Balance
GOTAS DE LLUVIA SOBRE MI CABEZA
Autora: Clumsykitty
Fandom: Marvel/DC
Género: AU -Sci-Fi/Omegaverse
Parejas: de los arcos anteriores, con una sorpresota.
Derechos: Los personajes pertenecen a Marvel, DC y los abogados. Yo solo soy un gusanito.
Advertencias: Pues esto no será agradable, hay mucho dolor, sangre, sufrimiento como lo propio de un Omegaverse. Gente mala haciendo cosas malas, tomando malísimas decisiones. Yo pensando mil locuras con eso. Este crossover es un completo gusto mío.
Para entender la historia hay que leer primero el Arco Marvel y el Arco DC. Ops.
Gracias por leerme.
***
Balance.
"La amistad te impide resbalar al abismo."
Bruce Springsteen.
Todo lo veía en cámara lenta, aumentando la angustia en su pecho al recorrer con una mirada aterrada la destrucción a su alrededor. Aves caían del cielo, sus plumas bajando lentamente como las cenizas con aroma a sangre y el polvo flotando en ventiscas. Los árboles iban desapareciendo al ser carbonizados, entre los restos de naves, cuerpos dispersos por doquier. Un enorme hongo radiactivo se elevó a lo lejos, haciendo que se cubriera su rostro al sentir la onda expansiva de calor empujarle sin que le hiciera daño siendo únicamente el espectador mudo de un escenario fatídico. Escuchó algunos gritos de agonía entre las naves enormes en el cielo, abriéndose paso por las nubes radiactivas con sus cañones disparando sobre la tierra en llamas. Levantó sus ojos hacia la Luna, mirando la figura flotando en lo alto, su rostro apenas humano deformado por la unión entre su traje y el cuerpo original, notando como sus ojos brillaron hacia todos ellos con una luz violácea apareciendo en su palma que disparó contra el bosque para desaparecerlo por completo.
Hal despertó, jadeando pesadamente con su pecho y frente perlados de sudor. Sus manos estaban aferradas a las sábanas descompuestas, mirando ese techo grisáceo con las luces apagadas de su recámara. Una visión de Nueva Génesis. Giró su rostro hacia el cuerpo a su lado. De inmediato su expresión contrariada cambió a una dulce al ver a Barry durmiendo boca abajo tranquilamente, sus cabellos descompuestos sobre la almohada, sus mejillas aún sonrojadas con sus labios hinchados por sus besos, una mordida en su hombro con otras marcas por la espalda que cubrió con la sábana antes de ponerse de pie, caminando desnudo hacia el baño para refrescarse el rostro. El piloto se miró al espejo, preguntándose qué tanto de todas esas visiones podrían ser verdad como que tanto no. Le preocupaba en particular aquel gigante de rostro humanoide con las Cajas Madre flotando a su alrededor, destruyendo todo el Triunvirato con una sola mano.
Con un suspiro luego de secar su rostro, Jordan regresó a la cama, quedándose unos minutos en silencio al pide de la misma para admirar una vez más a su pareja, su respiración pausada luego de una buena y larga sesión de sexo sin interrupciones. Levantó la sábana para acomodarse a su lado, sonriendo al notar ese gesto inconsciente del rubio de buscarle con una mano a ciegas, todavía dormido. Atrapó esa mano entre las suyas, besándola por sus nudillos antes de atraerle a su pecho, besando sus cabellos. Recordó esa visión fatalista, él gritando al sentir ese poder destructivo alcanzarle, cargando entre sus brazos a Barry, mirando sus piernas fracturadas al haber tratado de esforzarse al límite, perdiendo la vida. El castaño besó la nuca y mejilla de Allen quien solamente murmuró algo incoherente, acomodándose contra él.
-Nunca vayas a correr en el tiempo -murmuró en su oído apretándole.
-... las hamburguesas sí existen -balbuceó el velocista, perdido en sus sueños.
Hal rió, negando y acomodándose para dormir, aun no era de día. Se quedó profundamente dormido con su pareja entre sus brazos hasta que un bulto cayó sobre ellos, despertando a ambos con unos gritos infantiles.
-¡TENGO HAMBRE! ¡HAAAAL TENGO HAMBRE! ¡BAAAARRYYYY!
-Buenos días, Jason -jadeó el rubio, con un ojo abierto.
-Vamos a desayunar tengo mucha hambre.
-¿No has desayunado con tus padres? -preguntó Hal, percatándose del detalle de que ambos estaban desnudos bajo las sábanas en las que Jason estaba brincando.
-No -el niño negó con fuerza- No quiero estar con ellos. Están enojados y estoy enojado con ellos.
-¿Qué sucedió?
-¡DESAYUUNOOOO!
Fue mejor no hacer preguntas, luego de que Nathaniel se marchara con Arthur Curry a traer más equipo y medicamentos de Atlantis, con esos tres Alfas con sus Omegas haciendo quien sabe qué cosas con Bucky que ahora estaba con Bruce levantando rumores en los refugiados, Hal entendió por qué Jason había huido tan temprano hacia ellos. Barry al fin se dio cuenta de su precaria situación, pero siendo un Metahumano con la capacidad de moverse más rápido que la vista, el bastardo afortunado no tuvo problemas para desaparecer de la cama, bañarse y volver donde ellos antes de que sucediera algo. Jason rió al verlo aparecer ya vestido con sus cabellos húmedos, llamándole a sus brazos.
-Okay, Jason, vamos a desayunar, que Hal nos alcance porque es más lento.
-¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!
-Gracias, amor.
-Estaremos en el comedor. No tardes.
Jason brincó a los brazos del rubio, ambos desaparecieron por la puerta con el niño narrando sus sueños al velocista. Hal suspiró, no perdiendo tiempo para ir al baño, ducharse, vestirse y alcanzarlos porque esos dos podían dejarlo sin desayuno. Sonrió cuando entró en el comedor, observando a Jason en el regazo de Barry, quien lo distraía para que comiera el cereal entre juego y juego. Fue a sentarse a su lado, luego de tomar de la barra sus propios alimentos. El rubio era bueno con los niños, al menos con ese niño.
-¿Hal?
-¿Qué pasa?
-¿Estás bien?
-Sí, solo los observaba.
Barry arqueó una ceja, luego negando con un suspiro algo curioso, tomando su vaso de juego que bebió con Jason llevándose una enorme cucharada de cereal a la boca, sus ojos clavándose en el rubio y luego en el piloto.
-Barry está inquieto.
-¿Lo estoy?
-¿Por qué lo estás? -quiso saber el piloto.
-Porque él no es Omega y no puede tener tus bebés, eso lo pone triste.
-¿Qué? Jason eso no es...
-Oh, Barry -el castaño alcanzó su mano que apretó- ¿Por qué piensas esas cosas?
-No las he pensado. Jason, tú no...
-Quieres cachorros de Hal.
-Ambos sabemos que es batalla perdida -dijo el castaño, sin soltar su mano- Barry, lo digo en serio, no hay problema con eso.
-... después puede cambiar eso.
-¿Cómo?
-Tú y Jason se llevan bien.
-¡Hal me quiere mucho! -exclamó Jason, abrazando al rubio- Pero también te quiero mucho, son como segundos papás. ¿Yo puedo ser como un hijo?
-Jason, desde hace tiempo lo eres -sonrió Hal.
-¿Entonces soy su cachorro?
-Si Thor no nos arrastra por todo el Triskelion, seguro -bromeó Barry, cepillando los cabellos del niño, siempre rebeldes.
Jason arrugó su nariz de forma exagerada, gesto que fue para Hal la confirmación de que el Patriarca no andaba de bueno humor. ¿Qué había sucedido? Nadie podía saberlo, ellos no lo decían y seguirían el consejo de Alfred de no preguntar. Mejor así. Con una situación tan precaria después del ataque sumado a la creciente tensión de la aparición de Nueva Génesis de quienes no tenían ni la menor idea, mantener la calma era lo primordial. Dick apareció, saludándoles con una mano en el aire, buscando su bandeja y sentándose junto a ellos en silencio. Barry ladeó su rostro, limpiando el rostro de Jason de cereal sin quitarle la vista de encima. No lucía como todos los días, alegre o haciendo bromas sobre cualquier cosa.
-¿Todo bien, Dick?
-Sí, bueno. Jason... el otro, y yo discutimos.
-Jason discute con todo el mundo -comentó Hal.
-Lo sé, por eso digo que todo está bien. Ya pasará. Hey, enano, ¿qué haces molestando a estos novios?
-Estaba haciéndolos mis otros papás -rió Jason, comiendo un trozo de fruta.
-Tú eres un ladronzuelo.
-Ji, ji, ji. ¡Quiero un pastel de frutas que Alfred prepare!
-Whoa, un momento ahí, señorito -Barry le miró- Primero hay que preguntarla a Alfred si tiene tiempo de cocinarte un pastel.
-Estoy seguro de que sí, pero habrá que conseguir las frutas.
-Dick...
-Vamos, me alegra que al menos un Jason esté alegre.
-Si vas así cerca de Genosha hay un campo de cositas rojas muy ricas, no me sé el nombre todavía. ¿Puede tener mi pastel de frutas esos rojitos?
-Bueno... -Allen apretó sus labios, pero Dick asintió.
-¡Yo iré por ellas!
-Dick, no es seguro, solamente los Comandos Aulladores están saliendo.
-No pasará nada, además está dentro del escudo. Me hace falta salir.
-Estos Robins.
-Palabra de honor que no haré nada tonto.
-Ya salir es tonto -negó el piloto- Mientras tanto le preguntaremos a Alfred en lo que este señorito se cambia su pijama por ropa.
-¡Sí! ¡Los quiero mucho a todos!
-Y nosotros a ti, Jason.
Apenas terminaron el desayuno, Jason le pidió a Dick que lo esperara porque fue corriendo por una de sus cubetas de juguete que le tendió al joven Omega, pidiéndole que la llenara con los arándanos que crecían cerca de la frontera con Genosha. Dick le prometió hacerlo, tomando además sus bastones y saliendo luego de dar aviso a Bruce como al Coronel Rhodes para que también le avisara a su Alfa quien ya no estaba dentro del Triskelion. No había querido descansar luego de aquel ataque, diciendo que una mala expericencia no iba a amedrentarlo. Valkiria le alcanzó para decirle sobre Harleen en esa zona, ella ya conocía la ruta a esos campos ahora que estaban preparando todo para las nuevas protecciones. No era la clase de compañía que Dick hubiese querido, pero al menos esas charlas sin sentido de la joven le distrajeron en el camino, sonriendo al ver esos campos de los que Jason le había hablado. El Omega parpadeó al percibir a su Alfa, no estaba muy lejos de ahí, no lo esperaba cerca de esa zona.
-Espera aquí, Harleen, mientras tanto ¿puedes llenar esta cubeta?
-¡Okaaaaaaaay!
Dick creyó que tal vez Jason había decidido darle una sorpresa, una sonrisa apareció en su rostro al pensar en esa idea a la que le daría un giro de tuerca, mirando hacia los árboles para trepar por uno. Caería encima del otro para darle una lección. Era como colgarse de las gárgolas y vigas en Nueva Metrópolis, solamente había que tener cuidado entre las ramas. Así se fue acercando hasta dar con el aroma de Jason que estaba cerca de otro desconocido... algo que ya no fue tan agradable para el Omega, notando unos lobos alrededor como si cuidaran. Sus movimientos fueron más sigilosos hasta ver por entre las copas de los árboles a su Alfa sentado en un tronco con la espalda recargada contra una roca, una mujer en armadura estaba sentada en su regazo, pelirroja con los cabellos en una coleta alta. Dick se quedó quieto al ver esa Alfa moverse de una manera sobre el regazo de Jason, cuyas manos fueron al cuello de la mujer, ella inclinándose de golpe para estamparle un beso entre risas y gruñidos.
No quiso ver más, desconcertado y asustado de lo que había visto, siendo tan cuidadoso en no ser visto como lo había planeado, aunque sus manos temblaran al aferrarse a las ramas hasta llegar donde Harleen que le esperaba canturreando encaramada sobre una rama gruesa caída. Dick ofreció su mejor sonrisa al llamarla, ambos volviendo aprisa al Triskelion en donde el Omega se quedó esperando por Jason luego de entregar las frutas a Alfred para que le preparara ese pastel al pequeño niño. Era una ironía que esos dos compartieran un mismo nombre, pero fuesen tan diferentes, pensó Dick mientras observaba el reloj holográfico esperando por el otro joven. Le habló apenas lo vio regresar con su cuadrilla de Comandos Aulladores, pidiéndole que le siguiera a una sala privada para hablar. El joven Alfa sonrió al ver que se quedaban solos, terminando de quitarse el traje que previamente había estado desarmando luego de pasar por la limpieza rigurosa. Dick solamente le observaba y eso confundió a Jason.
-¿Qué pasa? ¿A qué has venido aquí?
-¿Por qué?
-¿De qué hablas, Dick?
-¿Es alguna clase de venganza?
Jason frunció su ceño, mirando de arriba abajo al Omega, gruñendo cuando entendió a qué estaba refiriéndose.
-¿Eso es lo que piensas de mí?
-Responde.
-Eres muy bueno para espiar, pero se te va de las manos lo más importante, ¿no te parece?
-Creo que tú me lo dirás ahora.
-¿Sabes qué hizo Bucky que casi le ganó la muerte a manos de su padre?
-Jason.
-Fue él quien hizo entrar a Ares. ¿Y qué hizo Bruce? ¡Darle refugio!
Dick apretó sus puños, respirando agitado. -Tú sabes que eso no es de lo que estoy hablando.
-¿Ah, no?
El joven Alfa no vio venir el puñetazo que lo derribó, maldiciendo al sobarse su mandíbula con una mirada de enfado hacia Dick, quien negó con ojos húmedos.
-Tú no eres nadie para juzgarlo, menos ahora... traidor.
-¿De qué carajos hablas?
-¡Te vi con ella! ¡De eso hablo!
-¿Ella...? ¡¿Qué demonios...?!
-¡No me toques! -siseó Dick al ver su mano tratar de alcanzarle- Bucky no se revolcó con Ares, como tú lo haces con esa Metahumana. ¿Desde cuando estás vendiéndonos?
-¡¿Cómo te atreves a decir eso?!
-Bruce me dijo lo de Bucky, ¿y sabes? No tiene justificación, es cierto. Lo triste es que yo hubiera hecho lo mismo por ti.
-Dick, no es...
-Yo tratando como un imbécil de que todos sean amables y comprensivos contigo para que ya no te sientas tan solo, porque quiero verte feliz. Y tú... -el Omega sacudió su cabeza, limpiándose un ojo- Haz lo que se te de la gana, siempre lo has hecho y lo harás sin mí.
-¡DICK! ¡CON UN CARAJO!
Jason le alcanzó en el pasillo, tirando de su brazo para que volviera a la sala bajo la mirada curiosa de algunos Aulladores y otras personas que cruzaban por los demás corredores. Los dos regresaron a la sala entre forcejeos, varias maldiciones con unas cuantas patadas de parte de Dick a Jason, quien no tuvo más remedio que inmovilizarle entre sus brazos, ambos en el suelo luego de la feroz pelea que dio el Omega al no desear que le tocara. No fue sino hasta que Dick se calmó en su rabia que Jason pudo al fin hablarle con más calma, él también controlándose para no estallar.
-Escúchame bien, pedazo de imbécil. Yo no estoy haciendo nada con esa Metahumana, ¿de acuerdo? Nada. Se le ha dado la gana estar obsesionada conmigo y me ha perseguido desde que me vio, ¡pero yo la he rechazado! La primera vez me la quitó de encima Ares, ahora fue la llegada de las naves de Atlantis. ¡Ella está loca! Si no te había dicho nada era porque ya sabía lo que ibas a hacer, a meterte para arreglarlo, esa abominación quiere matarte y apenas te vea lo intentará hacer. ¿Puedes ser menos estúpido y más centrado esta vez?
-¡Mira quién habla!
-No te voy a soltar hasta que entiendas.
-¿Qué es lo que tengo que entender?
-Que eres un idiota. ¿Para qué rayos quieres toda esa naturaleza Omega si no te puedes dar cuenta que yo no estoy traicionándote?
Dick tomó aire, mirando por encima de su hombro al joven Alfa aun gruñendo discretamente. Jason alzó ambas cejas sin aflojar su agarre.
-... suéltame.
-No.
-Jason...
-Esperé por ti toda una vida ¿y ahora me dices que te cambié por un monstruo?
-No lo sé.
-Dick, usa la cabeza. La de arriba.
-Idiota.
-No más que tú. Estoy hablando en serio cuando digo que esa tipa está loca y quiere matarte, y a ti te da la gana ser la típica esposa celosa que espía al esposo.
-¡Jason, eres un imbécil!
-Y además me gritas.
Se quedaron en silencio, mirándose uno al otro hasta que Dick estalló en risas, algunas lágrimas escapando de sus ojos al cerrar sus párpados. Jason negó, inclinándose para besar esas tibias gotas sobre sus pómulos, al fin liberándole. Los dos se tumbaron boca arriba sobre el piso, mirando las brillantes lámparas largas y rectangulares del techo.
-Lo siento, es que...
-Te dolió, ya sé. Pero sé más asertivo y menos impulsivo en esto. Se supone que es tu Alfa quien debe perder la cabeza, no el Omega.
-Ambos sabemos que no funcionamos de esa manera.
-Estoy tratando de seguir el libro.
-Lamento lo que dije.
-He escuchado cosas peores, tranquilo. Solo hazme el enorme favor de quitarte esas ideas de la cabeza.
-¿De verdad esa Metahumana quiere matarme?
-Sí, me gustaría que ya no salieras del Triskelion hasta que pueda matarla.
-Jason, no.
-Jason sí.
Dick suspiró, arrastrándose para dejar su cabeza sobre un hombro de Jason, entrelazando una mano con la de su Alfa dándole un suave apretón.
-¿Qué pasa que estamos comportándonos así?
-El miedo a morir, Dick, el miedo a perderlo todo. Te orilla a ser el más grande de todos los imbéciles sobre la Tierra sin que de tes cuenta.
-Y tú sabes de eso, ¿cierto? -rió el Omega.
-Vaya, vaya. Eso amerita un castigo por atrevido.
-¿Ah? ¿Jason? ¡JASON!
Erik estaba por tocar a la puerta, siendo detenido a tiempo por Charles. Le jaló discretamente con un dedo en sus labios para callar sus preguntas, alejándose lo suficiente para hablar sin interrumpir lo que esos dos jóvenes estaban por iniciar.
-Me recuerdan a nosotros cuando éramos más jóvenes -comentó Erik, caminando de la mano de su Omega- Hace que sienta de pronto el paso del tiempo.
-Espero que sea de una manera agradable.
-La mitad de ello.
-Entonces quédate con esa mitad, ha sido suficiente lo que hemos pasado estos días. Al menos que estos cachorros disfruten de la tranquilidad que a nosotros nos ha faltado.
-Ha sido como si de pronto todos se volvieran extraños.
-Debemos ser amigos de nuevo.
-Tu expresión me dice que tienes una idea, cariño -sonrió el Alfa, ladeando su rostro.
-Sí, y mientras la llevo a cabo, tú debes marchar con Thor y Steve porque las naves de Atlantis han llegado a las costas.
-Prometiste no estar usando...
-No lo hago, ya es algo inevitable, como respirar.
-Voy a tener que distraerte con algo más -susurró Erik, tomando a Charles por su cintura y robándole un beso corto pero fogoso- No quiero esa cabecita agobiarse por otros pensamientos.
-Ve con ellos, ya están buscándote. Les hará bien el aire de la playa y tu compañía, eres el único Alfa de todos que aún no pierde la cabeza.
-Espero que tú me ayudes con eso.
Charles rió, picando su nariz. -Así será, ahora debes partir.
-Te veré luego.
-Por supuesto.
Charles le sonrió, despidiéndole con una mano por el ventanal mientras partía ya con los otros Alfas, girándose hacia Alfred que venía por un pasillo, asintiendo para seguirle a una sala amplia, que pertenecía a los aposentos de Tony. Un servicio de té esperaba por él como por el resto de los Omegas que fueron llamados bajo diversos pretextos. El primero en aparecer fue Peter Quill, no estaba realmente serio, más su usual sentido del humor estaba ausente. Solamente arqueó una ceja al notar el té tan apetitoso que Charles sabía hacer con unas rebanadas de un pastel recién hecho por el mayordomo. Luego apareció Tony, quedándose unos segundos bajo el marco de la puerta como si lo que estuviera observando fuese algo extraño. Por último, Bruce llegó a punto de volverse sobre sus pasos cuando notó a todos ahí, fue la mirada de advertencia de Alfred quien lo detuvo.
-Nuestra segunda reunión del club comienza ahora mismo -anunció Charles, sirviendo el té.
Por cortesía más que otra cosa, todos alcanzaron sus tazas para beber en silencio sin cruzar sus miradas. Quill probó su rebanada, apretando sus labios después con su mano jugando con la cuchara sin atreverse a decir algo. El pie derecho de Tony golpeó insistente el piso, como nervioso o enfadado, quizá las dos cosas. Sus ojos viajaron de Alfred a Charles, luego a Quill y por último a Bruce quien parecía haber encontrado algo interesante en la taza blanca y lisa que sujetaba entre sus manos. Charles bebió despacio, sin decirles nada tampoco. Esperaba que alguno de ellos fuese quien rompiera aquel silencio, así que dejó pasar los minutos en ese incómodo silencio sin alterarse. No podían estar de esa manera, distantes y enojados entre sí porque era precisamente lo que ese Metahumano llamado Ares buscaba conseguir. Tony suspiró hondo, tallándose su rostro antes de por fin hablar, no soportando ese mutis en la sala.
-Ya. Estoy enojado, ¿okay? Bucky... vamos, Bruce, ¿es que ni siquiera te inmuta algo el que hubiera puesto en riesgo a todos los cachorros? Yo no le enseñé a ser así.
-¿Pero sí el torturarlo públicamente como escarmiento? Al menos Clark era discreto con sus ejecuciones.
Tony tensó su mandíbula, mirándole. -¿La vida de los hijos de Quill tampoco te importan?
-Me importan todos -respondió Bruce, igual clavando su mirada en él- Las vidas de cada uno de los que habitan en el Triunvirato, todos los animales, sus árboles y todos los seres vivos que han tenido una vida relativamente tranquila me importan. Más que mi propia vida.
-¿Entonces?
-Me vi en ti cuando quisiste lastimar a Bucky, como yo cuando Jason. Créeme, puedes odiarme ahora pero no sabes lo que es cargar con eso toda tu vida. Y no eres Tony Stark si estás pasando por alto lo que Ares realmente vino a hacer aquí dentro.
-¿Demostrarnos que no podremos contra los dioses de Nueva Génesis?
-Es más astuto de lo que hemos podido imaginar. Siempre buscará su provecho manipulando las situaciones a su favor. ¿Quién crees que le dijo como hacer la cámara para la Caja Madre a Stephen Strange? ¿Quién le dio las pautas de medicina a Víctor Von Doom para restaurar la tierra? ¿O los principios de Metamaterial a Reed Richards? Estas tierras no se han escapado de sus trucos. Conoce el Triskelion mejor que cualquiera de nosotros, tomar a Damian no es ningún trabajo para él, pero eso lo hará más tarde.
-¿Bruce? -Quill frunció su ceño.
Bruce miró a Charles y luego a Tony. -En un balance de vidas, la tuya es más valiosa que la mía, es demasiado tarde para mí, pero no para ustedes. Ares sabía que buscaría la llave, que daría con la Caja Madre, pero también con su mensaje, fui a la tumba de Clark a encontrarle. Hicimos un trato...
-Bruce, no...
-Mi vida y la de Damian a cambio de salvar el Triunvirato.
-¡Bruce! -Tony rugió, levantándose y azotando sus puños en la mesa- ¡¿Qué carajos hiciste?! ¿Tienes mierda en la cabeza? ¿Cómo pretendes confiar en un perfecto extraño tu vida y la de tu hijo por...?
-Por todo lo que has hecho por mí -le cortó Bruce con calma, mirándole- Por lo que has hecho por mis amigos y mis hijos. Él va a cumplir su palabra, no tiene otro remedio.
-¿Qué?
-Sé que debí hablar sobre lo de Bucky cuando me lo pediste, que el defenderlo es apoyar lo que hizo. Mis decisiones nunca han sido las más buenas, tarde me doy cuenta de ello.
-Escucha, tú...
-El Triunvirato no terminará como mi hogar, un gigantesco desierto condenado a estar muerto por varios siglos. Podrás escupir sobre mi memoria con todo gusto.
Tony gruñó, levantando a Bruce por el cuello y empujándole hasta azotarlo contra la pared más cercana, mirándole con ojos húmedos. Quill se puso de pie también, caminando a ellos para separarlos, empujando a Tony con una mano y otra en Bruce.
-¡SUFICIENTE! ¡ESTO YA IDO DEMASIADO LEJOS! -jadeó el rubio, viendo a uno y otro por turnos- ¡Sólo estamos hundiéndonos más y más! ¡Tony! ¡Tú tienes razón en estar rabioso, en no perdonar a Bucky ni llamarlo hijo nunca más! ¡Está bien! Pero yo no le guardo rencor porque cuando le conocí tenía tanto miedo de sentirse amado que prefirió renunciar a su Alfa antes que arriesgarse a abandonarte. Y tú le enseñaste que amar era darlo todo. Por favor, no vamos a ser idiotas entre nosotros Omegas para mentir y decir que sí nos ha pasado por la cabeza hacerlo. Okay, nunca lo haríamos, pero joder, ¡sí lo hemos pensado! ¡Maldita sea! Yo no sería capaz de hacer lo que hizo Bruce con Clark, y eso nos hubiera condenado a todos. ¿No podemos ser un poco más empáticos con el idiota de Bucky? Sé que todo esto no tiene sentido, es demasiado, vamos que Bruce...
Soltó a este, sacudiendo su mano con ojos abiertos, palideciendo. Tony parpadeó confundido igual que Charles. Quill dejó caer su mandíbula.
-Logan está muriendo.
Tony miró con horror a Bruce, quien bajó su mirada, acomodando sus ropas.
-Descubrimos por qué HYDRA lo mantenía en criogenia, igual que Reed Richards. Demasiado tiempo expuesto al medio ambiente hace que el metal en sus huesos contamine su cuerpo, que su sistema inmunológico con su mutación se ataque a sí mismo. La Caja Madre no puede revertir eso como tampoco devolverle las memorias a Nathaniel. Son daños permanentes que, de tratar de rehacerlos, pueden costar la vida de sus portadores.
-¿Por qué no nos dijiste nada? -murmuró Peter.
-Estaban más ocupados castigando a Bucky -Bruce se volvió a Tony- Tú no quieres perder un hijo.
-Ni tú tampoco.
Quill chasqueó su lengua. -Ares matará a Bruce. Lo siento, tenía que decirlo.
-¿Bruce? -Tony se acercó a éste.
-Nueva Génesis quiere dos cosas: a Damian como a mí. Ares se ocupará de esconder a Damian si no puedo hacerlo yo. Definitivamente no puedo ser atrapado por esos supuestos dioses. Bajo ninguna circunstancia porque sería la condena de todo el planeta, no solo del Triunvirato.
-¿Morir?
-¿Qué no es lo mismo que ibas a hacer con Bucky?
-Okay, tiempo fuera -Quill sacudió sus brazos- Nada de poner en balanza, no más de eso. Bucky rompió nuestra confianza, allá él con sus pensamientos. Está solo, perdido sin cachorro ni Alfa y sin familia. Ya. Para mí es demasiado porque sé que el verdadero Nathaniel daría su vida mil veces por cambiar esto. Tony, le valió un carajo enfrentarse al Mercader de la Muerte con tal de salvar a su niño de las garras de Richards. Seguro que daría su vida a Ares si éste le devolviera la sonrisa al estúpido Omega. Bruce, esto de guardarte las cosas porque piensas que no vales lo suficiente o que no eres digno de estar entre nosotros por tus errores está muy mal. Fue un golpe bajo decir que nos comportamos como los de Nueva Génesis, pero ya entendí, ¿de acuerdo? Tú no vas a morir, no vas a entregar a Damian. ¡JODER! ¡SOMOS EL CLUB DE LOS OMEGAS CON ALFAS PECULIARES! ¡Se supone que somos extraordinarios y estamos chillando como ratas ahogándose!
Tony cerró sus ojos unos segundos, volviéndose a Bruce para picar su pecho con enfado.
-Soy más fuerte de lo que imaginas. No estés subestimándome ni creyendo que no puedo resistir las cosas porque soy el mejor Aullador de todos los tiempos. Soy Tony Stark. Muchas gracias por querer proteger mi hogar, pero soy también tan fuerte como tú para pelear. Yo también sé arriesgar cosas y sé como ganar una pelea. No eres el único peleador aquí. Por cierto, quiero a mi hijo de vuelta, porque para eso también sé como ser un padre.
Charles sonrió, tomando su té. -¿Pueden sentarse?
Los tres volvieron a sus lugares, Quill tomando aire y limpiándose sus ojos. Bruce y Tony se miraron unos segundos, Stark empujando por un hombro al primero.
-Todo esto está muy mal -comentó Tony luego de beber de su taza y comer su rebanada- Lo vamos a ir resolviendo poco a poco, dejen de tratarme como un discapacitado, inmaduro o ignorante. Sobre todo, no me hagan dudar de mi confianza a ustedes. ¿Entendido?
-Está bien -Bruce tomó aire.
-Bruce, avanzamos mucho con la tecnología que recuperamos de HYDRA, vamos a patearle el trasero a Nueva Génesis, pero tienes que estar conmigo, no haciendo cosas a mis espaldas. Eres extremadamente astuto, sigue siéndolo conmigo.
-¿Yo también soy astuto? -preguntó Quill con una sonrisa.
-Lo importante es que sabes hacer bromas.
-¡Hey!
-Quiero escuchar tu opinión, Charles.
-Cometer errores que implican la vida de inocentes es una de las culpas más pesadas que se pueden cargar en la vida. Suele no haber consuelo. La muerte asoma en los ojos de Bucky, creo que ya tiene suficiente con lo que está sintiendo para agregarle nuestro rechazo, porque tampoco somos perfectos y más de una persona de los refugiados bajo el Triskelion lo puede corroborar. Han perdonado lo que hemos hecho, no lo han olvidado. Debemos ir por ese camino, porque si nos convertimos en verdugos, terminaremos buscando venganza en donde no existe. Es lo que Bruce trató de decirnos, ¿cierto?
-Quise vengar la muerte de mis padres y en el camino terminé siendo igual a aquellos que los asesinaron.
-No, no lo eres. Eres pesado, pero no eres como ellos -corrigió Quill.
-Ares desea la Caja Madre, no la puede usar porque responde solo a Logan -siguió Charles, mirando a Bruce- Has deducido sus pensamientos, me permito complementarlos cuando leí su mente. Le interesa Damian, de la misma forma que le interesa tener a tu hija.
-¿Qué? -Tony y Quill corearon al mismo tiempo. Bruce frunció su ceño.
Charles sonrió apenas. -Logan pidió un deseo a la Caja Madre, ¿no es así, Bruce?
-Sí...
-Y se lo concedió. Felicidades, estás gestando.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top