Capítulo 16
No pasó mucho tiempo para que la tormenta llegará a mi casa.
—¡COMO ES POSIBLE QUE NO ME DIJERAS NADA!
—Amor no quería que te alteres, además de que no tienen importancia —Trato de acercarme a ella.
—Creí que confiabas en mí Sebastián, no entiendo por qué no me contaste nada de esto. —Tira los papeles a mi cara. —¡SE SUPONE QUE SOMOS UNA PAREJA!
—Ya Melanie, deja de gritarme. —Acuno su rostro en mis manos y puedo observar la decepción en sus ojos que contienen lágrimas a punto de salir. —Lo hice porque no quería añadirte más preocupaciones.
—Yo siempre te cuento todo, nunca te oculte nada. —Las lágrimas resbalan por sus mejillas. —¿A caso ya no me amas? —Puedo ver como sus ojos se encuentran apagados.
—Te amo demasiado por eso creí que no era necesario mostrarte ninguna de esas cartas.
—La persona que está detrás de todo esto sabe de nosotros y nuestro compromiso, ¿cómo es posible que no te importe? —El tono de su voz se eleva. —¿¡Y si trata de hacernos algo!? ¡No pensaste en las consecuencias que traería no contarme nada! —Lo último dicho suena como una afirmación.
—Por favor mi amor trata de calmarte. —Apoyo mi frente con la de ella y cierro mis ojos. —Claro que pensé en las consecuencias y todo esto es lo que ella o él, quien quiere que sea, quiere que pase, nos quiere separar.
—No confiaste en mí Sebastián, se supone que vamos a ser un matrimonio. —Hipea. —Me ocultaste algo que podría afectarnos en el futuro.
No puedo contestar porque la puerta de nuestro cuarto se abre sin previo aviso.
—¿Por qué siempre tengo que ser la salvadora de tu tonto trasero? —Amelie está parada con los brazos cruzados y su enorme panza frente a nosotros.
—¿Qué haces aquí? —Frunzo el ceño ante el insulto de mi amiga.
—Bruno me llamó, dijo que no sabía qué hacer para calmar los gritos de cierta persona. —Mira a mi novia con una mirada acusadora.
—No me mires de esa forma Amelie porque estoy segura de que tú sabias de todo esto. —Se separa de mí y busca su abrigo en el mueble. —Mejor me voy no tengo ganas de ver a ninguno de los dos. —Sin dejar que contestemos sale del cuarto a toda velocidad pasando por al lado de nuestra amiga sin dirigirle la mirada.
—Todo es mi culpa. —Me tiro en la cama tapando mi rostro.
—No te voy a mentir amigo. —El colchón se hunde en señal que Ame está a mi lado. —Creí que habías tirado las cartas —dice con suavidad.
—Pensé que lo había hecho —contesto con frustración. —¿Cómo está mi hermano?
—Preocupado. —Exhala. —Se asustó porque nunca había escuchado a Meli tan alterada.
—¿Qué voy a hacer Ame? —Giro mi cabeza para poder verla. —Le oculte cosas a Meli, siento que soy un terrible hermano, creo que en lo único que soy bueno es en el trabajo. —Una risa llena de frustración sale de mi boca.
—Estás haciendo lo mejor, aunque no lo veas. —Me regala una sonrisa llena de sinceridad y por primera vez, creo que lo que hago está bien.
—Meli por favor dime que Bruno está contigo.
—No, ¿por qué estaría conmigo? —responde con tranquilidad.
—¡Mierda! —grito alejando el teléfono de mi oreja. —Mierda, mierda y más mierda —susurro.
—Sebastián ¿qué está pasando?
—¡Mi hermano no está, lo fui a buscar cuando Amelie se fue, pero no lo encontré en ninguna parte de la casa! —Subo a mi auto y comienzo a conducir sin rumbo ya que no sé dónde podría estar Bruno.
—¿Cómo es posible que se haya ido? ¡SOLO TIENE SIETE AÑOS!
—Pero es mucho más inteligente que nosotros. —Conduzco sin prestar mucha atención a lo que mi novia me dice. Trato de prestar atención en el camino y, al mismo tiempo, observar si lo veo en algún lugar.
—Voy camino a casa por si vuelve —dice con más tranquilidad. —¿Te fijaste en el parque?
—Sí, ya di vueltas por los alrededores, pero pareciera que se lo trago la tierra. —Mi corazón late con rapidez, pensar que algo malo le pudo haber pasado a Bruno hace que mis nervios aumenten cada segundo.
—El cementerio —dice interrumpiendo mis pensamientos.
—¿Qué?
—El cementerio Sebastián, puede que haya ido a la tumba de tus padres —responde con un tono de obviedad.
—Pero para llegar ahí tendría que haber tomado el transporte público. —Empiezo mi marcha hacia el lugar mencionado para comprobar la teoría de Meli.
—Estoy llegando a casa, revisaré por aquí y tú mantenme informada si lo encuentras.
Una parte de mí tiene la esperanza de encontrarlo con mis padres.
***
—Yo no quería que Meli y Sebas se peleen. —Juego con las mangas de mi suéter. Cuando salí de casa, no preste atención al clima y ahora tengo algo de frío. —Escuche que ella le decía que él no confiaba en ella, pero eso es mentira, ellos se aman, se supone que tiene que haber confianza entre ellos, ¿no? —Miro hacia abajo donde ellos se encuentran. —También escuche como decía que era un mal hermano porque piensa que no me está ayudando, pero eso no es verdad, él es el mejor hermano del mundo. —Limpio algunas lágrimas que están en mi mejilla. —A veces pienso que el mal hermano soy yo, porque por mi culpa ustedes no están con nosotros y ahora hago sentir mal a Sebas. —Escondo mi cabeza entre mis piernas.
Cuando vi salir a la novia de mi hermano, aproveché para tomar algo de dinero y escabullirme sin que se den cuenta. No quería seguir escuchando como todo se está arruinando en mi casa. Sé que aún me cuesta ir a la escuela y por eso Sebas piensa que no es bueno conmigo, pero todavía no encuentro el valor para contarle lo que pasó con Erik.
La señora Rosa dice que tengo que confiar en él o en ella porque seguir ocultando la verdad me seguirá afectando y, creo que tiene razón.
—Sebas dice que ustedes siempre estuvieron orgulloso de mí, pero ¿si solo era un bebé? No entiendo. —Miro las tumbas mientras apoyo la barbilla en mis rodillas. —¿Por qué no se pusieron los cinturones de seguridad? —Siento una presión en el pecho, me duele. —¿Por qué tuvieron que dejarme cuando más los necesitaba? Si no hubiesen muerto, Erik no me molestaría.
Estoy sentado bajo un árbol cerca de donde están, no quiero seguir hablando con ellos, pero tampoco quiero irme. Me gustaría que estén aquí conmigo y me abracen. Nunca me di cuenta cuanto los necesitaba hasta ahora. Odio ver como todos tienen a sus padres, algunos están separados y no viven juntos, sin embargo, ambos están.
—¿Qué hice para que no quisieran crecer conmigo? —No soporto más y empiezo a llorar.
—¡Bruno! —Escucho que alguien grita. —¡Bruno! —Levanto la vista y veo como mi hermano se acerca corriendo.
Sin pensarlo, me pongo de pie y dejo que me cargue en sus brazos.
—No vuelvas a irte de esa forma ¿escuchaste? No vuelvas a hacer esto, Bruno. —Escondo mi cabeza en su cuello y sigo llorando. —No llores hermanito, por favor.
—Es-es mi cul-culpa. —Tartamudeo. —Ellos no-no es-están por mi culpa.
—Nada de lo que paso es tu culpa ¿entendiste? —Noto como su voz es más grave de lo normal. —Ellos te aman y yo también. —Me separo y me fijo en sus ojos, están rojos. —Bruno quiero que entiendas que necesito que confíes en mí, que me cuentes cuáles son tus problemas y quien es el culpable de todo. No puedo seguir sintiendo este dolor por no saber cómo ayudarte. —Ahora no soy el único que está llorando.
—Te voy a contar todo.
Durante el camino a casa me dedico a relatarle todo lo que sufrí en la escuela, como mis amigos me ayudaron en esos momentos, además de expresarle como me siento yo con todo lo que está pasando. Mi hermano es de esas personas a las que nunca vas a ver llorar, pero esta vez sí lo hizo.
—Pequeño te quiero contar algo —dice entrando a casa.
—¡AHÍ ESTÁN! —Siento como unos brazos me envuelven y me levantan. —¡Estaba tan preocupada! Por favor no te vuelvas a ir de esa forma. —Me aprieta más contra su cuerpo.
—Meli no puedo respirar —digo en susurro.
—Perdón, perdón. —Me deja en el suelo. —¿Estás bien? ¿Dónde estabas? —Toma mi rostro entre sus manos analizando cada parte de mí.
—Estaba con nuestros padres, tenías razón. —Escucho decir con timidez.
—Por vos también estaba preocupada, idiota. —Se separa de mí y lo besa. —No vuelvas a conducir tan alterado. —Veo como ambos sonríen, como si la pelea de hoy a la mañana no hubiese existido.
—Extrañaba verlos felices. —No puedo evitar no unirme a la sonrisa.
Creo que recordaron mi presencia ya que sus mejillas se pusieron todas rojas.
—Vamos a tu cuarto, mientras preparo la ducha, hablaremos. —Besa la mejilla de su novia y agarra mi mano.
Me quedo sentado sobre mi cama mientras él busca mi ropa. Coni está acosada a mi lado y Hope sigue los movimientos de Seba con su cabeza.
—Quiero que entiendas algo, Bruno. —Empieza. —Lo que Erik está haciendo se llama bullying, es acoso, y eso está mal.
—Eso lo entiendo, Sebas, en el colegio tenemos charlas sobre esto. —Cruzo mis brazos.
—Sí, sé que tiene esas charlas. —Se pone de cuclillas frente a mí. —Cuando iba a la secundaria sufrí de bullying también y no quiero que pases por lo mismo. —Acaricia mi cabello.
—No entiendo, ¿por qué? —Siento como mi cuerpo se relaja ante su acción.
—Yo siempre tuve buenas notas, era tímido y me pasaba gran parte de mi tiempo dibujando en un cuaderno que tenía. Un día unos chicos más grandes decidieron romperlo y al darse cuenta que yo no sabía defenderme, comenzaron a burlarse. —Suspira. —Primero fueron palabras, pero pronto se convirtieron en golpes. —Sus ojos se aguaron. —Tuve que ir muchos años al psicólogo para superar los traumas, no solo ellos me dañaron, también lo hice yo mismo.
Lo miro confundido. —No entiendo, ¿cómo te hiciste daño?
—Eso no importa pequeñin, el asunto es, que no estás solo para enfrentar todo eso porque aquí el que está haciendo las cosas mal es Erik no tú, ¿eso lo entendiste? —Asiento.
—¿Mamá y papá lo supieron? —pregunto con curiosidad.
—Sí lo supieron. —Arruga la nariz. —Lamentablemente tuve miedo y se enteraron tarde, cuando los daños eran muy grandes y yo estaba realmente mal. Bruno quiero que entiendas que estas cosas pueden hacerte tan mal a tal punto de no querer salir de casa, comer o si quiera hablar con tu familia.
—Hay veces en las que no quiero salir de casa —susurro con vergüenza y bajo la mirada.
—No voy a permitir que a ti te ocurra lo mismo, por eso te cuento esto, para que te des cuenta que no estás solo, que todo tiene solución y no sirve de nada que lo ocultes. — Toma mi mentón y me hace mirarlo. —¿Me prometes que la próxima vez que haya alguno de estos episodios me contaras? —Vuelvo a asentir con una sonrisa.
—Te amo. —Lo abrazo.
—Yo también chiquitin, no te das una idea cuánto. —Acaricia mi espalda.
***
—¿Todo bien? —Sus brazos cuelgan alrededor de mi cuello.
—Un poco cansado, con dolor de espalda y cabeza, pero bien. —No puedo evitar no reír.
—Eres un tonto. —Emita mi acción. —Perdón por lo de esta mañana, cuando leí las cartas me altere y no reaccione bien.
—No, la verdad es que no lo has hecho. —Golpea mi hombro.
—Estoy tratando de disculparme, tonto.
—Sabes que no necesito tus disculpas, el que debería pedir perdón soy yo. —Beso la punta de su nariz.
—Mejor olvidemos lo de hoy. —Paso mis manos por su cintura. —Pero el lunes iremos a la comisaria para que investiguen, no me puedo quedar tranquila sabiendo que hay una psicópata enviándole cartas a mi prometido.
—Haremos todo lo que tú quieras. —Le robo un beso. —Ahora por favor vayamos a dormir, ha sido un largo día. Mañana podríamos aprovechar que es domingo y ver algunos temas para la boda.
—¡SÍ! —Chilla.
—Cállate, despertaras a Bruno. —La vuelvo a besar sin esconder una sonrisa.
—Te amo Sebastián García.
—Te amo Melanie Romero.
Y luego de la tormenta, sale el sol.
---
¡Hola! ¿Hay alguien ahí? Volví entre los muertos jajaja
Bien, la única explicación de porqué desaparecí tanto tiempo es la universidad. Tuve unos duros exámenes que no solo robaron mi tiempo, sino que también mi inspiración. Ahora estoy de vacaciones así que voy a hacer todo lo posible para actualizar seguido y quien les dice, de darle cierre a esta historia.
GRACIAS POR ESPERARME TODO ESTE TIEMPO Y SOBRE TODO POR SEGUIR FIRMES CON ESTÁ PEQUEÑA HISTORIA. EN VERDAD, AMO VER SUS COMENTARIOS. USTEDES HACEN QUE MIS DÍAS TENGAN SENTIDO ♥
En esta oportunidad les recordare que tenemos un grupo de lectores en Facebook y les dejaré dos de mis redes sociales en las cuales podrán acosarme para que actualice.
Grupo de facebook: Debi Caceres Wattpad Oficial
Twitter: @DeebiCaceres
Instagram: @deebi_caceres
(El grupo de Whatsapp momentáneamente no lo voy a utilizar, pronto volveremos a este medio no se preocupen)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top