Capítulo 34: Juntos hasta el final

Narrado por Caroline

—Steve... Dios mío, Dios mío —grité al ver a Steve en el suelo. Rápidamente llegué hacia él y vi cómo su mano se fue deslizando entre su estómago, así que comencé a apretar. Llamé a Tessa para que se comunicara con una ambulancia.

—Dijo que... esto no ha... acabado —susurró con todas las fuerzas que tenía antes de que cerrara los ojos.

Los policías comenzaron a entrar al Laberinto rápidamente, mientras que todos los que estábamos afuera no sabíamos que hacer. El miedo comenzaba a recorrer mi cuerpo.


La ambulancia llegó rápido y decidí irme en ella para no dejar a Steve. Hayden también se subió a ella diciendo que había sido su culpa por no haberse detenido antes y quedarse con él. Traté de tranquilizarla porque no servía de nada el estar alteradas.

Llegamos inmediatamente al hospital y fuimos detrás de la camilla en donde ya iban ayudando a Steve. Una vez que cruzamos una puerta nos detuvieron diciéndonos que hasta ahí podíamos avanzar. Dimos media vuelta y caminamos a la sala de espera.

—¿Cómo está Danny? —preguntó Hayden mientras tomábamos asiento.

—Traumatizado. Encontrar la cabeza de su prima fue un momento aterrador, intentamos tranquilizarlo mientras buscábamos la salida.

—¿Cómo pudo pasar todo esto?

—No sé Hayden. Malcolm no se detendrá hasta acabar con todo lo que Christopher empezó hace un año.

La expresión de Hayden lo dijo todo. Sabía que nos echaba la culpa por lo que estaba pasando porque al final nosotros tres éramos el motivo por el cual estaba pasando todo esto.

Si tan solo Christopher nos hubiera matado hace un año, entonces todo lo que había sucedido jamás habría pasado.

—Voy a caminar, necesito despejarme —se levantó Hayden hacia el pasillo que daba a la salida del hospital. No me dio tiempo de responderle.


El doctor que se había llevado a Steve había salido de por la puerta en que lo dejamos. Se acercó rápidamente hacia nosotras y nos dijo que Steve había salido a salvo de la operación. Afortunadamente no había tocado ningún órgano del cuerpo, solo había sido la herida enorme sobre su piel.

Violet me marcó y dijo que todos los demás habían salido a salvo del Laberinto, y no habían encontrado a Malcolm como era de esperar. Trataron de entender el cómo es que había entrado si es que todos los encapuchados estaban registrados.

—Iré a casa Hayden, necesito descansar. ¿Vienes?

—No, aquí aguardaré a que Steve despierte.

—Está bien, cualquier cosa me informas.

—Claro.

Salí del hospital y le marqué a Violet para decirle si se podía quedar en mi casa después del día agotador que habíamos tenido.


Pasé frente a la casa de Tiffany en donde hace un año había sido nuestra pre-fiesta por nuestro cumpleaños. Ni siquiera tenía en cuenta que el sábado también sería el primer cumpleaños sin todos los demás.

Llegué casa y Violet ya se encontraba en la sala de estar junto a mis padres. Estaban platicando sobre lo que haría una vez que recibiera la carta de aceptación de la Universidad que había solicitado.

—Listo, he llegado —saludé a mis padres y les dije que estaríamos arriba. Violet se levantó y se despidió agradeciendo el vaso de agua que le habían dado.

Subimos las escaleras y estando ya en mí habitación tomamos asiento en los sillones.

—¿Cómo estás?

—Es mucho, ¿no lo crees Vi? Creo que esta vez no podré seguir aguantando todo.

—Lo sé... Yo también me siento de esa forma.

—¿Y Danny? ¿Hablaste con él?

—Sus padres fueron por él al Laberinto. Su mamá fue la que se derrumbó en cuanto vio lo que quedaba de Natalie. Me dijo que necesitaba descansar y tratar de procesar todo lo que había pasado.

—¿Está solo?

—No, Dylan se fue con él. Sabes que nunca lo dejaría, y menos en este momento.

—Bueno, me alegra saber eso...

—Sí.

—¿Sabes qué día es hoy Vi? —pregunté sonriendo enormemente.

—No, ¿por qué tienes esa sonrisa?

—Hace un año fue nuestra pre-fiesta con todos.

—¡Oh sí! Y fue cuando Delilah y Max por fin se dijeron lo que sentían.

—Es cierto. Todos en la alberca divirtiéndonos.

—Y también fue la última noche que estuvimos juntos todos —dijo Violet desanimada.

Alguien tocó la puerta en ese momento y al decir que pasaran Danny se asomó. Ambas nos levantamos y lo abrazamos fuertemente porque eso era lo que necesitábamos los tres: un abrazo.

—Recordé que día es y pensé que lo mejor era que estuviéramos los tres reunidos.

—Justo estábamos hablando sobre eso.

—La última noche que estuvimos todos juntos.

—No hay que verlo de esa manera, siempre hay que recordar todo lo bueno que vivimos —dije para tratarlos de animar porque esos comentarios habían dejado en claro lo que ya nunca volveríamos a vivir.

—Tienes razón

—Lamento interrumpir de esta manera, pero tengo algo que contarles.

—¿Qué sucede Danny? —pregunté mientras nos acomodábamos bien en el suelo.

—Ustedes saben que esto no se quedará así, ¿cierto?

—¿A qué te refieres?

—No voy a dejar que la muerte de Natalie se quede así. Voy a encontrar a ese hijo de puta y lo voy a matar con mis propias manos.

—Danny... tal vez deberías dejar a Larry y Fitzgerald que lo encuentren.

—No lo harán Violet. Malcolm es inteligente, sabe cómo moverse entre todos nosotros, ¿no ven lo que sucedió hoy?

—Danny tiene razón Vi.

—Se supone que el Laberinto iba a ser un lugar seguro al menos durante el juego, ¿y qué pasó? Él entró, dejó ese regalo para mí y lastimó a Steve.

—¿Y entonces? ¿Qué piensas hacer?

—Fitzgerald me dijo que podía unirme a la búsqueda de Malcolm, pero la condición fue que si lo encontraba no iba a hacer algo estúpido.

—¿Y...?

—Necesitaré de su ayuda, porque es algo que debemos terminar nosotros tres. Empezó con nosotros y debemos terminarlo juntos.

—Cuenta conmigo —respondí poniendo mi mano sobre el centro. Danny me siguió y ambos volteamos a ver a Violet.

—Está bien, juntos —dijo colocando su mano sobre las de nosotros.

—Juntos hasta el final.


Pasaron las horas y el sonido de nuestros teléfonos nos despertaron a los tres. Me estiré para tomar el mío y al abrir el mensaje que tenía tuve que tallar mis ojos.

Era una imagen realmente asquerosa. Cuerpos regados por el suelo y Malcolm al centro con un mensaje escrito en una hoja.

"Volveré por ustedes..."

¡Hola Marcados!

Hasta este capítulo hemos llegado a la mitad de la historia. 

Espero que en verdad estén disfrutando de esta segunda parte del Club de los Ocho. Voten, comenten sus teorías , sus emociones, sus conclusiones, TODO. 

¡Compartan con sus amigos!

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