Timely

GOTAS DE LLUVIA SOBRE MI CABEZA

Autora: Clumsykitty

Fandom: Marvel/DC

Género: AU -Sci-Fi/Omegaverse

Parejas: de los arcos anteriores, con una sorpresota.

Derechos: Los personajes pertenecen a Marvel, DC y los abogados. Yo solo soy un gusanito.

Advertencias: Pues esto no será agradable, hay mucho dolor, sangre, sufrimiento como lo propio de un Omegaverse. Gente mala haciendo cosas malas, tomando malísimas decisiones. Yo pensando mil locuras con eso. Este crossover es un completo gusto mío.

Para entender la historia hay que leer primero el Arco Marvel y el Arco DC. Ops.

Gracias por leerme.



***

Timely.

"Ocurra lo que ocurra, aún en el día más borrascoso las horas y el tiempo pasan."

William Shakespeare.



Tony se cruzó de brazos, torciendo su boca en un mohín de preocupación mientras observaba a su invitado entrar receloso a la habitación que le había dado para descansar. Le había tomado un tiempo extraordinario para que aceptara viajar con ellos luego de encontrarlo ahí varado en la playa y otro más para que aceptara quedarse en su residencia. Recargado en el marco de entrada de la recámara, sus ojos no perdieron detalle de la forma tan aprehensiva de Bruce para moverse alrededor, como si esperara un ataque en cualquier instante. No había aceptado ayuda para su cachorro ni tampoco para él mismo. Bucky estaba estupefacto con su actitud, nunca se habían topado con un Omega tan agresivo y hostil, por no decir nada confiado. Era como un géiser a punto de estallar, algo que no quería Tony no por su hogar que apreciaba por sobre todas las cosas, la actitud de aquel extraño hombre le inquietaba.

-Hey, Bruce -le llamó, decidiéndose al fin, entrando a zancadas a la recámara abriendo sus brazos hacia él- Ven acá.

-¿Qué intentas?

-Ven.

Bruce recién había dejado a su hijo en una cuna que Tony le había obsequiado, su mano se aferró a la orilla de ésta en cuanto notó su intención.

-Aléjate.

-Es mi casa son mis reglas, ven acá.

El otro Omega tragó saliva, sus pupilas dilatándose, confirmando las sospechas de Tony. Dio los pasos necesarios para atraparle entre sus brazos, sujetándole con fuerza cuando sintió a Bruce tensarse y casi atacarle.

-Nadie les hará daño -murmuró Stark, haciendo lentos círculos en su espalda- Yo no lo voy a permitir. Nadie va a hacerles daño.

Insistió en su tratamiento repitiendo esas palabras por un largo tiempo hasta que los brazos de Bruce al fin le sujetaron tímidamente, con torpeza, luego casi estrujándole. Tony sonrió al sentirle temblar, inclinando su rostro contra su hombro.

-Eso... todo va a estar bien, Bruce.

Sabía que aquel Omega había estado conteniendo demasiadas emociones y con un cachorro recién nacido su mente debía estar ya exhausta con tanta tensión acumulada. No le era desconocida esa sensación porque ya la había pasado. Tony palmeó la cabeza de Bruce, mirando al bebé que dormía agotado en su cuna.

-¿Todo lo que creías y dabas por cierto se ha caído en pedazos?

Un asentimiento de cabeza.

-¿Ya no sabes en qué más creer, eh?

Bruce asintió de nuevo.

-Sé de eso, estar pedido y no saber si pelear va a mejorar las cosas, estás tan herido que lo único que anhelas con todas tus fuerzas es que alguien llegue a protegerte, pero ese milagro no sucede y debes levantarte tú solo, pelear tú solo, porque si no lo haces así, todo lo que amas se destruirá o lo perderás para siempre. Nadie entiende eso, nadie puede comprender lo que es como esa oscuridad está consumiéndote sin que halles la salida porque entregaste esa llave a mentiras que diste por verdades en un acto de fe sincera, burlándose de ti. Lo entiendo Bruce. Por eso te dijo que ya lo debes soltar, aquí nadie te va a traicionar, todos quieren ayudarte, eso que tanto querías lo vas a tener. Tu hijo va a estar sano y salvo, lo verás feliz. Tienes mi palabra en ello.

Tomó otro tiempo en silencio antes de que escuchara al otro Omega romper a llorar de una manera que estrujó su corazón, frunciendo su ceño al abrazarle con fuerza, permitiendo que se desahogara en su hombro. Bruce había tocado el límite. Cuando su llanto cesó, le ayudó a recostarse en la cama, respetando su silencio de no hablar todavía del tema, era demasiado pronto, pero al menos ya había dejado ese aroma de rechazo salpicado de terror con el que le habían encontrado. Palmeó su hombro, mirándole con una sonrisa antes de levantarse para dejarlos a ambos descansar, cerrando la puerta en la que se recargó, cepillándose sus cabellos al tomar aire. ¿Qué rayos les había sucedido para que estuviera así? Le recordó mucho a sí mismo cuando conoció a Steve, por lo que supuso que había pasado por algo similar... o quizá peor.

-¿Padre?

-Buck, ven necesito otro abrazo.

-¿Estás bien? -Bucky le abrazó, confundido.

-Necesito comer. ¿Peter?

-Durmiendo en su recámara. Steve está con él.

-¿Ya llegó? Qué cosas estoy preguntando, claro que ese salvaje ya llegó.

-¿Seguro todo está bien? Estás ligeramente pálido.

-Cuando un Omega está en extremo tenso y amenazado por largo tiempo muestra algo... que duele cuando lo puedes percibir. Eso pasa con Bruce.

-¿Cómo vamos a ayudarlo?

Tony sonrió al escucharle así, picando su vientre. -Tú nada, estás gestando y lo que menos necesitas son lidiar con problemas.

-Ah, vamos, peleaste una guerra con Peter en tu vientre.

-Es diferente.

-¿Cómo es eso?

-Porque soy Tony Stark.

Bucky bufó, rodando sus ojos caminando hacia la recámara de Peter. El bebé dormía a pierna suelta, cuidado por su amoroso padre quien se giró a ellos cuando entraron, sonriendo a Tony.

-Hey.

-Hey -Stark le sonrió, tomando sus manos y dándole un beso- ¿Qué tal el viaje?

-Tranquilo, ¿quieres contarme qué ha sucedido?

-¿Podemos comer mientras te cuento?

Steve escuchó aquella pequeña aventura en la playa, quedándose muy serio con su rostro apoyado en una mano que tocaba su sien, mirando la mesa del comedor ya limpia con Tony haciendo figuras sobre el grueso vidrio en tanto le explicaba la situación.

-Habla, Steve.

-¿Cómo pudo llegar aquí?

-También he pensado en ello, Nathaniel trae la cápsula para examinarla. Bien pudo ser una mera coincidencia.

-Dijiste que el escudo servía mejor que aquel que controlaba Ciudad.

-Y está en perfectas condiciones, Steve.

-Entonces, ¿cómo pudieron llegar aquí?

-La única respuesta viable es que tenían las coordenadas -Tony levantó su mirada, alcanzando una mano de su Alfa al escucharlo gruñir molesto- Steve, tranquilo, tan solo estuvimos expuestos un corto tiempo, puede ser que los sistemas de navegación de la cápsula de Bruce buscaron tierra firme al perder rumbo y simplemente se redireccionaron hacia acá. No podemos hacer conjeturas de algo que ignoramos.

-Tiene que hablar.

-No ahora, cielo, es un Omega profundamente lastimado. Tomará su tiempo para que se abra a nosotros, en eso necesito tu ayuda con tus estúpidos modales de Alfa consentidor.

-¿Confías en él de tan solo verlo?

-Sí.

-Tony...

-Bruce tiene una marca de Alfa, Steve, ha llegado con un cachorro recién nacido y tiene un anillo de bodas como nosotros. Piensa en la clase de situación que lo orillaría a separarse de su pareja y dejar su Nido para salvarse. Quiero que pienses en los peores escenarios, por favor y luego te replantees el forzarlo a hablar.

El rubio suspiró, tomando la mano de su Omega que besó por los nudillos.

-Lo siento.

-Eres protector conmigo y lo agradezco, sé así con nuestros invitados. Un cachorro sin su padre puede sufrir a menos que nuestra Manada los ayude. Bruce no querrá eso, no es que tampoco le estemos pidiendo permiso.

-Oh, ya entiendo.

-Bendita la hora.

-Timely va a relajarlos.

Tony sonrió de oreja a oreja, tirando del brazo de Rogers para besarle varias veces.

-Por eso te amo, Alfa.

Cuando Damian despertó, Tony aprovechó para mostrarle a Bruce toda la residencia con el fin de que sintiera que era como un segundo hogar para ellos. Mejor que nadie sabía que costaría mucho el quitar esos muros que por instinto de supervivencia ese Omega había levantado. Bucky fue de mucha ayuda, siendo joven y siempre solícito para obedecer sus órdenes, manteniendo un ambiente tranquilo para el bebé como su madre. Una de las sospechas de Tony sobre lo sucedido con Bruce vino a confirmarse cuando le presentó a Steve. Bruce habría tomado lo primero que hubiera encontrado a la mano para atacar a su Alfa de no haber tenido a Damian entre los brazos. No porque le hubiera caído mal el rubio, había sido el instinto reaccionando a un Alfa... uno particularmente fuerte como lo supuso, su propia pareja si sus corazonadas seguían siendo tan buenas como antes. Afortunadamente las monerías de Steve cortaron el ambiente tenso, manteniendo distancia prudente de Bruce para no alterarlo más.

Su invitado ya había aceptado vivir en la residencia sin mucho trabajo, que saliera de la recámara fue un trabajo de varios días. Que bajara a comer con todos ellos tomó otros más. Nadie podía tocar a Damian, salvo Tony y quizá por tener a Peter a quien dejaba tranquilamente en los brazos de Bruce bajo la mirada preocupada de Bucky o de Steve. Un intercambio de cachorros que Tony llamaba juguetón como despreocupado. La intención de ello era demostrarle que nadie le haría daño a su bebé, teniendo cerca a Bucky cuando cargaba a Damian, no tan cerca pero sí presente a Steve. Una noche, Bruce bajó con su cachorro a la sala donde todos estaban charlando, Tony haciendo planes sobre su próximo nieto y la fiesta para recibirlo con las quejas de Bucky de no hacer nada porque no quería escándalos ni tampoco todo el Colmenar invitado.

-Hey, Bruce, acá hay un asiento disponible -fue Steve el primero en hablarle.

Era como tener un animal salvaje herido en casa. Tony se juró que se tomó varios minutos para caminar de las escaleras hacia la sala y aceptar por fin la cercanía de su Alfa al sentarse a su lado. Para su fortuna, su atolondrado rubio no pidió cargar a Damian o se hubiera echado a perder la velada que pareció ser más interesante. Bucky retomó la discusión sobre los pormenores de una fiesta, guiñando un ojo a su padre quien no perdió detalle de los hombros relajados de Bruce al escucharlos hablar, acariciando la cabeza de su bebé de forma distraída. Iba a decir algo, lo presentía con toda su naturaleza Omega. El primer muro estaba por caer.

-Gracias -musitó Bruce y todos se quedaron callados- Gracias por aceptarnos.

-Esta es tu casa, Bruce -sonrió Steve mirando a Tony- Están bajo mi protección.

Tony hubiera celebrado de haber podido, sonriendo únicamente y ofreciendo lo que sobraba de las bandejas con comida. Cero rechazos, cero aromas estresantes. Nathaniel fue el siguiente Alfa en serle presentado, había mantenido a todos fuera de la residencia hasta que Bruce estuviera más cómodo con tantas esencias que si bien eran todas amigables con él, le estaba costando mucho trabajo acostumbrarse a ellas. ¿En qué clase de sitio había estado viviendo que todo le parecía hostil? Lo ignoraba. Igual que con Steve, Nathaniel tuvo que mantenerse a distancia por días hasta que finalmente aceptara estar cerca del pelirrojo, con quien habló a solas sobre la cápsula en la que habían llegado de forma tan abrupta.

-No te tengo buenas noticias.

-Tampoco las esperaba. Dime qué has podido indagar, Nathaniel.

-Si bien los metales son nuevos, tienen un compuesto viejo, como si provinieran de escombros.

-Un lugar con restos de un mundo antiguo.

-Así es.

-¿Qué hay de los sistemas de navegación?

-Tenía las coordenadas de este lugar.

-Joder -Tony jaló aire- Eso sí lo complica todo.

-Quizá pueda consolarte saber que era un sistema aislado.

-De cualquier manera, podía ser rastreable, ¿cierto?

-Todo depende de la velocidad que tomó, por lo que pude extraer de las computadoras, alcanzó una aceleración imposible de rastreo.

-Qué interesante, no tiene los motores para algo así.

-¿Impulsada?

-Muero por ver lo que lo consiguió.

-Prefiero que no veamos eso. Hay un rastro de explosivos.

-Vaya, pobre Bruce, no quiero imaginar el escape.

-¿Has conseguido que te hable de su bitácora?

-Por ahora no. Necesito que se sienta a salvo para luego preguntarle sobre ella. He conseguido que nos tenga confianza, no la romperé incomodándolo así. Hay que esperar.

-Como Alfa te digo que está herido y no físicamente.

-También me di cuenta de eso, Nat.

-Deberías presentarle al otro Bruce.

Tony levantó su mirada al pelirrojo, riendo. -¿Por qué no se me había ocurrido?

La oportunidad se presentó a pedir de boca cuando el Doctor Banner le visitó, escuchando las nuevas sobre los dos curiosos visitantes de la residencia Stark-Rogers. No estaba muy cómodo con la idea de su amigo, pero eso fue muy diferente a llevarle la contraria. Con una bandeja de almuerzo en mano, fue tras Tony hacia la sala donde se encontraba Bruce y Damian, esperando a ser presentado con toda la formalidad que se podía antes de dejar la comida en la mesita frente al silencioso y extraño Omega cuya mirada no se despegó de él cuando detectó su extraña esencia que no pudo clasificar. Fue una sensación incluso agradable para Banner el notar esa expresión en el invitado de Stark, su asombro genuino seguido de la pregunta que no pudo dejar escapar.

-¿Quién... qué es él?

-Brucie es un Gamma. Omega-Alfa combinado.

-Imposible.

-¿Brucie, cariño?

Éste tosió, arreglándose sus lentes quedándose frente a su compañero de nombre con una sonrisa tranquila.

-Tengo un cambio en mi ADN que me permite mutar de Omega a Alfa.

-Y deberías ver cuando lo hace, Bruce, se vuelve un feroz Alfa muy protector tengo que decir. Al principio se salía de control, pero ha aprendido a ser un niño bueno.

-Gracias por contar mi historia, Tones.

-Te quiero un montón.

-¿Cómo es que logras semejante cambio? -quiso saber Wayne.

-Um... te diré si me dejas ver a tu cachorro.

Tony se mordió un labio, casi contando los segundos que le tomó al otro Omega aceptar la propuesta picado obviamente por la curiosidad. La naturaleza tan ambigua de Banner era algo que siempre llamaba la atención pese a varios que le temían porque no conocían el verdadero carácter bonachón y compasivo de su amigo. Damian pasó de los brazos recelosos en los que estaba tranquilamente jugando con sus manos a los del Doctor Banner, quien le sonrió. El bebé le miró fijamente, otro desconcertado ante semejante espécimen, pero luego simplemente gorgoteó con una mano imprecisa queriendo tocar esos lentes que llamaron su atención. Hecho el trato, el doctor tomó asiento para responderle a Wayne.

-Tengo una mutación, fui... objeto de un experimento para comprobar la compatibilidad Alfa Omega y el resultado fui yo. Al concentrarme en un chispazo de rabia, consigo que mi cuerpo haga el cambio. Como ya lo dijo Tony, al principio me descontrolaba mucho, gracias a él he conseguido ser estable y aprender a dominar esa parte Alfa en mí.

-¿Experimento?

-Uf, es una historia muy larga -Stark resopló- Te la contaré después. Brucie sufrió mucho. Ahora que me lo pienso, tengo que ponerle un nombre a cada uno porque cuando los llame los dos responderán y es cansado estar aclarando a quien llamo. Veamos... Brucie serás Bruce Uno y tú serás Bruce Dos. Listo.

-Me maravilla tu creatividad, Tony.

-Lo sé, Brucie Uno.

-¿Cómo puedes estar tan tranquilo luego de... pasar por algo así?

Banner rió, meciendo a Damian entre sus brazos. -Estaba triste, enojado, resignado a mi suerte, pero entonces llegó a mi celda el Omega más inquieto y orgulloso que hubiera conocido en mi vida. Volvió a darme la esperanza de luchar. Heme aquí, charlando tranquilamente contigo con tu hijo entre mis brazos, si me hubiera quedado en ese estado de victimización en el que me tenían jamás hubiera tenido la libertad que ahora tengo.

-No te olvides del rescate.

-Sí, Tony, el rescate fue importante. En verdad es una historia que debes escuchar... Bruce. Vale mucho la pena.

Stark sonrió para sus adentros, había picado la curiosidad de Bruce. Eso lo iba a sacar de aquel limbo en el que había caído. La siguiente tentación que le puso corrió a cargo de Steve cuando le invitó a dar un paseo a Timely, como le bautizaron a la ciudad antigua que un día conocieran y que Tony había remodelado casi por completo para hacerla más un centro de investigaciones que propiamente un sitio donde vivir. Debían continuar buscando la verdad sobre la Peste del Agua, de lo que había pasado luego del primer brote como de lo que pasaba con el resto del mundo. Escoltados por el rubio Alfa, dejaron la residencia para caminar hacia Timely, no estaba muy lejos además de que la caminata le serviría mucho a Bruce para despejar su mente.

-Steve puede cargar a Damian para que no te canses -sugirió como si nada Tony, él había dejado a Peter con Bucky so pretexto que debía entrenarse- Vamos, todos los cachorros deben ser cargados por todos los miembros de su Manada.

-Nosotros no...

-Anda, anda, Steve se muere de ganas por hacerlo.

El rubio arqueó una ceja, pero nada dijo, permitiendo esas ideas tan extravagantes de su Omega para ayudar al otro a recuperarse. Bruce se lo consideró por unos buenos metros que avanzaron antes de asentir, primero tendiendo a su hijo a Tony quien entendió el gesto, tomando cariñosamente al bebé que casi estaba dormido para colocarlo entre los brazos de su Alfa con todas las recomendaciones sobre no tirarlo ni despertarlo. Bruce miraba de vez en cuando a Rogers, como asegurándose de que siguiera caminando con ellos hasta que sus ojos se distrajeron con la vista de una ciudad como jamás la había visto. Tony sonrió orgulloso y complacido, extendiendo sus brazos en el aire al adelantarse para hacer los honores de la presentación.

-Bienvenido a Timely, la ciudad de la memoria humana. Aun estoy pensando en el nombre, de momento es el que mejor funciona. Vamos, Bruce, hay mucho que ver, seré tu guía.

-¿Siempre... habla tanto? -preguntó Bruce al rubio quien rió bajito.

-Ahora lo hace, antes me costaba mucho sacarle las palabras. Se parecía a ti.

Bruce frunció apenas su ceño, quedándose un momento quieto antes de volver a caminar, meditando lo que aquel Alfa había dicho. Timely era una ciudad pequeña, limpia, que seguía la arquitectura original sobre la que una vez fue levantada con nuevos materiales, una ciudad blanca podría decirse con paredones y ventanales de vidrio que dejaban ver los interiores. Algunos eran solamente exhibiciones, otros eran pequeños centros de trabajo que muchos Omegas atiborraban al estar trabajando ahí. Ese detalle le dejó quieto de nuevo, jamás había visto tantos Omegas reunidos en un solo espacio. Ni tampoco sentirlos tan... libres. Tony alcanzó su mano para jalarlo a su mejor obra hasta el momento, el museo que había restaurado por completo. Le escuchó hablar tan animado sobre los cambios y el rescate de las obras del mundo antiguo que le envidió. Se notaba la fuerza de su Vínculo con su Alfa, un hombre por demás atento, cariñoso siempre dispuesto a ayudarle o soportarle esas excentricidades.

-Bruce, ¿sigues con nosotros?

-Sí.

Timely estaba tierra adentro, contrario a la residencia que se encontraba más cerca de la playa, lo que permitió que Bruce al fin comprobara algo que se había negado a preguntar. Su olfato no le mintió, esa tierra estaba llena de Omegas, esa tierra de la que Arthur Curry le había mencionado, donde habían escapado sobrevivientes con mujeres Alfas con ellos. Apenas si prestó atención a todo lo que Stark iba mostrándole, perdido en sus pensamientos de nuevo. Realmente había llegado a esa tierra que prometía ser un paraíso y quizá lo era, donde no había esa clase de opresión hacia todos en general y la cantidad de Omegas era tal que el ambiente era tranquilo por lo mismo. Cuando la mano de Tony apretó su hombro, se dio cuenta que estaban solos en una pequeña sala del museo, Steve no estaba por ningún lado, pero percibió cerca de la sala a Damian.

-¿Bruce?

-Lo siento.

-No hay problema -Tony sonrió palmeando su hombro antes de señalar una banca para ambos sentarse- Bruce, quiero que hagas algo por mí, ¿de acuerdo? Voy a hacerte unas preguntas, no quiero que hables, solamente di sí o no con tu cabeza, ¿está bien? Sin explicaciones.

-Okay.

-Bien, veamos... -Stark le miró serio- ¿Hubo una guerra cuando escapaste?

Bruce asintió.

-¿Tu Alfa estaba involucrado en esa guerra?

Otro asentimiento con puños ligeramente apretados, gesto que Tony no pasó desapercibido.

-¿Tu Alfa... te forzó?

Bruce cerró sus ojos, apenas si respirando sin moverse.

-¿Huiste de tu Alfa?

Un corto asentimiento. Tony palmeó sus manos tensas para calmarle.

-Está bien, era todo lo que quería saber.

-Hay algo... -Bruce musitó, desviando su mirada- Quisiera...

-Preguntarme, sí, me parece justo luego de esto. Anda.

-Tu Alfa... es muy peculiar, no parece ordinario y además es fuerte, pero no es... él no es...

-¿Agresivo? Porque está en su estado bruto natural. Así es como son en realidad cuando no se les trata como animales o se creen la casta superior. Ahora, mi muy buena intuición me dice que necesitas saber cómo rayos terminé enlazado con semejante hombre. No hay gran secreto, yo también crecí siendo un Omega que tenía una sola directiva en su vida y era proteger lo que consideraba mi hogar como a los que vivían dentro de ese hogar, dejando a un lado las cosas que usualmente hacen los Omegas, como tener Celos o experimentar la sexualidad de forma sana en un ambiente sano. Imposible. Hasta que me topé con Steve, él cambió toda mi vida, y aunque me duele aceptarlo, me salvó. Sí, fue amor a primera vista, no que lo aceptara de buenas a primeras, él fue muy muy insistente sin jamás rendirse conmigo.

-Entiendo.

-Bruce, puedo darme cuenta de que somos similares, reconozco a un guerrero cuando lo veo. ¿Cómo fue que un Alfa pudo contigo?

-Dijiste...

-Cierto, mi falta. Está bien, no lo hablaremos, no lo haremos. Jamás nunca.

-Le conocí de mucho tiempo atrás -habló Bruce despacio, controlando su respiración- No era como... quizá es lo que has mencionado... eso de conocerlo y tener ese sentimiento. Yo ya era el guardián de la ciudad, solo pensaba en siempre pelear, defender a personas como él que aún eran buenas personas con una expresión tan limpia, alegre, inocente. Jamás olvidé su rostro ni su aroma. Yo tenía un enemigo peligroso que tendió una trampa donde él terminó involucrado, yo no pude detenerlo a tiempo. Perdió a su familia por mi culpa. Se convirtió en otra persona por mi error, de eso me di cuenta cuando nos volvimos a ver. Fue cuando... terminé siendo...

-Está bien, no necesitas terminar -Tony le cortó al verlo tenso de nuevo, pasando un brazo por sus hombros- Bruce, estoy siendo muy serio en esto. Estás pasando por una etapa que te puede costar hasta la vida. Alejarte de tu Alfa bajo las condiciones que sean siempre es perjudicial para un Omega, por eso ambos decidimos no tomar ese camino, ¿cierto? Nuestra naturaleza puede hacernos realmente vulnerables.

-Sí.

-Y a eso le sumamos que tienes un cachorro de semanas contigo. No te mentiré, va a ser muy duro, nadie aquí puede reemplazar a tu Alfa ni al Vínculo que hiciste con él. Pero vamos a ayudarte en todo, quiero que entiendas bien que no estarás solo en ningún momento, hay muchas personas que van a estar contigo. Con Damian. Tienes que dejarnos ayudarte, Bruce. Si no deseas hablar de cómo fueron las cosas, está bien, no tienes que hacerlo, quieres hablarlo como ahora conmigo a solas, siempre lo podrás hacer. Hablarlo con alguien más, hasta con Steve. Nadie te lo impedirá. Déjanos ayudarte con eso, porque vas a enfermar si sigues así y tu hijo te necesita.

-¿Por qué nos ayudan así?

-Bueno, llegaste varando del océano. Hay que ser muy bestia para no auxiliar a un Omega con su cachorro y recién acabamos de pasar por una guerra nosotros que nos enseñó que dejar de ser humanos es la peor de las ideas.

Bruce levantó su mirada de su regazo a Stark.

-No era todo el tiempo malo... a veces era ese hombre que conocí la primera vez. No pude ayudarlo, no pude hacer nada por rescatarlo.

-¿Rescatarlo de qué, Bruce?

-De lo que le hicieron, le inyectaron el virus de la Peste del Agua que mutó en su ADN Alfa, lo hizo muy fuerte. Demasiado. Pero también lo transformó -Wayne jaló aire, sintiéndose cansado, las palabras de Tony eran ciertas, estaba debilitándose- Costó demasiado el que llegáramos aquí.

-Suficiente charla por hoy, estás ya agotado, aunque no quieras admitirlo. Voy a pedirle a Steve que traiga un transporte para volver, no regresaremos caminando porque no lo resistirás. Traeré a Damian, iremos a casa, cenaremos y luego descansarás. Espera aquí.

Tony le sonrió, ocultando bien su preocupación. No esperaba que la historia de Bruce fuese simple, porque era lógico que su llegada planteaba muchas preguntas sobre quienes todos sabían de la ubicación del Colmenar, más no iba a torturarlo con esas preguntas. Aquel Omega tenía todos los signos de un trauma de guerra que Stark conocía de sobra, esa decaída tan espantosa que se producía cuando un Alfa y un Omega se separaban a la fuerza. Incluso la percepción de sus memorias podría verse alterada en ese estado, uno que podía también enfermar a su cachorro. Lo primera era mantenerlos a salvo, que pudieran recuperarse. Ya luego lidiarían con ese temible detalle de aquella guerra lejana de un exterior que apenas estaban comenzando a explorar. Steve no tardó en regresar por ellos, charlando de otras cosas que distrajeran a Bruce mientras volvían. Bucky les había preparado la cena, con ciertas indicaciones del Doctor Banner para ayudar a su invitado a no perder energías, animar su apetito como su estado mental.

-Ahora estás igual de distante que Bruce -le dijo Steve al estar ambos en su recámara, Peter dormía en una habitación al lado.

-La ha pasado mal.

-Se le nota. No permitiremos que le suceda algo malo, tienes mi palabra.

-Gracias, Steve. Por resistir el preguntar si estamos en peligro.

-Es algo lógico a largo plazo, Tony. Podemos tener un escudo protector que nos aísle de los radares, pero tarde o temprano debemos buscar al resto de las personas en el planeta. Quedarnos así es una sentencia de muerte. Y abrir fronteras es arriesgarse justo como ahora.

-Pues suena a que las cosas no están muy bien allá afuera.

-Con lo que tendremos que lidiar. Por Peter, por todos.

-¿Te da algo de miedo esta situación?

-No -el rubio negó acariciando su mejilla y besando su frente- Los cambios como la lucha por lo correcto siempre tienen momentos espantosos de transición que muchos no pueden entender o soportar. Tengo más temor a la insistencia de Erik de que vayas a Genosha, seguro quiere mostrarte otro robot de Doom ahí perdido.

-¿Qué le respondiste?

-Que por el momento no podías ir a visitarlos, que teníamos una situación de emergencia de la que le informaría en cuanto pudiera.

-Siempre tan diplomático.

-Me dijo que podía esperar si no me olvidaba de decirte.

Tony rió, abrazándolo por su cintura ya recostados en la cama. -Le llamaré mañana. No puedo dejar a Bruce en estos momentos. Apenas está tomando confianza con nosotros y aún falta Rhodey, Pepper, los demás Aulladores... el idiota de Quill con su Manada.

-Poco a poco, Tony.

-¿Ya te dije que te amo por ser tan lindo y obediente?

-Creo que el día de hoy me has castigado con eso.

-Ooohh, debo recompensar a mi Alfa por tan penoso sacrificio.

-¿Dónde quedó mi primerizo Omega?

-Tú lo pervertiste y ahora asume las consecuencias, Rogers.

-Ouch.

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