Extra.


Dazai caminaba por los pasillos de la Port Mafia, buscando algo con lo cual pudiera distraerse, ya que Mori había dicho que tenia el día libre.
De un momento a otro penso en su pareja, Akutagawa. Se dirigió a su habitación esperando encontrarle ahí.

Frente a su puerta, tocó tres veces como tenian acordado, se oyeron pisadas y algunos objetos caer. Cuando abrió, no pasó nada para que se abalanzara sobre Dazai, que sólo pudo soltar una risa y abrazarlo.

—¿Me extrañaste? -Su pregunta fue dicha con un tono meloso.-

—Claro... -Akutagawa rodeó la cintura del castaño con sus piernas, dando un beso en su mejilla.-

Dazai entró en la habitación del contrario, cerró la puerta y colocó seguro.

—Yo también te extrañe mucho, Aku. -Buscó los labios del menor, que con gusto cedió.

Al principio, era un beso de lo más dulce, avanzó hacia la cama, dejando de besarle y recostando al pelinegro con cuidado sobre esta.
Se posicionó sobre él, le dirigió un mirada melosa, su mano acaricio desde su mejilla, hasta su cintura. Akutagawa no pudo evitar sonrojarse y desviar la mirada.

—¿Qué pasa, cariño? -El tono usado en la pregunta era de burla, y algo de ternura.-

El menor mordió su labio nervioso y sonrojado, cosa que Dazai, no sabia si debía darle ternura o excitación.
Akutagawa rodeó el cuello del mayor y lo besó, mas este no tenia ternura, al contrario. Dazai se sorprendió pero correspondió de forma inmediata.
Él castaño repartía caricias en la cintura, el menor acariciaba su cabello. Cuando se separaron, Dazai se dirigió al cuello de su pareja, y hubieran seguido de no ser por el toque en la puerta.

Aku puso una mano sobre su cara demostrando frustración, el contrario se levantó con una mirada fria, estaba dispuesto a golpear a quien se encontraba detrás de la puerta.
En cuanto quito el seguro y la abrió, sus ganas de golpear aumentaron.

—¿Qué quieres, Chuya? -Preguntó con desesperación, demostrándole una mueca de asco.-

—¿Ah?, ¿Qué es esa forma de hablarme, bastardo?

Chuya no habia ido por algo mas que arruinar su momento, pues había visto a Dazai entrar en la habitación de Akutagawa, no podía dejarlo así.

Dazai esperaba su respuesta, cosa que no llegó, decidió cerrar la puerta en su cara y volver con su pareja.
Aku estiró sus brazos hacia él, se acercó y con suavidad se recosto sobre él, correspondiendo al abrazo.
En el tiempo que tenian se dieron mimos y jugaron, nada fuera de lo normal.




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