Trabajo y compras
* Narra Iria *
- Está bien, me rindo - digo en el suelo, con la pequeña Ava en mi espalda - Tú ganas, princesa de Avalandia.
- Zi - grita entusiasmada. Un compañero me quita de encima a Ava y empieza a jugar con ella.
Salgo un momento de la sala para tomar el aire. Miro el reloj y es realmente tarde, pero Jeremy todavía no ha terminado de hablar con los directores de la película y algunos de sus compañeros. Por lo visto, están haciendo una improvisada reunión.
- No, Elsa, no - dice la voz de Evans cerca de mí. Me giro y veo al rubio apoyada en la esquina de la sala en la que estaba dentro, dándome la espalda - No puedo deciros que no os peleéis, pero sabes lo importante que es su trabajo para él y lo perfeccionista... No, no he dicho que yo lo conozca mejor que tú, pero hemos estado meses grabando juntos y es mi mejor amigo... ¡Me da igual que tú seas así, piensa en él!... No pongas la excusa que tienes que irte a España para la promoción de tu proyecto... ¡No me hables en español, no te entiendo!... ¡¿Hola?! ¡¿Cómo me hayas colgado...?! Sí, me ha colgado - en ese momento se incorpora y se gira. Me ve y me quiero morir, va a pensar que soy una cotilla. No dice nada, mantiene su mirada fija en mí y se va sin hablar.
Quiero ir tras él para explicárselo y disculparme, pero no encuentro el valor. Vuelvo a entrar y me encuentro a todos mis futuros compañeros juntos en una pared, cantando algo que no logro descifrar, con Ava en el centro, dirigiéndolos con un boli.
- Idia, bien. Ponte allí y canta - me ordena.
Justo en ese momento entra Jeremy.
- ¡Nuestro salvador! - gritan varias personas.
- ¡Papá! - se queja la pequeña - Íbamos a cantad.
- Lo siento, pitufa - dice, mientras la coge en brazos - Nos tenemos que ir ya a casa.
Renni me mira y yo me despido de todos mis compañeros hasta mañana. Entramos en su coche y pongo la radio en busca de música.
- Siento haber tardado tanto - se disculpa a la vez que se sienta - Estábamos organizando una cosa.
- No pasa nada - contesto.
- Y por cierto... Nos vamos a venir a trabajar ninguno lo que queda de semana.
- ¡¿Qué?! - grito, incrédula.
- Anthony nos ha dado mini vacaciones para que Lizzie se recupere de su tobillo... Pero tú tienes que trabajar igualmente, lo siento.
- No mientas, estás encantado con no trabajar - suspiro - Bueno, tendré que venir sola estos días...
-Cambiando de tema, te debo una cena - me dice.
- No lo he olvidado - me adelanto a contestar - Estoy esperándola con ansias.
Llegamos a casa entre risas. Jeremy acuesta a Ava en su cama y yo me pongo el pantalón del pijama y una sudadera gris de mi antigua universidad en Madrid. Voy a la habitación de la pequeña y veo a padre e hija en la cama: él sentado arropándola y ella dejándose hacer medio dormida. Me quedo apoyada en el marco de la puerta, sonriendo y envidiando su situación, ojala yo pudiera hacer eso.
- ¿Cuento? - pregunta la pequeña.
- Hoy no puede ser cariño, además estás que te caes de sueño y la tía Iria me está esperando para cenar... - la niña no se queja, se acomoda en su cama ajena a todo lo demás.
Jer ríe y se levanta sin hacer ruido y salimos de la habitación.
- ¿Qué te apetece cenar? - me pregunta Renni en la cocina.
- Algo simple, no te pongas a hacer nada raro, estarás cansado - digo. Él solo asiente y me da un vaso con vino blanco.
Prepara una pizza precocinada de jamón y queso en el horno que se le quema por los bordes pero igualmente comemos.
- Te has tomado muy en serio lo de "simple" - le echo en cara con una sonrisa.
- Como tú has dicho, estoy muy cansado, no me apetecía cocinar.
- Me sigues debiendo una cena - afirmo. Jer no lo niega y seguimos a lo nuestro.
_____
Abro los ojos poco a poco. Son las ocho menos diez según mi reloj. En diez minutos sonará la alarma de mi móvil. Me levanto de mi cama, desconecto la alarma y cojo ropa limpia del armario para trabajar.
Salgo de mi habitación y lo primero que oigo son los ronquidos de Renner. Me ducho, desayuno, lavo los dientes y cojo lo necesario para salir de casa. Encuentro las llaves del mercedes de Jer y las agarro con una sonrisa pícara en la cara. Me meto en el coche y arranco, dirección los estudios Marvel.
_____
- ¡Hora de comer! - grita Jon, un compañero en la sala de maquetación. Todos nos alejamos de los monitores, mesas o máquinas con las que estemos trabajando y nos estiramos en nuestras sillas.
Me he pasado la mañana leyendo el guion de Civil War, tomando notas a sucio de todo en lo que tenía dudas y conociendo un poco a todos mis compañeros. Somos un total de catorce personas solo en esta sala, de las cuales tres personas nos encargamos del guion (traducción en español, francés y alemán) y los demás están realizando bocetos y ensayos de los efectos especiales que añadirán un poco más adelante en la película.
Los traductores se llaman Pierre y Llum. Ellos están mucho más adelantados en mi trabajo que yo, van por la mitad del guion traducido y yo ni empecé. Todos los demás son informáticos y solo he podido quedarme con el nombre de Jon, puesto que fue el primero en presentarse y el que más ayuda a crear un buen ambiente en la sala.
- ¡He pedido comida china! - anuncia una chica morena que creo que se llama Hanna - Espero que no seas alérgica al sushi - dice mirándome.
- No, me encanta - contesto feliz, hacía mucho que no lo comía.
Varios compañeros salen para fumar y yo aprovecho para tomar el aire. Reviso el móvil y veo varios mensajes, un par de correos electrónicos y tres llamadas perdidas de mi madre. Hago cálculos y en España deben de ser las nueve de la noche, más o menos. La llamo al momento.
- Hola mamá - digo cuando contesta.
- Al fin te dignas en llamar - me reprende - Llevas tres días allí y ni una señal de vida, ¿estás orgullosa?
- Lo estaría sino me hubieses llamado - bromeo, pero por su tono no debería haber hecho eso - Perdón, es que estaba muy liada con acoplarme en casa de Jer y hasta ahora estaba trabajando y esas cosas.
- Y en salir a correr con Tom - "Mierda, se me había olvidado que ella lo sabía" - ¿Y cómo que estás trabajando? Se supone que empiezas en un mes.
- Lo sé, pero si me dejases explicarme... El directo de Jer me ha pedido ayuda con la traducción de dos guiones y ahora estoy trabajando para él de momento.
- Bueno tú sabrás que hacer. ¿Te están tratando bien?
- Sí, sí, todos son muy amables y se portan genial - "Sobre todo cuando me desmayo por nada en concreto" - ¿Qué tal todo por ahí? - pregunto para cambiar de tema, no quiero que se preocupen por mí ahora que estoy mejor.
- Pues igual que siempre, tú padre pintando cosas en casa y yo llegué hace una hora de la oficina.
- Me alegro. Mamá, tengo que colgar, ahora es mi descanso para comer, te llamo en tres horas. Sigue despierta.
- Vale cariño, te quiero, suerte. Espero que estés comiendo bien y no mierdas precocinadas...
- Tranquila mamá -la corto antes de que suelte los típicos discursos de una madre - Te quiero, adiós.
Cuelgo y me dispongo a entrar y hacer vida social, pero mi móvil vibra al recibir un mensaje y me pica la curiosidad. "Hey bailarina, supongo que estás trabajando y todo eso... Yo estoy disfrutando de mi día libre con las mujeres de mi vida", el mensaje viene acompañado de una foto con su mujer y sus pequeñas hijas, debajo de la foto hay un "Gracias" entre paréntesis. Yo sonrió porque haya arreglado todo con ella y sea feliz. Le escribo rápido una contestación y vuelvo dentro, sin mirar los demás mensajes ni correos.
La sala está medio vacía por los fumadores, me junto con Jon, Llum y otras dos personas que no conozco.
- Española - me saluda Jon. Antes de poder contestar, las dos personas se levantan con una sonrisa.
- Me llamo Jason, encantado - me tiende la mano y yo se la estrecho amigablemente.
- ¿Inglés? - pregunto por su acento.
- Así es, todo el mundo lo sabe por mi acento, sin embargo tú apenas tienes acento español.
- Espera a verme enfadada o estresada - bromeo.
- Yo soy Kara - me dice la chica de su lado. También la estrecho la mano con una sonrisa - Me encantará salir un día y escuchar tu acento después de un par de copas.
- Mi punto débil - reímos.
Nos sentamos todos en una mesa grande que han improvisado juntando todas las pequeñas de la habitación.
- Y cuéntanos Iria - habla Jason - ¿Cuál es tu historia?
- ¿Mi historia? - pregunto.
- Sí, todos tenemos una por la cual hemos llegado aquí - me cuenta Jon.
- Ah, ya veo. Pues yo trabajo en una empresa de traducción en España, un día vino Jeremy a nuestro país y pidió una traductora que le acompañase en su semana de vacaciones. En la empresa saben que soy una muy gran fan de Marvel y me escogieron para ese trabajo. Renner y yo hicimos amistad al momento de conocernos y después de dos años... ¡Aquí estoy! - cuento, resumiendo muy mucho la historia.
- ¡Tú eres la chica que salió a correr con Tom Hiddleston hace un par de días! - grita Llum. Yo me sonrojo un poco y eso causa la risa de mis compañeros.
- Sí, también lo conozco a él, pero solo somos amigos.
- Creo que sois más que eso - sonreí maliciosamente Jon, mostrando su móvil, en él hay una foto de Tom y mía de lejos en la que parece que nos estamos besando.
- ¡¿Qué?! No, no, no, no, para nada. No sé nada de esa foto - digo impaciente.
- No seas malo Jon - me defiende Kara - Es una foto que se hizo muy viral ayer por la tarde, pero Tom ya dijo que no fue ningún beso y que mucho menos estabais juntos. ¿No tienes twitter?
- No.
- No te hagas uno - me advierte Jason - Solo te causará problemas. Además, si eres amiga de Jeremy y sus amigos, en seguida te emparejarán con los solteros.
- Raro es que no lo hayan hecho ya con Renner - comenta Llum - Ya verás cómo dentro de poco serás la novia de él o Evans.
Chris, no le había visto desde ayer cuando me pillo oyéndole hablar por el móvil y tampoco habíamos hablado por mensajes. Seguro que está enfadado conmigo y yo no he hecho nada para solucionarlo. Soy un desastre.
Pronto entran los demás, ya que la comida estaba cerca. Me dijeron que la empresa siempre dejaba pedir comida fuera, así que todos los días comeríamos juntos. Me presente con el resto del equipo y descubrí que soy la única que conoce personalmente a varios personajes del elenco de la película, ya que casi nunca se pasaban por aquí.
A las tres volvimos al trabajo, pero yo no pude concentrarme mucho tiempo ya que mi teléfono empezó a vibrar y no paraba.
Miro el móvil y Jer me está llamando. Le cuelgo y envío un mensaje de que ahora estoy trabajando. Aprovecho y leo los mensajes pendientes: son la mayoría de mi hermano y otro de Scarlett, me vendrá a recoger a las cinco de la tarde para ir de compras y no puedo decirla que no.
Los correos son de mi jefa de España y me acuerdo que tendría que haberla enviado un mensaje cuando estuviese instalada. "Mierda, eres una olvidadiza" me recrimino a mí misma. Mis dedos comienzan a escribir rápido por el teclado del móvil para contestar a mi jefa, después para decirle a Iker que le llamaría por la noche y a Renni que llegaría más tarde de lo pensado (aunque estoy segura que Scarlett ya le habrá dicho que me iba a secuestrar para ir de compras).
Al acabar, reanudo mi trabajo.
Llegan las cinco menos cuarto y Scar ya me está llamando al móvil, la cuelgo y empiezo a recoger las cosas. Algunos de mis compañeros ya se han marchado hace un rato, y los pocos que quedamos estamos hablando entre nosotros para desestresarnos.
- ¿Planes? - adivina Jason.
- Sí, me voy de compras - digo feliz. Me despido de todo y salgo de la sala.
Me dirijo al aparcamiento y veo a Johansson esperándome, apoyada en el mercedes de Jer. Llego hasta ella y nos abrazamos.
- ¿Cómo has venido? - la pregunto mientras desbloqueo el coche. Dejo que ella se siente donde el conductor puesto que yo no sé llegar a la zona de tiendas.
- Taxi - contesta con simpleza. Arranca el coche y salimos de los estudios.
- Tengo que llamar a mi madre - digo mientras busco el móvil. La llamo, pero no me lo coge, debe de estar durmiendo o no lo oye.
- ¿No contesta?
- No, allí deben de ser las once de la noche creo, igual ya se durmió, entra a trabajar muy pronto.
- ¿Los echas de menos?
- Mucho, pero ahora es lo que toca, supongo.
Llegamos al centro de la ciudad y aparcamos en un parquin subterráneo. Salimos a la superficie y Scar se pone unas gafas de sol para pasar desapercibida.
- ¿Qué quieres comprar? - pregunto.
- Que vamos a comprar - me corrige con una sonrisa - Necesitamos ropa de fiesta y me apetece pasar tiempo contigo.
La abrazo mientras caminamos y entramos en una tienda que parece muy cara, "Genial, y yo que quería ahorrar" pienso. Nos probamos un par de vestidos pero no nos convencen ninguno, por lo que pasamos a otra tienda. En esa, Scar encuentra un vestido precioso rojo, muy suelto, con detalles de encaje blanco y plateado por todo el vestido.
- ¿Qué tal me queda?
- Perfecta - contesta. Ella sonríe triunfante y se lo compra.
- ¿Y para ti?
- Todavía no he encontrado el idóneo.
- Conozco la tienda perfecta para eso.
Salimos y vamos por un par de callejuelas, hasta que llegamos a una pequeña tienda, decorada por fuera como una casa antigua, con su arquitectura original y de tonos cremas. Entramos y la dueña, de más o menos mi edad, rubia de ojos marrones, viene sonriendo.
- ¡Scarlett! - exclama al reconocer a mi compañera, se abrazan - Hacía mucho que no venías, te echaba de menos.
- Lo siento Mia, ya sabes que me quedaría a vivir aquí si pudiese. Esta es Iria, una muy buena amiga que necesita el vestido perfecto.
La dependienta me estudia de arriba abajo.
- ¿Vestido elegante? - me pregunta.
- Creo que sí - digo no muy segura que clase de vestido quiero - Uno formal pero no exagerado.
- Eres de las mías - me contesta feliz. Se va dentro del almacén y Scar se sienta en un sillón que hay al lado de los probadores.
- Esto puede llevarnos un largo rato - dice mientras saca su móvil.
Mia vuelve al poco con cinco vestido, de diferentes colores y estilos. Los pone todos en una percha y, no me preguntes como, creo que son de mi talla. El primero es un vestido largo, ajustado de color amarillento y dorado; el segundo es un poco más corto, pero ajustado de tonos verdosos y negros, representando como unas olas de abajo arriba del vestido; el tercero es un vestido corto blanco, ajustado en el pecho, escote en pico y la espalda cruzada con tirantes, haciendo que casi toda la espalda esté al aire, y de la cintura para abajo es suelto; el cuarto es uno negro suelto entero, hasta las rodillas con detalles rosas de encaje por los bordes; y el último de color azul claro también ajustado hasta las rodillas.
- ¿Cuáles son los dos primeros que te han llamado menos la atención?
- Creo que el verde y el negro.
- Muy bien - los quita de las perchas - Pruébatelos - me medio ordena, eso sí, la sonrisa no la quita.
Cojo el azul y me lo pongo. Salgo no muy convencida, demasiado ajustado. Me miran de arriba abajo sin decir nada.
- No, otro - dice Scar, metiéndome en el probador con el amarillo. La hago caso y me lo pruebo. Este es un poco menos ajustado y me hace más alta al ser largo, y me siento bastante cómoda con él.
Salgo del probador bastante más convencida que con el anterior. Este realmente me gusta, pero el color no me convence, el amarillo no queda bien con mi piel.
- Me gusta - sentencia Scar. Ambos miramos a Mia, quien me sigue estudiando.
- Pruébate el blanco, porque ese color no te favorece mucho - dice.
Asiento y la obedezco, me da un poco de miedo esta mujer. Me pongo el blanco, y también me queda muy bien, pero es completamente diferente al amarillo, tan corto, tan suelto... Pero me veo bastante bien. Se lo presento a las chicas.
- Este te favorece más - dice Mia con una sonrisa de satisfacción.
- Este te queda también muy bien, pero a mí me gusta más el amarillo - dice Scar.
Suspiro y me cambio de ropa. Vuelvo a salir y ambas están mirando el móvil de Scar.
- ¿Qué miráis? - pregunto curiosa.
- El vestido que más les gusta a los demás - dice divertida Johansson.
- A nueve personas les gusta el amarillo y a cuatro el blanco - no puedo evitar reír ante eso, estoy segura que han hecho una apuesta para saber cuál compraré. Sé que todos los actores de los Vengadores tienen un grupo de WhastApp que mantienen muy activo, y seguro que Scarlett hizo que la búsqueda de mi vestido sea algo hablado por todos ellos.
- ¿Para qué queréis que me compre un vestido de fiesta?
- ¿No podemos ir de compras como dos amigas?
- No te creo, pero me voy a hacer la tonta por esta vez.
- Gracias, solo te puedo que es una tradición - me dice agradecida.
- No diré nada, pero tú tampoco dirás cual me compraré, quiere que no lo sepas hasta el día que lo vean - digo riéndome de forma maléfica.
Las tres acabamos riendo por mi patética imitación. Agarro el vestido que me voy a comprar y cuando voy a pagar, Scar se me adelanta y lo paga. Para compensárselo, la invito a cenar con Jer y yo, "Ella te paga un vestido de 349 dólares y tú la invitas a comerse la comida de tu amigo" grita mi mente, "Ya encontraré otra forma de compensárselo" me respondo a mí misma.
Llamo a Jer para avisarle, mientras Scar también llama a alguien.
- Espero que hayas comprado el amarillo - me contesta al primer tono.
- Lo sabrás el día que lo estrene - le contesto.
- Mala persona - me dice - ¿Ya vuelves a casa?
- Sí, he invitado a Scar a cenar.
- Perfecto, hasta ahora - y colgamos.
Johansson también cuelga y nos dirigimos a casa de Jer. Entramos al garaje y vemos otro coche aparcado. Atravesamos la puerta que conecta con la casa y oímos gritos de Ava y de dos voces masculinos que no logro identificar.
Vamos al salón y vemos a Jer y a Evans tirados en el suelo, alabando a Ava, quien está de pie en una mesa, con una corona en su cabecita.
- Bienvenidas a Avalandia - nos dice Ava. Scar la coge en brazos.
- Veo que por fin los has sometido a tu poder, ya era hora - la dice - ¿Qué les vas a mandar hacer ahora?
- Cocinad la cena - la dice a Scar.
- Pero a que me vas a dejar a tu padre un momento, tengo que hablar algo con él. Chris puede cocinar con Iria, ¿a que sí? - Ava asiente energéticamente.
Los chicos se levantan y veo como Chris mira de forma cómplice y mal a Scar y ella le guiña el ojo. Yo sigo un poco incómoda desde lo de ayer. Maldita Scarlett.
- ¿Vamos? - me pregunta Chris, llegando a mí.
- Sí, vamos a hacerlo. Ósea, la cena quiero decir - me giro rápidamente hacia la cocina para que no vea la roja que me he puesto, "Te odio, cerebro" insulto a mi propia cabeza.
Holaaaa, como vereís este es un capítulo bastantes más largo a los normales (son dos capítulos en uno) así que disfrutadlo. Mañana es el último día del maratón y tambien os espera otro capítulo jajajaja. Espero que os guste <3
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