Capítulo V

Sirius

Me quedé mirando las ruinas de la casa de Jimmy. De súbito recordé una de mis propiedades, era un lugar pequeño, pero nos serviría para pasar la noche…

En eso me encontraba pensando, cuando el sonido de una aparición hizo que volteara a ver de quién se trataba. Nada más que Albus Dumbledore.

El viejo nos miraba conmocionado, y olía a una profunda culpa y tristeza. Dolor, más que nada.

Al ver que Albus se acercaba a James, tomé a Remus del brazo y les dimos espacio para hablar, lejos del oído del lobo.

Desde donde estábamos, veía gesticular al viejo, mientras James evitaba que Harry le halase la barba. Hum, me gustaría que el cachorro lo lograra. Cuando la discusión entre ambos llegó a un punto muerto, me acerqué a ellos.

—Jimmy, vámonos.—Él me miró, se despidió de Dumbledore con un asentimiento, y sin decir nada me siguió.

—James, muchacho…—llegó la queda llamada de Albus

—Ahora no, Dumbledore—Fue toda su respuesta.

Cuando llegamos con Remus, los tomé  del brazo y nos Aparecí en el sitio en que había estado pensando.

—Bienvenidos.—Fue lo que dije cuando llegamos.

Fin del capítulo