Capítulo 15: La Broma Parte I
Narrado por Amber
Volví a tocar el claxon.
Caroline se tardaba las horas en arreglarse, a pesar de que solo íbamos a llenar de condones a la Preparatoria. Veo cómo sale corriendo a toda velocidad y abre la puerta del auto.
—Señorita siempre tarde.
—Ya sabes cómo soy.
—Vamos por Lizeth y de ahí a la escuela.
—Estoy de acuerdo.
Lizeth no vivía lejos de la casa de Caroline por lo que llegar fue rápido y afortunadamente ya estaba fuera esperándonos. Me detuve y subió acomodándose detrás de Caroline.
—Hola chicas.
—Hola Lizeth, ¿cómo estás? —preguntó Caroline viéndola por el espejo retrovisor.
—Bien, me siento contenta.
—A ver, cuéntanos —hablé mientras una sonrisa maliciosa salía de mí.
—Me siento ofendida Liz, no nos mandaste ni un mensaje ayer sobre tu cita con Cameron. Tampoco es que me haya ido todo el día, eh.
—Ay, lo siento Care.
—Pero es tu oportunidad de contarnos.
—Lo llevé a un picnic y estuvimos conversando un rato. Al final me llevó a casa y nos besamos.
Ambas gritamos de la emoción y en seguida Lizeth nos calló riéndose de por medio.
Continuamos avanzando hasta que llegamos a la escuela. La entrada ya se veía abarrotada de personas y en seguida reconocí a Tiffany junto a los demás. Aparcamos cerca para poder sacar las cajas que yo me había llevado a casa y después nos reunimos con los demás.
Al llegar Tiffany se veía desconcertada y Alex le hizo seña de que guardara el teléfono. Lo guardó inmediatamente y traté de no llamarle la atención sobre ello, sin embargo Caroline habló.
—¿Qué pasa Tiffany?
—Caroline no quiero empezar a arruinar el día.
—Dime qué pasó —habló con tono desafiante.
—Osh, toma —Tiffany sacó su celular de la bolsa y se lo tendió. Caroline al ver la pantalla volteó hacia atrás observando el edificio.
—¿Caroline? —pregunté poniéndome frente a ella.
—Es una broma de alguien, tiene que serlo.
Tomé el celular y vi el mensaje que tenía abierto en donde había una fotografía de los que ya estaban aquí.
Le dije a Caroline que se relajara y empezó a contar hasta diez. Era algo que le había ayudado cuando se ponía nerviosa o cuando recordaba lo que había sucedido hace un año.
Tiffany habló diciendo que lo mejor era mantenernos distraídos y que después fuéramos con las autoridades para que hicieran algo al respecto. Todos estuvimos de acuerdo.
—¿Ya estás mejor?
—El día de ayer volvió todo, pensé que ya había superado esa etapa Amber —respondió mientras sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.
—Care... —la abracé fuertemente y le dije que todo estaría bien.
—No sabes lo difícil que es vivir estando marcada. Ayer las pesadillas volvieron, eso había quedado atrás y nuevamente volvieron.
—Sabes que aquí estoy para ti. Vamos a salir adelante Caroline, y no quiero que te estanques de nuevo.
—Lo intentaré, de verdad.
—No se trata de intentarlo, debes hacerlo.
Caroline me sonrió y con eso fue suficiente por ahora. Sabía que algo de esto pasaría por el hecho de estar en las fechas, pero nunca imaginé que ese loco maniático fuese a volver por ellos. Y ahora con lo de la prima de Danny significaba que estaba rondando Stewartville y seguro hallaría la forma de entrar pasando desapercibido.
Nos levantamos de la jardinera en donde nos encontrábamos sentadas. La mayoría ya había llegado, así que era hora de empezar a sacar las cosas y dar inicio a la broma anual.
Tiffany se encargó de dividir a todos en grupos de cinco personas para que cada uno de ellos abarcara un salón. El plan era sencillo, solo tenían que abrir las cajas, sacar los condones e inflarlos con las bombas de aire que también habíamos comprado.
—Muy bien chicos. Sé que no todos me escuchan, pero quería decirles que espero terminemos rápido esto. Diviértanse y no se les ocurra hacer estupideces, ¿entendido?
Unos cuantos rieron ante el discurso no tan motivante de Tiffany, pero la mayoría estábamos de acuerdo en el divertirnos.
En mi equipo se encontraban Caroline, Alex, Evan y Steve. Así que comenzamos a andar entre los pasillos buscando un salón que estuviera desocupado. Steve fue el que ubicó uno.
—¿Y ese milagro que no estás con Cameron? —le pregunté mientras acomodaba la caja que traía sobre la mesa.
—Se quedó dormido. Me mandó mensaje desde hace rato y dijo que no tenía ganas de salir.
Giré la vista para ver a Caroline y ambas pusimos cara de sorpresa.
Comenzamos a sacar el contenido de las cajas para apresurarnos. Mientras unos abrían los plásticos otros comenzamos a inflarlos. Era algo inusual tener condones a la mano e inflarlos. No fueron creados para ese fin.
Todos estuvimos de acuerdo con que mientras unos inflaban otros iban aventándolos por el salón de clases, además de que también habría que pegar unos cuantos en las ventanas.
Para poner ambiente en el salón Evan decidió poner música, solo que Caroline le dijo que no pusiera canciones tristes, mejor animadas para que nos divirtiéramos con música. Evan asintió, así que comenzó poniendo Gettin' Over You de David Guetta.
Y la diversión comenzó.
Alex comenzó a aventar los condones por los aires y cuando vimos que ya llevábamos una buena cantidad lo seguimos. Saltábamos al ritmo de la música, y nos divertíamos. Caroline sin querer pisó uno y se reventó, las risas comenzaron a invadir el aula.
La diversión continúo hasta que las cajas se vaciaron. Ya habíamos terminado con ese salón, así que decidimos movernos a otro.
Mientras recorríamos los salones veíamos a todos divertirse, unos corrían por el pasillo con los condones a la mano, otros más en los salones también revoloteaban entre todos los que tenían en el suelo, y otros ya estaban moviéndose entre los salones recogiendo las cajas para irlas sacando de la escuela.
Avanzamos hacia las escaleras, pero el celular de Caroline empezó a sonar. Lo sacó y respondió al instante. Su expresión no fue para nada de gusto, al contrario. Sus ojos se abrieron y se puso nerviosa. En el momento en el que colgó le pregunté al respecto.
—Caroline respira. Uno, dos, tres... —me interrumpió antes de que continuara.
—Danny encontró el lugar donde Malcolm ha estado.
Hola. :D
Mañana vuelvo a la escuela, así que volveré a mis fechas que tengo para subir capítulos, es decir, cada quince días.
No me maten, jajaja. Ya tengo preparados unos cuantos capítulos y he de confesarles que se pondrán interesantes.
¿Les gustaría leer a los Tres Mosqueteros en sus terapias que tuvieron? Porque ese cuenta que luego hacen es su manera de relajarse, y obvio tiene un origen.
Comenten qué les gustaría en la historia. Se vienen cosas buenas y malas, diversión, sangre, misterio y una que otra escena hot. eue
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