La prensa

Poco a poco abro los ojos. Por un segundo no entiendo donde estoy ni porqué no oigo el trafico de Madrid.

Se me hace muy raro despertar en una habitación que no es la mía, aunque la dejé sin un mueble. Me siento en la cama y observo la habitación con curiosidad; es bastante grande y e acentúa más con los pocos muebles que hay: una cama doble en el centro con una mesita a cada lado, dos armarios empotrados (revestidos con dos grandes espejos) una mesa, dos sillas, un sofá y una estantería llena de libros. Toda la habitación tiene el toque Renner, simple pero acogedora. Le faltan algunos cuadros y puede que alguna planta, que colgaría encantada si me fuese a quedar a vivir, pero tampoco quiero abusar de su hospitalidad.

Me doy cuenta que no llevo pijama sino que sigo con la ropa de ayer, dios necesito una ducha urgente; ni recuerdo haber subido hasta aquí, ni haberme metido en la cama. Veo una nota en la mesita y la leo con curiosidad.

"Me voy a trabajar. Aprovecha a sacar tus cosas y acomodarte. Tom sale a correr sobre las 8 y estoy seguro que no has perdido la costumbre de despertarte a las 8 menos diez, así que si te das prisa, puedes ir a correr con él. Te hace falta hacer ejercicio, así podré cargarte mejor la próxima vez que te quedes dormida sobre mí"

Río fuertemente al leer el mensaje. Hasta estando trabajando me hace reír este idiota.

- ¿Iria? - pregunta una voz detrás de mi puerta. Al momento aparece la cabeza de Tom entrando tímidamente por ella - Pensaba que seguías durmiendo - dice dentro de la habitación. Tom viste un pantalón negro de chándal, una camiseta gris y playeros verdes fosforitos.

- Tengo la manía de despertarme a las ocho menos diez todos los días - explico subiendo los hombros y acariciando mí anillo.

- Yo me voy a correr un poco, prometo que cuando vuelva te ayudo con todo - dice con una sonrisa pintada en la cara.

- Si no te importa - contesto levantándome para subir la persiana y abrir las ventanas - ¿Puedo ir contigo? Jer me ha insinuado que necesito perder peso.

La risa de Tom, al escuchar mi comentario, se oye por toda la casa.

- Claro, te espero abajo mientras te preparas - Tom siempre tan caballeroso.

Cojo una camiseta oscura de Jeremy y unos leggins grises. Bajo al piso de abajo mientras me hago una coleta. Voy a la cocina y busco algo que comer para que no me diese un bajón de azúcar. Termino y salgo de la casa buscando a Tom, quien está hablando por teléfono. Lleguo a su lado y este se despide y cuelga.

- ¿Trabajo? - pregunto a la vez que salimos de la parcela de Jer.

- Más o menos, Elizabeth quiere saber si voy a ir a buscarla cuando terminen de rodar. Por lo visto, Jeremy le ha comentado que estoy aquí y quiere grabar un vídeo de nosotros juntos parodiando algunas de las canciones que canté para promocionar nuestra película.

- Que monos - comento. 

- Sí, siento no poder quedarme para ayudarte con todo lo que tienes que hacer.

- No pasa nada, supongo que Jer vendrá pronto y la haré pagar por lo que me ha llamado - confieso poniendo una sonrisa diabólica.

- No me gustaría ser Jeremy en esos momentos - empezamos a correr.

* Narra Jeremy *

- Gracias - le digo a Eliz una vez que colgó.

- De nada, pero sigo pensando que te has preocupado por nada - me dice mirándome fijamente a los ojos.

- No lleva ni un día aquí, es mejor que no la vean mucho por la calle con Tom. La atosigarían demasiado y no quiero que pase lo de Madrid otra vez.

- Sé que quieres protegerla, pero con apartarla de sus amigos no lo vas a conseguir.

- Ya lo sé, solo quiero que se acople sin problemas y sin presión de la prensa de aquí. En España no acosan tanto.

- Tú verás, pero vives con ella. Obviamente la van acosar, pero si necesitas algo, puedes contar conmigo.

- Lo sé, gracias. Te debo una.

- No, ya sabes lo que quiero. La semana que viene cenamos todos y así nos la presentas de forma oficial. Me lo has prometido.

Asiento y me voy . No me siento bien alejando a Iria de Tom, pero es demasiado pronto. No lleva ni un día. Solo espero que no hagan la estupidez de alejarse mucho de casa al correr.

* Narra Iria *

Una ducha de agua fría sienta genial después de estar casi tres horas corriendo. Menos mal que corro de vez en cuando, sino, Tom tendría que haber llamado a una ambulancia para que me reanimasen. Sabía que los actores se tenían que cuidar, pero correr tanto...

Termino de ducharme, me visto y dejo mi pelo mojado suelto para que se secara solo. Comienzo a sacar la ropa de mi maleta y a guardarla en el armario. A la media hora ya tenía todas mis cosas por toda la habitación.

- ¿Tendrás un cepillo? - pregunta Tom entrando de nuevo a mi habitación - Vaya, que rapidez - sonrío orgullosa de mi organización por una vez.

- No tenía tantas cosas, lo gordo va a ser cuando me mude y me envíen todos los muebles.

- ¿Ya has encontrado todo lo necesario para la empresa?

- Em... Un poco, más bien no. Tengo un par de meses para pensarlo.

Nos quedamos hablando hasta las dos. Preparamos algo rápido para comer, debido a su cita improvisada de trabajo con Elizabeth y nos despedimos en la puerta. Un taxi estaba esperando a Tom. Entra en él, no sin antes prometerme que mañana estaría conmigo todo el día y le abracé fuerte.

Vuelvo a entrar a la casa y recojo y limpio todo lo que habíamos usado para la comida. Voy al salón y elijo una de la pelis que Jer tenía guardadas. Estoy entre "Los Vengadores: La era de Ultrón" o "Misión Imposible: Protocolo fantasma". Finalmente elijo ver a William Brandt; en cuanto la vi en el cine, me conquistó, provocando que todos mis amigos se metieran conmigo. Preparo unas palomitas para ver la película a gusto.

Pasa cerca de una hora desde que puse la película, cuando escucho como Jer entraba con el coche. A los dos minutos entra en casa y paro la película.

- ¿Iria? - pregunta desde la entrada.

- Estoy aquí - grito mientras me meto un puñado de palomitas en la boca.

- Hombre - dice mientras se acerca - William Brandt en acción, siempre me cayó bien ese tipo.

- Pero sobreactúa demasiado en mi opinión, lo único bueno es que habla poco. Por lo menos no necesita perder peso - contesto como ataque por la nota de esta mañana a la vez que le lanzo unas pocas palomitas.

- Me dolería oír eso si no me hubieses contado que Brandt te trae loca desde le viste en la gran pantalla. Veo que no me hiciste caso, porque está ahí tirada comiendo... - contesta mientras se sienta a mi lado y me roba mi bol de palomitas. MI BOL.

Intento recuperarlo, pero el estúpido de mi amigo mantiene las distancias empujándome con su pie. Acabamos tirados en el suelo, llenos de palomitas, riéndonos sin parar.

- Esto lo limpias tú - le espeto. Pone un puchero pero no me voy a echar atrás.

- Bueno, lo limpio luego - sentencia. Sonrío triunfante - ¿Quieres hacer algo?

- Claro, ¿qué tienes pensado?

- Es una sorpresa - contesta. Me ayuda a levantarme y me saca de casa a lo desconocido.

Nos metimos en su coche y comenzamos a recorrer toda California, mientras le contaba mi día y él a mí el suyo. Entramos en un recinto cubierto y salimos del coche mientras mi curiosidad aumentaba por momentos.

- ¿Me lo vas a decir ya? - pregunté atacada de los nervios.

- Espera y verás - dijo sonriente. Le encantaba dejarme con la intriga.

Me lleva en coche a un edificio grande, del cual no consigo ver un letrero ni nada.Caminamos por el parking hasta llegar a una puerta que pone "Entrada". La atravesamos y salimos en medio de una sala azul marina, con inmensidad de paneles de cristal.

- Sorpresa - me susurra al oído mi acompañante - Estamos en el Acuario de la bahía de Monterey, sé lo mucho que te gusta el océano.

Me giro incrédula hacia él y abrazo energéticamente. Le digo que es el mejor y comenzamos a ver todas las habitaciones, salas y zonas abiertas. Es una pasada este sitio.

De la zona de los pingüinos, vi que un niño tenía una mochila de Iron-Man y en la mano una botella con la figura de Thor, la cual se le cae cerca de mí y se la recojo.

- Gracias - me dice cuándo se la devuelvo. Le sonrío, todavía de cuclillas.

- De nada, aunque a mí me gusta más Ojo de Halcón, ¿cuál es tu favorito?

- Iron-Man, quiero ser como él de mayor - me contesta muy sincero y orgulloso.

- Seguro que lo consigues - me incorporo, el padre del niño me mira divertido y le sonrío de vuelta. Alcanzo a Jer, quien mira muy de cerca a dos pingüinos dormidos.

- Siempre tan amable.

- Los niños son mi debilidad - contesto con simpleza - Hablando de niños, ¿cuándo voy a ver a Ava?

- Espero que en una semana, si todo va bien con Sonni.

- Ojala - confieso sincera, adoro a esa niña - ¿Y cuándo me presentaras a tus demás compañeros?

- Pues... - no le dio tiempo a contestar, porque su móvil comienza a sonar por toda la sala. Me mira pidiendo disculpas y se va a contestar, pero juraría ver una mueca de alivio al oír su teléfono.

A los veinte minutos vuelve conmigo, pero con una cara de enfado demasiado notable.

- Tenemos que irnos - dice cortante.

- ¿Por qué? Yo no quiero irme, nos quedan por ver las focas - hago un puchero intentando persuadirle.

- Tenemos problemas, por favor... - medio suplica. Asiento y no dirigimos al aparcamiento sin ver a las focas.

Entramos al coche y Jer suspira profundamente. Parecía que quería decirme algo, pero no encontraba las palabras adecuadas. Justo cuando iba a decirle que lo dijera de una vez, mi móvil vibra  y voy a por él.

Era un mensaje de mi hermano Iker: "¿Cuándo pensabas decirme que estás saliendo con alguien? Me he tenido que enterar por la tele. Mamá y papá tampoco lo sabían, se han enterado por mí. Espero una llamada". Frunzo el ceño a mí teléfono, no entiendo nada.

- ¿Quién es? - pregunta al fin Jeremy.

- Mi hermano, dice no sé qué de un novio, de que no se lo conté - declaro a la vez que le enseño mi teléfono. La cara de mi amigo vuelve otra vez al enfado y arranca el Mercedes.

Salimos del garaje y yo no podía más con este silencio. Jeremy siempre me dice todo lo que piensa, por lo que si se queda callado, sabe algo que no me quiere decir.

- ¿Me vas a decir qué pasa? - hablo algo molesta.

- Ese mensaje - empieza a decir, agarrando más fuerte el volante - es porque alguien os vio correr juntos, entre risas. Tienen una foto en que él te agarra por la cintura y ya puedes averiguar el resto - no me lo podía creer. Ni si quiera había oído el resorte de las cámaras ni una foto,  ni nada. Encima solo sacan una foto en la que estamos bastante cerca y ya hay algo entre nosotros.

- ¿Por qué vuestra prensa es así? - digo con la voz un poco entrecortada - Es decir, Tom y yo somos amigos y solo me agarró por la cintura porque me tropecé con una baldosa y me cogió para que no me cayese - la voz me temblaba más de lo que quería demostrar. Odio ponerme así, me encantaría poder ignorar cualquier cosa que tenga relación con temas románticos.

- Hey... - dice con tono tranquilizador Jer, poniendo su mano sobre la mía - Lo sé, lo sé y Tom también. Tranquila, en un par de días se habrán olvidado de vosotros, no te preocupes.

- Gracias, pero tengo que acostumbrarme si voy a vivir contigo, a los rumores y eso. Puedo con ellos, soy fuerte - intento sonreír pero me sale una mueca muy rara que hizo reír a Jer y a mí también.

Llegamos al garaje y vimos la luz del salón encendida. Ambos nos miramos interrogantes, no habíamos encendido esa luz, igual era Tom, pero su coche no estaba en el garaje. Entramos en silencio y fuimos poco a poco al salón. Sonni estaba de pie, leyendo un libro de la estantería. Noto como Jeremy se tensa al momento; su relación tampoco es la mejor y no quiere que eso mejore.

- ¿Qué haces aquí? No recuerdo haberte devuelto la llave - habla duramente. Sonni deja el libro de vuelta en la estantería, se gira para ver a Jer y sonríe al verme a mí, pero no de las mejores maneras posibles.

- Así que es verdad, ella está aquí y querías que te diese a Ava aún sabiendo que no me gusta que nuestra hija este con esta mujer.

- Ten cuidado - advierto - No sé porque piensas que soy una mala influencia para tu hija sin conocerme, pero yo en ningún momento te faltaría el respeto - me giro para ver a Jer - Os dejo solos para que habléis tranquilos.

Subo a mi habitación y me tiro en la cama. Quería cenar algo, pero la cocina está en el primer piso y no me apetecía oír los gritos de esos dos y menos escuchar como ella me insulta. Agarro mi móvil y al desbloquearlo, vi que mi hermano me había mandado varios mensajes más, así que decido llamarlo. 

- Hola petardo - le saludo en español, nuestra lengua materna.

- ¿Cómo qué petardo? Encima que tengo que aguantar que me digan que soy el cuñado de Loki, vas y me llamas petardo... - río ante su reacción, como le echaba de menos. Algún día tengo que ir a Alemania a verle, y a su novio.

- Pero si te encanta Marvel, estarías encantado que saliese con uno de sus actores, directores o lo que sea.

- Lo sé, pero soy tu hermano, tienen que caerme mal todos tus novios de primeras. Aunque ya sé que no estas con Hiddleston, me lo habrías dicho - sonrío al comprobar que mi hermano me conozca tan bien.

- Sí, pero la prensa de aquí es mucho peor de lo que imaginaba. Solo salí a correr con él y ya piensan de todo - me quejo.

- Lo sé, seguro que salisteis a correr, te caíste y Tom te ayudó a levantarme. Pero en las fotos que os sacaron dicen perlas como: "Salen a correr juntos para apoyarse cuando se cansan" o "Su amor es tan fuerte que no pueden estar separados"  y mi favorita "El británico apuesta por una relación con la asistenta de J.Renner, todo queda en familia" ¡Cómo se puede ser tan patéticos! Claro, como no hay divorcios últimamente, tienen pocas noticias y se las inventan- se enciende mi hermano.

- Tranquilo, en dos días se olvidarán de nosotros, lo que me sorprende es que la noticia llegase tan rápido a Alemania.

- Ah, es que Axel tiene contratados varios programas de Estados Unidos, para saber de tu vida ahora que has cruzado el charco.

- Que atento es mi cuñado, más te vale no dejarlo escapar, eh - le amenazo. Mi hermano tuvo varias elecciones muy desafortunadas, pero desde Axel está más calmado y parece que asentó un poco más la cabeza.

- Él me dice lo mismo, que no sea un idiota con él, sino se va. Ni si quiera mi hermana me apoya.

- Claro que te apoyo bobo, pero Axel es tan mono, quiero uno así - el cuerpo de Jer apareció de pronto al lado de mi puerta - Tengo que colgar, te llamo mañana. Te quiero.

- Vale enana, yo también te quiero y tranquila que tú también encontrarás a otro como Eric - me dice dulcemente. Cuelgo sin saber muy cómo sentirme ante tal comentario.

- De lo poco que he escuchado, solo he entendido "Te quiero" - dijo Renner.

- ¿Qué tal con Sonni?

- Bien, creo que ha cambiado de idea sobre ti.

- ¿Ahora me odia más? - Jer se ríe.

- No lo sabremos hasta dentro de unos días, cuando venga a dejar a Ava.

- ¡Oh, viene Ava! ¡Olé! - conteste en español, a lo que Jer contesta uniéndose a mi alegría - Vamos a cenar, me muero de hambre - hablo en inglés.

Bajamos y Jer me hizo la cena. Al acabar fuimos al salón y vi que las palomitas ya no estan, menos mal que lo había limpiado. Encendimos la tele y en el primer programa que pusimos, hablando de mí y de Tom. Jeremy se disponía a cambiar, pero le detengo, argumentando que quería saber que decían y poder acercarme a como sería mi vida en esta nueva etapa.

Solo especulan que Tom podría tener una posible relación con una española, por lo que ya descartaban que yo soy pareja de Jeremy y se preguntan si la mujer de Chris Hemsworth, Elsa Pataky, y yo nos conocíamos al ser las dos españoles. Empezaron a inventar cenas navideñas con ambas parejas, y de todo...

- ¿Cuándo me vas a presentar a tus compañeros? - cuestiono recordando que Jer no me había contestado en el acuario.

- Eh... Verás, quería hablarte de eso... Creo que no es bueno que los conozcas.

- ¿Por qué? - tomándome completamente descolocada.

- Porque no quiero que te acosen, ni te hagan fotos. Mira cómo te has puesto en el coche cuando recibiste el mensaje y te conté lo que había pasado. Este tema es muy delicado para ti - dirijo mi mirada al suelo, no me gusta que me lo recuerden, tengo que superarlo de una vez - Y no quiero que se inventen cosas tuyas y lo pases mal.

- Renni, ya han pasado más de tres años desde Eric, creo que puede apañármelas.

- Iria, todavía llevas el anillo de compromiso y supongo que te has despertado a las ochos menos diez como todos los días, porque saliste a correr con Tom... No lo has superado. No quiero que te relaciones con mis compañeros, de momento. La decisión ya está tomada.

- ¡No es justo! Ya conozco a Tom y a Scarlett. ¡¿Me vas a prohibir que los vea y ellos me presenten a sus amigos?! ¡No eres mi padre Renner! Ya soy mayorcita, tengo casi treinta años, puedo cuidarme yo solita - me levanto enfurecida del sofá mientras le contesto.

- Es mi última palabra Iria, no estoy dispuesto a que la prensa te acose y puedas sufrir otra bajada de tensión o que te emparejan con alguien y tengas que sufrir lo que es eso, porque vas a sufrir en cuanto gente que no conoces te critiquen y juzguen sin razón alguna, ¡me niego a que pases por eso!

- ¡Y yo me niego a qué decidas por mí! Pienso vivir como yo quiera y si eso implica conocer al mismísimo Obama lo haré, no eres nadie para controlarme.

Siendo un portazo lo último que se escucha en esta casa por hoy.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top