Sueños

GOTAS DE LLUVIA SOBRE MI CABEZA

Autora: Clumsykitty

Fandom: DC

Género: AU -Sci-Fi/Omegaverse

Parejas: Superbat, JayDick, Halbarry como principales.

Derechos: Los personajes pertenecen a DC y los abogados. Yo solo soy un gusanito.

Advertencias: Pues esto no será agradable, hay mucho dolor, sangre, sufrimiento como lo propio de un Omegaverse. Gente mala haciendo cosas malas. Yo pensando mil locuras con eso. Inspirado en la saga "Injustice".

NOTA CLUMSY: Por las dudas, esto que leeréis aquí no es una oda al canon, hay cambios de hechos y circunstancias para mi complacencia pura y vil. Si no estáis cómodos con eso, os invito a partir en busca de mejores historias que os hagan sentiros a gusto.

Gracias por leerme.



***

Sueños.

"La huella de un sueño no es menos real que la de una pisada."

George Duby.



Un eterno invierno radiactivo no era precisamente lo que Barry tenía en mente cuando pensaba en una temporada de descanso. Porque no lo habría ya.

Nueva Metrópolis se había despertado al rugido en el cielo que hizo temblar la ciudad, provocando caos al ver a lo lejos un enorme hongo de fuego crecer hasta desaparecer en las nubes grises que se abrieron como si le temieran. La isla Stryker había sido eliminada con todos los soldados del Régimen que había en ella. Razón, motivo o causa eran desconocidos. No había nadie importante en la isla en esos momentos, pero tampoco nadie la estaba vigilando por lo mismo. Ahora todos debían usar un traje diferente para andar afuera. Estaban lejos del alcance de la radiación más en tiempos de peste, la histeria creció en la población al pensar que ahora tendrían que vérselas con infectados radiactivos lo cual no era tan descabellado porque éstos siempre estarían expuestos a las lluvias y nevadas que tendrían un factor más de peligro.

Nada que su cuerpo de Metahumano no pudiera lidiar, Cyborg dijo que era mejor así para no exponerse más. Entre lo del Metamaterial y los infectados creados en laboratorios todo parecía volverse un cuento de terror. Ahora esperaba dentro de un almacén abandonado recientemente por inmigrantes al moverse más hacia el otro extremo de la ciudad, buscando alejarse lo más que pudieran de la bahía que miraba a la isla Stryker. Había recibido o, mejor dicho, encontró un mensaje que solamente él reconoció pintando en la pared de un callejón mientras hacía su ronda nocturna correspondiente. Hal quería verlo de nuevo. No estaba muy seguro de esa reunión, solamente quería terminar con aquello para no pensar más en él o en ese beso que le había dado antes de decirle sobre personas imaginarias haciendo villanías sin que nadie nunca las hubiera visto.

-Estoy loco, ¿qué hago aquí?

-Hacer lo correcto -habló Hal, apareciendo por una puerta lateral.

-Todo esto no se ve como algo correcto.

-¿Estás bien?

Barry arqueó una ceja. -¿Eso que importa?

-A mí me importa.

-Okay, veamos -el rubio se despegó de la pared donde estaba recargado, levantando su máscara para verle sin ella- Estoy aquí porque en tu mensaje dijiste que había algo importante que deseabas decirme, por cierto, que usar números es genial, todos son muy malos haciendo cálculos. Solamente eso, lo demás no.

-¿Qué es lo demás?

-Ah, no voy a caer en la trampa. Habla.

Hal bajó su mirada, quitándose también su máscara con la que jugó entre sus manos por unos segundos para ordenar sus pensamientos.

-No existe radiación de la bomba. No fue fisión.

-Me pareció bastante nuclear a mí.

-Pero no lo fue, la isla desapareció por una bomba termonuclear controlada.

-Digamos que es cierto, continúa.

-Lo hicieron para provocar la ira de Atlantis, el efecto del hongo solamente fue el escape de energía que atacó al fondo del mar.

-¿Y tú sabes eso porque...?

-En la Atalaya se descubrió, pero van a usarlo como un pretexto para atacar a los Insurgentes.

-Déjame ver si entendí, Atlantis nos caerá encima y además el Régimen nos culpará de algo que no hicimos. La gente nos dará la espalda, uniéndose a sus opresores para entregarnos o al menos ponernos como cebo para los Atlantes.

-Más o menos será el escenario.

-Le falta el agregado de los amigos imaginarios.

-El azote de los infectados será peor, van a purgar la ciudad, Barry.

-¿Y eso también lo sabes porque...?

-Te lo dije -el castaño señaló su cabeza- Es como verlos en mi mente.

-Van a crear una guerra civil, que cubrirá el genocidio que los infectados harán, el Régimen pone todo en orden y los sobrevivientes aceptan de rodillas la salvación.

-Sí.

-¿Para qué necesitan Metahumanos en eso? Suficiente son los muertos atómicos.

-Para deshacerse de los otros Metahumanos rebeldes.

-Vaya. Tu misión será no solo romperme las piernas, también el cráneo.

-Barry...

La mirada del velocista se paseó por el abandonado almacén, los copos de nieve cayendo afuera, el sonido de drones sobrevolando no muy lejos. Nueva Metrópolis se había convertido en una zona de guerra cuya sangrienta evidencia estaba siendo cubierta por ese manto blanco que no cesaba de caer, a veces con lluvia fría que terminaba de lavar los rastros carmesís de las peleas provocadas por los encuentros entre el Clan del Guasón que Harley Quinn lideraba con los del Régimen o con ellos, incluso entre los tres. No era raro que por ello las personas comenzaran a buscar un nuevo lugar donde vivir, siempre alejándose de la costa que miraba a la isla Stryker. Ahora había distritos abandonados, edificios vacíos donde se podían encontrar infectados escondidos o animales salvajes comiéndose cuerpos de inocentes muertos a causa de un invierno extendido que la bomba había encrudecido, deberían estar tocando primavera, pero eso ya era un sueño.

Barry estaba tan perdido en esos pensamientos que no vio a Hal acercarse lentamente, levantando una mano para rozar su mejilla fría con los nudillos. No fue sino hasta sentir aquel tibio roce que el rubio respingó, gruñendo al fruncir su ceño con unos pasos esquivos que le alejaron de Jordan, mirándole arriba abajo con una expresión ofendida si bien en su pecho su corazón latió aprisa, no precisamente por haber bajado la guardia ante quien era oficialmente un enemigo suyo. El castaño bajó su mano sin dejar de observarle con tranquilidad, ningún gesto agresivo o que indicara que estaba pensando en hacer algo que hiciera a Barry arrepentirse de la reunión. Lo estaba ya, pero eran por razones distintas al movimiento y la supervivencia de los habitantes de Nueva Metrópolis.

-Te lo dije, ya verás de lo que soy capaz -fueron sus palabras.

-No voy a lastimarte.

-Mala suerte para ti porque yo sí. ¿Quién lanzó la bomba? ¿Esos imaginarios?

-Sí.

-Bueno, esto se pondrá interesante sin duda. Ustedes son más, nosotros debemos proteger a Nueva Metrópolis. Mejor imposible.

-Barry -Hal estiró de nuevo un brazo para alcanzarle, pero el rubio se alejó.

-Un beso no va a cambiar las cosas entre nosotros. Bien puedes estarlo haciendo porque tus amigos imaginarios te han pedido que lo hagas. ¿Cómo eres capaz de distinguir entre lo que es realmente tu voluntad y la manipulación secreta en tu mente?

-No se puede manipular un sentimiento tan arraigado.

-Quizá sí.

-Eres importante para mí, no miento en eso, Barry. Estoy aquí porque...

-Igual quieres que me una a ti -le cortó Allen, torciendo su boca- Cosa que no va a funcionar, no lo negaré, es tan tentador poder besarte ahora, que dejemos todo atrás y luchemos juntos. Pero solo basta que cierre mis ojos y ver el cuerpo quemado de J'onn para cambiar de opinión.

Jordan bajó su mirada. -Es un crimen imperdonable.

-Quiero creerte Hal, solo es que...

El castaño levantó una mano para callarle, quitándose un guante dejando libre el anillo en su mano con el que hizo un escudo para cubrir a ambos. Barry frunció su ceño, girándose al escuchar un chasquido al que siguió un disparo de energía que los rodeó, disolviéndose al encontrarse con aquel campo amarillo de protección. Desde la puerta principal, entró Harley Quinn con su arma en mano, canturreando tranquilamente sin dejar de apuntarles. Jordan de inmediato se interpuso entre ella y el rubio, de forma protectora al ver que descendieron de las ventanillas superiores aquel grupo de mercenarios con armas similares a la de la mujer. Una mano de Hal atrapó de inmediato la de Allen para impedirle que hiciera algo, conociéndole y ganándose una mirada de reproche mezclada con confusión de parte del velocista.

-No te muevas -le dijo Hal- Su arma es peligrosa.

-Lo sé.

-Ah, pero ambos no saben el pequeño truco -exclamó Harley, quedándose a pocos metros de distancia. Apretó un botón en el mango que desplegó el cañón, transformándolo en un arma diferente con un brillo azulado en el interior- Una vez que disparo, ya no necesito ver mi blanco, el cañón lo seguirá así se mueva más allá de la velocidad del sonido.

-Mientes.

-Hazlo, Flashecito, pruébame.

-No, Barry.

-¿No es chistoso? Un Metahumano del Régimen viéndose en secreto con un Metahumano de los Insurgentes. Seguro que a más de uno le va a interesar.

-¿Qué deseas, Harley?

La chica entrecerró sus ojos, dejando atrás las expresiones chuscas o bromistas. Sujetó mejor el arma entre sus manos.

-Quiero venganza.

-Matando gente inocente no lo lograrás.

-La linternita hablando de moral, no creo que seas el más adecuado. No, no. Hicimos un trato, recibo las armas y a cambio puedo matar con mis propias manos a los idiotas que me arrebataron a mi Pudíncito. Como tú -ella ladeó su rostro, mirando al rubio- Pero a ti puedo dejarte vivir. La instrucción fue clara. Solo los Metahumanos del Régimen. Los otros no.

-¿Quién te dijo eso? -preguntó Allen, preparándose para una carrera.

-Pues ellos, los que me dieron las armas. Duh. Me lo dijeron, los feos que maltrataron y mataron a mi Pudín, esos ya no sirven, los otros sí porque siguen en la Ecuación.

-¿Ecuación?

-Cuento hasta tres para que te marches, corredorcito, luego dispararé.

-Barry, no hagas ninguna tontería. Ella habla en serio, la energía que emana del arma no es común.

-¡Sí! Es un arma para matar Metahumanos. Ji, ji, ji, ji.

Con un gruñido, Harley subió el arma, acomodando la base sobre su hombro, apuntando a Hal Jordan, mismo que seguía cubriendo con su cuerpo al velocista en respuesta a los mercenarios preparándose para dispararles a ambos si el rubio no se marchaba. Se quedaron en esa posición tensa, Barry haciendo cálculos de cuan rápido debería moverse para quitarles a todos sus armas, pero una risita de la chica llamó su atención, palmeando aquel interior brillante. Nunca había visto un arma de esas tan cerca, el video de Tim había sido bueno pero la distancia no había permitido apreciar la calidad como tecnología de la que estaba hecha. Miró su mano aún apretada por Hal, quien apenas respiraba conteniendo un gruñido posesivo típico de su naturaleza Alfa al estar tratando de protegerle.

-Si no te vas, morirás con él -sentenció Quinn, haciendo silbar su arma- Treeeees...

-Vete, Barry.

-No.

-¡Que lo hagas!

-Dooooos...

El resto de las armas sonaron, aquellos cañones desplegando brazos que a su juicio fueron para aumentar la potencia de campo. Jordan tiró de su mano con fuerza para que le viera.

-Vete.

Cuando soltó su mano, Flash no lo dudó, saliendo del almacén sin correr para darse tiempo a pensar. Harley apenas le vio fuera del círculo de mercenarios, disparó al pecho de Hal sin miramientos. Barry abrió sus ojos con un respingo al escuchar su grito de dolor que se unió a otros pues los mercenarios no tuvieron contemplaciones, haciendo silbar sus cañones en contra de Yellow Lantern, quien fue envuelto en un torbellino de luz azul brillante. Dio un paso dispuesto a un sprint, quedándose quieto al sentir la fuerza de un pulso electromagnético golpear el almacén, inhabilitando las armas suficientes segundos para que el rubio las arrebatara de las manos del grupo desorientado por aquel pulso y luego noqueado por unas flechas rápidas como certeras adormeciéndolos, volviéndose a la puerta principal donde entraban Cyborg acompañado de Green Arrow y Red Robin, éste último con un pequeño control en manos.

-¿Por qué tardaron tanto? -preguntó Barry.

-Había tráfico -le bromeó el arquero, acercando a los caídos mercenarios como a la chica- La detuvimos al fin.

-Un pulso perfectamente moldeable -sonrió Víctor, despeinando a Tim- Bien hecho.

-¿Se murió el traidor?

Barry apretó sus labios a la pregunta de Oliver, quien se acercó al cuerpo humeante de Hal Jordan, tumbado de costado con una expresión de dolor.

-Qué mal, aun respira.

-No les dimos tiempo a usar la verdadera utilidad de estos cañones -Cyborg tomó una de las armas que inspeccionó con expresión seria- Son horribles. ¿Cómo pudieron terminar en las manos de los peores?

-Esos misterios de la vida -musitó el arquero, levantándose- ¿Qué haremos?

-A ellos los dejaremos aquí, entregarlos al Régimen sería una condena de muerte, sin estas armas han dejado de ser un peligro. Por otra parte -Cyborg miró a Flash- Hal Jordan es otro asunto.

-¿Lo llevamos prisionero? -preguntó Tim alzando sus cejas y mirando al resto.

-Pues fue un buen cebo -Oliver se rascó su barba- La idea de Barry de llamar la atención de Harley tuvo éxito, realmente estaba buscando a los Metahumanos del Régimen.

-Solo fue una corazonada más que un plan.

-Aun así, Barry. Resultó.

-Con todo y el drama amoroso de por medio -comentó con sarcasmo Queen- Y, además, debes escuchar esto ahora que andamos en una zona muerta.

-¿Escuchar?

-Sí, Timbo ha descubierto algo. Anda, pequeño, cuéntale a tío Barry lo que descubriste, tiene que ver con estos mercenarios y sus armas.

-Bueno -Tim se sonrojó mirando el control en sus manos- Papá me enseñó las lenguas antiguas que existieron antes de que el mundo se llenara de tanta agua y viniera la peste. La última vez que estuve con Conner explorando la parte antigua de Metrópolis, descubrimos una biblioteca subterránea. No estaba en buen estado por la humedad, pero encontré un libro.

-Okay -Allen parpadeó, esperando a que continuara mientras Víctor acomodaba a los mercenarios sobre tarimas y cubría a Harley con unos cartones para que no pasara frío.

-Pues, um, es un libro de historia que narraba las guerras que la humanidad tuvo antes de la Peste del Agua. Hubo una en que muchos territorios se unieron para vencer a un hombre que amenazó con hacer mucho daño al mundo. Ese hombre tenía un grupo especial de soldados, no eran parte de su ejército y parece que más bien se unieron a él cuando llegó al poder. Fue por ellos que estaba ganando la guerra hasta que los aliados, estos territorios unidos, se dieron cuenta y fueron tras esta fuerza especial. Una vez que la anularon, la guerra terminó.

-Wow.

-Oh, espera, esto se pone mejor.

-Esa fuerza especial tenía algo diferente al ejército al que se había unido, eran más... inteligentes si puede decirse. Buscaban como tener mejor tecnología y se infiltraron en todos lados para obtener más conocimientos, no eran simples soldados peleando bajo órdenes. También eran estrategas como científicos. Ellos... encontraron una caja, como la que se destruyó en el búnker Gordon.

-Joder.

-Te lo dije.

-Pero esta caja era diferente, parecía tener vida o al menos así la describieron ellos. Los aliados se las arrebataron cuando los atacaron. Aparentemente durante la Peste del Agua se perdió el rastro de esta caja, pero las fuerzas de los aliados descubrieron que no era la única caja que existía. Desafortunadamente ya no se pudo hacer más porque los involucrados en eso, todos los que supieron de ello fueron desapareciendo con el tiempo. Quien escribió el libro lo narra como una leyenda entre tantas de aquella guerra de los aliados, pero sin tener fuentes.

-Algo me dice que lo crees por una razón, Tim.

-Sí.

-Vamos, pequeño, asusta a tío Barry como lo hiciste con nosotros.

-¿Qué?

Tim se mordió una esquina de su labio inferior. -Bueno... es que... nadie sabía bien el nombre que tenían esas fuerzas especiales durante la guerra, fue hasta que dieron con sus bases y los laboratorios que descubrieron que no eran parte de los enemigos que pelearon. Hasta parecía que fuese que ellos hubieran planeado el conflicto para que nadie los viera buscar esas cajas. Tenían un símbolo, un escudo que los representaba.

El adolescente se giró a Cyborg, quien extendió su prótesis robótica, haciendo aparecer una pantalla holográfica que mostró un escudo. Una calavera roja con tentáculos encerrada en un círculo.

-HYDRA -murmuró Tim- Se llaman HYDRA.

-¿Cómo que "se llaman"? ¿Querrás decir se llamaban?

-No -Cyborg le mostró a Barry otra pantalla- Esta es una placa que Batman encontró en los laboratorios del Guasón, y esta es la foto que Tim alcanzó a tomar del muelle donde le fueron entregadas las armas a Harley.

Todas las imágenes coincidían, una calavera roja con tentáculos encerrada en un círculo. Barry se quedó muy quieto, incluso olvidando a un malherido Yellow Lantern junto a ellos.

-No. Me. Jodas. Tim, Tim, espera... ¿cómo puedes...?

-El libro que encontré está escrito en la lengua antigua que ya nadie conoce, solo muy pocos como Alfred o papá. Y yo. Nadie sabe ya leerlos, de saberlo no dejarían un libro ahí sobre algo así, ¿no crees?

-¿Ya saben el contenido de la placa?

-Tim, haz los honores -sonrió Víctor.

Red Robin suspiró, mirando a Barry. -Es una tarjeta de transmisión de datos, que puede comunicarse... si hemos decodificado bien, a una "Caja Madre".

-Oh, mi corazón, no esperen, esperen... no.

-Te dije que te ibas a morir de la impresión.

-¿Una organización secreta llamada HYDRA ha estado detrás de todo esto? -el velocista se volvió a Hal, tomando aire- Él tenía razón, sus amigos imaginarios son reales.

-Entonces hay que llevarlo con nosotros, algo más sabrá.

-Muchachos, es una buena idea, pero es horrible de forma pragmática.

-Aún estamos trabajando en la información del libro -Cyborg palmeó el hombro de Tim- Como en terminar de decodificar la tarjeta de transmisión. Si Jordan tiene algo que pueda servirnos para acelerar toda esta investigación, debemos traerlo a nuestro centro de operaciones.

-Estás mal de la cabeza, Víctor.

-¿No te pareció raro que Harley dijera algo de una Ecuación?

-Sí, pero...

-Mejor vamos a investigar mejor. Ella no va a decirnos nada, menos ahora que le hemos cortado su intención de asesinar a los Metahumanos. Y creo que es un peón más de todo este juego.

-Pues me salgo del juego.

-Barry.

-Tim... me sorprendes de nuevo, eres como tu padre para olfatear la verdad.

-No es nada.

-Y no te preocupes, buscaremos a tu novio.

-¡No es mi novio!

-Eso es cierto, Timbo -Oliver abrazó al adolescente- Mira, ya le tenemos el novio de Barry de vuelta, tu Conner es pan comido.

-¡Oliver, no seas idiota!

-Yo no soy quien tiene problemas de pareja. El idiota es otro.

-Si ya terminaron de discutir, es hora de marcharnos, hay pronóstico de otra nevada fuerte y debemos estar refugiados si no queremos congelar nuestros traseros -ordenó Víctor, mirando sus pantallas que guardó- Harley y sus mercenarios estarán protegidos, he enviado una señal al resto de su equipo, pronto vendrán por ellos.

-Hora de partir, ¿quién se lleva al novio?

-Oliver, en verdad...

-Yo lo haré -rió Cyborg.

Con Hal sobre el hombro de Stone, todos subieron al transporte que Green Arrow manejó, llevándose el cargamento de armas extrañas, desapareciendo de aquella bahía rumbo al refugio principal que estaba entre la división ya perdida entre Ciudad Gótica y la vieja Metrópolis, una zona rocosa que Bruce Wayne había tapizado con material aislante junto con materiales que impidieran su rastreo. Pocos conocían el acceso que no estaba escrito ni dibujado en ninguna parte, era un conocimiento oral para Insurgentes de alta confianza. Ahí encontraron a la doctora Leslie Thompkins, quien les ayudó con las heridas de Hal Jordan. No moriría para alivio interno de Barry, quien fue a donde Tim trabajaba en un apestoso y casi deshecho libro con letras que en su vida había visto. Algo que siempre le había llamado la atención era el idioma homogéneo de todos los territorios alrededor del planeta, al menos de los que sabía existían. Escuchar que se habían hablado lenguas por cada territorio sonaba a locura, igual que la teoría tan escabrosa de Tim acerca de la famosa HYDRA.

-¿Jason y Dick?

-Fueron al distrito sur, hay una evacuación de personas -le respondió Tim- Aunque eso ya tiene más de doce horas.

-Esos dos.

-¿Barry?

-Dime, pequeño.

-¿Crees que podamos sacar a papá a tiempo? ¿Crees que... el Alto Consejero pueda cambiar de opinión?

Allen se quedó callado, perdiendo la sonrisa que le había obsequiado al chico, pasando un brazo por sus hombros para jalarlo a él, besando sus cabellos.

-No te haré promesas que no pueda cumplir, Timothy, no sé si podamos sacar a Bruce de la Atalaya, ni tampoco estoy seguro de que el Súper Alfa aquél vaya a cambiar de opinión. Lo que ha ordenado hasta el momento deja mucho que desear.

-Era tan diferente cuando estuvo con nosotros.

-Sí, la bomba... lo cambió -el velocista se quedó pensando en algo, mirando a Tim luego- Pero vamos a hacer todo nuestro esfuerzo, ¿de acuerdo? Mientras tanto, tienes que prometerme que no vas a arriesgarte, porque Bruce no podrá escapar si tú metes la pata. ¿Entendido?

-Entendido.

-Bueno, vamos con tu libro y a terminar esa teoría.

-¿No quieres ir a ver a tu novio?

-Timbo, tú no quieres jugar ese juego conmigo.

Red Robin había dado en el blanco. Barry estaba angustiado por el estado de Jordan, manteniendo esa actitud estoica mientras ayudaba a Tim con todos los análisis que ya tenían reunidos. El adolescente bostezó, cansado y lo envió a dormir un poco. Se quedó solo en aquella sala, mirando a las pantallas sin hacer nada ni tampoco leerlas, sus dedos nerviosos moviéndose de un lado a otro de la mesa. Con un gruñido, se levantó de golpe caminando hacia el ala médica. Saludó a Leslie, preguntando como por casualidad por Hal. Una condición estable, su genética Metahumana le había ayudado a no morir con semejante ataque que de haber durado unos segundos más hubiera tenido un efecto mortal en él. El rubio le dio gracias a la doctora, pasando a la sala aislada que fungiría como una celda para quien aún seguía siendo su enemigo.

No entró a la sala, quedándose en el pasillo mirando al expiloto por la ventana de seguridad dormir sobre la camilla con los monitores y equipo alrededor. No tenía más su traje ni tampoco ese anillo infame, era simplemente un hombre herido en una sala de recuperación. Si lo que Hal le había dicho era verdad, entonces aquella gente de HYDRA tenía acceso a un nivel de tecnología que los dejaba a ellos en vergüenza. Pero no solo eso, poseían un conocimiento que para ellos estaba del todo perdido, sin contar que posiblemente llevaban haciendo sus experimentos genéticos desde aquella guerra que Tim le había narrado. Ya eran expertos en el tema. La cuestión que saltaba a su mente era el por qué de todo ello, ¿qué ganaban haciendo eso? ¿Qué deseaban obtener al final? Con semejante superioridad tecnológica ya hubieran controlado el planeta en un parpadeo.

A menos que estuvieran tratando de hacer algo más.

Una voz anunció que la nevada había sido muy fuerte, estaban prácticamente sepultados bajo varios metros de nieve. Barry suspiró, esperando que los otros dos hijos de Bruce estuvieran bien y no murieron de frío por andar cogiendo en cualquier rincón. Eran jóvenes y recién enlazados, entendía aquello de las hormonas, el aroma de un Alfa siempre era demasiado fuerte para despreciar. Lo sabía por experiencia. El rubio bajó su mirada, suspirando hondo para mover sus pies por el pasillo y entrar a la sala sin apartar la vista de Jordan, tomando un banquito de la pared que arrastró para sentarse al lado de la camilla, quedándose quieto con una mano buscando esa que tanto había intentado acariciarle allá en el almacén.

-No quise tenderte esta trampa, pero no iba a presentarme a solas contigo, no de nuevo. Mentiría si te digo que todavía siento temor de tu poder. ¿No había otra manera, Hal? ¿De verdad no había otra manera de salvarme, de salvarnos? ¿J'onn tenía que morir? -cerró sus ojos, recargando su frente contra la orilla de la camilla- Parte de mí quiere correr a tus brazos, quiere sentir de nuevo esos labios tuyos sobre los míos, quiere escucharte decir que me quieres... pero otra parte grita de rabia, de dolor. Las dos pesas igual, no sé a cuál podría escuchar porque no sé qué hacer. Todo esto... tus amigos imaginarios inmortales... nosotros... ¿y si es otra ilusión más? ¿Y si solo hacen que estemos así para que hagamos lo que ellos necesitan? ¿Qué tal si tú realmente no sientes nada por mí y yo no siento nada por ti? ¿Qué dirías a eso? ¿Qué tal si lo nuestro es una mentira inventada?

Sonrió apenas, sus ojos se llenaron de lágrimas que fueron escapando lentamente por sus pestañas hacia sus mejillas. Estaba cansado. De correr, de pelear, de sentir cariño que debería ser odio. Barry se sentía cansado de no lograr nada por más cosas que hiciera tan rápido para que los demás no tuvieran que arriesgarse. Iris había muerto al salvarlo, J'onn estaba muerto por salvarlo. Ya no quería que alguien más muriera por salvarlo. Se suponía que era un Metahumano, un héroe. Alguien que podría proteger lo que amaba, pero ahí estaba sollozando en la camilla de Hal Jordan porque una vez más no había podido hacer nada. Y estaba cansado de ello.

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