Casi piso nuevo


*Narrador omnisciente*

Los premios acaban e Iria y Jer vuelven a casa después de ellos; Renni se lleva el honor de nombrar a OneDirection como "Artista del año", más un par de fotos con ellos que saca la española con gusto.

Los cantantes hablan un poco con el actor y este último les presenta a Iria, pero no pueden intercambiar palabra, puesto que el grupo se reclamado por varios periodistas, fans y demás canales de televisión.

Entran por la puerta de casa y lo primero que hacen es quitarse los zapatos y tirarlos por la casa; se miran de forma cómplice y ríen.

- Tengo hambre - anuncia Renni - ¿Quieres algo?

- No tranquilo, estoy bien - contesta ella.

Se tira en el sofá del salón y saca su móvil; ahora son las 8 de la mañana en España, siendo domingo, por lo que escribe rápidamente a sus padres, hermano y amigas para dar señales de vida. Revisa su correo y recuerda que mañana por la tarde tiene que ir a mirar el piso para ella y el local para la oficina: lo mejor es que ambos están en el mismo bloque de edificios, pero muy alejado de la casa de Jer y por tanto, de los Estudios Marvel.

Excepto Mark, Evans y Tom, todos viven en casa de campo lejos del estrés y bullicio del centro. Iria siempre ha vivido en el centro de Madrid, por lo que está acostumbrado a sufrir, o disfrutar según muchos, el estilo de vida de ciudades grandes y ajetreadas.

Un mensaje del grupo "Solteros y enteros" entra en el móvil de la española y lo abre rápidamente. "¿Qué tal le ha ido a la parejita en los premios?" pregunta Lizzie. "Genial, he visto a muchos cantantes famosos!!!!"contesta ella al instante. Vuelve a la conversación de Evans, quien ya la aviso que se iría a dormir por su cansancio, y mira la foto de ella con Renni en la alfombra roja.

Piensa que en realidad, el rubio que interpreta al Capitán América debería estar al lado del actor que da vida a Ojo de Halcón y no ella. Sueña por un momento en tener a Chris Evans a su lado, saludando a la prensa con ella a su lado y cuando le preguntasen por su relación con la joven de pelo negro, Evans riese pero sin dejar claro nada.

Al mismo tiempo, Renner observa otro correo que le manda su agente, informándole de varias entrevista ya confirmadas y algunos nuevos proyectos que pueden interesar al actor. Todo lo hablarán después de las fiestas que están a punto de empezar en Estados Unidos.

Jer se prepara un bocadillo y sube con él a su habitación sin darse cuenta que Iria se ha dormido en el sofá.

El domingo avanza rápido sin ninguna novedad. Ambos adelantan trabajo e Iria le dice a Jer que en poco tiempo podrá volver a tener la casa para él solito. Renni insiste que no es ninguna molestia tenerla en su casa, pero ella no lo ve así: aparte que quiere su propio espacio personal. No le desagrada vivir con uno de sus mejores amigos, pero él tiene su vida propia junto con su hija, no quiere confundir a la pequeña Ava, sin mencionar sus constantes viajes y que no puede estar pendiente de nadie.

El lunes llega y los amigos ponen rumbo a sus respectivos trabajos, no sin antes coger la chaqueta que Evans dejo a la pelinegra en el cumpleaños y que guarda con demasiado cariño. Guarda la esperanza de verle antes de que ella se tenga que ir antes por la entrevista y poder invitarle al café que le prometió.

Todos los compañeros se saludan entre ellos y hablan de su fin de semana, sobretodo de la fiesta de Mark y Scar en la que Iria estaba invitada. Primero se muestra tímida de hablar de eso, pero consiguen sonsacarle cierta información que no les sirve de mucho. Iria se tiene que ir a las 3 para llegar puntual y ver el local que el señor ofrece, por lo que hoy tiene que ir como una moto por la mañana y adelantar todo lo posible.

___

- ¡Hasta mañana chicos! - se despide Iria, con sus cosas en la mano y saliendo del recinto acompañado de varios "Adiós" y gritos sin sentido.

Coge el teléfono y marca el número de los taxis para que la lleve a la dirección indicada. Un grito de una voz conocida la hace girarse, aun con su móvil en la oreja. Ve como Evans se acerca con la mano levantada, saludándola. Ella imita la acción de él con su brazo libre, mostrándole la chaqueta perteneciente a él.

Evans sonríe mucho al comprobar que se ha acordado de él y va hacia ella.

- ¿Te ayudo? - pregunta mientras coge su chaqueta. Iria se quita el móvil de su oreja porque nadie contesta.

- No tranquilo, estoy intentando llamar a un taxi pero no me lo cogen.

- ¿Y tu coche?

- Vine con Jer - explica ella.

- Ya entiendo - contesta él, pensando una manera de ayudarla - ¿Quieres mi coche?

- ¿Cómo? No, no puedo. Es tu coche, además no sé moverme por aquí, por eso necesito un taxi.

- ¿Dónde es?

Iria le indica la dirección y Chris se tienta a ofrecerse como chofer personal, pero tiene que seguir grabando; el plazo se les viene encima.

- Tengo GPS - dice Evans sacando las llaves de su coche aunque Iria se niega por todos los medios que no puede coger el coche de otro - No seas cabezota.

El rubio arrastra a la pelinegra hasta el aparcamiento y casi la tiene que meter en el coche, pero como ella no puede permitirse llegar tarde acaba aceptando. Una vez sentada, Chris la explica cómo funciona su coche y lo hace muy cerca de ella. Sus caras están a centímetros y se ponen un tanto nerviosos pero lo intentan disimular.

- ¿Alguna duda? - dice Evans al mismo tiempo que gira su cabeza para ver a Iria, pero no calcula su cercanía con la chica y sus narices chocan y sus labios se rozan muy ligeramente. Se ríen para quitar hierro al asunto.

La española asiente ante la pregunta de él y mete la dirección en el GPS, al segundo ya tiene la ruta creada y Evans se despide con la mano.

___

- Me encanta - declara ella cuando ve ambos locales y los ve mucho mejores de lo que había pensado - Podría vivir ya mismo aquí.

- Yo estuve viviendo solo mucho tiempo, acabas enamorándote de este sitio. Como ya la comenté antes, este piso estaría listo para vivir en un mes, no quiero que los problemas eléctricos afecten lo menos posibles.

Iria asiente, un poco desilusionada por no poder vivir sola de momento, pero por lo menos tiene el local de trabajo. El casero ríe y cierran el trato con un apretón de manos. Iria le da todos los datos necesarios para finalizar la transacción y vuelven a quedar el miércoles para firmar el contrato y pagar los primeros meses.

- Un placer, señorita García.

- Lo mismo digo, señor Patterson - contesta ella con una sonrisa sincera.

Se despiden y son las cinco de la tarde. Iria va a una cafetería cercana y compra un café mientras piensa en su nuevo piso: no es ni la mitad de grande que la casa de Jer y solo tiene un piso, pero para vivir ella sola está muy bien y el precio no es tan caro como ella planeaba. Solo necesita decorarlo como su anterior piso en España y será su pequeño refugio.

Lo que la enamoró fue que está en pleno centro y es lo mejor para una oficina, puesto que está a pie de calle y tiene más accesibilidad. Tiene que avisar a su jefa y empezar a anunciarse por internet y en los periódicos locales, comprar mueble de oficina... "Puf, que pereza" piensa la española para sí misma.

Una llamada la baja de las nubes y contesta a Jer.

- Dime - saluda ella.

- ¿Dónde está mi coche? - pregunta la voz de Chris, con un falso tono de querer llorar.

- Nunca lo sabrás - le respondo.

- Calla un momento Evans - le riñe la voz de Renni - ¿Ya has acabado?

- Así es.

- Perfecto, te vamos a buscar el rubio y yo, dime dónde estás y así vemos tu casa nueva.

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- No está mal - sentencia Jer, viendo el piso de Iria.

- Está muy bien - defiende ella - Es perfecto para vivir sola, aunque me tengas que aguantar un mes más.

Evans se mantiene al margen, no sabía que Iria se iba a vivir sola, por lo menos ahora tiene una fecha segura. No sabe para qué, pero siempre viene bien saber que la chica que te gusta vaya a vivir sola y con un apartamento en pleno centro.

Jer investiga el piso por su cuenta, dejando a solas a los dos que se tensen con la presencia del otro con facilidad.

- Me debes un café - dice él para llenar el silencio.

- Lo sé - ella le guiña un ojo.

Él sonríe disimulando el efecto que ese guiño ha causado en él. Iria se gira, mirando el resto del piso y Evans se fija en la parte trasera de la chica. Al minuto una colleja le da de lleno en la nuca.

- Mira a ver a donde miras - le susurra Jer sin ningún tono de gracia en su voz.

"Voy a matar al pájaro de las narices" piensa Evans, mirándole mal.

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