Capítulo 5: Perfect time

En la torre, Meliodas tomó a una herida princesa Elizabeth y la montó sobre el lomo de Hawk. Su mirada era muy sombria.

- Hawk, por favor... busca a Zoba... intentad que se recupere.

- ¡Por supuesto! ¡Toda vida está a salvo en el lomo del Capitán de los Recogesobras!

Dicho esto empezó a correr con su típico "Tocotón tocotón tocotón" en busca de Zoba. Mientras, Meliodas empezó a plantarle cara a Hendrickson, rápidamente escoltado por el resto de pecados y caballeros sagrados de su parte.

Zoba corría la última, más lenta y mirando a la torre destruirse. El aura tan mala que se emanaba de ahí era suficiente como para que nadie le dijese que no se metiese en esa pelea.

Cuando llegó Hawk, se apartaron juntos para poder sanar a la princesa.

- ¿Que ha pasado? - dijo mientras masajeaba sus dedos de la mano derecha.

- ¡Es ese cerdaco petado de músculo de ahí arriba! ¡Tiene sangre de demonio! - Hawk resopló.

- Ah, no menciones a los demonios... da mala suerte... - ella echó una gota en la herida de la princesa - esperemos un poco.

Dicho esto, varios Caballeros Sagrados empezaron a retorcerse en el suelo con gran dolor. Fueron mutando de sobremanera hasta convertirse en grandes monstruos fuera de control que empezaron a destruir la ciudad. Hawk se quedó helado.

- Por todos los jamones... da mala suerte de verdad...

Delante de ellos, King apareció flotando y Ban sobre su arma hecha cojín.

- ¿Cómo está la princesa? - preguntó Ban.

- Sobrevivirá... le daré un par de gotas por si acaso y cuidaremos de ella - Zoba acarició su pelo despacio.

- ¡Obvio que sobrevivirá! - Hawk se puso a dos patas - ¡Zoba y yo somos sus protectores oficiales! ¡Como se acerque uno de esos monstruos, lo haré puré! Pero... preferiblemente que no lo hagan...

Ban soltó una risa ronca.

- Aquí estamos para eso... nos encargaremos personalmente - él se colocó sus nunchacus - y órdenes directas del capitán... no entréis a pelear. Cuidad de la princesa y protegeos.

Dicho esto, ambos se marcharon a por los nuevos monstruos. Habían dejado a Meliodas sólo contra esa aura maligna y el resto intentaban liberar al pueblo.

Zoba soltó otra gota en la herida de Elizabeth, que dejó de sangrar.

- Bien, debería bastar... - dijo con una pequeña sonrisa.

- Bueno, bueno, Zoba... - Hawk se giró hacia ellas - En esa mano tienes un arma muy útil...

- Si tú lo dices... pero... mis manos son lo único bueno que tengo... - ella se miró sus uñas - Ojalá pudiese tenerlas alguien que les de mejor uso o sepa pelear...

- ¿Otra vez infravalorándote? - Hawk dio un golpe a una piedra con una pezuña - ¡Eso no se hace! ¡Tú eres importante para mí!

Zoba levantó sus orejitas esponjosas mirándola hacia él impresionada. Hawk asintió.

- Sí, comes poco y me dejas muchas sobras. Así que... ¡Te nombro mano derecha del Capitán Recogesobras!

Ella dio una pequeña sonrisa con cariño y cerró los ojos. Deseaba que esa pelea terminase pronto, porque estaba teniendo un muy mal presentimiento. Tomó con cuidado a la princesa y se la llevó detrás de una piedra, y esperaron a que, por lo menos, acabaran con los monstruos de la ciudad.

Al cabo de unos minutos, Elizabeth abrió los ojos.

- ¿Dónde...? ¿Meliodas-sama...?

- Los pecados capitales están peleando alejados de nosotros. Todo acabará pronto, princesa...

Ella se incorporó un poco y miró su herida empezando a cerrar.

- Muchas gracias, Zoba... ya me duele muy poco... ahora debemos ir con ellos a ayudar.

- No, no podemos - Zoba se sentó en una piedra haciendo sonar sus garras en otra - son órdenes de Meliodas... no podemos entrar en batalla y tenemos que cuidar de ti...

- Yo... es Hendrickson... se inyectó sangre de un demonio y ahora es realmente fuerte... - Elizabeth hablaba con pena - me necesitan... porque quieren mi sangre para abrir la puerta.

- ¿¡Que jamones dices?! - Hawk alzó las orejas - ¿¡Que el cerdaco petado ese endemoniado... te quiere a ti?! ¿¡Y el enano de Meliodas nos deja aquí a nosotros solos?!

- ¿Ocurre algo, Hawk-chan?

- No... no... - estaba temblando - Pero si yo sólo estoy a la altura de Meliodas... ja ja ja...

Él se giró intentando aguantar las lágrimas de miedo que le asomaban. Su conversación se detuvo cuando un aura asquerosamente maligna empezó a aparecer. Era ese aura mala de antes... pero multiplicada varias veces.

- ¿Notáis... eso? - Zoba susurró.

- Obvio... - Hawk no dejaba de temblar.

Zoba se asomó un poco detrás de la roca a observar. Sus amigos estaban lejos reunidos con varios caballeros rodeando a esa aura horrible. Le dio un escalofrío, y de repente, un hombre apareció delante de ella.

Tenía un aura demoníaca enorme, con piel gris y esa extraña parte negra que se movía en su cuerpo. Tenía alas negras y dos cuernos retorcidos en la cabeza. No había duda, era Hendrickson. Sus otejitas se bajaron de la impresión y su cara se llenó de terror.

- ¿Así que vosotros dos sois los protectores de la princesa? Que temibles caballeros... un puerco y una humana mutada. Debe ser una broma.

Puso su enorme mano con largas uñas en la cabeza de Zoba, pillando sus orejitas entre ellas, y la levantó del suelo con una mano. Ella gritó.

- Será un placer empezar a arrancarte partes como una niña que deshoja una margarita... pero ahora sólo me interesa la princesa. Así que fuera de mi camino.

Con un simple movimiento, Hendrickson lanzó el cuerpo de Zoba contra la montaña de al lado, estrellándose contra las piedras. Al segundo, Meliodas apareció al lado del demonio.

- ¡Aléjate de ellos!

- ¿Y tú me lo impedirás?

En la roca, Zoba permanecía incrustada. Le dolía la cabeza horrores... igual que el resto del cuerpo, en especial su espalda baja. Tenía un pitido en la cabeza y mucho mareo. Parecía escuchar unos golpes grandes... y su cuerpo se desprendió de la roca para caer la vacío.

Rápida como ella sola, Diane detuvo su caída poniendo su mano para que cayese en ella. Los golpes eran sus grandes pasos.

- Zoba... - dijo con un hilo de voz.

Ella abrió los ojos un poco. Notaba un líquido caer por su cara e intentó enfocar su mirada. La cara de Diane estaba llena de horror y tristeza.

- Zoba... dime que estás bien... por favor...

- Diane... tus manos... son siempre tan suaves...

Una gota caliente cayó sobre sus manos y miró hacia arriba con pesadez. Diane estaba llorando en silencio.

- Zoba... lo siento... lo siento mucho...

- Diane... no te oigo bien... me duele todo...

Diane se cambió a Zoba de mano con mucha delicadeza, pues su mano se estaba empezando a llenar de sangre. Las alas de sus lumbares se habían quedado aplastadas contra su espalda, destruidas...

Hendrickson sonrió mirando la escena. Levantó por encima de su cabeza las dos orejitas rosas de Zoba, arrancadas de cuajo, que aún soltaban gotitas de sangre.

- Maldito seas... - Diane se giró con una mirada de rabia inmensa hacia Hendrickson - ¡¡Me las vas a pagar!!

Ella colocó el cuerpo de Zoba, próximo a desmayarse en el lomo de Hawk, que la llevó hasta Elizabeth mientras Diane cogía su Gideon para pelear. Iba totalmente en serio.

La pelea prosiguió fuertemente, haciendo todo lo posible para que Hendrickson no se acercase a ese trío. Elizabeth intentaba masajear los dedos de Zoba buscando una de sus gotas para ponerlas en su cabeza, mientras Hawk intentaba limpiar la cara de sangre.

- Maldito sea... ha dañado a mi segunda al mando... - Hawk se notaba muy enfadado.

- Sus orejitas... sus orejitas rosas... - Elizabeth estaba a punto de llorar - ahora sólo queda su pelo acolchado lleno de sangre...

- ¡No pasa nada, Elizabeth-chan! ¡Ellos le van a patear el culo a ese demonio engreído! - Hawk intentaba animar - ¡Sólo con ver la furia de Diane es suficiente!

La giganta usaba su Gideon sin descanso contra el demonio. Ella había pasado diez largos años con Zoba, había visto cómo mutaba lentamente, sabía lo que dolía ver tu cuerpo cambiar. Zoba estuvo mucho tiempo con dolor de cabeza por esas orejas, los canales auditivos nuevos, la pérdida de sus orejas humanas.

También estuvo un tiempo sin poder levantarse por esas alas mal formadas, ahora totalmente inútiles y dobladas en su espalda. Ella no pudo caminar por sus garras durante mucho tiempo, ni coger ni tocar nada con sus manos cuando se desarrollaban sus uñas. No era justo ser arrancados de su cuerpo de esa manera por capricho.

Pero todo eso a Hendrickson le daba igual. Seguía golpeando a los pecados con facilidad, disfrutando de partir a Ban la mitad una y otra vez.

Zoba abrió los ojos al rato pesadamente. Una gota se savia le hizo recuperar la conciencia, aunque se mareaba. Se incorporó y se apoyó en la roca.

- ¡Zoba-chan! - Elizabeth la sostuvo - ¡No te muevas, por favor!

- Bas...tardo... - dijo apretando los dientes con dolor - debor ir... a ayudarles... - dijo al ver a King ser lanzado por los aires junto numerosos caballeros, incluido Gilthunder - ¿Y mi... hacha?

- ¡De eso nada! ¡Tú no te mueves de aquí, ni que jamones! - Hawk mordió su vestido para impedirlo.

Zoba logró ponerse de pie mirando la pelea. Diane había caído al suelo malerida.

- Mi... amiga... no puede...

Se fijó en que Gowther se colocó a la espalda de Hendrickson, listo para un ataque, pero el demonio fue más rápido, y de un golpe separó su cabeza de su cuerpo, lanzándola cerca de la piedra.

Zoba intentó enfocar su mirada mareada. Ese color fucsia tan llamativo era inconfundible.

- ¿Gow... ther? - dijo en un susurro.

Él no le respondió. Cuando se esforzó en ver mejor, notó que sólo estaba su cabeza tirada ahí. Su ojo tembloroso se abrió más de lo normal y dejó salir una lágrima rápida, que se mezcló con la sangre de su cara. Gowther... su Gowther... lo había perdido.

Entre su debilidad y pérdida de sangre, parecía que todo se venía abajo. Diane no podía derrotar al demonio... Gowther tampoco pudo... y esa herida... ella no podía curarla. Apretó la piedra fuertemente entre sus manos empezando a llorar más. Hawk se acercó preocupado.

- Zoba-chan... ¿Por qué te ves como si se te hubiese roto el alma? No vamos a perder...

Ella temblaba entre sollozos. Golpeó la piedra con su puño.

- Ahora... ahora lo tengo claro... - susurró - me gusta... me gustaba mucho...

Puede que le conociese desde hacía dos malditos días... dos malditos días... pero... su corazón se encendió como nunca. Recordó la historia de amor de Ban y Elaine... dos personas que en una semana... lo eran todo para la otra. La diferencia aquí, es que Zoba no era correspondida.

- ¿Que jamones? - Hawk giró la cabeza, pues no había visto a Gowther ni sabía nada - Estás confundida por el dolor... ven con nosotros...

Hawk apartó a Zoba de la piedra, a la vez que Meliodas aparecía encima de ella. Por lo visto, Hendrickson estaba preparando un gran ataque del que ni se percataron. El cuerpo de Meliodas protegió a Zoba, Elizabeth y Hawk escondidos tras la piedra, pero hirió a muchos soldados y guerreros. Meliodas cayó derrotado sobre el lomo de Hawk.

- ¡Meliodas-sama! - Elizabeth lo recogio y puso en su pecho - ¡Resiste, Meliodas-sama!

- Que estorbo... - dijo Hendrickson - supongo que haré un último ataque dirigido a la princesa. Ya estoy cansado y sólo quiero su sangre, y tal y como esta el campo... nadie puede detenerlo.

Él empezó a crear una gran bola de energía negativa con mala aura. Todos apretaron los dientes, pues no podían atacarle ni siquiera para distraerle. Zoba estaba sentada con la mirada perdida tras la piedra. Estaba muy ausente, tanto, que ni parecía haberse dado cuenta del primer ataque.

Levantó la cabeza un poco para ver a Meliodas y Elizabeth. Ah... esos dos se veían bien juntos... ¿verdad? Que afortunados... que bonito es ser feliz.

Cruzó su mirada distante con la decidida de Hawk. Él le asintió.

- Lo que hay que ver... que el destino de estos dos depende de la Orden de los Caballeros Recogesobras...

- Sí... - susurró Zoba - mi capitán...

Hawk la ayudó a levantarse y se subieron a la roca. Hendrickson los miró con su gran bola de energía en las manos.

Elizabeth
Your tears and my fears are almost disappear
So let's share the perfect time.

- ¿Vosotros dos otra vez? - preguntó aburrido.

For you and me
You knocked on my door
So let's start our journey
Because you came to see me first

- ¡Y todas las veces que hagan falta! - Hawk estaba rebosante de energía - ¡Todavía no nos has derrotado! ¡Dile algo, Zoba-chan, no me lo dejes todo a mí!

And your loneliness and kindness are could be my trigger
So lets share the perfect time

Ella apretó la mandíbula y se puso al lado de Hawk. Sus ojos rosas bañados de sangre brillante parecían más decididos que nunca.

Can you grab both my arms and we'll jump out the window
Let's see what our future holds

- ¡Meliodas nos pidió proteger a la princesa Elizabeth a nosotros, y eso mismo es lo que vamos a hacer hasta el final! ¡Puede que no sepa pelear, que haya sido una carga a veces, pero si con esto puedo dar una oportunidad más para que ardas en el infierno, estoy bastante decidida! - apretó sus puños con rabia, intentando no soltar más lágrimas - ¡¡Tú... tú has herido a mis amigos y tratas la vida como una cosa fugaz e insignificante!!

- Buena esa respuesta, segunda al mando - Hawk sonrió orgulloso levantando el morro.

Hendrickson levantó una ceja, para nada impresionado ante tanta palabrería.

- Que tengan que defender a la princesa y al Dragón de la Ira un animal de granja y una aberración... eso si que no me lo esperaba.

Los demás pecados intentaban levantarse, junto con Gilthunder y más caballeros y asesinos.

- ¡¡Zoba!! !!Por favor...!! - Diane intentaba levantarse sin éxito.

- Maestro... - Ban los miraba mientras su cuerpo se curaba.

- ¡Hawk-chan, Zoba-chan! ¡Basta, por favor! - Elizabeth los miraba abrazando a Meliodas.

- No te preocupes, Elizabeth-chan - Hawk le habló sin girarse - En realidad... puede que la orden de los Recogesobras no sea muy fuerte... pero no somos unos inútiles. Zoba-chan y yo... estamos dispuestos a ganarnos vuestros respetos.

- ¿¡Qué estas diciendo, Hawk-chan!? - Elizabeth empezó a lagrimear.

Zoba se giró a mirarla. Tenía una sonrisa triste de su cara y pelo con sangre. Sus alas rotas e inservibles se mecían suavemente.

There's no time
You can't ignore how you feel inside

- Princesa Elizabeth... estoy muy contenta de haber sido parte de su guardia personal en este viaje... un poco corto a mi gusto... pero... yo no soy útil. Lo único que tenía era mi agudo oído... y ahora no oigo muy bien... y mis uñas... pero confío en que encontrarán a alguien con un poder regenerador más fuerte que el mío, por favor... - ella amplió su sonrisa.

I can't wait to see them all from my heart
Take my hand
So show your smile

Hendrickson se cansó de tantas palabras vacías a sus oídos y lanzó su mortal ataque hacia ellos dos. Zoba vio detrás de ese ataque cada vez mayor a Diane gritar de agonía, pero el sonido del ataque y su mala audición no le dejó saber cuáles eran las últimas palabras de su amiga. Sonrió más dejando caer las lágrimas que contenía.

- Diane... te quiero muchísimo... gracias por cuidarme... sé feliz... - pensó.

I will stay with you so
Oh You are the one I've got to hide

Miró a Hawk, que tendió su oreja hasta ella. Ella la tomó como si fuera una mano míentras el impacto les alcanzaba y llenaba todo de una explosión ensordecedora, terminada con los gritos de las personas conscientes.

---------------------------------------------

Y aquí lo dejamo por hoy <3

¿Que pasará con Zoba y Hawk, habrán sobrevivido al impacto?

¿Hay una ost más bonita que Perfect time en el anime?

Todo lo veremos en el siguiente ^^

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top