Choque
GOTAS DE LLUVIA SOBRE MI CABEZA
Autora: Clumsykitty
Fandom: Marvel/DC
Género: AU -Sci-Fi/Omegaverse
Parejas: de los arcos anteriores, con una sorpresota.
Derechos: Los personajes pertenecen a Marvel, DC y los abogados. Yo solo soy un gusanito.
Advertencias: Pues esto no será agradable, hay mucho dolor, sangre, sufrimiento como lo propio de un Omegaverse. Gente mala haciendo cosas malas, tomando malísimas decisiones. Yo pensando mil locuras con eso. Este crossover es un completo gusto mío.
Para entender la historia hay que leer primero el Arco Marvel y el Arco DC. Ops.
Gracias por leerme.
***
Choque.
"Sólo hay una guerra que puede permitirse el ser humano: la guerra contra su extinción."
Isaac Asimov.
-Hoy es un buen día para morir, ¿no te parece, Víctor?
-Es un buen día para hacerlo, pero no moriremos -sonrió este a Oliver.
Las alarmas del Triskelion se habían activado, en la costa Oeste, a un par de kilómetros de la playa había descendido una nave en forma de huevo que luego se transformó en una enorme plataforma que quedó flotando a una docena de metros sobre el mar, protegida por un campo de energía. De aquel huevo brotaron cientos de drones que se dirigieron hacia ellos como una enorme mancha negra que oscureció el cielo entre un zumbido muy ronco de sus motores, junto con sus cañones listos para disparar. Un grupo de guerreras aparecieron en la playa, entre ellas estaba Artemis. Fue la primera avanzada que los atacó, enfrentándose en primer lugar a los Atlanteanos con su rey al frente, dividiendo aquellas fuerzas con relativa facilidad, permitiendo que terminaran de organizarse tierra dentro.
Todas las naves en los hangares comenzaron a salir, igual que los Comandos Aulladores y el Comando Aéreo, los guerreros de Nova, los aliados de otras tierras. Ya se habían dado las órdenes previamente, todos tenían sus respectivas misiones. Steve dio un abrazo apretado a Tony, besando sus cabellos pidiéndole no arriesgarse tanto pese a que ya le conocía, sonriendo cuando su Omega le devolvió sus palabras con un beso profundo y corto, besando luego la cabeza de su pequeño Peter quien se marcharía junto con los demás cachorros tierra adentro con Mantis. Peter Quill resistió las lágrimas que quisieron escapar de sus ojos al escuchar el llanto de Meredith cuando llegó el tiempo de separarse con las alarmas del Triskelion sonando sobre ellos, limpiando las lágrimas de su hija a quien dio el encargo de cuidar de sus hermanitos. Jason no quiso soltarle, fue necesario que Thor ayudara para despedirse, dando bendiciones a sus inquietos gemelos quienes parecieron presentir lo que estaba a punto de suceder.
Bruce hubiera querido que Tim se fuera con esa pequeña caravana, pero su hijo se negó rotundamente, prefiriendo pelear junto a sus hermanos. Solamente tuvo que dejar a Damian, mirándole fijamente con una manecita de este aferrándose a la suya. Zatanna le había prometido que nada malo les ocurriría, ella los ayudaría en caso de que alcanzaron a los cachorros. Cuando Bruce salió hacia la zona de hangares, encontró donde estaba esperando su nuevo traje de combate un ramo de flores algo maltratadas con un listón sujetando los tallos. Aquel regalo lo desconcertó, parpadeando unos segundos antes de tomarlo con calma, prácticamente la zona estaba vacía. El aroma de Logan le dijo de quien provenía el obsequio, buscándole con la mirada. Logan estaba subiendo al Quinjet, para apoyar con Barton, Cyborg y Green Arrow.
-Logan -llamó al alcanzarle, con las flores en su mano.
El mutante se giró al escucharle mirando el ramo con una sonrisa torcida, levantó su mirada hacia el rostro confundido del Omega. Ninguno de los dos se movió. Barton dijo algo, Logan cerró sus ojos, bajando lo suficiente de la plataforma para alcanzar la nuca de Bruce, jalándolo para darle un beso furioso, triste, ansioso. Se giró para entrar, la plataforma cerrándose tras él sin que Bruce hubiera podido decir lo que había querido, apretando las flores con ambas manos. El Quinjet despegó, dejándole solo en la pista hasta que Tony llegó a él, mirando la nave perderse en el horizonte hacia aquella enorme mancha negra cuyo zumbido les alcanzaba.
-Recuerda, Bruce, pase lo que pase confío en ti.
-Yo confío en ti.
Tony sonrió, listo en su propia armadura con un cañón cargando en la espalda.
-Hay que ayudar a nuestros Alfas.
Se marchó acompañado de Rhodey, Banner y Bucky. Diana alcanzó a Bruce, observando el primer grupo de aquellas criaturas voladoras ser engullidas por brazos del mar.
-Ha llegado la hora.
-Pareces alegre de pelear.
-La sensación es congruente entre lo que siento con lo que pienso. No sé el momento en que permití que ambos se distanciaran.
-Siempre es bueno volver a ser uno mismo.
-Lo es -la amazona asintió, mirando el lazo que había arrebatado a Artemis, como su espada- Bruce, lo siento mucho.
-¿Por qué?
-De haber hecho las cosas en la forma correcta, no estaríamos en semejante predicamento.
-Hubiera pasado de cualquier manera.
-Pero en distintas circunstancias -Diana suspiró- Sonará falso y carente de sentido en estos momentos, pero no te miento al decir que daría lo que fuera por haber sido yo quien hubiese enfrentado a Clark, no fue justo para ti.
-Está bien.
-No lo está, no quieres admitirlo que es diferente.
-¿Ahora tienes el poder de leer la mente?
Una risa quieta escapó de la amazona. -Desafortunadamente no. Tengo que decir que me duele el no haber sido el apoyo que él esperaba de mí, cierto que siempre estuve a su lado, pero no evité que se corrompiera de esa horrible manera. Fallé en eso, me fallé a mí misma. Agradezco ahora que pueda ofrecer mi fuerza para cuidar lo que más amó por sobre todas las cosas.
Bruce desvió su mirada, apretando más las flores.
-Procura no morir, Diana. Themyscira necesita a su princesa.
-Como Damian necesita de ti.
Barry silbó al ver esa primera oleada de criaturas desaparecer, esperando por el siguiente contingente en aquel mirador que daba a la playa por encima de los árboles. Hal estaba a su lado, metros detrás. Una sombra parecía asomarse en lo alto de la atmósfera, desde donde había descendido aquel huevo. Sus sospechas eran que debía tratarse de esa nave nodriza de Nueva Génesis, los habían obligado a bajar, al menos ese primer golpe les pertenecía.
-Esto se pondrá muy interesante, ¿Hal?
El castaño sonrió, mirando ese pequeño listón dorado en su dedo anular de la mano izquierda que Jason les había colocado a ambos, con un enorme puchero y lágrimas congeladas en sus ojos bien abiertos por el miedo. Eran sus anillos de bodas que le regalaba de buena suerte. A Jordan le había dolido más de lo que hubiera podido demostrar el separarse de aquel pequeño que ya se había instalado en su corazón junto a su pareja. Todavía seguía escuchando sus sollozos.
-¿Hal?
-Prométeme algo -el piloto alcanzó al rubio, tomando esa mano.
-¿Ah?
-No corras en el tiempo.
-Hal -Barry bufó, apretando su mano- Tú no vayas a explotarte la cabeza.
-No lo hagas.
-Hey -Allen besó sus labios, seguido de un guiño- Es hora de pelear, señor linterna.
La primera incursión había sido detenida casi en su totalidad por las fuerzas de Atlantis, el siguiente grupo nutrido de drones se dividió, pero el mar les impidió alejarse demasiado, obligándolos a dirigirse hacia el punto de la playa donde ya estaban reuniéndose todos frente a las Furias. Ellas atacaron esta vez, evadiendo la primera línea de defensa y saltando hacia el escudo con sus armas listas para romperlo. Quill sonrió al verlas salir despedidas por el campo de energía que casi las electrocutó, terminando en el mar entre columnas de agua al caer con fuerza. Tony había modificado el campo de protección, entrar en él iba a costarles más que unas cuantas armas o drones escabulléndose para intentar lo mismo sin resultado. Rhodey dio la orden para los Comandos Aulladores, comenzando a destruir esos drones. Arthur fue cerrándoles el paso, siempre obligándolos a enfrentar el ejército en la playa. Una de las Furias salió primero, saltando hacia la columna desplegada en la arena, encontrándose en el aire con Thor.
Con los Metahumanos moviéndose a lo largo de la playa, las fuerzas lideradas por el Comandante Rogers, los guerreros de Nova con Thor y los Comandos Aulladores más los aliados, parecía que los drones no serían de mucho peligro. Las Furias eran el único problema, pero Arthur se unió al Patriarca en el combate que tenía con ellas. La tercera oleada de drones terminó como basura en el aire, siendo despedazados después por Erik a la distancia. Tanto la Milano como el Quinjet prepararon sus nuevos cañones hacia aquella nave en forma de huevo de donde brotaban los drones, lanzando un ataque conjunto que la hizo explotar con el ejército restante. Una primera batalla ganada sin que nadie bajara la guardia, ellos sabían que estaban probándolos, midiendo sus fuerzas y organización. Tony miró en la distancia el grupo conformado por Bucky, Dick, Jason, Tim y Connor moviéndose por entre las filas, siguiendo los movimientos de las Furias.
-¿Bruce?
-Te escucho.
-Este primer combate terminará más pronto de lo que pensábamos.
-Quizá es mejor.
-O quizá el siguiente viene de manera inesperada.
-No van a elegir otro punto de ataque, eso los dividiría más que a nosotros.
-Tengo una corazonada de que el siguiente movimiento se ha dado. ¿Algo inusual en tu posición?
-Nada.
-Seguimos en contacto.
Bruce miró por el bosque, todo estaba tranquilo. Diana no estaba muy lejos igualmente esperando por una sorpresa con sus armas listas. Hubo una serie de relámpagos que lanzaron a las Furias lejos de la playa, hacia el cielo. Luego vino el silencio inquietante, con todos alertas. Tal como lo había predicho Tony, abriéndose paso por las nubes que se arremolinaron, un ejército de robots fue descendiendo desde lo alto hacia ellos, con forma humanoide, pero con tres ojos unidos dentro de un triángulo. A diferencia de los primeros drones que intentaron atacarlos, éstos no fueron tan fáciles de repeler. Bruce los observó con unos binoculares, notando lo diferente que eran esas máquinas de los primeros. Mucho más avanzados, más inteligentes. Se giró a la amazona, caminando hacia ella y señalando la playa lejos de ellos.
-Deberías ir con ellos. Tu fuerza puede ayudarlos.
-No, no voy a dejarte solo.
-El escudo es demasiado fuerte para que algo lo atraviese.
-Aun así.
-Ve con ellos, Diana.
Ella levantó un dedo que llevó a sus propios labios, pidiendo silencio y girándose sobre sus talones, buscando alrededor. Bruce liberó el gatillo de su arma, preparándose, aunque no escuchó nada. Diana frunció su ceño, llamando al Omega a su lado con su espada firme en ambas manos. Le había parecido detectar algo ahí dentro, alertándola. Cuando pasaron varios minutos sin más sonidos que la playa a la distancia con una pelea más acalorada con los robots, Bruce consideró que tal vez solo había sido algún efecto sobre el campo de protección. La amazona permaneció en su posición de defensa otro par de minutos más, todavía sin convencerse de que estuvieran completamente solos. Un conejo saltó hacia ellos de entre los arbustos, olfateándolos antes de echar a correr.
-Estás demasiada tensa.
-Tal vez. Algo no está bien, no te separes de mí.
-No me contagies tu histeria.
Diana bufó divertida, murmurando cosas para sí misma luego de otros tantos minutos sin que nada ocurriera además del conejo alejándose de ellos. La batalla en la playa continuaba su ritmo, sin que más robots aparecieran, comenzando a disminuir en número conforme iban eliminándolos evitando a intervención de Erik o de Charles. Barry fue a verlos, confirmando que estuvieran bien antes de retirarse. Bruce se giró para ir hacia la playa, pretendiendo apoyar desde una posición más alejada, pero una mano de la amazona le detuvo.
-¿De nuevo?
-¿No lo sientes?
Bruce se quedó quieto, prestando atención una vez más a sus alrededores. No había nada, excepto ahora un ligero tremor en el suelo. Empujó a Diana lejos de él, ambos saltando cuando uno de esos robots brotó de la tierra, abriéndose paso junto con otros dos. La amazona los atacó enseguida, cortando la cabeza del primero, los otros dos huyeron de ella volando en el aire que ella atrapó con su lazo, todo en un parpadeo sin dar tiempo al Omega a reaccionar. Se había vuelto más rápida y fuerte, en definitiva, o quizá era que ahora realmente se sentía como una auténtica guerrera. Bruce sonrió al ver los trozos de los robots caer al suelo. Un zumbido les hizo levantar la vista hacia el cielo, justo arriba de ellos una nave apareció de la nada, por encima del campo protector. Tenía la forma de un cerebro con largos tentáculos. Una docena de robots salieron disparados del suelo a su alrededor, apuntando sus brazos con cañones a ellos.
-¡Bruce!
Diana le alcanzó, usando un escudo para protegerse ambos. Esta vez unieron fuerzas para ir acabando con los robots que a juicio de Bruce solamente eran una distracción, poniendo atención a la extraña nave con un tentáculo probando el escudo. La flecha de Clint Barton llegó a tiempo para impedir que un robot atacara por la espalda a la amazona, uniéndose a ellos en la pelea. Otros dos más cayeron con las armas de Bruce, nunca perdiendo de vista a la nave ni al resto de las máquinas asesinas que continuaron su ataque. No aparecieron más robots, lo que indicaba que quien iba a realmente atacarlos debía estar ahí. Cuando Diana partió en dos al penúltimo de los robots, el arquero se giró detrás suyo para lanzar una flecha a un objetivo invisible, destruyendo el manto de invisibilidad que cubría a un hombre muy alto, en una armadura de la que brotaban tentáculos. Su piel era verde con unos nodos violetas en su frente igual que el símbolo de los robots.
-Criatura inferior, ¿qué tratas de hacer?
Los tres atacaron, Bruce dando aviso a Tony de la intrusión de lo que sin dudas le pareció uno de esos dioses de Nueva Génesis. Diana le atacó con su espada y escudo, terminando estampada contra un par de árboles que se rompieron, cayendo sobre ella. La velocidad de Clint Barton con flechas y cuchillos no hicieron mella en aquel dios que con gesto de cansancio lo atrapó entre sus tentáculos para enviarlo lejos por encima de los árboles. Bruce le analizó, no podía pelear tal como quería en las condiciones en que estaba, pero eso no iba a significar que se rendiría tan fácil. Aquel intruso estaba dentro del campo, podía acercarse a los cachorros sino era que había enviado robots a donde el Triskelion. Tenía que detenerlo y hacer tiempo, cosa que no se le dificultó, usando bombas y algunas cargas contra la armadura para probar su resistencia.
-Intentos inútiles de una criatura inútil -dijo el dios.
-Tal vez -replicó Bruce, apretando un botón en su brazalete.
Una descarga de energía envolvió al dios, haciéndolo rugir, agitando sus tentáculos para deshacerse de los pequeños robots que se habían adherido a su cuerpo al lanzarle las bombas distractoras. Miró a Bruce con fastidio, lanzando sus tentáculos hacia él. El Omega los esquivó, alcanzando a Diana quien despertó con un gruñido, recuperando su espada y peleando contra el invasor. Barton se les unió, airado de haber terminado enredado entre ramas mientras que Wayne se preparó con una nueva carga, no era tan fuerte como parecía, dependiente de su tecnología. Con un empellón del escudo de la amazona, los tres derribaron al dios quien jadeó sorprendido. Su armadura brilló por las líneas violáceas que la dibujaban, lanzándolos a los tres con una onda de energía, salvo a Bruce a quien atrapó con sus tentáculos.
-No perderé más mi tiempo.
Desapareció junto con el Omega y el arquero quien alcanzó a encaramarse en el dios con un grito de advertencia de Diana. Los tres aparecieron dentro de la nave que estaba encima del escudo, en una amplia habitación donde tentáculos más largos y gruesos sujetaron a Clint como a Bruce. El dios entrecerró sus ojos, colocando sus manos detrás de su espalda al caminar hacia ellos, observando al Beta con curiosidad.
-Inservible.
-¡NOOOO!
Bruce gritó al ver el cuerpo del rubio ser destrozado por los tentáculos sin poderse mover para hacer algo, sujetado de brazos, piernas, cuello y cintura por aquellos. El dios se volvió a él, quedándose a menos de un metro de distancia.
-Es increíble como seres tan... imperfectos como ustedes pueden causar tantos desastres, probablemente se deba a su poca capacidad intelectual o la inferioridad de sus genes.
-Tú eres igual como nosotros, solamente tienes trucos que te hacen sentir superior.
-No, estás equivocado, nosotros ya no somos como ustedes, evolucionamos.
-Sigue diciéndote esa mentira, quizá un día te la creas.
-Cualquier otro Omega estaría temblando de miedo, su naturaleza es temer y lanzar feromonas de miedo para solicitar auxilio. Tú no lo haces, al contrario, desafías a tu amenaza.
-¿Qué debo temerte?
-Y posees una lengua altanera. Tú has provocado demasiados problemas.
-Me alegro.
El dios ladeó su rostro, tranquilo como si no tuviera de qué preocuparse.
-Soy el responsable de los cultivos, he criado con éxito generaciones de ustedes en la Tierra, particularmente Omegas. He creado algunos especímenes perfectos, esperando conseguir con ello la respuesta que tanto buscamos, pero tú... un animal salvaje lleno de imperfecciones viene a echar a perder todos mis experimentos.
-No somos sus experimentos.
-Hace tiempo que todo ser humano que vive en este mundo es producto de mis cultivos. Son nuestros experimentos, por supuesto.
-Están locos, han perdido la razón.
-Como ya dije, hemos evolucionado -el dios levantó su mentón- Pero me ha molestado de sobremanera tu accidentada fortuna - sus tentáculos apretaron el agarre, haciendo a Bruce quejarse, mientras los de su cuerpo se clavaban en uno de sus brazos, otro en su vientre- Décadas haciendo una refinada selección de Omegas en condiciones favorables y limpias para que un salvaje como tú trate de superarles... estoy cansado de ello.
-¡Suéltame!
El dios miró las pantallas que aparecieron frente a él, leyendo lo que sus tentáculos obtuvieron de su sangre, la lectura de su cachorro en su vientre.
-No eres parte de la selección, ni de la siguiente fase, criatura salvaje. ¿Cómo te atreves a contaminar mis muestras combinando tu sucio ADN con la de los dioses?
-Si no me sueltas te arrepentirás.
-Me dirás donde tienes el cachorro de la casa de Jor-El, donde están los demás. Al menos de algo servirá el analizarlos.
-Eso nunca.
-¿Crees que estaba solicitando tu permiso, Omega?
Bruce castañeó sus dientes al sentir la fuerza del dios tratando de imponerse, apretando sus puños. Una de sus manos se encrespó, alcanzando el botón en su muñeca que lanzó una descarga contra los tentáculos que le soltaron al instante. Corrió para evadir al dios y sus ataque alrededor de aquella sala de observación, buscando un hueco por donde escapar. El dios se quedó quieto, cerrando sus ojos unos momentos para tomar aire, volviendo a cruzar sus manos detrás de su espalda.
-Salvaje comportamiento de una criatura inferior. No hay escapatoria, esto se acaba aquí y ahora.
Del techo descendieron más tentáculos, el Omega jadeó, evadiendo unos, pero otros lo sujetaron de vuelta pese a sus forcejeos y cuchillo cortando algunos.
-Ahora me dirás dónde están esos cachorros.
-Perderás el tiempo.
Los tentáculos le apretaron casi al punto de romperle los huesos, Bruce apretó sus dientes, resistiendo el quejarse mientras otros tentáculos más delgados fueron descendiendo como serpientes que buscaron sus sienes. El dios dio un par de pasos, girándose de pronto hacia un costado para ver a un Logan envuelto en energía blanca aparecer, cortando los tentáculos con un rugido de guerra saltando hacia él, haciéndolo retroceder. Logan liberó a Bruce, sujetándole por su cintura antes de desaparecer no sin antes dejar sus garras marcadas en una pared metálica. Ambos aparecieron en la cueva donde se encontraba la Caja Madre, a salvo.
-¿Cómo...?
-No lo sé -jadeó Logan con sus puños apretados y garras fuera- Yo solo escuché la alerta de Tony y quise alcanzarte.
-La Caja te escuchó una vez más.
-¿Por qué no destruye Nueva Génesis si es mi deseo?
-Dudo que sea tal su capacidad -corrigió Bruce- Gracias.
-¿Te lastimó?
El Omega negó. -Pero Barton está muerto... Volverá, quiere saber dónde están los cachorros.
-Me sorprendería lo contrario. Vamos, te llevaré a un lugar seguro.
-Debo seguir peleando, algo me dice que vienen más.
-¿Cuántos...?
La cueva se estremeció, todo el territorio lo hizo como el mar alrededor. Bruce salió corriendo con Logan diciéndole que no lo hiciera. El cielo estaba oscuro sobre ellos, con nubes relampagueando y una enorme sombra por encima, un disparo de un poderoso cañón fue directo hacia lo profundo del océano, levantando un tsunami.
-Joder, esta vez sí hablan en serio.
-Todos deben volver tierra adentro, la playa es un lugar vulnerable.
-¿Funciona tu comunicador?
-No, lo destrozaron esos tentáculos.
-Buscaré a Diana, tú quédate aquí.
-Logan.
-HAZLO. No me preguntes... ¡sólo hazlo maldita sea!
Bruce sospechó que la Caja le hablaba a Logan de una manera que solamente el mutante podía entender, por eso le había pedido quedarse. Sin embargo, era imposible, entre todo ese ejército a punto de enfrentarse a la furia de los dioses de Nueva Génesis estaba su familia, incluyendo al idiota de su Alfa. Las cosas iban a empeorar y lo supo cuando olfateó la presencia de Ares, girándose para verle en la entrada de la cueva, recargado contra la pared de roca.
-La verdadera pelea se acerca, me pregunto si acaso estarán ya preparados para lo que tú ya comenzaste a experimentar.
-¿Cumplirás tu palabra?
Ares bufó, arqueando una ceja. -Te daré un buen consejo, quédate aquí.
El tsunami había alcanzado a varios Atlanteanos y soldados, el resto había conseguido ir tierra adentro antes de la inundación. En el cielo se abrieron varios portales de los cuales descendieron una bandada de monstruos, con alas de insecto y ojos rojos que chillaron, volando hacia el Triunvirato que al mismo tiempo era invadido por aquellos mismos robots vistos por la amazona, el fallecido arquero y Bruce. Aquel movimiento provocó que el escudo debiera retraerse hasta el Triskelion, dejando el resto de las comunidades y el territorio a merced de la batalla. No hubo otro remedio. Las fuerzas se dividieron, esperando los ataques por diferentes puntos al ver que las Furias regresaban con aquellos parademonios. Tony se reunió con Steve, cerca del lago junto al Triskelion, mirando el cielo de nubes negras con las bestias volando alrededor formando círculos para descender sobre ellos. El rubio alcanzó su mano, apretándola antes de darle un beso.
-Lo lograremos.
-¿Juntos?
-Juntos, no temas.
Thor levantó su martillo, llamando a todos a prepararse para la primera avanzada que descendió a toda velocidad, las Furias cayendo frente a ellos y los parademonios dispersándose por el bosque. Los disparos de los Comandos Aulladores no se hicieron esperar, algunas de las naves cayeron al ser atrapadas por los monstruos que mordían a sus víctimas que, para sorpresa de todos, se convertían al instante en uno de esos parademonios. Artemis divisó una vez más entre todos aquellos rebeldes a Dick, entrecerrando sus ojos. Lo había perdido en la pelea de la playa, ahora no lo haría. Se alejó de las Furias para ir tras el Omega quien ayudaba a un grupo de Nova a deshacerse de las bestias sin que terminaran convertidos en una. Jason le interceptó, empujándola con violencia y descargando su arma contra ella, viendo rebotar las balas de su cuerpo.
-¡No te interpongas!
-¡No lo vas a tocar!
-¡Es un Omega, no valen la pena!
Jason rugió, alcanzando su cañón que cargaba en su espalda y apuntando hacia ella. Artemis desapareció en forma de lobo, corriendo hacia Dick. El joven le escuchó a tiempo para no perder un brazo con sus fauces, solamente su traje y parte su espalda fueron lastimados por el roce de los colmillos, rodando por el suelo. La guerrera cambió de forma, saltando hacia él, cayendo sobre Jason en su lugar, recibiendo una serie de cuchilladas de su parte. Artemis correspondió el gesto con puñetazos, pateándolo lejos y volviéndose a Dick quien ya le esperaba con sus bastones. Ella rió despectiva, sin buscar su hacha para pelear, usando solamente sus puños que no tuvieron misericordia del Omega. Una pelea que no tuvo fácil, enfureciendo más al no poder acabar con Dick.
-¡Muérete de una vez!
Conner le saltó encima, haciendo un candado de sus brazos, alejándola del otro. La pelirroja bufó, tomando sus brazos y quitándoselo de encima con un giro que arrojó al adolescente lejos. Ella tomó su hacha con la mirada puesta en Dick. Una vez más, Jason se interpuso, sangrando de su cabeza con dos armas de cañón apuntándole.
-¿Por qué defiendes semejante criatura?
-No es de tu incumbencia.
-Fue de los que te abandonaron, y que rechazó tu nueva forma.
-He dicho, aléjate.
-Tu lugar es conmigo.
-No me voy a repetir.
-Ni yo tampoco.
Artemis se abalanzó en un salto alto contra Dick, su hacha sobre su cabeza. Jason disparó, empujando a su Omega con fuerza con una patada. El contacto del hacha con los disparos de cañón provocó una explosión que empujó a todos alrededor, tumbándolos.
-¡JASON! ¡NO!
Dick corrió hacia el fuego, buscando al joven Alfa con desesperación. Artemis se levantó del suelo, su armadura maltrecha y mirándole con rabia aún con su hacha en mano. Se dedicaron una mirada de odio mutuo, la pelirroja corriendo de golpe hacia el Omega. Ella se quedó en el aire, congelada con sus ojos abriéndose cada vez más mientras un hilo de sangre escapaba de su nariz, oído y ojos, temblando hasta soltar su arma. Dick se giró, observando a Charles con una mano en alto y su vista fija en la guerrera, misma que lanzó un grito antes de caer pesadamente al suelo. El joven Omega vio a Jason no lejos, corriendo a su lado y luego mirando a Charles, quien pareció sonreír repentinamente como si acabara de descubrir algo. Colocando la cabeza de un herido Jason contra su pecho, Dick le habló al mutante, preocupado.
-¿C-Charles?
Éste se dio media vuelta sin responderle, un grupo de parademonios trató de alcanzarlo, pero terminaron hechos pedazos en el aire. Dick tembló ligeramente, abrazando a Jason contra su pecho, mirando las bestias huir de ahí por alguna misteriosa razón. Harleen apareció, sacudiéndole y gritándole algo que no escuchó, dejándose llevar por ella, ambos sujetando al joven Alfa para alejarse de aquella zona. Pequeñas luces del cielo fueron descendiendo en el bosque, los dioses de Nueva Génesis descendían para poner la balanza de su lado.
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