Capítulo 6
Hoy tenemos una reunión importante con un grupo de ingenieros, al parecer, llevan bastante tiempo tratando de trabajar en conjunto con la empresa o al menos eso le contó el señor Rossi. A pesar de ya no estar en su área, en la hora del almuerzo, nos juntamos a comer, algunos días. Ame trajo varios modelos de trabajos realizados por estas personas, tienen buenas construcciones hechas, pero no es mi decisión si se los contrata o no, por eso, debemos realizar una junta general con todo el personal, en la cual participaré.
—Sebas, ya están todos en la sala de reunión —dice Ame esperándome en la puerta.
—Muy bien, conozcamos a estas personas que tanto quiere trabajar con nosotros —bromeo y ambos nos dirigimos al lugar de reunión.
Entramos, la gran mayoría del equipo de arquitectura está presente, además de Roberto, es el jefe de todos aquí, él decide que trabajo se aprueba y cuál no, luego de revisarlo entre todos. Es un hombro el cual se ha ganado mi respeto, sin duda me gustaría poseer todos sus conocimientos en su futuro.
—Parece que es algo importante. —Escucho una voz masculina a mi espalda.
—Lo es, cada vez que gente nueva quiere asociarse con la empresa se hacen grandes y varias reuniones para analizar la propuesta —responde mi amiga. —Y tú, ¿Qué haces aquí? No le digas que el señor Rossi mando a vigilarnos.
—Para nada Ame, hay papeles que te pertenecen que se traspapelaron así que debía traértelos. —Gastón le entrega unos sobres y papeles.
—¡Vaya! Con razón no encontraba estos planos.
—Los encontré acomodando, se ve que son para Sebas. —Miro un sobre que tenía mi nombre, la letra del destinatario es delicada, como si fuera hecha con una pluma.
—¿Qué raro? No recuerdo tener que recibir una carta. —La observo, sin duda la tipografía es hermosa, pero me genera cierta intriga.
—Va a ser mejor que la revises luego, ya están todos y la reunión va a comenzar. —Levanto la mirada cuando termina de decir sus palabras mi amiga, ella tiene razón, están todos sentados en su lugar y solo queda un lugar vacío, que me pertenece.
—Muy bien compañeros, todos fueron reunidos para que analicemos y decidamos que hacer con la compañía de ingenieros que busca asociarse con este plantel. —Roberto comienza a hablar, contarnos un poco cuáles fueron los trabajos realizados por estas personas y, en una pantalla, los vimos. No hay duda que saben lo que hacen. —El motivo principal el cual ellos buscan hacer alianza con nosotros, es porque su equipo de arquitecto se ha desligado de ellos.
—¿Y por qué lo han hecho? —pregunta un hombre más joven que el cabecilla del grupo.
—Dicen que han tenido conflictos en varios proyectos, por eso decidieron deshacer la unión —contesta con algo de duda en su voz. —Por eso, debemos analizar con determinación sus trabajos.
Estuvimos cerca de dos horas en reunión, viendo sus fortalezas y debilidades de la asociación de ingenieros. Luego de esas horas, es hora de conocer al equipo y ellos ya están listos para entrar a la sala. Uno por uno van pasando, saludando, pero hay una persona que llamo mi atención, aquel sujeto ya lo conocía, es el padre del chico que me hizo aquella pregunta.
Me acomodo en mi silla, lo observo, aún no se ha dado cuenta de mi presencia, pero siento que esta reunión será interesante. El hombre situado en el centro de los seis, comienza a dar una charla de la historia de su empresa y el motivo por el cual están aquí. Todos parecen complacidos con la charla, pero Roberto es el único que pone ciertas muecas en su rostro, que demuestran sus dudas.
—Muy bien, creo que todo nuestro equipo tendrá mucho para conversar —dice nuestro jefe. —Me gustaría saber si trajeron el proyecto con el cual quieren empezar a trabajar.
—Por supuesto que sí. —Deja sobre la gran mesa un papel enrollado, seguramente son planos. —Como he dicho, falta el punto de vista desde lo arquitecto, por eso es que nos gustaría asociarnos con ustedes.
—Señor García, por favor tome el plano y revíselos, haga las anotaciones necesarias y luego nos lo hace llegar a mi sector. —Me pongo de pie y camino hacia ellos, fue en ese momento que el padre de Erik, se da cuenta de mi presencia y de la tarea que cumplo aquí.
Saludo a todos, me marcho a mi oficina y le pido a Ame, por teléfono, que venga de inmediato.
—¿Qué pasó? —Llega con dos tazas de café con leche y se sienta frente mío.
—¿Recuerda que te comenté sobre el inconveniente que tuve con un padre en la escuela de mi hermano? —Ella afirma con la taza entre sus manos. —Resulta que es parte del equipo de los ingenieros.
—¡NO BROMEES! —exclama con expresión de sorpresa. —Ahora podrás demostrarle a ese sujeto que no es tan importante en esta empresa —habla con superioridad.
—Ame, sabes que no es mi estilo hacer lo mismo que hace él, prefiero resaltar haciendo mi trabajo y no tratará de ser superior a alguien. —Abro el plano.
—Deberías tener un poco más de egocentrismo, amigo, deber mostrarle al mundo que eres el mejor en tu trabajo.
—Lo hago, pero sin la necesidad de creerme mejor que nadie. —Guiño un ojo. —Ahora ayúdame, así termino más rápido.
Pasamos la tarde analizando el plano, a pesar de que no sabe nada de arquitectura, ha sido de gran ayuda anotando apuntes, que le servirán al equipo de Roberto. Cuando se lo fui a entregar, me ha preguntado que me parecieron los ingenieros, no le mentí, tienen buenos trabajos y sería una gran oportunidad tener un segundo equipo de ingenieros asociados, además de que serían más trabajos que podremos realizar.
Ahora, debo pasar a buscar a mi hermano y regresar a casa, Meli nos está esperando. La vuelta con él es sin duda, mi momento favorito del día; hablamos de sus cosas y lo que ha hecho en la escuela, siempre tiene anécdotas nuevas que contarme, además de preguntar sobre sus deberes y si necesita de mí ayuda.
—¡Meli! —Corre a saludarla.
—¿Cómo estas, chiquitín? —Dejo que se saluden mientras acomodo mi saco en el mueble. —Y tú, ¿Cómo estas, hermoso? —Me abraza por la espalda.
—Bien mi amor, algo cansado. —Giro y le doy un beso en sus labios. —¿A ti como te ha ido?
—Bien, trabajar como recepcionista no es malo, aunque me gustaría poder tener mi puesto como arquitecta. —Sé cuánto desea poder llegar a ese puesto, muchas veces la vi frustrada por lo mismo, pero yo siempre le digo que tenga paciencia y pronto encontrará el trabajo que quiere.
—No te desanimes, amor, pronto tendrás ese lugar, sé más que nadie que te lo mereces. —Acaricio su mejilla.
Pasamos de lo que quedaba de la tarde ayudando a Bruno, ordenando un poco el desorden de la semana y preparando la comida. La noche llega rápido en esta época, no hay duda que el invierno está cerca. Cenamos como una familia, junto a nuestras mascotas, ellas se volvieron nuestra compañía. No existe noche que no riamos, que disfrutemos de la compañía de nosotros. Desde que Meli volvió a casa, mi hermano ha estado más animado y no he vuelto a encontrar ningún rastro de papeles que fueran parte de una burla hacia él.
—Buenas noches, hermanito. —Acomodo todo, apago las luces.
—No saludaste a Coni. —Escucho su vocecita antes de irme.
—Buenas noches para ti también, Coni. —Oigo como su cola golpea contra el piso, señal que la está moviendo.
Me marcho a mi pieza y me encuentro con mi novia ordenando mi ropa.
—Deja de ordenar eso, mañana debemos levantarnos tempranos. —Me tiro a la cama sin pensarlo.
—Ya lo sé, pero no puedo dejar la ropa en cualquier lado. —Veo como dobla mi camisa y ordena mi saco, del cual cae un papel, que no recordaba tener. —¿Y esto? —Se agacha a levantarlo.
—No recuerdo haberme traído ningún papel de la oficina. —Me paro a su lado. Observo la carta y ya recuerdo todo. —Ame me la ha dado, dice que la enviaron para mí.
—Tiene una letra muy bonita. —Capto una pizca de celos en su voz. —Ábrela —ordena y obedezco. Observamos una tipografía delicada y un breve texto que iba dirigido a mí.
"Querido Sebastián:
Quizás nunca sepas de quien es esta carta o por ahí sí. Solo quiero decirte que me muero por hablar contigo, saber de tu vida y poder ser parte de ella. Sé que eso será imposible, un sueño el cual nunca cumpliré, pero anhelo poder estar en su lugar y ser yo la que comparta tus días. Verte tan feliz y no ser la dueña de tu sonrisa me duele, me quema por dentro, pero el hecho de que todas las mañas me regales un saludo, hace que todo eso disminuya. Por ahí esta carta te causará problemas, pero no me importa, porque ya no aguanto ocultar lo que siento.
Espero que algún día mis sueños se hagan realidad y puedo estar a tu lado."
Me quede quieto, sin mover ni un músculo de mi cuerpo. Aquella carta no me la esperaba y mucho menos, de una forma anónima. Miro a Meli que está a mi lado, ninguno habla, no reaccionamos ante lo leído.
—Fue Amelie —interrumpe el silencio. —Estoy segura que fue ella. —Hace una bola con el papel y la lanza al otro lado de la habitación.
—¿Qué estás diciendo, amor? Ella no haría estas cosas, mucho menos estando con su pareja y esperando a su hija. —Trato de abrazarla, pero me esquiva.
—Sabía que ella estaba enamorada de ti y ahora no soporta vernos juntos. —No me está escuchando, está ciega con sus acusaciones así nuestra amiga.
—Meli, prestamente atención. —Me paro frente a ella y tomo su rostro. —No es Ame, ella sabe perfectamente todo el amor que nos tenemos y cuando sufrimos cuando estuvimos separados. —Rueda sus ojos, está empezando a molestarse. —Esto debe ser una broma de algún compañero, mañana les diré que no fue de buen gusto y que se terminó aquí, ¿Sí?
—Si tú lo dices. —Se separa para poder acostarse. Apago todas las luces y me acomodo a su lado.
—No dejes que una tonta carta haga dudar de la amistad de ella y mucho menos, de nosotros —susurro en la oscuridad. No sé si me está escuchando, pero no quiero pelear con ella.
Me acerco con cuidado y le doy un beso de buenas noches, ahora solo queda dormir y averiguar, quién es el responsable tras esa carta.
- - -
¡HOLA BELLEZAS! ¿Cómo están? ¡Los extrañé un montón!
Desaparecí unos días, sí lo hice, pero hay una explicación para todo. Algunos ya lo saben pero es bueno, volver a aclararlo. Hace unos días, mejor dicho el día que subí el último capítulo, murió una de mis perritas.
Pero Debi es solo un perro no es excusa para que desaparezcas así. Okey, puede haber que haya gente que piense así, pero a mí me dolió muchísimo perderla, y me sigue doliendo, porque era mi mayor compañera en mis días y noches, cada vez que escribía. Estuve todos estos días sin ánimos de hacer nada, recién ahora estoy mejor, pero tampoco estoy para hacer una fiesta, ustedes me entienden. Pero bueno, la vida sigue y ahora debo acostumbrarme a su ausencia y a estar noches enteras escribiendo sola. Gracias por la paciencia, perdón por no subir los capítulos, pero como les dije, recién hoy tengo un poco más de ánimos para continuar.
Espero que el capítulo les haya gustado, a partir de ahora, volvemos con la actualización diaria. Saben que ustedes son parte de todo esto y una parte de mí, se sentía mal por no cumplir con esta historia. Espero poder tener la comprensión de ustedes.
Como siempre les digo, tenemos dos grupos de lectores, en Facebook y WhatsApp en donde estoy avisándoles todo lo que pasa. Dejo el banner con la información.
Sin más nada que decirles, los adoro y les mando mucho amor desde lo profundo de mi corazón y Argentina.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top