Capítulo 55: La Cena

Narrado por Caroline

Afortunadamente los tres ya veníamos arreglados para la cena que nuestros padres nos habían preparado fuera de Stewartville. Iríamos a Sandersville que era uno de los suburbios más cercanos además de Domsville.

Sandersville era uno de los lugares más bonitos dentro de la zona de suburbios, además de que contaba con los restaurantes más caros y por obvias razones de los mejores a los que podrías ir.

Íbamos de camino en la camioneta de los papás de Violet en donde cabíamos perfectamente todos. Nosotros tres en la parte de atrás veíamos las fotos que Tiffany ya estaba mandando en nuestro chat grupal.

Nos sentimos muy nostálgicos en cuanto comenzamos a pasar de fotografía en fotografía. Habíamos pasado uno de los mejores momentos, uno de aquellos que pensamos a lo largo de años.

Como Danny iba en medio de las dos nos recargamos cada quien en uno de sus hombros.

—Se ha acabado... —dije finalmente mientras guardábamos los teléfonos.

—Nosotros debemos de vernos más seguido, por favor —suplicó Violet despegándose de Danny.

—Lo haremos Vi.

—Les diremos ¿verdad?

—Así es Danny, tenemos que hacerlo por su bien.

Una parte de los tres no quería llegar al momento de la conversación en la que tendríamos que decirles que dadas las circunstancias lo mejor era que se fueran de Stewartville.

No queríamos ver que estuvieran en riesgo, a pesar de que no les había sucedido nada a lo largo de la semana temíamos que mañana fuera ese día.


Llegamos al restaurante y de verdad que estaba bien lujoso. Por un momento me pregunté lo que habían gastado para tener una simple cena ahí.

Entramos a la recepción y la señorita que estaba nos dijo la mesa que nos correspondía. Además de que la entrada era realmente hermosa, ya la sala principal con las mesas lo era aún más.

Un mesero nos fue señalando el camino porque nos sentíamos desorientados. Dimos con la mesa que tenía ya un letrero de Feliz Cumpleaños. Los tres sonreímos y cada quien fue a abrazar a sus papás.

Después nos acomodamos en la mesa de tal forma que a nosotros tres nos dejaron juntos y ellos estaban en nuestros laterales y en frente. Un nuevo mesero apareció dándonos una carta en donde se encontraba el menú.

—¿Cuánto están gastando tan solo con estar aquí? —preguntó Danny.

—No se preocupen por ello. Pidan lo que más les apetezca porque es importante lo que estamos festejando el día de hoy. Nos merecemos esta cena.

Pedimos lo que más nos llamó la atención del menú y en cuestión de minutos nos lo trajeron. Estábamos sorprendidos por la velocidad en la que estaban atendiéndonos.

Normalmente cuando íbamos a comer a un lugar así tardaban en darnos la comida porque sabíamos que todo llevaba un orden, pero aquí parecía como si ya todo estuviera tras bambalinas esperando a que únicamente llegara el pedido.

Todos comenzamos a comer en cuanto cada quien tuvo su platillo. Hasta que terminamos fue cuando empezó la plática.

Debía admitir que la comida estaba completamente deliciosa y por ello nadie había dicho ni pío durante la cena.

—Realmente fue exquisita la comida —hablé mientras tomé mi vaso de agua.

—Qué bueno que les haya gustado.

—Y bueno, ahora es momento de hablar —dijo la mamá de Danny denotando en su expresión algo de nerviosismo.

—¿Qué sucede? —preguntó Violet dejando su vaso de agua en la mesa.

—Estamos felices y orgullosos de cada uno de ustedes —empezó a hablar mi mamá—. Sabemos que se han mantenido lo más fuertes posible desde lo que sucedió hace un año.

—Nunca quisimos que lo que causamos en nuestra juventud los perjudicara de esta manera —dijo la mamá de Violet con las lágrimas en los ojos—. Lamentamos mucho que hoy no se encuentren juntos los ocho.

—Sabemos que hoy fue un día muy especial para ustedes —continúo el papá de Danny—. Pero también sabemos que en el momento de la conmemoración de los demás se sintieron decaídos. Sabíamos que estaban esperando este día desde hace años, siempre hablaban de ello en cada reunión en la que estaban juntos.

Poco a poco las lágrimas empezaron a llegar en mis ojos. No pude evitar sentirme triste por todo lo que nos estaban diciendo. Violet y Danny por otro lado ya las estaban secando.

—Lloren todo lo que tengan que sacar. No se queden nada de eso dentro de ustedes porque los lastima más —habló la mamá de Danny estirando los brazos para que Danny fuera hacia ella.

Cada uno se levantó de su lugar y nos acercamos con nuestras madres para llorar en sus brazos. Después de tanto estar aguantando las cosas que estaban sucediendo comenzábamos a liberar todo.

Extrañaba tanto a los demás. En verdad me sentía mal estando en este día sin ellos. A pesar de que también sentía satisfacción, lo que más ganaba era la tristeza de no poder terminar esto juntos como lo habíamos dicho siempre.

Danny se despegó de su mamá y nos llamó a Violet y a mí. Nos acercamos a él y nos abrazamos fuertemente mientras nos decía lo que nos habíamos prometido hace un año.

—Estamos viviendo por ellos, ¿entendido? Donde sea que estén de seguro están felices por cada uno de nosotros. Son las mejores personas que tengo en mi vida.

Las dos asentimos y lo abrazamos aún más fuerte.

Volvimos a nuestros lugares y esta vez mi papá fue quien tomó la palabra.

—Esta semana ha sido difícil para ustedes por todo lo que han tenido que volver a vivir y esperamos que de verdad acabe pronto. Mañana es su fiesta de graduación y el domingo se irán lejos de casa a seguir con sus vidas tanto personalmente como académicamente. Y estamos seguros que estarán bien y que lograrán todo aquello que se propongan de ahora en adelante.

Los tres sonreímos ante sus palabras de entusiasmo. Estábamos seguros de que así sería, solo debíamos esperar un día más.

Nos volteamos a ver y sabíamos que era hora de que nosotros habláramos.

—Ustedes no son los únicos que tienen algo que decir —empezó diciendo Violet que volteó a verme para continuar.

—Gracias por sus palabras y por todo su cariño. Sabemos que nunca fue su intención perjudicarnos con su pasado y aceptamos que las cosas se hayan dado de esa manera —le hice una seña a Danny para que continuara y llegar al grano.

—Los queremos tanto a cada uno de ustedes. Nos vieron crecer a lo largo de estos casi dieciocho años, pero así como ustedes se preocupan por nosotros también lo hacemos por ustedes. Y es por eso que tenemos que decirles algo —hizo una pausa y todos se le quedaron viendo—. No vuelvan a casa, quédense aquí. Busquen un lugar seguro hasta que todo termine, no queremos que suceda algo después de que nos vayamos.

—Pero hijo, no podemos dejarlos solos, mañana en su graduación —contestó su madre.

—Ya nos han cuidado por mucho tiempo, solo es un día. Y estaremos vigilados por las autoridades, así que no deben de preocuparse. Para nosotros es importante que ustedes estén a salvo de Malcolm.

Por un momento se quedaron callados hasta que finalmente no tuvieron de otra más que aceptar quedarse en este suburbio.

—El domingo los veremos a todos en el aeropuerto, ¿entendido? —dijo el padre de Violet.

Asentimos y sonreímos al saber que estarían lejos de casa, sanos y a salvo.

Nos levantamos de nuestros lugares para dirigirnos nuevamente a Stewartville, pero antes de despedirnos nos dieron una última sorpresa.

Un pastel enorme fue traído por varios meseros y hasta arriba se encontraba una foto de los ocho.

—Sabemos que todavía no es la hora, pero feliz cumpleaños a los tres. 

Espero les haya gustado este capítulo. 

Voten y comenten lo que sintieron al leerlo. :D

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