Capítulo 29: Natalie
Natalie solo esperaba a que el suplicio que estaba viviendo terminara. Ya no quería seguir peleando por su vida, solo quería que todo se detuviera en ese instante.
—Si me vas a matar hazlo de una puta vez.
Malcolm solo la observó fijamente.
Volvió a darle la espalda y salió del nuevo lugar en donde la tenía. Al estar fuera había tres personas con capucha y atados tirados en el suelo. Los comenzó a levantar uno a uno llevándolos hacia dentro para acomodarlos frente a Natalie. Ella solo observaba desconcertada tratando de comprender lo que pasaría a continuación, pero no tenía idea alguna de lo que se acontecería.
Terminó de colocar a los nuevos personajes y les fue quitando la capucha uno a uno. Eran dos jóvenes y una jovencita de no más de quince años, Natalie dedujo que habían estado explorando fuera por la ropa que vestían.
—¿Qué vas a hacer maldito? Solo son unos niños inocentes.
—Yo también lo era.
Uno de ellos comenzó a cobrar conciencia y una vez terminó de despertar volteó a todos los lados y empezó a respirar agitadamente. Natalie le dijo que se calmara y no hiciera algo estúpido, sin embargo el chico terminó levantándose desorientado hacia la puerta.
Malcolm por su parte ya esperaba del otro lado y en cuanto el chico cruzó el umbral fue sorprendido por un cuchillo en el estómago. Jadeó de dolor al sentir atravesar ese frío metal dentro de su cuerpo, se desplegó de él y comenzó a tambalearse dentro de la habitación. Cayó al suelo, la sangre comenzaba a brotar de su boca. Malcolm avanzó sigilosamente entre la distancia que lo mantenía de la puerta hacia el chico, llegó hasta él y en cuclillas comenzó a clavar el cuchillo en toda parte del cuerpo que se le ocurriera.
Natalie gritaba del terror al estar siendo testigo de semejante escena terrorífica. Malcolm una vez terminó de enterrar el cuchillo continuamente se levantó volteando a verla y le sonrió descaradamente. Guardó el cuchillo en una de sus bolsas traseras y se agachó a tomar el cuerpo para acercarlo a los otros dos que seguían inmóviles.
—¿Por qué haces esto? Detente por favor —habló Natalie sollozando del miedo—. Basta por favor.
No recibió ni una respuesta, solo se quedó observando al cuerpo del chico que seguía derramando litros de sangre frente a ella. Trató de apartar la mirada, pero Malcolm le hizo señas de que ni se atreviera a quitar la vista de frente.
Ahora la chica era la que comenzaba a despertar, desorientada vio a Natalie frente a ella e hizo una expresión de confusión. Trató de tallar sus ojos, pero sus manos estaban atadas entre sí y no hizo más que parpadear continuamente hasta que abrió los ojos. Volteó su mirada hacia la izquierda y vio el cuerpo del joven que había sido apuñalado, comenzó a gritar por ayuda pero Malcolm rápidamente la calló tomándola de la cabeza hacia atrás y cortando el cuello.
Los gritos de Natalie volvieron a invadir la sala, ya no quería estar más en ese lugar.
—¡Mátame! Ya hazlo de una vez, te lo imploro por favor.
Malcolm comenzó a reírse al escuchar a su víctima implorar para que acabara su vida, se detuvo y sin pensarlo empezó a rebanar la cabeza de la chica cortando de izquierda a derecha hasta que se desprendió del cuerpo y la sostuvo del cabello con una sola mano.
Mientras Natalie solo quitaba la vista de frente, el otro chico abrió los ojos y al ver los cuerpos a su lado entendió cuál sería su destino ahí. Trató de desatar el nudo que mantenía a sus manos prisioneras detrás de él. Malcolm dejó caer la cabeza que sostenía y con un movimiento rápido cortó los dedos que veía forcejeando por liberarse. El chico dio un grito de dolor que terminó siendo callado cuando el cuchillo atravesó su boca por detrás.
Durante horas la pelirroja estuvo observando como Malcolm sádicamente destazaba los cuerpos hasta quedar con solo partes de ellos. El olor a sangre abundaba por todo el lugar, tanto que Natalie terminó vomitando del asco que le ocasionaba el respirar y ver aquello.
Malcolm comenzó a limpiar las extremidades para después guardarlas en bolsas de plástico negras. Brazos, piernas, cabezas dentro de las bolsas.
Una vez que terminó de empaquetar todo, se levantó y se acercó a Natalie tomándola de la barbilla y sonriéndole dijo:
—Es tu turno.
Aunque se hiciera fuerte, aunque implorara por su vida, aunque intentara salir de ese lugar, Natalie lo único que deseaba era que todo acabara. Ya no le importaba más estar con vida sabiendo todo lo que había vivido durante esos días. A pesar de ello Malcolm la golpeó para aturdirla y que no intentara moverse.
La levantó de la silla en donde estaba atada y la llevo hacia atrás en donde se encontraba una mesa. Aseguró cabeza, brazos, abdomen y pies de tal forma que no pudiera moverse, ni forcejear. Los brazos quedaron expuestos dejando las muñecas hacia el techo, y la cabeza también quedó viendo hacia arriba.
Natalie recostada abrió los ojos y lo único que veía era el color negro que cubría el techo, no podía forcejear por la presión ocasionada. Lágrimas comenzaron a caer de sus ojos, pensó en todos los momentos en que había sido feliz, pero sobre todo pensó en su primo, Danny. ¿Cómo reaccionaría en cuanto su cuerpo fuera encontrado? No quería que cargara con la culpa de que todo había sido por él y sus amigos.
Malcolm tomó nuevamente el cuchillo y se fue acercando a ella. Una vez terminó de frente tomó su brazo derecho y empezó a hacer un corte desde el extremo inferior hasta el superior. Los gritos desgarradores de Natalie lo hacían disfrutar aún más del momento, se movió hacia el lado izquierdo y realizó lo mismo con el otro brazo. Natalie con el dolor atravesando su cuerpo habló.
—Termina, por favor. De una maldita vez acaba conmigo.
Esta vez Malcolm dejó el cuchillo a un lado y se colocó detrás de Natalie observándola. Con sus pulgares comenzó a enterrarlos en sus cristalizados ojos, escuchando aún más fuerte sus gritos e intentando patalear.
Retiró sus dedos y lo único que se veía ahora eran dos agujeros con sangre. Se acercó a tomar su arma para rozar sus piernas con la misma, enterrándola poco a poco fue desgarrando la piel de sus piernas hasta dejar la piel expuesta de tal forma que empezó a jalar de ella.
Se aproximó hacia sus labios y la besó fuertemente con el objetivo de arrancar su lengua de una mordida. Finalmente logrado lo anterior la escupió y enterró el cuchillo directo en la frente.
La sangre escurría de la mesa con Natalie muerta. Malcolm sentado en donde previamente había estado atada desabrochó su cinturón y sacó a relucir su miembro viril. Comenzó a masturbarse de lo excitado que estaba por haber matado a Natalie. Se levantó y desprendiéndose de toda la ropa se acercó a la mesa arrancándole lo que le quedaba de ropa y se montó sobre ella penetrándola constantemente.
Terminó con una sonrisa en los labios y todo lleno de sangre empezó a cortar las extremidades del cuerpo.
Marcadooooooooos.
Este capítulo fue algo difícil de realizar, sin embargo estoy satisfecho con el trabajo hecho.
No espero que les haya gustado, sin embargo si este capítulo fue algo de lo que esperaban dentro de la historia voten y comenten. :D
Probablemente en la semana tengamos otro maratón, los siguientes cuatro capítulos son los que conciernen a la parte del Laberinto. Así que prepárense que puede que alguien se lleve una sorpresa dentro del juego.
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