eight ━━ always the fool with the slowest heart.

🎀 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓 . . .
❝ always the fool with
the slowest heart ❞

DESPUÉS DE QUE LA RABINA REBECCA NOS PILLARA A MI Y A CONNOR, me obligó a ir con ella a su despacho, para hablar sobre lo sucedido.

Yo me encontraba sentada en uno de los sillones, mientras que la mujer estaba sentada en frente mío.

―¿Delante de la Torá? ―me preguntó la mujer― ¿Pero en qué estabas pensando?

―¡Ya te he dicho mil veces que lo siento!―exclamé― ¿Por qué no estás regañando a Connor también?

―¡Oh, claro que lo voy a hacer! ―respondió― ¡Según sus profesores de los antiguos institutos en los que ha estado, no es su primera vez y tampoco será la última!

Espera, ¿qué? ¿Connor ha hecho esto con otras muchas chicas? ¿Le han expulsado por ello?

―Ay, Dios... mi padre lo meterá en una trituradora para que nadie encuentre el cadáver. ―dije, olvidándome de lo que había dicho la mujer sobre lo de sus antiguos institutos.

―Escúchame, Olivia... ―se volvió a sentar para mirarme― Quedan cuatro semanas para tu bat mitzvah, el cual también es el de Stacy, y se supone que ese es el día más importante de vuestras vidas, ¡pero no os lo estáis tomando para nada en serio! ¡Ni siquiera habéis acabado vuestro proyecto!

―¡Sí que lo hemos acabado, fuímos voluntarias en la residencia!

―¿Pero para hacer el trabajo, o para que tu hermana ligera con el chico que te gusta?

Yo me callé, pues sabía que tenía razón. Segundos después, terminé de analizar toda la frase, y abrí los ojos como platos, para mirar a la rabina Rebecca.

―¿Cómo lo has...?

―¿Sabido? ―terminó, y ella sonrió― Chica, se nota demasiado que te gusta Andy, por eso me ha extrañado tanto verte besándote con Connor.

Yo bajé la mirada ―Ya, bueno, pero me da igual. Connor y yo estamos totalmente bien, y Andy no me importa en absoluto.

Ella asintió, pero con los ojos entrecerrados; no me creía.

Y, si os soy sincera, yo tampoco me creía a mí misma.

―Mira, voy a quitarme la kipá religiosa, para ponerme la kipá de colega. ―se puso una kipá diferente― Si tu hermana y tú no os empezáis a tomar en serio las cosas, vuestro bat mitzvah será cancelado, y no habrá ninguna forma de volver atrás.

Yo miré a la mujer, incrédula, y notaba cómo las lágrimas embadurnaban mis ojos.

La había cagado, sí, pero Stacy no se merecía que, por mi culpa, el día más importante de su vida fuera cancelado.

(...)

DESPUÉS DE LA CHARLA CON LA RABINA REBECCA, el último timbre de la semana sonó y por fin pudimos irnos a casa.

Yo salí corriendo de allí, llorando, pues sabía que la rabina Rebecca llamaría en cuanto pudiera a mis padres.

Stacy me intentó preguntar que qué había pasado, pero me negué a decírselo.

Entramos en el coche de Ronnie (Zaara estaba con ella, como no), ya que ella era la encargada de recogernos.

Nadie dijo nada durante el trayecto.

Llegamos a casa, y abrimos la puerta de esta, para ver a Ronnie, Zaara, papá y mamá todos reunidos.

Mamá tenía el móvil en la mesa, mientras hablaba.

―Sí, lo comprendemos, rabina Rebecca. ―yo cerré los ojos, con frustración; lo sabía― No se merece que le demos otra oportunidad.

―De acuerdo, y... por favor, dígale a su marido que mantenga la calma y que no meta a Connor Wilson en una trituradora.

Yo miré a mi padre, quien me miraba, decepcionado.

Subí las escaleras, seguida de Stacy, para entrar a nuestra habitación y cerrar un portazo.

Pude escuchar a Ronnie decir:

―Papá, mantén la calma, y sobre todo... no le grites.

Lo siguiente que se escuchó fue una lata estrujándose, y el sonido de esta impactando contra el suelo.

Nos asutamos, y mi hermana y yo nos sentarnos en nuestras respectivas camas, sabiendo lo que se me avecinaba.

Papá abrió la puerta y entró a la habitación.

―Eh, ¿desde cuándo se dan portazos en casa? ―preguntó, mirándonos.

―Papá, por favor, ahora mismo no quiero problemas... y necesito un respiro.

―¡Eso es lo que tiene ser adulto y también ser judío: no hay respiros!

―¡Papá, por favor, basta! ―exclamé, agobiada.

―¡Besar a un chico en el templo es una falta de respeto, Olivia! ―gritó, y yo asusté, pues nunca se había puesto así conmigo― ¡Cuando pones un pie en la sinagoga, le estás diciendo a todo el mundo y a Dios que eres judío, y que eres parte de la comunidad!

―¡Pues a lo mejor no quiero ser parte de ella!

―¡Sí quieres serlo!

―¡No, yo nací en el reino de Dios!

―¡Pues Dios te quiere fuera de ese reino inmediatamente! ―exclamó― ¡No me puedo creer que hayas besado a un chico, y encima en el templo, de verdad, es una vergüenza!

―¡YA BASTA! ―grité, levantándome, y mirando a la padre― ¡Besé a Connor, sí, lo hice, pero no estoy segura de si he hecho bien en besarlo, ya que una parte de mí siempre estará enamorada de Andy Goldfarb!

Silencio.

Sólo se podían escuchar nuestras respiraciones alteradas.

Me tapé la boca, al acordarme de que Stacy estaba en ese lugar. Me giré hacia ella, y me miraba con enfado y dolor.

Mi padre se dio cuenta de que ya no pintaba en la conversación, y se fue de la habitación.

―¿¡QUÉ!? ―gritó― ¿¡Todo este tiempo has estado por Andy, y no me lo habías dicho!?

―¡S-Stacy, y-yo...!

―¿¡Qué, tú qué!?

Ahí fue cuando perdí los estribos; iba a soltar todo lo que llevaba guardando durante todos estos años.

―¡Vale, sí, Andy me ha gustado muchísimo tiempo, incluso antes de que a tí también te empezara a gustar! ―empecé, y ella abrió la boca, pero no le dejé hablar― ¡La razón por la que no lo sabes es porque no quería hacerte daño, no quería perder la bonita relación que nosotras dos teníamos por un chico, joder!

Stacy negó con la cabeza, mientras empezaba a ponerse roja de la rabia.

―¡Y ya estoy harta de ser yo siempre la qeu se guarde sus sentimientos, para que las demás personas sean felices! ―exclamé, llorando, enfadada― ¡Me he dado cuenta de que debí haber sabido que era demasiado buena contigo, y también debería haberle hecho caso a mi corazón! ―no podía parar de llorar, era incontrolable― ¡Me he estado guardando todo este tiempo mis sentimientos, y he estado autosaboteándome para que seas feliz, y que tengas al chico de tus sueños y del que llevo años, Stacy, años locamente enamorada para que encima te enfades y me eches en cara el por qué no te lo había contado!

―¡Vete a la mierda!

―¡Vege tú a la mierda, Stacy, eres una puta egoísta!

―¡Tú sí que eres una puta egoísta, y no solo eso, sino que también eres una puta cobarde por no tener los ovarios de decirme lo que sentías por Andy!

―¿¡Perdona!? ―pregunté, y me acerqué más a ella― ¿¡Tú sabes lo mucho que he sufrido durante todos estos años cada vez que tú hablabas de Andy!? ―grité― ¡"Andy esto, Andy lo otro, Andy, Andy, Andy"! ―ella se acercó más a mi, para quedar cara a cara― ¿Sabes? Me he dado cuenta de que soy tan buena y que siempre pongo a los demás por delante de mi, cuando es literalmente justo lo que no debo hacer. Estoy harta de ser así, y de ser tan buena persona.

«A partir de ahora, yo seré mi prioridad, Stacy, mi prioridad, y voy a dejar de hacer siempre lo que tú quieres, ya que siempre consigues lo que quieres con tan solo poner ojitos de cachorro, ¿y sabes qué? ―pregunté― Que lamento informarte de que no siempre vas a conseguir lo que quieres, sino que, si sigues siendo así de egoísta, conseguirás todo lo contrario, y te quedarás sola.

Stacy se quedó sin palabras ante mi discurso, pues sabía que tenía razón.

No dijo nada más, y salió corriendo de la habitación, para dirigirse al baño y no salir de allí en todo lo que quedaba de tarde.

Suspiré, lentamente. Me sentía mal por decirle todas sus verdades a la cara, pero me sentía aliviada de por fin haberme desahogado después de tantos años guardándome mis sentimientos.

ESA MISMA NOCHE, STACY ENTRÓ A LA HABITACIÓN. Yo me encontraba leyendo ‟Harry Potter y el prisionero de Azkaban", mientras estaba acostada en mi cama.

Desvié mi mirada del libro, para mirar a mi hermana. Tenía el rímel corrido, y le llegaba hasta las mejillas.

Liv... ¿p-podemos hablar?

Yo rodé los ojos, y puse mi marcapáginas en la página en la que me había quedado, para cerrar el libro.

―Vale.

Ella suspiró, y se sentó junto a mi.

Estuvimos unos segundos en silencio, hasta que ambas lo rompimos.

―Lo siento. ―dijimos las dos, para después sonreírnos, levemente.

―Déjame hablar a mi, por favor. ―pidió, y yo asentí― Siento mucho haberme puesto así, en serio, no sé... no sé por qué me he enfadado tanto. Supongo que... bueno, no me esperaba esa confesión de tu parte. Siento que hayas tenido que guardarte todos esos sentimientos por mí, Liv, no... no tenías por qué hacerlo.

―¿Cómo que no tenía por qué hacerlo? ―pregunté, y ella bajó la mirada― Eres mi hermana melliza, Stace, siempre querré lo mejor para ti, sin importar que tenga que guardarme mis sentimientos para que seas feliz.

Stacy sonrió, y me abrazó.

―Muchas gracias, Liv, eres la mejor hermana melliza que una podría tener. Juro que ya no me voy a interponer entre Andy y tú, de verdad.

Yo sonreí, mientras la miraba.

―Tranquila, entre Andy y yo no ha pasado y nunca pasará nada. ―intenté autoconvencerme de ello― Ahora mismo estoy muy bien con Connor.

Sí, Connor y yo hemos empezado a salir como una pareja feliz, hacía solo unas horas.

―Tan solo... ten cuidado con él, ¿vale? ―me avisó― No quiero que te pase nada malo, Liv...

―Y no me pasará nada, Stace, Connor es un buen chico.

¿Verdad?

DOS SEMANAS DESPUÉS, LLEGÓ EL DÍA MÁS IMPORTANTE PARA LYDIA: SU BAT MITZVAH. Ahora mismo, mi hermana y yo habíamos salido de la ducha, teníamos una toalla enrollada en la cabeza.

También teníamos un albornoz, claro, no íbamos a ir desnudas por la casa como si tuviéramos tres años.

―Olivia, Stacy... ―llamó nuestra madre, y llegó a nuestra habitación― Dios, ¿por qué aún no estáis listas?

―Es que no queremos ir... ―contestó Stacy, y yo asentí, estando de acuerdo con ella.

―Claro que queréis. ―dijo, y se acercó a nosotras― Lydia celebra su bat mitzvah.

―Mamá, ella no quiere ni mirarnos a la cara. ―informé, cruzándome de brazos― No nos quiere en la fiesta más importante de su vida.

―Mirad, no sé lo que ha pasado entre vosotras tres, pero... sé nota que no lo estáis pasando muy bien. ―dijo― Sé que os ha hecho mucho daño a las dos, pero estoy segura de que echa de menos a sus mejores amigas; debéis hacer lo correcto.

Nosotras dos sonreímos, mirando a nuestra madre, para después abrazarla.

―Oh, y no os quitéis las toallas, porque son súper elegantes. ―bromeó, y nosotras reímos.

(...)

DESPUÉS DE TERMINAR DE PREPARARNOS, LLEGAMOS AL BAT MITZVAH DE LYDIA. Nos bajamos del coche, y vimos a Andy corriendo mientras tenía delante la silla de ruedas de su abuela, con ella dentro, como si fuera una carrera.

―Ahora entiendo por qué os gusta tanto... ―comentó Ronnie, para pasar por delante de nosotras.

Stacy y yo nos miramos, para entrar en el lugar. De primeras, vimos a Lydia y a su madre, para recibir a los invitados.

Stacy y yo habíamos hablado que lo mejor sería olvidar todo lo del pasado, y así poder pasar página más rápido.

Íbamos a actuar como si nada hubiera pasado.

―¡Lydia, estás guapísima! ―exclamó nuestra madre, para abrazarla.

Nuestro padre y el de Lydia se saludaron, al igual que nuestra madre y la de Lydia.

Lydia nos miró, y nos dedicó una sonrisa, pero sin mostrar los dientes. Al parecer, ella también quería olvidar nuestra rivalidad, al menos por ese día.

―Olivia, Stacy, me alegro mucho de que hayáis venido. ―nos dijo la madre de la castaña― Lydia me ha dicho que os habéis apuntado al coro, y que no sabía si vendríais.

La nombrada nos miró, pidiendo ayuda, por lo que yo capté su señal de auxilio.

―Sí, los ensayos van genial. ―me apresuré a contestar, y ella suspiró aliviada, mientras que mamá nos miraba con el ceño fruncido.

Articuló con los labios: "¿Desde cuándo estáis en el coro?", y yo le articulé un: "No te preocupes por eso".

―¡Por fin ha llegado el día que todas estábais esperando! ―exclamó la madre de Lydia.

Lydia, Stacy y yo nos miramos, para gritar un poco, emocionadas.

El padre de Lydia, Eli, miró la hora en sj reloj.

―Uy, bueno, creo que es hora de emborracharse.

―Sí, a ver si aguantas. ―le respondió su mujer, con una sonrisa forzada.

―Hey, Lydia, te he visto antes en el templo, cuando estabas cantando lo de la Haftaráh. ―comentó nuestro padre― Bien hecho.

―Gracias, señor Friedman.

Lyd, estás preciosa. ―halagué a la chica, con una sonrisa.

―Pues tú no te quedas muy atrás, Liv. ―me devolvió el halago, y las dos reímos.

―¿Al final hay palitos de regaliz? ―preguntó Stacy, emocionada.

―Sí, están allí, al fondo. ―señaló una mesa de dulces― Los he puesto por ti, y... Olivia, he puesto galletas oreo por ti.

―¡Qué bien! ―exclamamos las dos, mientras teníamos una sonrisa de oreja a oreja.

Echábamos de menos estar así con Lydia, la verdad.

―¡Mi bat mitzvah os dejará maravillados! ―exclamó, e hizo una reverencia― Gracias por venir.

―Gracias a ti por la invitación, madame. ―contestó Stacy, y copiamos el movimiento de la chica.

―¡Lyd! ―oímos qué exclamó Nikki, para acercarse a la chica― ¿Dónde estabas?

―¡Vamos, que te toca! ―exclamó Tara.

―¿Lista para tu gran entrada?

Lydia nos miró, con una sonrisa.

―¡Oh, que empiece la fiesta! ―exclamó Stacy, y todos reímos.

Nos despedimos de todos, para entrar a la fiesta.

―Habéis hecho lo correcto. ―nos alivió Ronnie, con una sonrisa.

―Sí, creo que sí. ―contestó mi hermana, para mirar todo su alrededor― Vaya... esto es espectacular.

―Sí que lo es, Lydia se lo ha currado. ―respondí, con una sonrisa.

Seguimos caminando, hasta que divisa a una persona entre la multitud.

Connor.

Mi sonrisa se ensanchó aún más, y fui hasta él.

―Hey, Con. ―le saludé, por su apodo.

El chico se giró, para mirarme, y después sonreír.

―Hey, Liv. ―él y yo nos dimos un beso, pero fue corto― Estás guapísima.

―Tú también.

Por inercia, busqué a Andy con la mirada, y lo encontré. El chico ya nos miraba, con una expresión neutra, mientras estaba recargado en una de las paredes.

Connor, al ver al rubio, puso un brazo alrededor de mi cuello, para sonreírle... ¿victorioso?

Fruncí el ceño ante su comportamiento, pero se lo dejé pasar.

Él se inclinó hacia mi, para darme otro beso, siendo este un poco más largo y apasionado.

Me separé, con una sonrisa, pero esta no duró mucho ya que vi a Andy rodar los ojos y desaparecer de allí, para irse con Aaron y sus demás amigos.

Yo lo seguí, con la mirada, y vi que se sentó al lado de Kym, Anya y Megan. Él empezó a hablar con Kym, animadamente.

«Auch.»

Sacudí mi cabeza, para volver a prestar atención a mi novio.

―Oye, ¿estás bien? ―me preguntó.

―Sí, es que... no sé, siento que no encajo aquí.

―Tranquila, yo estoy igual. ―me intentó calmar, con una sonrisa― ¿Quieres que vayamos a comer algo?

Yo asentí, y él me tomó de la mano.

―Pues vamos.

EL MOMENTO DE LA ENTRADA DE LYDIA HABÍA LLEGADO. Todos nos encontrábamos sentados en nuestras respectivas mesas, y con nuestras familias.

Connor se sentó junto a su familia y amigos, y yo lo entendí perfectamente.

―¡Muy bien, gente, quiero oír un fuerte aplauso porque ahora comienza, oficialmente, el bat mitzvah de Lydia Rodríguez Katz! ―exclamó el DJ Schmuley, y todos aplaudimos y vitoreamos.

Stacy y yo nos miramos, sonrientes, al ver que el vídeo que le hicimos a Lydia (el bueno, no el que le hizo Stacy) estaba a punto de comenzar.

El vídeo empezó, y ponía: "Para nuestra mejor amiga, Lydia Rodríguez Katz".

Todos murmuraron un "aww", con una sonrisa.

Vídeos de Lydia de pequeña empezaron a aparecer, y aparecía muy tierna. Todos sonreían, mientras miraban el vídeo.

Pero la sonrisa de mi hermana y la mía se desvaneciendo, al ver un vídeo que reconocíamos muy bien.

Si esos muñecos fuérais un chico y tú, ¿qué haríais? ―preguntó Stacy, en el vídeo.

La Lydia del vídeo sonrió, traviesa, para imitar sonidos de besos y esconderse debajo de la cama.

Todos se rieron, creyendo que todo aquello formaba parte del vídeo.

Stacy y yo nos miramos, asustadas, pues sabíamos perfectamente que ese vídeo no era el bueno, sino en el que estaban todos los vídeos vergonzosos de Lydia.

Mierda.

Nos levantamos de nuestro sitio, para ir hacia la mesa del DJ Schmuley.

―Chicas, ¿a dónde vais? ―nos preguntó mamá, pero nosotras no le respondimos.

Más vídeos vergonzosos de Lydia seguían reproduciéndose, y llegamos a la mesa del DJ Schmuley.

―¡Schmuley, por favor, quita el vídeo! ―pedí, desesperada.

―¡Schmuley, porfa! ―pidió esta vez mi hermana, captando la atención del mayor― ¡Que quites quites vídeo!

―¡A la gente le mola, tías! ―exclamó― ¿Por qué iba a hacerlo?

―¡Porque no está nada bien! ―vi que todos se miraban, incómodos, y sentía cómo las lágrimas amenazaban con salir― ¡Quita el maldito vídeo!

Schmuley se rió, señalando cómo Lydia se tiraba un pedo vaginal.

El vídeo estaba a punto de terminar; ya no había nada que hacer.

Como le enseñéis esto a alguien, os mato, ¿sabéis? ―amenazó Lydia, en el vídeo― No, en serio, os asesinaré mientras durmáis.

Tranquila, Lyd, no lo enseñaremos a nadie. ―respondí yo, en el vídeo, riéndome.

Yo negué, con la cabeza, mientras sentía cómo las lágrimas seguían y seguían amenazando con salir.

Más os vale, ¿eh?

Nunca te haríamos eso, Lyd. ―dijo mi hermana en el vídeo.

¿Me lo prometéis?

Te lo prometemos.

El vídeo acabó, y ponía: "Con amor de tus mejores amigas, Olivia y Stacy Friedman", pero de repente, la frase "tus mejores amigas" se tachó.

Todo el mundo se miró entre sí, incómodo y sin saber qué hacer o decir.

Una lágrima resbalaba por mi rastro: No habíamos cumplido nuestra promesa.

Miré a Andy, quien me miraba con un poco de tristeza y también miré a Connor, quien ser reía silenciosamente junto a sus amigos.

Eso me hizo dudar de si Connor era una buena opción.

―Vale, ni siquiera yo soy tan mala. ―comentó Kym, disgustada.

―Pues eres peor. ―contestó Andy, mientras me seguía mirando.

―Sí, y mucho. ―completó Aaron.

El foco se dirigió hacia la puerta, iluminando a Lydia, y cegándola. La chica no sabía qué hacer, pues estaba muerta de vergüenza.

Miró a todos lados, desconcertada, hasta que su mirada se encontró con la de mi hermana y la mía.

Nosotras la miramos, arrepentidas por lo que acababa de suceder, y ella solamente negó con la cabeza, para salir de allí corriendo.

Stacy y yo nos miramos, para después salir corriendo de allí; la fiesta había vuelto a seguir, para que así todo se olvidará un poco.

Seguimos a Lydia, mientras que ella no paraba de llorar.

―¡Lydia, Lydia, espera!

―¡Lydia, de verdad, no queríamos...!

―¡CALLAOS! ―nos gritó, dándosela la vuelta para mirarnos― ¡Claro que queríais, incluso queríais que todos pensaran que tengo pelos en los pezones o que Andy Goldfarb fuera mi primer beso!

―¡Lydia, te prometemos que esto es diferente!

―¡Sí, todo tiene una explicación!

―¡Demasiado tarde, Olivia y Stacy, demasiado tarde! ―exclamó― ¡He intentado que me perdonárais, pero seguís castigándome! ―Stacy tragó en seco―¿¡Cuándo va a ser suficiente, Stacy y Olivia, cuándo será suficiente!?

―¡Ya, ya es suficiente!

―¡Pues demasiado tarde! ―exclamó, para irse del lugar, dando un portazo a su paso.

Stacy y yo nos miramos, mientras sollozábamos.

Pero, desgraciadamente, esa no sería la única decepción que me llevaría aquella tarde.

STACY Y YO VOLVIMOS A LA FIESTA, SOLLOZANDO. Cuando nos habíamos calmado un poco, nos dimos cuenta de que todo el mundo actuaba como si nada hubiera pasado.

Lydia se había ido, y sus padres la llamaron para asegurarse de que todo estuviera bien.

Estos dijeron que la fiesta continuaba, a pesar de que la protagonista estuviera ausente.

Yo tan solo quería ver a Connor y desahogarme con él por todo lo que había pasado con Lydia, así que fui a buscarlo.

Grave error.

Caminé por la fiesta, hasta que lo encontré hablando con sus amigos, animadamente.

Yo me encontraba detrás de él, por lo que no podía verme. Sus amigos parecieron no darse cuenta de mi presencia, por lo que hablaron.

―Oye, ¿cómo vas con la chica Friedman?

―Pues bien, no sospecha nada. ―contestó, y eso me hizo fruncir el ceño.

¿De qué cojones estaba hablando?

―Espera, ¿en serio? ¿Nada de nada? ―preguntó uno de sus amigos, atónito― ¿Ni siquiera notó cuando nos miraste hace unas semanas, para pedirle que le dieras un beso?

Connor negó, con la cabeza, sonriente.

―No, es tan ingenua la pobre...

Yo me estaba quedando sin palabras. ¿A qué se refería a que era tan ingenua?

―¿Y cuándo piensas decirle que es solo una simple apuesta?

Yo abrí la boca, mientras que las lágrimas empezaron a salir de nuevo.

¿Todo ha sido una mentira?

―Sí, me liaré con ella un par de veces, y cuando esté a punto de llevarla a la cama, le soltaré la bomba. ―todos rieron, incluido él― Va a ser una pasada ver su reacción.

Yo me tapé la boca, para que mis sollozos no se escucharan.

Sin embargo, no pude evitar hablar.

―¿Así que todo este tiempo he sido una apuesta? ―pregunté, a duras penas, y vi cómo el chico se tenía y me miró, asustado― ¿¡Todo lo que hemos pasado juntos ha sido una puta mentira!?

―N-No, Liv, n-no es lo que parece...

―¡Ni se te ocurra volver a llamarme así, no te mereces ni siquiera llamarme por mi nombre! ―exclamé, ganándome la atención de todos los presentes― ¡Tú mismo lo has dicho: tan solo me querías para liarte conmigo, y encima salir de rositas abriendo que tan solo era una apuesta!

Él se hartó de poner cara de pena, para sonreír, como un psicópata.

―Vale, sí, lo admito, has sido una apuesta todo este tiempo. ―admitió, y yo negué, con la cabeza― ¿Y sabes qué? Que no me arrepiento de nada.

―¿Q-Qué...?

―Dios, Olivia, ¿de verdad te piensas que chocarme contigo fue solo una casualidad? ―el rió, y ya no pude contener mis sollozos― Por favor, lo hice porque mis amigos me retaron a enamorarte, ¿y sabes qué? Que creo que me ha salido la jugada más que perfecta.

―Basta... ―sollozaba, alescucjar todo aquello.

―Oh, Olivia, Olivia... ¿quién se iría a enamorar de una zorra como tú? ―yo abrí los ojos, sorprendida, pues no le había dicho nada sobre aquel rumor― Dios, ¿quién te crees que empezó el rumor, en primer lugar?

Él levantó la mano, divertido.

Solo se podían escuchar mis llantos, y sentía cómo cada palabra que él decía se me clavaba en el corazón como si fueran dagas.

―Solo me bastó con chocarme contigo y hacerme el bueno y tímido chico que solo quiere paz y amor en la vida. ―él siguió riendo, mientras todos lo miraban, con odio― Eres tan patética que me haces reír, de verdad.

Nunca pensé que diría esto, pero... Andy, te necesito.

―¿Y sabes quién es verdaderamente el patético aquí?

Esa voz...

Connor y sus amigos se giraron, para ver cómo Andy Goldfarb se acercaba al primero, amenazante.

El rubio me dio una rápida mirada, y me sonrió, levemente, como diciendo: "lo tengo controlado".

―Anda, el que faltaba... ―musitó el pelinegro, para acercarse más al rubio― ¿Qué pasa, Goldfarb? ¿Se te ha perdido algo?

―A mi no, pero creo que a ti sí que se te ha perdido algo ―contestó―: La dignidad.

―¿De qué cojones estás hablando, niñato? ―se acercó más a él, amenazante, pero Andy no parecía tener algún tipo de miedo.

―Volviendo al tema... ¿sabes quién y qué es verdaderamente patético, Wilson? ―preguntó Andy, rojo de la rabia― La respuesta a lo primero: tú. En respuesta a lo segundo: Que hayas usado a una chica solamente para liarte con ella, y jugar con ella a tu antojo. Las mujeres no son un juguete y mucho menos una marioneta a la que puedas manejar. ―explicó, y yo sonreí un poco, al escuchar al rubio decir eso― Sabía que no eras de fiar desde el primer día en el que te vi, ¿sabes? Y me parece a mi que, por primera vez en mucho tiempo, he tenido la razón en algo, y me siento orgulloso de haberle advertido a Olivia sobre tus notables intenciones.

Connor sonrió, de nuevo ―¿Y cómo vas a demostrarlo, eh? No tienes pruebas.

―¿Ah, no? ―Andy me miró― Olivia, cuando estuvimos el otro día en la residencia, ¿te advirtió de que no tardaras mucho, así manipulándote a su antojo? ―yo asentí, y él volvió a mirar a Connor― Uy, me parece que sí que hay pruebas de que no eres más que un sinvergüenza que está tan aburrido y que no sabe qué hacer con su vida, por lo que decide hacer apuestas tontas con sus amigos solo para conseguir fama y popularidad.

«Ese es mi chico.»

―Bueno, al menos yo no me alejé de ella solo por juntarme con otras personas, y encima ignorándola por completo. ―se intentó defender Connor― Oh, y lo más importante, yo no la llamé zorra, aunque todos los aquí presentes sabemos que Olivia Friedman es una zorra, y no solo eso, sino que también es puta.

Esa fue la gota que colmó el vaso.

Andy no se aguantó más y, cuando Connor volvió a mirarlo, se soltó un puñetazo en la nariz, así consiguiendo que se tambalera un poco.

Connor se tocó la nariz, para darse cuenta de que esta sangraba.

El pelinegro miró al rubio, con ganas de asesinarlo.

―Tú hoy no sales vivo de aquí, chaval.

Andy sonrió, mientras hacía un gesto con las manos, como diciendo: "ven a por mi".

―Estoy deseando ver eso, chaval. ―le repitió, divertido.

Era oficial, se iban a pelear, y yo estaba allí, sin saber qué hacer.

Esta vez fue Connor quien le dio un puñetazo a Andy, con la mala suerte de que el golpe se lo llevara en el ojo.

El chico se quejó, adolorido, y me di cuenta de que intentaba abrir el ojo pero no podía.

Mierda.

―Chicos, basta, venga. ―intenté meterme entre ellos pero sabía que, si lo hacía, la que acabaría malherida sería yo.

Y no queremos eso.

Los dos chicos me ignoraron, para lanzarse entre ellos, y tirarse al suelo. Andy soltaba puñetazos que Connor bloqueaba, mientras que Connor también soltaba puñetazos que Andy esquivaba.

―¡Chicos, ya basta!

Los adultos intentaron separarlos, pero aquello era imposible; se quería matar en ese lugar, y en ese instante.

¿Quién sería el último en pie?

Andy se levantó, como pudo, pero al ver que de su boca caía un hilo de sangre, se alarmó.

Connor aprovechó ese momento de distracción para darle una patada al chico en el estómago, volviéndolo a tirar al suelo.

―¡ANDY! ―grité, aterrorizada.

Connor se acercó al nombrado, con una expresión rabiosa, para agarrarlo de la camisa.

―Esto te pasa por meterte entre mi relación entre Olivia y yo.

―¿Qué relación, si al fin y al cabo todo ha sido una farsa? ―preguntó Andy, con un poco de diversión en su voz.

Connor le soltó un cabezazo al chico, y yo volví a gritar, muerta de miedo.

Ojalá pudiera haber sabido que Connor era mala persona, en vez de cagarme por su físico y ni centrarme en su interior.

Andy tardó unos segundos en levantarse, ya que se notaba que estaba luchando por mantenerse en pie.

Connor sonrió, y me miró, como diciendo: "lo voy a reventar", pero con una sonrisa psicópata.

Con eso me quedó claro que era una pelea a muerte, y no una pelea normal y corriente.

O te defendías, o estabas fuera de juego.

Andy aprovechó ese momento de distracción para agarrar un plato de los que había en una de las mesas, y estampárselo a Connor en la cabeza, rompiendo el objeto en el impacto.

Wilson se quedó bastante desorientado, y se empezó a tambalear más de la cuenta.

Andy se acercó a él, mientras prepara a su movimiento final.

―Esto te pasa por jugar con el corazón de mi chica.

No pude procesar aquellas últimas dos palabras, ya que Andy le dio una patada en la cabeza, dejando a Connor moribundo en el suelo.

Andy había ganado la pelea.

Los adultos rápidamente fueron a socorrer a Connor, mientras que yo miré a Andy.

El chico también me miró, para después sentirse mareado y dedicarme una última sonrisa.

Yo se la devolví, pero no duró mucho ya se desvaneció al ver cómo Andy caía al suelo, inconsciente.

―¡ANDY! ―grité con todas mis fuerzas, para acercarme a él.

Me arrodillé a su lado, para comprobar si tenía pulso.

Gracias a Dios, lo tenía.

Suspiré, aliviada, pero aún asustada por la salud del chico que he amado y que siempre amaré toda mi vida.

Buque si tenía alguna lesión grave en alguna parte, pero por suerte no parecía tener ninguna.

Seguramente, se había desmayado del cansancio que había conllevado la pelea.

La ambulancia no tardó en llegar, y se llevaron primero a Connor, en una camilla.

Yo lloraba sin parar, al ver a Andy tirado en el suelo, sin conciencia.

Mi padre me intentó alejar de él, pero yo no me dejaba.

―¡No, no, suéltalo, no! ―exclamé, intentando zafarse del agarré del mayor― ¡Tengo que estar con él, joder, no!

Mi padre me consiguió alejar de Andy, y nos fuimos de allí lo más rápido que pudimos.

Nos montamos en el coche, y yo miraba a un punto fijo mientras me clavaba las uñas en la piel debido al ataque de ansiedad que me estaba dando en ese momento.

Horas después, nos llamaron a nosotros (porque los padres de Andy estaban ausentes, como no), y nos dijeron que Andy estaba bien, y que al día siguiente le darían el alta en el hospital.

De Connor no volví a saber nada de él, pero la verdad es que no me importaba.

Solo una cosa podía rondar por mi mente

Andy Goldfarb se había peleado con Connor Wilson por mi.

Y en ese momento supe que era él, Andy Goldfarb siempre sería el indicado para mi.

Y siempre lo sería.

Pero... ¿debería perdonarle a pesar del daño que me había hecho durante todas estas semanas, o no debería perdonarle aunque se hubiera peleado a muerte por mi?

N/A: *se prepara para los insultos que se le vienen después del capítulo de hoy*

Hola, hola, mis amores !! ¿Qué tal estáis después de este INTENSÍSIMO capítulo?😅

¿Qué os ha parecido el capítulo? Decidme opiniones SINCERAS.

Liv POR FIN le ha dicho a Stacy todos los sentimientos que llevaba guardados todo este tiempo. ¿Creéis que ha hecho bien en decirlo, o se ha pasado un poco?

El vídeo de presentación de Lydia... ha sido muy fuerte, y en parte es culpa de las hermanas Friedman🥲.

CONNOR, TE MATO, DE VERDAD TE ODIO CON TODO MI SER🤬. O SEA, ¿¡CÓMO HAS PODIDO MANIPULAR A MI NIÑA A TU ANTOJO Y ENCIMA SIENDO PARTE DE UNA ESTÚPIDA APUESTA!?

Para las chicas que AMABAN a Connor... ¿qué pensáis ahora de él? ¿Seguís siendo team Connor?🤗. Os advertí que no os encariñárais tanto...

Andy defendiendo a Liv, awwww💕 Los adoro con toda mi alma a mis niños preciosos !!

LIV POR FIN SE HA DADO CUENTA DE QUE SIEMPRE VA A ESTAR ENAMORADA DE ANDY, Y QUE NADA NI NADIE LE HARÍA CAMBIAR DE OPINIÓN, AHHHHHHHHHHHHHHHHHH. YA NO ESTÁ CIEGA, GRACIAS A DIOS !!! 🙏🏻

¿Qué os ha parecido la pelea entre Andy y Connor? Espero haberla narrado bien, ya que no estoy acostumbrado a escribir cosas así...

ANDY HA DICHO "MI CHICA", REPITO, ANDY HA DICHO "MI CHICA" AHHHHHHHHH😭

Pobre Andy, si sigue así, se quedará peor que Steve Harrington en todas las temporadas de ST, JAJAJAJAJ.

Bueno, lamento informaros de que solo quedan DOS CAPÍTULOS para el final de esta historia, sumándole el epílogo (creo que el capítulo 10 y el epílogo serán cortos).

No os olvidéis de votar y comentar, que amo leer vuestras opiniones !! ❤

P.D: Gracias a todos/as por las más de 3K visitas, os adoro más que yo a mí misma, de verdad😭💘.

XoXo, Nahia <3.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top