Único
Y ahí estaba Yoongi. Caminando sin rumbo y sintiendo la lluvia caer sobre si. Ya nada tenía sentido, la vida era lo mas horrible que podía existir, ya nada tenía el mismo color de antes, todo era gris, él simplemente ya no quería vivir.
Esas semanas habían sido realmente pésimas. Su vida de por sí ya era una basura, pero haber perdido las cosas que más apreciaba lo hacía sentir cada vez más miserable. Taehyung le había dicho que no era su culpa, pero cómo podía pensar eso cuando era más que obvio que la culpa era toda suya. Él había provocado que todo sucediera, había sido tan estúpido según su parecer.
Las calles yacían desoladas a esas altas horas de la noche. Había un poco de neblina y el viento resoplaba con fuerza en sus oídos. Su ropa estaba mojada desde la punta de los pies hasta la coronilla de su cabeza. Sin importarle nada se sentó en una acera cercana, y pensó, ¿Era feliz? Sí, lo había sido hasta ese día, ese maldito día en el que ya no pudo más.
¿Cómo había llegado hasta ese punto? ¿cómo es que había alejado a Jimin? ¿como fue que su mejor amigo termino hartandose de él? Todo eso fue impactante, no era su culpa, todos querían hacérselo creer, pero simplemente no podía caberle en la cabeza algo semejante.
Sus lágrimas empezaron a caer sobre su rostro, mezclándose con las gotas de lluvia que derramaba el cielo. El cielo lloraba junto con él por la perdida de los seres que más amamos. Era nostálgico, cualquier persona que lo hubiera visto con sus ojos hinchados y con su nariz y mejillas rojas de tanto llorar, se hubiera compadecido de él, pero ya estaba harto de la estúpida lastima de los demás. Es increíble lo que la perdida y un corazón roto, junto con problemas de la vida familiar pueden causar en una persona.
Seis meses, habían sido los mas felices de su vida, y el causante de dicha felicidad tenía nombre y apellido, así como también unos ojos café preciosos. Lo había conocido como por arte de magia el día del aniversario de boda de sus padres. Park Jimin había aparecido de la nada, y aunque no pudiera verlo, ni tocarlo, lo hacía sentir especial y único, nadie lo había hecho sentir así nunca a pesar de que muchos ya lo habían intentado con anterioridad, era el único que había logrado penetrar el pentano de hielo que tenía por corazón y eso merecía un logro y un aplauso para el magnífico chico de cabello castaño.
Pero todo era un vaivén, un vaivén que no importaba en lo absoluto. Yoongi comprendía que Jimin era una persona ocupada, un estudiante de medicina que amaba su carrera, que le dedicaba mucho tiempo y que se aplicaba mucho en ella. A veces Jimin no tenia suficiente tiempo para hablar con él o prestarle atención, pero aun así yoongi lo amaba y comprendía, así mismo yoongi no siempre podría estar para hablar con Jimin y eso lo hacía entender que ambos necesitaban su espacio. Pero, pasó el tiempo y Jimin al fin se lo propuso.
— Sé que no he hecho las cosas correctamente, así que quiero preguntarte... ¿Serías el novio de este idiota...? — esas fueron sus palabras.
Yoongi se sintió feliz, se emocionó e incluso corrió en círculos de la felicidad, pero entonces se sentó y pensó en los pro y los contra de esa relación, no sería fácil pero amaba tanto a Jimin, y Jimin lo amaba tanto a él que no importaba, si habían problemas ambos buscarían una solución. Eso es ser un buen complemento. Pero luego de unos meses Yoongi empezó a tener problemas emocionales y entonces comenzó a sentir la ausencia de Jimin como nunca antes, se sentía egoísta por querer tenerlo con él a cada momento y ese era el peor de los sentimientos, se sentía horrible, él era horrible.
Ese dia había transcurrido normal, era su aniversario aquel día, pero Jimin estaba tan estresado que lo olvidó, a Yoongi no le importó ya que hasta él mismo lo había olvidado en ocasiones anteriores, pero todo se vino abajo un día después. Al igual que él, Jimin también había estado sintiéndose mal emocionalmente, y había llegado a un punto donde quería un tiempo para él y respirar un poco, así que se tomó el tiempo de decirle a Yoongi que quería un tiempo para él. Yoongi tratando de ser fuerte se despidió con un "te amo" sabiendo que Jimin algún día regresaría a besarlo y abrazarlo nuevamente.
Lloró, no iba a negarlo, lloró por la impotencia de no poder ayudar a su novio sabiendo que él estaba mal, sabiendo que quizá no era suficiente con su cariño para hacerlo sentir feliz. Pasaron dos días, luego tres y cuando menos sintió ya había pasado una semana y no había señal de que Jimin fuera regresar aún. Ese día no había sido el mejor, ni siquiera estaba pensando cuerdo cuando hizo semejante estupidez. "quizá deberíamos dejar de fingir que nos amamos y terminar esto de una vez" esas fueron sus palabras. Al principio pensó que nadie lo vería, que solo era un bajon emocional del cual se repondría el siguiente día, pero el siguiente día todo empeoró.
Se despertó con los cabellos desordenados, tomó su teléfono y miró sus notificaciones. Su corazón se acelero por un breve minuto y la sonrisa en su rostro se hizo presente. Se levantó de la cama y corrió a su baño para asearse y tomar un baño. Luego de eso regreso a su habitación, se cambió de ropa y se dispuso a leer el mensaje de su novio con una sonrisa. Todo empezó perfecto, pero a medida seguía leyendo las palabras de Jimin, más se deformaba su rostro, pasando de tener una hermosa sonrisa a tener una expresión de tristeza y angustia pura en su rostro. Él lo había dejado, en dos párrafos había terminado todo lo que habían vivido juntos, ¿Y todo por qué? Porque Jimin había visto la palabras de Yoongi y había decidido cumplirlas.
Yoongi sintió una angustia tremendamente grande. Jimin no vivía cerca, Jimin vivía en Japón desde hace muchos años y él no tenía dinero suficiente para poder ir a verlo. Sus últimas palabras fueron que no quería lastimarlo, que lo amaba demasiado y que era el único para él, pero que debía terminar con todo para qué Yoongi pudiera buscar a alguien mejor. Pero el hecho era que simplemente, Yoongi no quería ni necesitaba a nadie más. Jimin era el único que le daba la alegría necesaria para continuar, era el único que lo había aceptado por quien era, y era el único que no lo trataba como en el estúpido que los demás decían que era.
En un intento desesperado comenzó a enviar mensajes de texto. Mensajes que no obtuvieron ninguna respuesta. Su amigo Taehyung quien vivía cerca de donde Jimin y que era el novio de Jungkook, el mejor amigo de Jimin, había viajado para convencerlo de hablar con él. Eran las once de la noche cuando Jimin le escribió pidiéndole que por favor no cometiera ninguna locura, Yoongi había tomado somníferos para poder conciliar el sueño y Jimin se preocupo al oír aquello.
Jimin era una persona insegura y a veces se olvidaba de Yoongi, pero a este último no le importaba porque comprendía la situación difícil por la que estaba pasando su novio. Esa fue su última conversación, intento por todos los medios de convencer a Jimin sobre lo que tenían, quería salvar la hermosa relación que tenían. Y es que ninguno de los dos quería alejarse del otro y tenían una batalla dentro de ellos mismos. Jimin no quería alejarse, pero sus inseguridades y la opresión de estarle haciendo daño a Yoongi eran demasiado grandes y prefería alejarse a seguir dañando a la persona que mas amaba en el mundo. Y Yoongi amaba tanto a Jimin que se aferró a la idea de no dejar lo partir.
— No quiero que me esperes. Me niego a que lo hagas —refutó Jimin.
— Entonces dime que no me amas, dime que todo lo nuestro fue una mentira y entonces dejaré de esperar —testeo Yoongi con lágrimas en los ojos, no podía dejar ir a un hombre tan maravilloso y que solo quería su bienestar.
— Si tengo que hacer eso para que me olvides y busques algo mejor... Entonces sí, no te amo, no lo hago. Todo lo nuestro fue una mentira.
Su corazón se estrujó. Sabía que él mentía, minutos atrás le había dicho que lo amaba y que no podría olvidarlo. Todo lo que decía era una mentira para que él lo abandonara, pero él no iba a hacer eso.
— ¿Pues sabes qué? No lo hare, no te voy a olvidar ni te voy a dejar. Te voy a esperar todo el tiempo que sea necesario, toda una vida si así lo amerita —le contestó, era cierto, él ya no podría ver a nadie de la misma manera en que lo hacía con Jimin.
— Me iré, no sé si te hable luego pero estoy cansado, y mucho —Le dijo Jimin, estaba cansado, había llorado, incluso Taehyung le había dicho que lo había escuchado tirar cosas que cayeron al piso. Aunque Jimin lo negara una y otra vez, era obvio que estaba mal, estaba triste, estaba dolido.
— Te amo, te esperaré y no te rindas.
— Lo que no sabes es que ya me rendí desde hace mucho —le confesó, ese fue su mensaje, un mensaje que sembró dudas en su interior.
¿A qué se refería con eso? ¿Se había rendido en cuanto a sus metas? ¿Se había rendido de seguir viviendo? ¿O simplemente se había rendido de permanecer a su lado? Maldita carga, malditas preguntas sin respuesta que empezaron a acecharlo continuamente durante el siguiente mes.
Yoongi se sentía terrible, no podía asimilar todo. Hasta cierto punto Yoongi se convirtió en una especie de caminante sin vida, ya todo había perdido su color. Había empezado a adquirir peso debido a la ansiedad, su cara lucía demacrada por el insomnio o por llorar noches continuas hasta quedarse dormido. Su vida estaba empezando a caerse en pedazos, se estaba haciendo añicos a si mismo. Lo único que mantenía a Yoongi en aquel momento eran dos cosas, su buen amigo Taehyung quien lo apoyo en esta terrible y dolorosa etapa de su vida, y en sus continuos esfuerzos por hacer que Jimin se diera cuenta de lo valioso que es, no solo para él, si no también para quienes le rodean.
Pero cada esfuerzo era en vano, fue ignorado en cada una de las veces. Mientras se volvía loco por los problemas con su familia y la partida de su hermoso ángel, entonces nuevamente llegaron a él aquellos terribles pensamientos, ¿y si él nunca regresaba? ¿Y si ya no lo quería? ¿Y si él nunca leía sus cartas? Muchas preguntas sin respuestas y pasó un mes, pasó la fecha de su aniversario, casi llegaba el segundo mes y Yoongi sintió que incluso su propia alma lloraba y sin siquiera pensarlo las lágrimas caían por su rostro.
Ese día decidió salir a caminar y justo cuando empezó a caminar un estruendo anunció la llegada de la lluvia y con ella las primeras gotas que cayeron por su nariz. Cualquier otra persona hubiera decidido quedarse en casa pero a pesar del clima Yoongi decidió continuar con su caminata. A medida la noche avanzada la lluvia empeoraba, su nariz se ponía roja, tenia frío y quería un abrazo de Jimin, un abrazo que quizá nunca volvería a tener y unos labios que jamas volvería a besar.
Luego de hacer varias paradas llegó a su destino, el río Han. Debido a la lluvia el río se encontraba enfurecido y el aire golpeaba el rostro de Yoongi con fuerza. Y ahí, frente al río, todas las personas que amaba se presentaron ante él, en su mente. Vio a Taehyung sonriendole y haciendo tonterías para animarlo, sonrió brevemente y mando un beso al aire para su querido amigo. Luego de eso Jungkook vino a su mente, el mejor amigo de Jimin, y él amigo al que él le había tomado cariño y al cual aconsejaba de vez en cuando, sonrió por las veces en que lo había animado al decirle que era una persona magnífica, nuevamente envió un beso al aire para su amigo.
Un trueno lo hizo estremecerse, odiaba mucho la lluvia y casi siempre le escribía a Jimin para que lo consolara y no tuviera miedo, su madre nunca habia hecho eso por él, pero Jimin sí. Y entonces sus progenitores vinieron a su mente, su padre, el cual lo había abandonado a los diez meses de nacido para fugarse con su amante y al cual no había vuelto a ver en años, y luego su madre, la mujer mas difícil de la historia, con problemas de ira y mucho egocentrismo, ninguno de ellos había logrado ganar su cariño, pero luego estaba su padrastro, él único que lo había apoyado y entendido mientras ninguno de los de su sangre lo hacía, era el único que merecía uno de sus últimos besos, así que puso dos dedos en su boca y lanzó un beso al aire para él.
Suspiro pesadamente, Jimin vino a su mente, su gran y único amor, el dueño de sus sonrisas e ilusiones, la persona a la que mas amaba y a la cual perdió por su cabeza dura. Sonrió al recordar cada momento, cada beso, cada abrazo, cada caricia, y junto con el viento creyó escucharlo llamarle bebé otra vez y sonrió, sonrió por última vez. Llevo su manos temblorosas y las beso para mandar con el viento el más puro de sus besos, Jimin era demasiado especial, y no tenerlo era como estar muerto en vida.
Sus lágrimas aún corrían por su mejillas y decidió secarlas aunque luego estas fueran empapadas nuevamente por las gotas de lluvia. Se dió la vuelta y... Sé dejo caer, se dejó caer sobre la tempestad.
— Los amo —gritó— Te amo —susurró antes de caer al agua y ser arrastrado por la corriente enbravecida del río. Todos ellos estaban en su memoria y se quedarían ahí para siempre, fue justamente su último pensamiento antes de que el aire le faltara y sus pulmones se llenaran de agua. Poco a poco perdió el conocimiento y posteriormente dejó que su espíritu regresara a quien se lo había otorgado, había perdido la vida, había acabado con todo, había acabado con su dolor. Pero a la vez había desencadenado el dolor de otros.
"Joven muere al ser arrastrado por el río Han"
El titular del periódico se vendía como pan caliente aquél día. Si bien Yoongi siempre había sido un ente totalmente invisible, ahora era la conmoción de toda la ciudad. Cada quien presentaba su propia versión de la historia y otras esparcían rumores demasiado grandes acerca de Yoongi. La noticia llegó a los ojos y manos de Jimin cuando una carta le fue entregada y en su teléfono se mostraba la historia del joven fallecido, la foto de su querido Yoongi, de la persona que había amado con todo el corazón y al cual aun amaba. No pudo contener las lágrimas cuando tocaron a su puerta nuevamente, con lágrimas en los ojos y dando pequeñas patadas de impotencia, abrió la puerta encontrándose con Taehyung y Jungkook quien portaban caras largas y tristes en su rostro.
— ¿Te has enterado ya? —preguntó Taehyung, al menos él nunca creyó que Yoongi fuera capaz de llegar a todo esto.
— Lo he visto en las noticias —respondió mientras algunas lágrimas caían y se desplomaba en el sillón de su sala— y esta carta también ha llegado hoy, al parecer era un envío urgente.
— ¿La has leído? —preguntó Jungkook.
— No he tenido el valor de abrirla todavía, aun estoy conmocionado.
Jungkook tomó la carta entre sus manos y la miro cohibido— Aun no puedo creer que fueras capaz de hacer esto Yoonie —las lágrimas se escaparon de sus ojos mientras ponía en la carta en su pecho, Yoongi se había convertido en una especie de hermano mayor para él.
— Yo pienso que deberíamos abrirla y leerla, no aliviaremos nuestro dolor si solo la guardamos y no leemos lo último que él tenía para decir —Taehyung, el chico de la sonrisa cuadrada y que normalmente se dedicaba a molestar a Yoongi no sonreía, su semblante estaba serio y parecía como si fuera a explotar en llanto en algún momento.
— Yo no quiero leerla, no creo poder hacerlo, puedo escuchar pero no leerla — El corazón de Jimin ya estaba lo suficientemente contraído, si leía esa carta seguramente se clavaría un puñal a su tiempo.
Taehyung la tomó entre sus manos: —Siendo sincero no esperaba que tú la leyeras, mucho menos Jungkook que era uno de sus mejores amigo, así que la leeré para ustedes ¿de acuerdo?
Jimin y Jungkook asintieron sin producir palabra alguna, si alguno decía algo seguramente se pondría a llorar ahí mismo.
"Queridos y amados amigos, si están leyendo esto seguramente ya debieron haber leído sobre mi muerte en las noticias o quizá en el periódico, la verdad no importa mucho la manera en que se hayan dado cuenta de eso. No voy a hablar mucho de mi decisión, es algo que decidí hacer hace mucho y que pospuse por razones que en algún momento me resultaron estupidas, pero no me arrepiento, si yo no lo hubiera pospuesto en aquel momento seguramente no hubiera conocido a ninguno de ustedes. A ustedes los considero como uno de mis mayores y hermosos regalos.
Siendo sincero, a veces la vida suele ser bastante mala con la gente y algunos no corremos con la suerte que otros tienen y terminamos perdiéndolo todo porque la vida así lo decidió. No voy a excusar esta decisión, soy un cobarde por tomar la salida fácil, pero la decisión ya la tomé y no la iba a cambiar, simplemente yo ya no podía seguir viviendo mientras mi conciencia seguía atormentándome, diciéndome que soy una mala persona y que precisamente por eso todos se alejan de mi y tampoco podía seguir viviendo con esa sensación de insuficiencia e inutilidad con la que me levantaba cada día, tampoco con el rostro de decepción de mis padres, ni sabiendo que quienes consideraba amigos se alejaron y se cansaron de oír que siempre estaba mal, y muchos menos podía liderar con el peso de mi conciencia diciéndome que lo arruiné con la única persona a la que amado de la forma más pura en este mundo, simplemente no pude con eso y miles de cosas más que no vale la pena mencionar.
Mi Jungkook, fuiste uno de mis pilares en todo momento, cuando estaba enfermo, cuando mis padres me hacían la vida imposible, cuando mis padres me sacaron de la escuela, cuando tuve mi ruptura y no podía aceptar que Jimin no estuviera a mi lado nunca más. Jungkook, gracias por apoyarme con mi vida de porquería. Te prometo que algún día nos veremos de nuevo, sabes que siempre quise que tú y Taehyung fueran más que amigos, ahora no podré estar presente para saber si alguna vez volverían a estar juntos y tampoco para gritarles que se besarán de una buena vez, pero al final espero que encuentres a esa persona que te ame y te devuelva la felicidad que otros te han robado a lo largo de tu vida, te amo Kookie, nunca lo olvides.
Taehyung, eres como un hermano, un hermano alocado y que pareciera que ha tomado Viagra 24/7 y querías conseguir darme sobrinos con Jungkook, los cuales nunca llegaron por cierto. Aún recuerdo nuestras conversaciones, cuando me enviabas fotos de Jimin a sus espaldas y me pedías consejos para conquistar a Jungkook, hablar contigo era una mezcla de diversión y seriedad bastante rara y agradable. Jungkook es un buen chico, no vuelvas a lastimarlo de nuevo o juro que saldré de la tumba solo para dejarte sin la capacidad de procrear. Sé que en el fondo eres un caballero, por favor cuídate mucho y cuida muchísimo de Jimin, es lo único que te pido mi querido amigo.
Mi querido Minnie, no sé cuánto tiempo pasó solo para que pudiera escribir esa frase. Recuerdas aquella ocasión en donde te pregunté qué harías yo dejara de existir, si podrías volver a empezar y olvidarme si alguien o algo me apartaba de tu lado, me respondiste que jamás podrías hacerlo y que jamás me dejarías y que pelearias por mí si fuera necesario. Hace un tiempo atrás me pediste exactamente lo mismo, me pediste que te olvidara y rehiciera mi vida de nuevo. Lamento no cumplir eso, pero mi vida ya estaba lo suficientemente deshecha con mis padres, la pérdida de mi vida profesional y con tu pérdida, no pude seguir. No voy a excusarme, soy un cobarde por tomar esta decisión y tomar el camino fácil, pero ciertamente solo yo puedo entender el lío que hay en mi cabeza. Créeme, estoy bien descansando, quizá algún día vuelvas a verme o quizá no lo hagas, no se puede saber lo que pasará mañana. La vida del ser humano es realmente incierta mi querido minnie. Quiero hacerte la misma petición, todos estos dias has estado viviendo sin mí, cero llamadas, ningún mensaje, ningún tipo de comunicación si lo has hecho por este corto espacio de tiempo, ahora te pido que lo hagas por el resto de tu vida. No creas que me perdiste, no has perdido nada, cuando pienses en mi recuerda nuestros buenos momentos, las peleas tontas, las risas descontroladas, los sonrojos, nuestros besos y si quieres llorar, llora, si quieres reír, ríe, si quieres ser amado, ama. La persona que tenga la dicha de pasar el resto de su vida contigo tendrá toda la suerte de este mundo, y espero que puedas cumplir tus metas, que llegues a ser el ángel de bata blanca que siempre quise ver. Tu tienes mis metas, mi amor, mi vida, mis sentimientos y todo lo que soy, nunca dudes de lo mucho que te amé y te amo. Por siempre tuyo, Yoonie.
Ninguno de los tres dijo nada, Jungkook se dedicaba a llorar en los brazos de taehyung, mientras que el otro lo abrazaba y acariciaba su espalda. Jimin sollozaba y ocultaba sus rostro entre sus manos, las lágrimas caían al piso como gotas de lluvia. Yoongi ya no estaba, no era un sueño del cual fueran a despertar en cinco minutos, yoongi ya no estaba y no iba a volver. La vida ya no volvería a ser la misma nunca y todos estaban conscientes de ellos.
— ¿Por qué me pides esto? ¿Por qué te fuiste? Si yo hubiera... Si tan solo hubiera sido diferente no hubieras hecho esto — Se echó a llorar nuevamente, simplemente no podía comprenderlo.
Esas dos palabras "si" y "hubiera" separadas son solo palabras simples, pero cuando las unes, tienen el poder de perseguirte por el resto de tu vida. A veces tomaremos decisiones pensando en la felicidad de otros, creyendo que eso los hará felices y sin quererlo terminamos hundiéndolo cada vez más. "Si hubiera" ya no hay que pensar en eso, si seguimos pensando a diario en eso, solo conseguiremos amargarnos cada vez más. La vida de esas tres personas cambiaría con la partida de Yoongi, pero él estaba seguro de si ellos no pensaban en el "si hubiera" podrían continuar con sus vidas, si el desaparecía del mapa todos serían felices, o al menos eso fue lo que él quizo creer.
"A veces solo queremos desaparecer, como las gotas de lluvia que caen a nuestro pies"
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