Capítulo 34: Los eternos segundones
Con la mirada al frente procurando no perder de vista a King y a Derieri, Gowther iba callado a lomos de Hawk, que intentaba volar todo lo rápido que podía, cosa que hacía que se cansara más rápido.
- Oye Gowther... - dijo el cerdo jadeando - ¿Yo no tendré que pelear contra Estarossa, verdad? - jadeos - Este vuelo me está dejando sin energías.
- No, no creo que sea necesario - dijo apartando su pelo de la cara - Después de todo, soy el único culpable... el responsable de todo.
- No digas eso... no te culpes por todo lo que le pase a Zoba, ella lo ha hecho por nosotros. Estarossa habría matado a muchos inocentes si las chicas no se entregaban...
- No me refiero a eso, Hawk... pero, el caso es que estoy dispuesto a dar mi vida por aplacar la furia de Estarossa.
- Ya verás Zoba cuando se entere - dijo atravesando una nube.
Mientras tanto, Estarossa había llevado a ambas chicas a unas ruinas situadas por encima de las nubes. Con su forma digna de un demonio que empezaba a volverse loco por su poder, soltó a ambas en el suelo. Elizabeth cayó de pie, y Zoba de espaldas, dando un gemido. Elizabeth fue a su lado y la apartó del demonio.
- Estarossa, esto es entre tú y yo, lo sabes - dijo ella enfadada - Zoba no se encuentra bien para esto, está muy enferma.
- No me importa - dijo con una tranquila y enorme sonrisa - Yo sólo quiero hablar con ella.
Zoba se puso la mano en el vientre y se incorporó despacio hasta sentarse en el suelo. Miró cansada hacia ese hombre de falsa sonrisa que ahora parecía un niño pequeño que se agachaba delante de ella.
- ¿Por que no me odias~? - preguntó sonriente y feliz.
- Yo no... no lo se... - dijo jadeando levemente - pero lo que sí sé es que me encantaría odiarte, como todos...
- Si eres tan especial como he oído y te tienen tanto aprecio... será que tienes algo escondido... algo que te impide expresar ira, envidia...
- Déjame... - pidió molesta.
- He visto cosas, he oído cosas... y creo que si te abro los ojos... podrás comprenderme - decía él.
Zoba le volvió a mirar a los ojos con el cabello muy revuelto. Estarossa... era horrible.
- ¿A ti también te duele ser la segunda en todo? - preguntó el Amor.
- ¡Estarossa! - Elizabeth le gritó.
- ¡Tu calla! - dijo mirándola enfadado, y luego a Zoba también - Hagas lo que hagas, quieras lo que quieras... siempre habrá alguien mejor que tú o que te quite lo tuyo.
- No, no es así... yo estoy bien - dijo ella frotándose un ojo hinchado.
- Sí, si lo es... ¿Quién es más fuerte que tú? - preguntó con la voz suave.
- ¿Que yo? Todo el mundo, practicamente...
- ¿Quién es más bondadoso que tú?
- Mmm... el capitán...
- ¿Quién es más sigiloso que tú?
- Ban...
- ¡Zoba, no le hagas caso! - Elizabeth se quiso acercar, pero el aura de Estarossa la amenazó con golpearla.
- ¿Quién tiene el corazón más grande que tú?
- Diane...
- ¿Quién cuida de Diane mejor que tú?
- King...
- Bien... - Estarossa sonrió más - Y... ¿Quién es el amor verdadero de Gowther?
Zoba se sorprendió por la pregunta. ¿Que sabía él? ¿Por qué preguntaba eso? Gowther la quería a ella, y ella le quería a él. Su boca temblorosa iba a vocalizar "Zoba" pero Estarossa siguió hablando.
- ¿Con quién ha bailado él hasta caer rendido? ¿Con quién ha pasado los mejores días de su vida? ¿Con quién ha hecho cosas que no quiere hacer contigo?
- No sé que quieres decir... no te entiendo... - dijo ella cansada.
- Oh, Zoba Zobita Zoba - dijo él poniendo la mano en su despeinado cabello - Has sido testigo de amores únicos y sinceros para siempre... Ban y Elaine... Diane y King... Meliodas y Elizabeth - dijo arrastrando las últimas palabras con odio - Y sabes que la persona a la que amas y te entregas... es ella.
Ella asintió un poco. No entendía nada, su cansancio y su dolor no le dejaban pensar muy bien, pero le parecía muy raro todo eso. Algo no cuadraba. Hasta que algo se encendió en su cabeza recordando un nombre.
- Te lo volveré a preguntar... ¿Quién es el amor verdadero de Gowther?
- Na... Nadja... - dijo ella bajando la mirada.
- Bien, no era tan difícil - Estarossa sonrió más - Eso mismo me ocurrió a mí. Pensaba que mi amor sería correspondido... pero sólo me trataba bien. Me enamoré locamente de quien no debía y sólo conseguí sufrir... te ha pasado igual.
- N-No... - dijo mirándole sin comprender - Él... está conmigo...
- Porque ella está muerta. Has sido usada todo el tiempo porque ninguno tendréis al amor de vuestra vida. Cuanto antes lo sepas mejor. Somos los eternos segundones... que adoramos y amamos a los que van por delante, como yo amo a mi hermano Meliodas, y como tú los amas a todos...
Zoba miró al suelo. Su débil corazón artificil de Gowther no podría aguantar mucho con este dolor y esta depresión. Fue entonces cuando se le escapó una lágrima.
- Nos parecemos tanto... - dijo acariciando su pelo - los eternos segundones...
Zoba dio un gemido de dolor agarrándose el pecho y volviendo a caer al suelo. Quería llorar fuertemente de dolor e impotencia, pero ni fuerza tenía.
- ¿Ves? No ocupas el primer lugar en nada.
Entonces, desde el cielo brilló un objeto que voló a gran velocidad hacia Estarossa, y clavándose entre ellos, y lo hizo retroceder. Los colores de Chastiefol eran inconfundibles.
- Zoba es la mejor amiga de Diane - dijo King apareciendo flotando - Y ese puesto no se lo va a quitar nadie.
Con un gesto de mano, su arma volvió a él. Estarossa se incorporó y levantó, viendo al rey de las hadas acompañado de los arcángeles y Derieri.
- También es la única humana con dos corazones, la única que sufre transformaciones, la única humana creada y es la hija de Escanor. Tiene el mejor puesto de todo eso.
- Escanor... - murmuró Estarossa - Le recuerdo... ¿Eres la hija del humano que posee el poder del sol?
- Soy la hija del humano que casi te mata por la pena que le provocas - dijo ella con enfado.
Estarossa la miró en silencio, con el ceño fruncido. De su mano apareció más poder demoníaco y se acercó a Zoba, tirada en el suelo.
- Ni siquiera soy el único especial así... Estás tú... una simple... humana... que tampoco entenderías mi desgracia... pero sí que sabes lo que es no encajar en un lugar con nadie...
Estarossa se acercó para golpearla y Elizabeth quiso correr a su lado, pero los arcángeles se lo impideron. King se preparó para volver a impedirlo, pero un rápido Capitán de las Sobras Volador apareció entre ellos.
- ¡Tontocotocotón! - dijo Hawk en forma de manta voladora, que bajando una de sus aletas, dejó a Gowther entre ambos, que con los brazos extendidos, protegió a Zoba.
- No tienes que herir a nadie - dijo convencido - No tienes que atacar a los pecados, no tienes que hacerle sufrir a Zoba. Sólo a mí - dijo poniendo una mano en su pecho - Pues yo soy quién buscas para vengarte. Yo soy aquél a quien debes destruir y pagaré mi castigo con mi vida para que te olvides de los demás.
- ¿Que estás diciendo? - dijo Estarossa amenazante.
Gowther dio un suspiro y una sonrisa tranquila mirando a Zoba, detrás de él. Ella estaba destrozada, con la ropa sucia, la cara blanca, los ojos hinchados, y un gran dolor. Él sonrió más mirándola.
- Sí... no tengo ninguna duda - dijo mirándola - Estoy dispuesto a dar mi vida por esta chica. Ya le di mi corazón sin saberlo, y gracias a ello vive. Ahora daré todo lo que me queda para contarte la verdad y que no la tomes con ella.
- ¿Por qué estás ofreciendo tu longeva vida por una mutante que nació para sufrir? - Estarossa avanzó hacia él.
- Porque cuando está con los demás no sufre. Es feliz. Me enseñó a querer... a volver a querer... - sonrió volviendo a mirarla - Es lo más importante que tengo y... cuando pensé en que la habías matado, supe que el resto de mi vida sería aburrido.
- No entiendo nada de lo que dices.
- Esto sí que lo vas a entender - Gowther dio una sonrisa inocente - Que la quiero.
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Antes de nada lamento mucho el retraso de esta historia y lo corto que es este capítulo y lo mal hecho que está. No voy a contaros mis problemas para excusarme y dar pena, pero quiero deciros que está historia no se va a abandonar y voy a seguir.
Además, el ánimo de la tercera temporada animada, viendo a Gowther sonreír con emociones, me dará fuerza! >:3
Gracias a todos!
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