-Sigan derecho hasta llegar a la Torre de Espinas, después de ellos renten unos caballos y los llevará hasta Cair Paravel, pueblo cercano a Carlormen, para llegar a el deberan cruzar el bosque de hielo.

Aerys sonrio agradeciendo la información del salvaje que los había ayudado, el hombre se alejó y el rubio miró a su grupo.

-No falta mucho, tomaremos una caballos y listos

Arya alzó una ceja.

-¿De donde vamos a sacar unos caballos?

Aerys sonrio y miro lejos de ellos unos hombres quienes comían un jabalí muerto sin azar.

-Yo me encargo.

Gendry fruncio el ceño mirando al chico alejándose de ello, el rubio llegó hasta los hombres que estaban al lado de la fogata y se sento a su lado.

-Aerys Targaryen- se presentó, los hombres alzaron una ceja al verlo- Me darían un minuto de su tiempo para poder hablar acerca de un tema muy importante...- uno de ellos fruncio el ceño mirando al chico- ¿Han visto los dragones?

Los salvajes dejaron aquella mirada amenazadora de lado y pusieron toda su atención en el rubio.

                            ⚜⚜⚜

-¿Eso fue todo?- pregunto Myrcella mientras cabalgaban en el caballo.

-¿Que?- pregunto Aerys- Solo les dije la verdad.

-Les mentiste- solto a su lado Gendry.

-¿Yo?- pregunto el rubio y miro a Arya- ¿Les mentí Stark?

Arya asintio con la cabeza.

-Les dijiste que los dragones salieron de las llamas y que se sentarian en el trono de hierro algún dia gobernando todo el mundo- hablo Myrcella.

-¿Y estoy mintiendo?- pregunto Aerys- Es decir, Sansa es la reina de las siete reinos pero Dany es reina de dragones y derrotaron los caminantes blancos.

-Les prometiste que lloverian dragones- entrecerró Arya y nego con desaprobación.

-Si, pero nunca dije cuando.

Ambos chicos comenzaron a discutir sobre si Aerys había mentido o no. Gendry nego ante la discusión y los paso de largo cabalgando al lado de Myrcella quien tenía la vista hacia el frente.

-Dios, no imagino cómo será su noche de bodas- Myrcella río mirandolo- Es decir, discutirán por cualquier cosa.

La rubia solto una risa y miro hacia atrás a ambos chicos quienes alzaban las manos mientras aún discutían un tema tan insignificante.

-¿Noche de bodas?- pregunto Arya en voz alta- Ni de chiste me caso con este- señalo con la cabeza al rubio.

Y una nueva discusión entre la chica lobo y el joven dragón inició de nuevo.

Gendry sonrio con diversion mientras escuchaba a sus dos compañeros seguir discutiendo, Myrcella miraba de vez en cuando a su espalda y regresaba su vista con diversion.

-Lamento si te incomode cuando te bese- Myrcella lo miro- Era la única forma que se me ocurrió para regresar el oxígeno a una persona.

La rubia sonrió y miró hacia el frente.

-¿Quiere decir que besaras a Aerys si se ahoga?

Gendry la miro y nego con asco.

-No.

-Es lo mismo, lo hiciste para salvarme ¿Por qué no lo harías con el?

-Es hombre y es distinto, no pienso besarlo.

Myrcella río asintiendo con la cabeza mientras  los caballos caminaban con tranquilidad , un frío aire golpeó el rostro de los cuatro chico haciendo el silencio entre ellos, los caballos se removieron con nerviosismo y miraban de un lado hacia otro.

-¿Que ha sido eso?- susurro Arya mirando a Myrcella.

La mirada de los cuatro chicos se posó en frente del camino esperando tal vez algo que saliera entre las ramas de los árboles del bosque pero nada salía. Arriba de ellos entre las montañas un cuerno sonó haciendo eco en el lugar.

Gendry quito sus ojos de la montaña y los poso en el camino, abrió sus ojos lentamente.

-Caminantes blancos- susurró para si mismo.

-¡Hay que salir de aquí!- grito Aerys al escuchar lo que Gendry había murmurado.

Varios mamut comenzaron a salir al camino por el que los chicos estaban, arriba de ellos caminantes blancos los apuntaban con lanzas.

-¡Corran!- grito Arya, movio las correas del caballo obligándolo a moverse y salio corriendo por el camino.

Seguido de ella los otros tres chicos hicieron lo mismo.

-Detengalos- ordeno una mujer al lado de la noche.

El hombre de ojos azules la miro por algunos segundos y luego asintio. Cersei sonrio mirando como estos escapaban de un lugar que no había escapatoria.