Capítulo 11: Confesiones de lo que escondemos
Ya aparezco después de este tiempo! Es lo que tienen los parciales y engancharme a muchas cosas a la vez, ahora al Hobbit y al Señor de los Anillos :3
Quien sabe, ¿apareceré con alguna historia de la Tierra Media pronto?
Bueno, volvemos con Nanatsu no Taizai :3
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Habían pasado unos días desde los últimos sucesos, y pronto el Boar Hat se prepararía para partir. Habían disfrutado todo lo que pudieron de la ciudad, y ahora era el momento de seguir el camino para los Nanatsu no Taizai, aunque a uno de ellos no le hacía tanta ilusión. Ban ya tenía su propio camino elegido por una temporada, y eso significaba dejar al equipo un tiempo y a Hawk sin su deliciosa comida.
Por cierto, hablando de Hawk, este había vuelto a su tamaño original. Ahora volvía a ser un cerdaco gordo y hermoso. ¿La razón? Nadie la sabe, y prefieren creer que ha sido por "comer demasiado"
Los miembros del equipo habían experimentado emociones muy fuertes durante ese tiempo: Diane un gran amor al recuperar sus recuerdos, Zoba el sentimiento de la nueva aceptación, Hawk... el de la tripa llena, y Gowther, la distancia. Sí, nuestra Lujuria estaba empezando a actuar de una forma extraña, sinceramente. Desaparecía durante todo el día y volvía en la noche a dormir, a veces ni eso, sin comentar que es lo que hacía.
Una mañana, fueron convocados los Siete Pecados Capitales y los Caballeros de las Sobras para recibir una medalla del rey de Liones, Baltra Liones, y llegaron vestidos al evento con sus mejores ropajes, todos menos Ban y King, que este último desapareció siguiendo al primero.
Delante del rey y delante de la gran parte de Caballeros Sagrados y habitantes del lugar, Zoba se sentía intimidada. Su extraña forma era muy comentada por todos allí, pues el capitán le había dado permiso para mostrarse en público perteneciendo a la Orden de los Caballeros de las Sobras. Agradecía en ese momento no tener sus orejitas rosas y esponjosas de oso, pues podría escucharlos todos con claridad. Ella cerró los ojos con vergüenza ante tantos susurros despectivos sobre ella, y también para no ver a Hawk comer a su lado.
- Hawk, que estamos delante del rey... - le susurró Meliodas a su lado.
- Oh, tranquilo, si no me molesta - él dijo aquello y continuó comiendo sin levantar el hocico del plato.
Zoba dio una pequeña sonrisa mirándolo. No podía evitar esconderse un poco con sus alas y mirar de reojo a Gowther a su otro lado. Llevaba ropa nueva y miraba al frente sin inmutarse.
Mientras que unos Caballeros Sagrados cuestionaban el poder de Meliodas y los suyos, Zoba se fijó en el nuevo pendiente de Hawk.
- Oh, ¿te gusta? Me lo ha dado Merlín, ya no sabe que hacer para que sea más útil - él resopló orgulloso - con esto puedo analizar la fuerza, la magia y el espíritu de cualquiera al que mire. Aquí, el servidor, tiene 3000 de poder.
- Oh, es increíble... 3000... - Zoba susurraba mirándolo - ¿Cómo de fuerte es entonces el capitán?
- Eso te lo digo yo en un momentito.
Hawk observó a los miembros del grupo, temblando con algunas fuentes de poder y le comentaba a Zoba.
- Eso no es del todo fiable - Gowther a su lado habló - No puedes fiarte de ello si sólo lo miras una vez, pues el poder varía de las situaciones a las que nos enfrentamos.
- Sí, es lógico... nuestra fuerza incrementa o disminuye según lo que sintamos en ciertos momentos... - Zoba miró al suelo - Hawk, ¿puedes decirme mi poder ahora mismo?
El cerdo se concentró mirándola durante unos instantes haciendo gran esfuerzo. Apretó los dientes y entrecerró los ojos buscando mayor concentración, hasta que sus jamones comenzaron a temblar.
- Hawk... ¿Qué pasa? - ella preguntó con un poco de preocupación.
- Esto... esto es raro... - el cerdo puso una mueca.
- Sí, a mí también me pasa - Gowther se acercó aún más a ellos - Yo también he intentado medir el poder de Zoba varias veces en diferentes situaciones.
- No me asustéis... - dijo con un hilo de voz apegando sus alas a su cuerpo.
- No es eso, Zoba-chan... es que... ¡No sale nada! - Hawk levantó las orejas alterado - ¡No sale, no sale, no sale!
- Pero eso no significa que no tenga - Gowther también empezó a analizarla con la mirada profundamente, por lo que ella miró a otro lado - Llego a ver una pequeña niebla donde debería haber números, si me concentro aún más... es sólo un símbolo de interrogación.
- Vaya... - si había alguna forma de hacer sentir inútil a Zoba ahora, era diciendo que su poder no podía medirse.
- Gowther... ¿tú también puedes hacer lo que yo? - Hawk pareció molesto.
- Yo lo llevo incorporado desde hace tiempo, no necesito usar nada para poder verlo.
- Eres más calculadora que hombre... - susurró el cerdo hacia un lado.
- Sin embargo, Zoba tiene picos de poder en los que aparece un número. La he estado observando por curiosidad - Gowther levantó sus gafas para colocarlas mejor - En la batalla contra Hendrickson, al ponerse delante de Elizabeth y Meliodas, vi que su poder era de 700.
- 700 cuando tuve un pico... - ella hablaba en voz baja pensando - Eso fue un momento de poder de mi parte, tal vez mi nivel de espíritu subió y... llegué hasta ahí. Así que en realidad tengo menos de 700...
- No es del todo tan mal, puedes en ese estado plantar cara a los Caballeros Sagrados, pero no a mí, con 3000 de poder - Hawk hablaba orgulloso.
- Te sobran dos ceros - aclaró Gowther.
- ¡A mí no me sobra nada, Gowther, malo! - él empezó a golpearlo con sus pezuñas.
Zoba los miraba callada con un leve atisbo de tristeza en el rostro. Sólo quería que le pusiesen esa medalla y perderse de la vista de la gente durante un rato. Su nuca se estaba quemando por todas las miradas que tenía encima.
Tras un rato, fueron premiados con sus medallas y salieron del patio del castillo. Zoba iba a echarse a volar lejos de la ciudad, en busca de la tranquilidad del bosque, cuando una mano cogió su muñeca para detenerla. Era la princesa Elizabeth.
- Elizabeth-sama... pensaba irme...
- Por favor, quédate un poco. Diane-sama se va a tomar una píldora y volverá a tamaño humano y vamos a ir a pasear. Queremos que vengas.
- Pero... no quiero que la gente me siga mirando...
Elizabeth dio una sonrisa. Aún fuera del castillo, la gente la seguía mirando y los niños señalaban con el dedo sus cuernos y alas. Sabía que se sentía como un monstruo, como una mascota de circo o como cualquier cosa de la que burlarse.
- No temas, somos tus amigas, ¿verdad? Nosotras te arroparemos.
Detrás de la princesa llegó Diane con su traje rosa y su estatura humana con una cálida sonrisa.
- Eso es, una charla de chicas entre tus dos mejores amigas hará que te olvides del resto del mundo. Además, que importa que te miren, ahora eres una heroína aquí.
Zoba las miró sin estar del todo convencida, pero Diane cogió su otra muñeca y entre ambas la arrastraron por las calles de la ciudad dando un paseo. Hacía mucho que ellas tres no se daban un rato relajante con una conversación de chicas, y había mucho que contarse, creedme.
Tras comer un helado y pasear por la ciudad viendo las obras casi terminadas de todos los destrozos de los Caballeros mutados, se sentaron las tres en un banco, dejando a la giganta en medio.
- Bueno, ahora que estamos las tres calmadas y juntitas, hablemos de chicos - Diane dio una sonrisa con un sonrojo.
- Oh, Diane-sama, sabía que sacarías ese tema tarde o temprano... - Elizabeth dio una pequeña sonrisa tímida.
Zoba sólo sonrió. Ella ya conocía a Diane de sobra y no le sorprendía que hablase de eso, pues últimamente la notaba más... feliz. Enamorada, exactamente.
- Sí, y tarde o temprano, princesa, admitirás que el capitán te gusta - dijo con una sonrisa pillina mirando a su derecha, donde estaba Elizabeth.
- ¿E-eh? Pues... sinceramente, no lo sé... nunca he sentido nada como esto... esta felicidad y despreocupación... sanando mis problemas cuando estoy con él... ¿es estar enamorada?
Tanto Diane como Zoba asintieron al mismo ritmo con una pequeña sonrisa.
- Diane-sama... ¿no le molesta que le diga esto? Tenía entendido que le gustaba también Meliodas-sama...
- Eso era antes de recuperar mis viejos recuerdos... - ella miró al cielo con sus ojos brillantes - No se cómo los perdí... y no se cómo los recuperé... pero... siento un gran amor mutuo por King... - admitió en un gran sonrojo.
Tanto Elizabeth como Zoba sacudieron las piernas a su lado pataleando de la emoción. Ellas si sabían que King la amaba, y que ahora fuese correspondido de una manera tan fuerte era muy excitante para ellas, que buscaban la felicidad de su amiga.
- ¡Que feliz me has hecho, Diane! - Zoba se abrazó a su amiga y puso su cabeza en su hombro.
- Sí, debe ser maravilloso amar y ser correspondido - Elizabeth imitó a Zoba poniéndose en el otro hombro.
- Eso no es un impedimento, debes confesarle tus sentimientos al capitán - Diane la miró con una sonrisa - Tú también le importas mucho.
- Pero... él ama a otra persona... - Elizabeth puso una cara pintada de tristeza.
- Pero eso fue hace mucho tiempo... ahora tiene la oportunidad de tenerte - Zoba sonrió - Inténtalo, no perderás nada.
- ¿Tú no tienes a nadie, Zoba-chan? - Elizabeth la miró.
- Bueno... yo... si te refieres a una pareja, no tengo de eso... - dijo mirando a otro lado, esquivando la seria mirada de soslayo de Diane.
Sabía bien que la cara de la giganta cambiada a uno serio siempre que se mencionaba el hombre del pecado de la Cabra, sobre todo si era Zoba. No le gustaba para ella en absoluto.
- No, me refiero a alguien por el que sientas algo... - Elizabeth la miró de más cerca.
Ella no estaba al tanto de los sentimientos de Zoba ni de la pelea que tuvo Diane con Gowther, pero ella no era alguien chismosa ni mala persona, ni mucho menos, así que no era mala idea contarle. Podría ayudarle.
- Creo... creo que Gowther me gusta mucho... - dijo en un susurro.
- ¿Gowther? Eso es fantástico, me alegra mucho - ella sonrió feliz, pero se sorprendió al ver el rostro de Diane, mirando de reojo a Zoba seriamente, siendo más alta que ella aún sentada.
- Sabes que no me gusta Gowther para que lo ames - sentenció - Seguro que se trae algo raro entre manos, lleva dos semanas muy raro. Además, aunque lo intentase, no sabría corresponderte.
- Diane-sama, no sea tan dura... - Elizabeth las miró a las dos.
Zoba miró al suelo con una sonrisa triste. Su amorío era el único que no era apoyado por sus amigas, por lo menos de Diane, y eso la hacía sentir apartada.
- Elizabeth, no te compadezcas. Gowther se veía con otra mujer cuando supuestamente Zoba murió, y pasa mucho tiempo en la ciudad. Seguro que está con ella. No es que intente cambiar lo que Zoba siente, sólo digo que muy probablemente ya tenga a alguien. Añadiendo que no me gusta para ella...
Elizabeth observó la triste sonrisa de Zoba, que, encorvada, jugaba con sus largas uñas despacio.
- ¿Sabéis? Él fue quien le pidió a Merlín que encantase este vestido para poder usarlo... también me lo compró él, y suele acudir a mí cuando no comprende algo de sentimientos o emociones... es atento, me lee cuentos por las noches y me hace compañía. No sé por qué me gustó... fue desde la primera vez que lo vimos siendo Alan, princesa Elizabeth... - ella la miró y le dio una pequeña sonrisa - Supongo que fue un flechazo... pero está en mi corazón desde siempre. Lo que más me gusta de él... es que no le importa que forma tenga, que forma tome con mis cambios de cuerpo... dice que mientras que siga siendo yo misma en mi interior, todo estará bien... eso me hizo enamorarme más.
Elizabeth sonrió con un bonito sonrojo y Diane la miraba con una expresión más calmada.
- Waa... que bonito, Zoba-chan... - Elizabeth la miraba contenta - Quiero que sepas que tienes mi apoyo para intentar conquistarle, aunque tenga a otra, no importa. Tú también eres alguien muy especial para todos nosotros y él se dará cuenta pronto de cómo eres, y le gustarás.
- Muchísimas gracias, Elizabeth-sama... - ahora Zoba miró a Diane con timidez.
Ella la observaba con una cara tranquila, casi curiosa.
- ¿De verdad... te dijo todo eso? ¿Lo de... que no importaba tu forma física para él?
- Sí, de verdad... - ella sonrió asintiendo - Fue el primer paso para intentar aceptar esta forma demoníaca.
La giganta dio un largo suspiro y cruzó las piernas poniendo los brazos en el reposacabezas del banco.
- Está bien, le daré una oportunidad al chica... y sí, Zoba, te apoyo para que lo consigas.
Zoba dio un pequeño chillido ahogado y se lanzó a abrazar a su amiga. Abrazarla así era un lujo enorme para ella, pues la sentía todavía más cercana.
Delante de ellas, se cruzó un niño pequeño arrastrando los pies. Su mirada estaba perdida. Elizabeth lo reconoció y se levantó.
- ¿Zeal? ¿Qué haces aquí? - fue a su lado - ¿Y tu hermana?
- ¿Quién es este chico? - Zoba preguntó a Diane en un susurro mientras se acercaban también.
- El hermano pequeño de la chica con la que creemos que está Gowther... - Diane le devolvió el susurro.
Ella sintió una pequeña opresión en el pecho. Ver al chico le hizo las cosas más reales. El chico estaba perdido, sin recordar su nombre ni a su hermana, y las chicas pensaron que lo mejor sería acompañar al niño hasta la casa de Guila, para ver si su hermana podía hacer algo por él. El niño empezó a llorar al ver el aspecto de Zoba, por lo que Diane le tomó en brazos para llevarlo delante y dejar a Zoba detrás. Tras unas calles, llegaron a la bonita casa de Guila, que estaba con Gowther. Esto se iba a poner feo...
- ¡Guila! ¡Tu hermano está extraño! - Diane dejó al niño delante de ella.
- Mi... ¿hermano? Yo no tengo hermanos... - ella le miró confusa.
- ¿Cómo, este no es tu hermano? - preguntó Diane, que rápidamente miró a Gowther - Estoy segurísima de que sí lo es, ¡yo misma lo protegí del derrumbe! Y más segura estoy de que tú tienes algo que ver, Gowther...
El rostro serio de Gowther parecía tener algo de enfado y seriedad mientras sus gafas daban un reflejo que escondían sus ojos.
- ¿Gowther-sama? ¿Qué ha hecho con ellos dos? - Elizabeth preguntó abrazando al niño.
- Guila me propuso tener una relación formal el día después de salvarle la vida, y acepté. Es interesante tener a alguien que siente amor tan cerca para poder estudiar lo que es este sentimiento de más cerca. Así que sí, tuve que manipular sus recuerdos. Su hermano pequeño es un estorbo para nuestra relación.
- ¡No puedes estar hablando en serio! - Elizabeth abrió los ojos - ¡Eso es muy cruel!
- No lo considero tan cruel. Ella quería una relación, y la relación es de dos. Quiero un corazón, princesa, y lo tendré para entender todas estas emociones y sentimientos sin la necesidad de que tenga que explicármelos nadie - su rostro no mostraba el más mínimo gesto de duda o arrepentimiento - Tengo demasiadas preguntas.
- ¡Yo si que tengo muchas preguntas, pero las puedo resumir en una! - Diane se alteró y sus coletas se erizaron - ¿¡Cómo se puede ser tan cabr*n?! ¡¡Te va el animal de la cabra que ni pintado!!
Ninguna de las dos chicas hizo nada por calmar a Diane. Elizabeth estaba abrazando al niño mirando la escena triste y confusa, y Zoba, escondida tras ellas, estaba paralizada ante todo lo que escuchaba.
- ¡Tú sabías que le gustabas a Zoba! ¡Lo sabías! ¡Ella te quiere desde hace más tiempo que ella! ¡No puedes ilusionarla y luego desecharla como si fuera cualquier cosa!
- También pensé en elegir a Zoba para tener una relación y poder estudiar el amor desde más cerca, pero me decanté por Guila. Las razones son que su vida es más pacífica y estable, teniendo sólo que separarla de su hermano pequeño, y que Guila no cambia de forma absorbiendo poderes y mutando. Eso podía entorpecer la relación tranquila que busco. Además, para que fuese mía totalmente, tendría que manipular los recuerdos de todos los Nanatsu no Taizai, incluyendo la princesa, y eso no es nada fácil.
Las tres chicas se quedaron heladas ante su confesión. Ninguna se creía que pudiese haber una mente tan retorcida detrás de esa cara inocente, egoísta y estoico. Estaba claro que no le importaba el sufrimiento de los demás.
- Te di una oportunidad, Gowther... - Diane apretaba sus puños con ganas y sus ojos echaban fuego - Te la di por ella... porque la hiciste sentir especial... porque es mi mejor amiga y quiero lo mejor para ella... siempre... te di una oportunidad y la has perdido muy rápido. Yo... ¡¡te voy a...!!
Uno de los puños que Diane apretaba con tanta fuerza fue rodeado con un calor conocido. Diane miró su mano para encontrar a unas manos moradas claras con largas uñas acariciar sus temblorosos puños. Levantó la mirada para ver a Zoba, con sus ojos escondidos tras su melena, con pequeños caminos de plata que iban desde sus ojos a la barbilla y daban brillo a su cara.
- Déjame hablar, por favor...
Zoba se puso delante de su amiga y levantó la mirada hacia Gowther. No estaba enfadada, no expresaba nada. Su cara estaba ausente y sus ojos perdidos, que se esforzaban en chocarse con los brillantes amarillos de él sin perder la compostura.
- Está... está bien que quieras saber lo que es un amor en una relación, Gowther... está bien experimentar y buscar por tus propios medios cosas que no entiendes... pero no tienes que destruir el amor de Guila por su hermano y viceversa. Zeal no será un impedimento para que Guila sea tuya si él te acepta, que estoy segura de que si...
Gowther giró la cabeza a un lado entrecerrando los ojos. Guila lo tenía tomado del brazo y también escuchaba sin entender nada, pero callada.
- Y bueno... en lo que respecta a mí... no sabía que conocías mis sentimientos... ahora me siento un poco... vulnerable... - ella empezó a bajar la voz - muy, muy vulnerable... - cerró los ojos un momento e inspiró, recuperando la compostura - Me alegra también que no me dijeras nada, y sobre todo, al ver lo que veo, me alegra muchísimo más que no me hayas escogido. A las personas que te aman no se les escoge por los beneficios que te puedan dar, se las escoge por lo que uno siente por ellas. Pero tú no entiendes de eso, por eso creo que puedo comprenderte. Me alegra muchísimo que no me escogieses, porque si eso suponía perder a Diane y al resto, si yo tengo a tener un mínimo de lucidez en los recuerdos que me manipules para tenerme sólo para ti, nunca te perdonaría. Te odiaría a muerte, no lo dudo. Te odiaría como no podré odiar a nadie y eso que ni siquiera se cómo se siente odiar la misma existencia de alguien.
Zoba levantó la mirada al cielo y se hiperventiló despacio. Nadie se movía ni nadie decía nada.
- Los amores van y vienen, son un sentimiento, más o menos fuerte que puede variar mucho. Ahora, los amigos, si son como los que yo tengo, esos duran para toda la vida. Y los cuidaré y mimaré siempre. Prefiero perder a mi único amor que perderlos a ellos. Gracias por abrirme los ojos de lo que supondría amarte, Gowther.
Ella le dio la espalda sin hacer ruido y empezó a caminar alejándose de ellos lentamente.
- Ese es otro motivo por el que no te he escogido - dijo la Lujuria desde atrás - Tus emociones y la forma en que se manifiestan los sentimientos de los Pecados Capitales en ti es muy extraña. No sientes ira tras mi traición, no sientes envidia de Guila, no sientes codicia por no tener amor como tus amigas ahora. Ni siquiera orgullo de haber salido con dignidad de aquí.
Elizabeth corrió con el niño detrás de Zoba, que no se había inmutado tras las últimas palabras de la Lujuria y se alejaba calle abajo. Diane lo miró con odio.
- Ahora sí, si ya habéis acabado, quiero ajustar cuentas contigo, maldito... - ella puso los puños delante de su cara para pelear.
De repente, algo llamó la atención de los dos en la dirección en la que Zoba se fue y giraron la cabeza rápidamente, sin ver nada al final de la calle.
- Un pico de Zoba elevado - Gowther dio un salto hasta ponerse encima de la calle - El poder de Zoba ha aumentado hasta 3900.
- ¿¡3900?! - Diane abrió los ojos.
Por la calle solitaria, Zoba caminaba con pesadez con los ojos escondidos tras su pelo, dando una sombra oscura a su cara. Sus marcas moradas oscuras y negras se movían por su cuerpo como serpientes vivas. Su sombra se veía enorme y viva mientras ella seguía caminando sin rumbo. Puede que ella no sintiese nada de lo que Gowther le había dicho, pero el poder demoníaco que tenía atascado en su cuerpo podía hacerle despertar instintos bastante destructivos llegados desde sentimientos encerrados que sólo podía expresar en lágrimas.
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Hasta aquí hemos llegado, que me tengo que ver más del anime :3
¿Os va gustando?
Bueno, veremos que es lo que pasa con estos pronto, gracias por leerme ^^
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