Capítulo 32: El Laberinto Parte III
Narrado por Violet
—Recuerden lo que escuchamos a la entrada, no somos los únicos aquí dentro —dijo Tyler mientras tomaba mi mano—. Te cuidaré, ¿entendido?
—Está bien —respondí tímidamente.
Fuimos caminando despacio porque queríamos comenzar a familiarizarnos con lo que nos estaba rodeando. Encontramos algunos de los que estaban en la lista y empezamos a avanzar un poco más rápido.
Este tipo de juegos me gustaban porque ponían en función a mi habilidad para descubrir los secretos que se ocultaban dentro. Como todo juego siempre había trucos que hacían que adelantaras o que ralentizaras, todo dependía de qué tan observador te ponías.
Conforme fuimos avanzando me daba cuenta de que las paredes en ciertos lugares eran diferentes. Eso empezaba a hacerme dudar sobre si eran falsas y te llevaban a otro camino o simplemente era un estilo de muro diferente.
—Esperen —dije y todos se detuvieron detrás de mí.
—¿Qué sucede Vi? —preguntó Danny.
—Estos muros... Tyler palpa todo este muro —me miró desconcertado, pero hizo lo que le indiqué. Al final terminó por encontrar lo que parecía ser un botón, lo apretó y el muro se levantó de tal forma que quedó acostado para poder pasar por debajo del mismo.
—Sabía que no era un simple decorado.
—Eres la mejor para este tipo de cosas Vi —dijo Danny cruzando el muro.
Una vez estando del otro lado volvimos a bajar el muro y continuamos esta vez a paso veloz para acabar de cruzar lo más rápido posible el laberinto.
Terminamos encontrando casi todos los objetos, de la lista de veinte nada más nos faltaban ocho. Ya estábamos cansados de andar de un lado para otro, cruzando muros falsos cada que podíamos.
Además seguíamos sin encontrarnos con las personas que también estaban dentro del laberinto. En un inicio sabíamos que mientras más lejos estuviéramos, no los encontraríamos en nuestro camino, pero entre tantas vueltas que dábamos ya no sabíamos si continuábamos alejándonos o estábamos regresando al inicio del laberinto.
—Esperen, ya estoy cansado —dijo Dylan que se detuvo al dar vuelta en una intersección.
—Yo también ya estoy un poco agotado —habló Tyler sentándose en el suelo.
—¿Cómo creen que vayan los demás?
—De seguro van igual que nosotros, aunque tenemos la ventaja de que Violet haya descubierto los pasajes secretos entre los muros. Eso nos ha facilitado el encontrar los objetos rápidamente.
—Ojalá logremos encontrar rápido los que nos faltan, para ya salir de este lugar —respondí animada.
—¿Y cómo vamos a salir de aquí?
—Solo debemos encontrar los caminos rectos, esos seguros nos llevarán a una escalera para llegar a los puentes que estaban en la entrada.
En el momento en el que dije eso vi que en el otro extremo de donde estábamos sentados había muchas figuras con capuchas de pie observándonos. Les hice una seña a todos y en seguida nos levantamos corriendo.
Cada paso que dábamos era enorme, sentíamos a las personas pisándonos los talones y por un momento casi lograban alcanzarnos, pero logramos burlarlos dando una vuelta rápida sobre otra intersección.
Dylan y Tyler nos dieron los objetos para que los lleváramos, pero también dijeron que teníamos que separarnos. Nos detuvimos un momento y descubrimos por qué lo habían dicho; todavía nos estaban siguiendo los encapuchados.
Tyler me gritó que buscara otro muro para poder escapar y fue lo que hice. Nos dijeron que encontráramos lo que restaba y el muro bajó. Apuntamos con las linternas hacia las dos direcciones que teníamos y de lado izquierdo ya nos estaban esperando.
Corrimos de lado contrario a toda velocidad. Íbamos de izquierda a derecha entre los pasillos, ya nos estábamos cansando y a punto de rendir en cuanto vimos unas luces en un puente. Caroline y Tessa nos estaban gritando que nos acercáramos a ellas.
Llegamos rápido al pasillo que nos llevaba directo al puente y Danny gritó que corrieran porque los tipos que venían detrás de nosotros se estaban acercando. Una vez que nos alejamos lo suficiente terminamos deteniéndonos para descansar.
—¡Dios! No puedo más —exclamó Caroline—. No entiendo qué está pasando esto está fuera de control.
—Son parte del juego. Nos enteramos cuando recién entramos, solo no debemos dejar que nos atrapen o terminamos fuera en automático.
—No sabes cuánto me alegra escuchar eso —habló Tessa respirando como si hubiera recibido una gran noticia.
Nos pusimos al tanto de los acontecimientos que nos habían estado pasado dentro del laberinto, explicándoles lo de los muros falsos que nos llevaban a otros pasadizos. Ambas estaban sorprendidas por cómo había descubierto los cabos sueltos dentro del laberinto.
Avanzamos más pasillos atravesando un muro falso con la esperanza de encontrar los objetos que a Danny y a mí nos faltaban. Caroline y Tessa ya tenían todos los suyos, así que todo el peso había recaído en nosotros.
Llegamos a un cuadro en donde había un baúl, pero lo que más me había sorprendido era que tenía el nombre de Danny sobre él.
—Espera Danny... No piensas abrirlo de verdad, ¿cierto? —pregunté nerviosa por el ambiente tenso en el que nos estábamos adentrando.
—Sí, algo me dice que debo abrirlo.
Se fue acercando cada vez más al baúl y al llegar se dio cuenta que donde estaba colocado su nombre era un sobre. Lo detuvo en sus manos y lo abrió para vaciar su contenido. Era una nota...
—"Esto no ha acabado..."
Los tres sabíamos lo que eso significaba: Malcolm.
Le dije a Danny que no abriera el baúl y que mejor nos fuéramos de ese lugar, pero se negó a hacerlo acercándose nuevamente hacia él. Lo abrió rápidamente y un líquido brotó sobre de él dejando su rostro manchado.
Me acerqué a ver el contenido y me quedé estupefacta al descubrir que era la cabeza de Natalie sin ojos y sin lengua.
Caroline comenzó a gritar por ayuda mientras que Tessa solo miraba alrededor por si alguien estaba acechándonos. Danny cayó arrodillado frente al baúl con las lágrimas en los ojos viendo lo que quedaba de su prima. Me senté a su lado y le dije que teníamos que irnos de ese lugar.
—Danny... Debemos salir de aquí, por favor.
—Te juro que lo voy a matar Natalie —dijo sollozando mientras cerraba el baúl y lo tomaba.
Caroline lo abrazó fuertemente mientras Tessa decía que el camino estaba libre. Comenzamos a correr para encontrar la salida.
Solo un capítulo más y habremos terminado con la parte del laberinto.
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