Nueva vida

- ¡Vamos García! - me grita mi compañero desde fuera de mi edificio. Yo estoy bajando por las escaleras con una maleta en cada mano, maldiciendo en voz alta y rezando a quien sea para no caerme.

- ¡Podías ayudarme en vez de quedarte ahí parado gritándome, Renner! - le espeto en la cara, una vez fuera. Me ayuda a meter las maletas en el maletero de nuestro taxi.

Vuelvo a entrar a mi, ya casi vacío piso, para coger los últimos objetos pendientes. Mi piso era muy normal; el primer piso de un edificio de cuatro plantas, con cinco viviendas en cada piso y con vecinos muy chismosos que nunca se callan. Me apoyo en el marco de la puerta que fue mi habitación durante cinco años, recordando todos los momentos que pase en ella. Suspiro con tristeza recordando a Eric.

- Siempre pensé que cuando me mudase, sería para irnos a vivir juntos y hacer realidad todo lo que habíamos planeado... - susurro a la nada, acariciando el anillo que está en mi dedo anular izquierdo. Al mismo tiempo que una lágrima se escapa de mi ojo hasta llegar a mi mejilla. Me la limpio al momento, me he prometido no llorar.

- ¿Qué te falta por...? - la voz de Jeremy me sobresaltó y le miro con intención de odio, pero sin saber realmente que estoy trasmitiendo - Hey... tranquila - dice abrazándome por la cintura. Su abrazo me hace querer llorar más, pero me aguanto las ganas como puedo. 

- Ya, estoy lista. Vámonos - suelto con la voz entre-cortada.

- ¿Segura? Podemos quedarnos aquí un rato más si lo necesitas - me ofrece mi amigo. Siempre se ha preocupado mucho por mí y nunca terminaré de agradecérselo del todo.

- No, estoy bien - sonreí de nuevo, intentando imitar positividad con la suelen describirme.

- De acuerdo - me devuelve la sonrisa y salimos de mi antigua casa, no sin antes coger lo que vine a buscar y cerrar la puerta con llave.

Le doy mis llaves al casero, quien me desea mucha suerte hacía mi próximo destino. Subimos al taxi y le indico rumbo al Aeropuerto de Barajas.

- Me sigue impresionando como no tienes acento cuando hablas en inglés - comenta Jeremy, siempre dice lo mismo al oírme hablar en mi idioma nativo.

- Es lo mínimo después de haber estudiado filología inglesa y vivir a temporadas en Inglaterra, ¿no? Así me gano la vida - le contesto en inglés. Ambos reímos y miro por la ventanilla del coche. Me permito una última despedida a la ciudad que me ha acogido y criado tantos años.

Bueno, voy a presentarme: me llamo Iria García, una española que estudió filología inglesa y después se doctoró en traducción porque siempre quiso viajar y conocer a personas de todo el mundo. Tengo 29 años, mi pelo es castaño oscuro, casi negro y mis son ojos claros; soy igual físicamente que mi hermano Iker (somos gemelos) pero él es químico y trabaja en el laboratorio de un hospital, en Alemania.

Cuando terminé la universidad, mi mejor amiga y yo nos pusimos a trabajar en una empresa de traducción porque fuimos los dos mejores expedientes de nuestra promoción y nos ofrecieron el trabajo. Estaréis pensando que hago en el mismo taxi que Jeremy Renner y es que él y yo somos amigos desde hace dos años. Jeremy contrató nuestra empresa para disponer de una traductora cuando vino a Madrid de vacaciones y fui la afortunada que le acompaño en su viaje, desde entonces hemos estado siempre en contacto. Prácticamente soy una hermana para su hija Ava y quiero muchísimo a Jeremy.

Pensareis que es una pasada trabajar y tener un amigo famoso (y lo es) pero tampoco puedo estar mucho con Jeremy porque él trabaja de un lugar a otro y yo trabajo en España. Gracias a Jeremy, conozco a Tom Hiddleston, ya que Jeremy me recomendó para que le diese algunas clases particulares de español y debo decir que Tom no necesitaba casi clases, tiene una facilidad para aprender otras lenguas envidiable.

También conozco a Scarlett Johansson porque entró en casa de Jeremy mientras yo estaba dentro. Fue muy gracioso porque creyó que Jer y yo estábamos liados puesto que yo me había quedado a dormir a casa de este y ella entró por la mañana del día siguiente y nos pilló en la cocina, yo con una camiseta de Jeremy que me quedaba como un vestido y él sin camiseta. Scarlett empezó a gritar a Jeremy como una histérica que no maduraba, que si su hija estaba en casa, que vaya ejemplo... Casi me atraganto con la tostada que me estaba comiendo de la risa que tenía. Después de explicarle que solo éramos amigos, me hice muy amiga de Johansson.

El caso, que me voy por las ramas, mi empresa había decidido expandirse al extranjero (puede que Jeremy haya insistido hasta la saciedad para conseguirlo) y me habían encargado a mí dirigir la primera oficina fuera de España, que estará en Estados Unidos. Así que ahora estaba de camino al aeropuerto, para coger un avión que me llevará a la casa de Jeremy, puesto que yo todavía no tengo casa allí y estaré viviendo con él hasta que encuentre piso y organice todo lo de la nueva oficina (lugar, personal, informar a la sede en Madrid, etc).

- ¿Está Ava contigo? - pregunto curiosa, hacía mucho que no la veía y me apetecía abrazarla.

- No, pero convencí a Sonni para que me la deje una semana.

- ¿Sabe que voy a estar contigo, en tu casa? - inquiero. A Sonni no la hacía mucha gracia mi relación con su hija, creo que me ve como una mala influencia para ella, aunque no me conoce.

- Puede que... Le haya omitido ese dato - rio, Jeremy no tiene remedio. No obstante le riño por no decírselo a su exmujer, como madre de su hija tiene que saber estas cosas y le digo que no vuelva a hacerlo. Ninguna de las dos nos llevamos precisamente bien, pero una relación cordial es fundamental si me voy a quedar en casa de Renner.

Llegamos al aeropuerto y el rubio se coloca unas gafas de sol y una gorra para no ser reconocido ni llamar la atención para así mantenerme el margen de la prensa. Jeremy siempre quiso que yo no estuviese perseguida por los reporteros desde la segunda vez que vino de vacaciones a España: los paparazzis nos habían seguido y rodeado en una calle, hacía mucho calor y era la primera vez que nos había pasado eso, por lo que yo me tensé y me dio un ataque de pánico. Me desmayé y Jeremy se puso como loco con los reporteros pero como no habla español no pudo hacer mucho más; uno de ellos llamó a emergencias y al poco una ambulancia me atendió. Jeremy aprovechó ese momento para llamar a mi jefa y con el manos libres del móvil, Carolina les explicó a los reporteros que yo era una traductora que había sido contratada y que por favor no me presionasen más.

Desde ese día, nunca tuvimos más problemas en España, aunque en varias revistas y programas de televisión estadounidense y españoles hablaban de un posible romance, ya que nos habían visto juntos cuando fui a verle a California.

Caminamos por el aeropuerto hasta llegar a donde debíamos meter el equipaje y luego a sentarnos a esperar a que nuestro vuelo abriese las puertas.

- Si me hubieses dejado traer el avión, ahora estaríamos en el aire - me susurra tapándose un poco la cara.

- No quiero que te gastes más dinero Renni - sonrie al escuchar su apodo, que era mi favorito.

- La próxima vez, cogemos mi avión - sentencia abriendo una revista para esconderse, fingiendo que la leía.

A la media hora nos llamaron para nuestro vuelo e hicimos cola. Cuando llegó mi turno, di mi billete y la chica me sonrió mientras comprobaba mis datos.

- Muy bien señorita García, tiene el asiento 6 en primera clase, que tenga un buen vuelo - alzo las cejas y miro mal a mi compañero.

- Perdone pero creo que hay un error, yo compré los billetes para clase turista - le comunico a la señorita mientras mira mejor mi billete.

- No está mal. Yo cambié los datos de la reserva. Entra ya, que me están mirando - susurra Jeremy en mi oreja. Suspiro y pido disculpas a la azafata.

Entro un tanto molesta al avión, pero en cuanto me acomodo en mi asiento, se me pasa parte del enfado. Ir en primera clase es mucho más cómodo, pero aun así no quiero que Jeremy se gaste más en mí, además a mí no me gusta que te paguen todo cuando llevas toda tu vida trabajando para ganarte el dinero. Me generaba cierta deuda con él, aunque sé que lo hace con buena intención.

- Siento no haberte avisado - confiesa cuando ya se sienta y se quita las gafas y gorra - Pero quería estar tranquilo en el vuelo - le miro fulminante y me pone la mirada que usaba para darme pena. ¿Por qué será tan buen actor? Sonrío sincera y damos por terminada la riña.

- Vale, no pasa nada. Te salva que esté tan cómoda en estos asientos - mi amigo ríe y saca el móvil.

A las nueve horas ya estábamos llegando al aeropuerto de Nueva York. Me había dormido casi todo el viaje, por lo que Jeremy aprovechó para sacarme fotos y enviárselas a Scarlett y Tom para decirles que ya estábamos de camino. Casi lo mato.

Salimos del avión, yo aún adormilada, y me tropiezo al salir de la puerta que conectaba el avión con el aeropuerto. Jeremy estuvo rápido y me agarra por la cintura, evitando que me cayese otra vez. Tras eso, ya me espabilo sin ningún problema. El jaleo del aeropuerto requiere concentración, por lo menos vivir en Madrid me ha curado en estrés e ir con prisas a todos los sitios.

Cogemos nuestro equipaje y salimos al parking privado del aeropuerto; allí estaba el Mercedes negro de Jeremy; madre mía como adoro este coche. Metemos nuestras maletas, pero Jeremy no entra al coche, sino que se quedó mirando a un punto del parking. Sonrie de medio lado.

- Al final no le han pillado - dice para sí mismo. No entiendo que esta pasando hasta que sigo su mirada y vi a un Tom Hiddleston sonriente acercándose a nosotros.

Grito su nombre mientras corro hacía él. Salto y nos abrazamos entre risas.

- Bienvenida pequeña, te hemos echado de menos - murmura en mi oído. Le contesto que el sentimiento es mutuo. El inglés me trasmite mucha calma y familiaridad, imprescindible estos días de locura.

_____

- Pensaba que estabas en Inglaterra, promocionando "La cumbre escarlata" - le pregunto a Tom en el coche.

Jeremy estaba conduciendo, yo en el asiento del copiloto y Tom detrás de nosotros.

- Tengo un par de días libres, y cuando Jeremy me dijo que ibas a venir aquí a trabajar, pedí los días para verte. Además, Jer está rodando la tercera película del Capitán América, y seguro que no puede estar mucho tiempo contigo, por lo que yo te ayudaré con toda la mudanza y a acoplarte estos días - confiesa sonriéndome feliz. Miro a Jer con incredulidad y felicidad.

- ¿Lo sabías y no me habías dicho nada? - le pregunté casi en un grito - ¿Y además no me vas a ayudar con la mudanza? Prefería viajar en turista y contar con más brazos.

- ¡Sorpresa! - grita a la vez que se reía, ignorando la segunda parte.

Llegamos a casa de Jeremy mientras me ponían al día de sus vidas. Son cerca de las 11 de la noche y hace bastante frío. Entramos los tres a la casa privada de Renner, con todas mis cosas. Su casa es una pasada; un edificio de tres pisos, con jardín y piscina en el patio trasero y un parking para tres coches. Y lo mejor, sin vecinos cerca.

Una vez dentro, Jer me enseña cual sería mi habitación; en el segundo piso, al final del pasillo. Esta entre la hbaitación de Ava y la suya. Dejamos todas mis maletas en mi, ahora, habitación y bajamos a cenar.

Preparamos la cena con lo que pillamos por la nevera de Renner. Después de cenar, nos ponemos a ver una peli, hacia la mitad de la película me quedé dormida sobre el brazo de Jeremy.


Actualización: estoy releyendo la historia entera y corrigiendo errores. ES LA ÚLTIMA VEZ QUE PONGO LA INTRODUCCIÓN DE ESA MANERA DIOS MIO. NO ME ACORDABA QUE HABÍA ROTO LA CUARTA PARED DE ESA MANERA. Madre mía. Prometo que no vuelve a pasar en toda la historia. Dadle una oportunidad igualmente <3

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