día sea de alegría y paz para sus familias. Recuerden que la temporada de frío se asienta más en estos días por lo que procuren estar bien tapados y un buen chocolate de la abuelita a la mano —tal parece que la persona que había hablado era el presentado del concurso. Las risas del público comenzaron a cesar hasta que el silencio nuevamente nos invadió—. Muy bien ahora como bien saben cada año hacemos un concurso en donde se inscriben para mostrar sus mejores pasos navideños y todo esto con la intención de apoyar a orfanatos y así los niños reciban juguetes. Así que, ¿están listos?
Al escuchar que el concurso era más bien un acto de beneficencia todos volteamos a ver a Caroline para sonreírle y decirle que gracias por este momento. Había sido un detalle muy bonito de su parte, aunque en lo personal me hubiera gustado mejor asistir a esos orfanatos para dar los juguetes a los niños.
—Ahora sin más preámbulos demos inicio a nuestro concurso. Recuerden que el equipo ganador tendrá la oportunidad de asistir con nosotros mañana a los orfanatos.
Parecía que me habían leído la mente. Con mucha más razón me esforzaría en este baile. A pesar de que ya tuviera tiempo de no practicarlo, tenía que salirnos bien.
—Espero muevan sus pies tan bien como lo hacíamos, eh —habló Caroline mientras nos observaba de uno en uno—. Debemos ganar amigos.
—Tranquila Care, todo saldrá bien. Me tienen a mí y con eso es suficiente.
—Osh Barrie.
Los equipos comenzaron a pasar y cada uno tenía algo en particular que hacía que el público diera muchísimos aplausos. Otros más gritaban como si no hubiera un mañana, mientras que unos pocos más aventaban serpentinas que los chicos del concurso les habían proporcionado.
Después de este último equipo seguiríamos nosotros y creo que finalizaríamos el concurso.
—Un fuerte aplauso para nuestro Equipo Dinamita. Ahora por último recibamos con otro fuerte aplauso al Club de los Ocho.
Los aplausos estallaron en cuanto dijeron el nombre de nuestro equipo. La emoción comenzó a correr por todo mi cuerpo y veía los rostros de los demás nerviosos, emocionados, a punto de llorar.
—Oigan, todo irá bien —les dije para que se enfocaran en lo que íbamos a hacer.
Comenzó a sonar la canción y cada uno tomó su lugar. Era un momento curioso el estar bailando nuevamente esa canción.
La mejor parte fue cuando todo el público comenzó a cantar y les dijimos que nos acompañaran con las palmas. Todos gritaban, cantaban, disfrutaban del momento. Sin duda algo que siempre recordaríamos.
Terminamos de bailar y el público nuevamente comenzó a aplaudir fuertemente. Notaba que los aplausos eran más fuertes que los anteriores, por lo que me emocioné. Hicimos una reverencia y nos regresamos a nuestros lugares.
—Esto está reñido público. Espero que el jurado de nuestro equipo decida bien el equipo ganador. Este año fue uno de los mejores ya que recaudamos más dinero de lo esperado y eso significa que habrá más juguetes para los niños. Gracias a todos.
Esperamos a que el jurado entregara la papeleta con el nombre del ganador y en cuanto se acercó uno de ellos al presentador los nervios volvieron a aparecer. Los ocho nos miramos y nos tomamos de la mano.
—Muy bien, aquí está la respuesta. Todos los equipos pasen al frente —nos levantamos y no nos soltamos. Quedamos justo en medio y de lado los equipos también mostraban nervios y emoción al mismo tiempo—. ¿Están listos para saber el ganador?
El público gritó que ya dijera el nombre del ganador y comenzaron a abuchear al presentador.
—Tranquilos, tranquilos. El equipo ganador es...
¡El Club de los Ocho!
Saltamos de la emoción y nos fuimos abrazando todos hasta que el salto comenzó en grupo. Corrimos hacia el presentador y también lo abrazamos.
La felicidad que corría en nuestro cuerpo era inexplicable. Sin duda alguna uno de los mejores momentos de la vida.
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Gracias por continuar en este pequeño especial del Club de los Ocho.
Creo que están esperando que pase algo malo, pero no será así. Es un momento feliz para ellos.
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