Ángel de la guarda


No me lo puedo creer, Jeremy no es así. ¡Dios! ¿Quién se ha creído que es para darme órdenes y decidir por mí? Me encantaría irme de aquí, pero no tengo otro lado a donde ir. No sé moverme por aquí y menos de noche. Doy vueltas en la cama; definitivamente no puedo quedarme aquí, sin hacer nada. Cojo el teléfono rápidamente y marco el número de la única persona que sé que puede ayudarme; al segundo tono me contesta:

- ¿Iria?

- Scarlett, te necesito – contesto.

- Pensaba que hoy ibas a pasar el día con Renni – normalmente sonrió cuando escucho el mote de Jeremy, pero ahora no puedo.

- Te lo explicaré todo cuando vengas.

- Vale, ponte guapa. Nos vamos de fiesta.

- No tengo el cuerpo para muchos bailes – la advierto.

- Lo que tú digas, necesitas desconectar por lo que veo. En media hora paso a por ti – y cuelga. Me levanto corriendo, en media hora no me da tiempo a nada. Voy corriendo a la ducha, me lavo el pelo y salgo a toda prisa con una toalla envuelta a mi cuerpo, todavía húmedo.

Busco en mi maleta unos vaqueros negros ajustados, una blusa de tirantes rojo apagado, con escote en pico y con encaje del mismo color por los bordes. Me visto y empiezo a secarme el pelo con la toalla. Me quedan diez minutos.

Busco mis sandalias favoritas, de tacón de aguja, blancas y abiertas, y me las pongo. Cojo mi cartera, móvil y llaves y voy al baño a maquillarme. Me detengo al escuchar la voz de Jeremy, hablando solo.

- ... lo sé, pero es lo mejor para ella ahora mismo – debe de estar en el piso de abajo, pero en esta casa se oye todo – Ya lo sé, pero no sé me ocurre nada – contesta exasperado ante la respuesta de su receptor – No, me niego Joss, ni se te ocurra – está hablando con su jefe – No puedes hacer eso, esto no es asunto tuyo.

No sigue hablando, porque oímos como alguien aparca en frente de casa y llama, repetidas veces, al timbre. Jeremy se despide y va hacia la puerta. Yo me doy cuenta que es Scarlett y todavía no acabe de prepararme. Agarro el único pintalabios que tengo a mano; uno mate que hace juego con mi blusa, mi favorito, y me los pinto.

Bajo con decisión y veo a Scarlett en la puerta, hablando con Jeremy. Está espectacular, con un vestido ajustado azul marino, unos tacones blancos simples y un bolso blanco también.

- Ahí está nuestra pequeña – dice, sonriéndome. Me acerco hasta la pareja, ante la atenta mirada que me echa Jeremy. No digo nada y sonrió triunfante - ¿Vamos?

- Sí, ¿qué tal estoy? – pregunto, ignorando la risa irónica que mi compañero echó.

- Perfecta.

- ¿A dónde vais? – interviene Renner – Puedo acompañaros.

- Estoy segura que si vienes – le corto – la prensa me acosaría y ninguno queremos eso – Scarlett se revuelve, incomoda, y yo miro a Jeremy duramente.

- Es noche de chicas – dice Johansson – Vamos al coche.

Asiento y salgo de casa. Noto que Scarlett se queda dentro, hablando con Renner seguramente. Abro la puerta del copiloto y me meto, esperando a que Scar llegue.

- Muy bien – dice metiéndose en el coche y arrancándolo - ¿Qué os ha pasado?

- Tu querido amigo es un estúpido.

- No hacía falta quedar para decirme eso, ya lo sabía.

Le cuento todo lo sucedido, ante sus constantes cambios de expresión, suspiros y negaciones con la cabeza.

- Entiendo que reaccionases así y también lo entiendo a él. Pero ya hemos llegado a la discoteca – miro por la ventana y compruebo que es cierto. Salimos del coche y nos dirigimos a la entrada. Un guardaespaldas nos pregunta el nombre y Scarlett se lo dije, provocando que nos deje pasar - Es un bar muy especial, solo puedes entrar si eres recomendado por alguien que es miembro del local, no puedes entrar ni pagando. No están permitidas las fotos, ni nada que demuestre que has estado aquí, puedes estar tranquila - me informa de la que vamos entrando.

Es un lugar bastante grande, con buena música. Con muchos sitios para sentarse y una barra en un lado de la discoteca. No hay mucha gente, pero tampoco está vacío. No parece el típico lugar de pijos, en el que todo es de marca y la gente es demasiado estirada para pasárselo bien, sino que hay gente sentada bebiendo, otra bailando y otra bailando y bebiendo.

Nos dirigimos a la barra y nos sentamos en ella, al momento viene un chico de pelo negro azabache y ojos marrones.

- Hacía mucho que venías Scar - dijo el chico, que no tendría más de veinticinco años.

- Es una ocasión especial - me pone la mano en la espalda, sonriendo - Esta chica necesita salir y olvidarse de todo.

- Debes de ser muy especial para Scar, solo trajo a una persona con ella una vez, hace un par de años - me tiende la mano - Me llamo Sam.

- Encantada - digo, estrechándole la mano - Yo soy Iria.

- Perfecto, ¿qué vais a tomar?

- Lo de siempre - dice mi compañera.

- Yo una cerveza.

- Eres de las mías - comenta divertido Sam, mientras va a por nuestras consumiciones.

- Me gusta el sitio - comento.

- Me alegro, le diré a Sam que te meta en la lista de recomendados.

- ¿A ti quien te recomendó? Si se puede preguntar.

- Evans; un día salimos de grabar una de nuestras primeras películas juntos y nos apetecía salir a bailar y pasarlo bien, pero en esa época, cualquier foto nuestra era un verdadero tesoro. Por lo que Chris me trajo a este bar, que conocía desde hace años. Desde ese día, era muy normal vernos a los dos aquí, después de grabar y Chris me recomendó para cuando no estuviésemos juntos y yo quisiera venir - me explica la rubia (ahora pelirroja) y mira curiosa su reloj - Es más, a esta hora suele estar aquí. Si viene te lo presento.

- Genial, me encantaría conocer a vuestros compañeros, aunque Renner no quiera - digo claramente molesta con él. Scarlett mueve la mano, indicando que le quite importancia.

- No te preocupes por él, ya madurará y se dará cuenta que está siendo irracional.

Nuestro camarero nos sirvió nuestros pedidos y lo pagamos. Seguimos hablando de cosas sin importancia, hasta que pusieron una de mis canciones favoritas y Scarlett y yo salimos a bailar. Pasadas tres canciones, Scar tuvo que salir fuera porque su móvil comenzó a sonar y dentro no podría escuchar nada, seguro que es Renner, controlándonos. Yo sigo bailando, despreocupada y feliz. La música de este sitio me encanta, pienso parar mucho en este sitio. Todo va genial hasta que alguien me pisa mi pie con fuerza.

- ¡La madre que...! - digo girándome y encontrándome una camiseta vaquera cerca de mi cara, a la vez me agacho para ver mis pequeños pies.

- Eh... Lo siento, ¿me entiendes? - me pregunta mientras yo estoy analizando si mi pie está bien. No levanto mi mirada mientras le contesto:

- Claro que te entiendo - digo masajeándome la zona dolorida. Mi agresor se agacha hasta llegar a mi altura y agarrándome para que no me cayese.

- Es que como ahora me has contestado en inglés no sabía si eras de aquí. Lo siento otra vez, ¿te puedo invitar a una copa por mi torpeza? - ahora sí que levanto mi cara y lo miro sorprendida. Pero mi sorpresa es mayor cuando me encuentro con la cara de Aaron Taylor a mi altura, con una sonrisa de oreja a oreja.

- Eh... Yo... Es que... - tartamudeo. Hacía años que alguien que no conocía quería invitarme a algo.

- Vale, lo capto. Mejor en otro momento - me dice una vez que ambos estamos erguidos y se gira para irse.

- ¡No, espera! - le contesto, no puedo empezar con tan mal pie con un compañero de Scarlett y Jeremy - Solo me cogiste por sorpresa, no suelen disculparse así de bien cuando me pisan - digo sonriente. Este asiente, no muy convencido, y nos dirigimos a la barra. Viene Sam y me guiña un ojo al ver quien es mi compañía.

- ¿Qué va a ser chicos?

- Un bourbon - dice Aaron - ¿Y tú, bailarina? - la risa ronca de Sam nos hizo girarnos hacía él.

- Relájate Taylor, te recuerdo que tienes... - empieza a decir, pero el sonido de una copa rota le hace ir hacía allí, dejándonos solos.

- ¿Conoces a Sam? - me pregunta.

- Lo conocí hoy.

- Oh, ¿es tu primer día aquí? - asiento. Pienso en cómo puedo decirle que soy amiga de Scarlett y que le conozco muy bien, demasiado bien. Varias de mis compañeras de trabajo suspiran por él, aunque normal, es muy guapo - ¿Con quién has venido?

- Pues con...

- ¡Hey Aaron, no sabía que estabas aquí! - grita una voz masculina detrás de nosotros. Es Chris Evans, poniendo una mano en el hombro de Aaron. Chris me mira fijamente y sonríe sincero y dice algo a Aaron que no llego a oír - No quiero molestar, solo estoy buscando a Scar.

- Ella está fuera, hablando por teléfono - digo, incorporándome en la conversación de los amigos. Ambos me miran interrogantes y yo solo subo los hombros - Vine con ella, pero se tuvo que ir a contestar una llamada.

Justo en ese momento llega Sam, con una copa con un líquido marrón y dos cervezas.

- Invita la casa - nos informa. Los chicos siguen cortados y Sam y yo reímos, él en seguida se percató de lo ocurrido - Es la primera vez que veo a Evans cortado.

- No te acostumbres - contesta el aludido, coge la cerveza y me mira más detenidamente - ¿Por un casual no serás la amiga española de Jeremy, que guarda como a un tesoro?

- La misma - contesto chocando mi cerveza contra la suya - ¿Os ha hablado de mí?

- Realmente, no - contesta Aaron - Lo dijo Scar en alto y Jeremy la riñó, no sé porque no quiere que te conozcamos. Dijo algo de tu seguridad pero tampoco nos aclaró nada.

- Es complicado, es como un padre para mí y solo quiere lo mejor - intento excusarle, aunque no debo. Veo que Scarlett entra de nuevo al ver y alzo mi cerveza para que nos vea.

- Vaya vaya, veo que no pierdes el tiempo - dice cuando llega a nosotros y abraza a los chicos.

- Nos estaba contando porque Renni no nos la presenta - dice Evans. Scarlett resopla y pide otra copa.

- Es cosa suya, demasiado pesados diría yo - contesta molesta.

- ¿Te ha llamado, verdad? - advino. Ella solo asiente y yo me llevo las manos a la cabeza, tengo que hablar urgentemente con él. Comienza a sonar una música de vals.

- Damas y caballeros - dice la voz de alguien por un micrófono - Es la hora del baile en parejas. Cada uno bailará con la persona que tenga a la derecha. No quiero ver a nadie solo.

- ¿Me concede este baile? - me pregunta la voz de Chris. Yo solo rio y asiento. Scar le da un pequeño puñetazo a Aaron y también salen a la pista.

- Me llamo Iria, por cierto - digo mientras bailamos.

- Yo Chris, aunque creo que ya lo sabes.

- No creas - digo divertida - Me encantaría que Renner me viera así, seguro que intentaría apartarme de ti - el rubio ríe ante mi comentario.

- Pues imaginémonos que está aquí y bailemos como si fuéramos a morir - me guiña un ojo y me acerca a su cuerpo a la vez que seguíamos el ritmo de la música.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top