08
Al inicio, cuando Taehyung tenía unos 8 años fue la primera vez que quiso aprender a cocinar. Recuerda un poco ese día porque su madre se espanto tras encontrarlo llorando junto al lavadero de la casa lleno de especias y masa. Su madre le dijo que aquel día ya no había rollos para la cámara pero que de tener una imagen de aqueldía no se cansaría de burlarse de él. Taehyung se había ido ofendido a su cuarto después de aquella anécdota.
Aun así, le resultaba divertido pensar que su madre no lo hubiese regañado y que a partir de entonces ambos se dispusieron a enseñarle a cocinar, Taehyung no pudo estar más feliz de ello.
Después, a sus 12 años ya era capaz de cocinar por su cuenta sus alimentos, si sus padres tenían que salir por trabajo, el estaba bien con comida de rey en la mesa.
Su historia con la biología llegó después, así como la química, la física y la botánica.
Aquella mañana despertó cansado, su cuello dolía al igual que sus cienes.
—¡Taehyung! —Gritó David desde abajo. — Baja… tenemos que ir a clases.
—¡Voy!
Su amigo recientemente estaba llegando temprano a la escuela, Taehyung pretendía no saber el motivo, prefería que fuera el mismo David quien le dijese cuando se sintiera listo. Sí, el lo sabía.
Bajó por las escaleras con una mano fuera del suéter, después lo acomodó con cuidado, en su otra mano sujetaba un pequeño lirio que estaba en una maceta.
—¿Qué es eso? ¿Es para mí? — David se acercó curioso dispuesto a tocar la planta.
—Shh, deja… - Retiro su mano con un suave manotazo.
—Ay Taehyung, ni que se fuera a morir…
—Tus manos son toscas, hay una posibilidad… —Aseguró.
—Cállate sabelotodo.
Cuando el semaforo se puso en rojo ambos cruzaron la calle adentrándose entre los puestos que ofrecían sus productos. A tan temprana hora ya se encontraban las mujeres gritando ofreciendo vegetales, fruta, ropa y demás cosas que se les ocurría.
David casi se orina cuando un hombre le ofreció un pescado muerto.
—No me voy a quedar a ver el sufrimiento de los animales. — Lo escuchó decir antes de salir corriendo con rumbo a la escuela. Taehyung quiso reír y se rio de él.
—Cobarde. — Lo llamo cuando estuvieron frente a la escuela.
—Tu cola… —Le gritó.
—Ah…
Había personas fuera ofreciendo comida, helados o atoles, algunos estaban pidiendo permiso para entrar y otros simplemente perdían el tiempo.
—¿Qué harás? — Preguntó Taehyung cuando estuvieron dentro del colegio aún vacío.
—Voy a comprar una galleta… ¿Quieres?
—No, pero puedes traerme agua…
—Bien, galletas y agua para ti … — memorizó.
—Para la planta Dav…
—Para TÍ …
Taehyung no protesto ni dijo más de lo que debería, simplemente dejo que su amigo hiciera de las suyas y se quedó ahí en su lugar observando a la cafetería del colegio. Le faltaba medio año para terminar, y se sentía como si apenas ayer hubiese tomado la decisión de ingresar a la prepa y seguir sus sueños con las plantas. Hubo veces en las que creyó que no podría, que no sabría cómo mantener sus calificaciones, pero así fue como se convirtió en quien era ahora, una persona que se exigía demasiado para ser un alumno ejemplar.
Tenía miedo de sí mismo, porque comenzaba a hartarse de ello, harto de sí mismo.
—Ya dije esto, no lo voy a repetir, tenemos que tener una presentación bien hecha cuando tengamos que competir, no voy a permitir que por su irresponsabilidad quedemos en ridículo frente a otras escuelas.— Era la voz del maestro de educación física, tenía la cara roja y había una fila de chicos altos frente a él. La mayoría aún estaban medio dormidos y los otros ni siquiera le estaban prestando atención. —¡jefferson!
Todos los chicos volvieron a alinearse cuando escucharon el llamado del profesor.
—Realmente no sé qué van a hacer ustedes con su futuro... se supone que están aquí por su pasión, pero en verdad se comportan como unos niños. —Los chicos bajaron la vista. Taehyung seguía observando a una distancia de la cafetería. — Edward.
—¿si?— El mencionado alzo la vista esperando la orden.
—Reune a los demas a las tres, tendremos un entrenamiento.— El joven asintió. — Y quien no venga... ¡olvídese de la beca! ¡largo!
Todos comenzaron a despejarse en todas direcciones.
—¿llegaste temprano?— Pregunto alguien a sus espaldas y Taehyung se dio la vuelta para mirar. El pelinegro tenia el pelo mojado y su playera por fuera junto a una chamarra de cuero color negro con tachuelas. —Hola.
—¿problemas jugador estrella?
—Los de siempre biólogo Albert Einstein...
—Einstein no era un biólogo, si bien sabia cosa de biología es más un científico...— le hizo saber Taehyung con una sonrisa.
—Un científico loco.— Especificó con una sonrisa.
—¿Acabas de llamarme loco indirectamente?— Una sonrisa de inocencia se hizo presente en la cara del pelinegro cuando Taehyung lo fulmino con la mirada.
—No Taehyung, no golpees a tu rosa o te juro que me muero y no retoño...
—¿Acabas de autonombrarte rosa?—Taehyung quería reírse de lo lindo que se veía tratando de protegerse con sus brazos.
—Puedo ser un lirio, girasol si prefieres...
—Oh cállate...
Ambos estaban tan absortos en su conversación, era tan entretenido platicar entre ellos, a Taehyung le gustaba como Jungkook hacia comentarios y dejaba que el los corrigiera, parecía como si ambos se complementaran.
Las voces en el portón se intensificaron, lo cual indicaba la ya cercana hora de entrada. Antes de despedirse, Jungkook le lanzo una de sus sonrisitas burlonas y se alejó para ir a sus clases.
—¡Tae!— Lo escucho gritar cuando ya iba por los pasillos que lo llevarían a uno de los salones, él lo miro esperando sus palabras. —¡Eres mi loco favorito!
Y Taehyung desvió la vista con pena cuando se encontró a si mismo sonriendo en amplio.
Lo había confirmado. Algo estaba mal en él.
David regreso después con una maqueta en manos y lleno de sudor, así fue como Taehyung adivino que había tenido que volver por esta hasta su casa. El más chico tuvo que reírse de su desgracia cuando se llevó una de sus galletas a la boca y continúo andando.
—Oye Tae...
—¿mm?
—¿Qué harás en la tarde?— sus manos sujetaban la maqueta con cuidado, ambos se detuvieron frente a el salón del menor. Tenía una agenda, pero por alguna razón sentía que debía quedarse a escucharle.
—No muchos...— le dijo
—Bien, entonces.— dudo. — vallamos a dar una vuelta, yo... quiero contarte algo.—
El semblante del chico cambio rotundamente y Taehyung fue capaz de percibirlo, quizá fue por el hecho de que uno de sus palillos en la maqueta se arruino, sabía que no era por o a pesar de que David lo convenció de que era por eso y le pidió que se fuera. Taehyung simplemente no dijo nada y se fue del lugar.
En su camino a clase se encontró con JiHoon, el joven le sonrió y tomo asiento a su lado como todos los días.
La clase comenzó después de unos minutos, la Bióloga frente a ellos explico algo sobre la conexión de células en el cuerpo y su importancia en el tejido en reconstrucción.
Taehyung apenas estaba poniendo atención, había algo en su pecho que sentía pesado y aunque trato de ignorarlo no le fue del todo posible.
—Taehyung... TAEHYUNG...— Llamo JiHoon con preocupación, él lo miro, sus ojos de sorpresa y los labios curvados. —¿estas bien? ¿Te sientes mal?
Si, se sentía distinto, ajeno a lo que sucedía en su cuerpo y tenía el presentimiento de que algo pasaría, algo que temía. Era como si su cuerpo tuviera miedo de lo que vendría a partir de ese día, a sabiendas de que sería algo de lo que se arrepentiría o no terminaría de buena manera. Tenía miedo, estaba asustado, pero ¿De qué?
—Nada, yo solo estaba... recordando...
En la pequeña casa había una mesa, sobre la mesa una maseta, la cerámica del jarrón era perfecta y los trazos sobre el la adornaban mucho mejor... junto a ella, en el piso cerca del tapete se encontraban dos niños, ambos sostenían en sus manos piezas de lo que parecían ser las vías de un tren de juguete. Uno de ellos se puso de pie y comenzó a dar vueltas de felicidad alrededor del tapete sobre el que se encontraba toda la vía armada.
—¡lo hice! ¡Lo hice! — celebraba con orgullo mientras batía sus manos tratando de saltar. — Jimin ¿Lo viste? Yo construí esa vía... lo hice yo solo...
Su compañero de juego se puso de pie y limpio las rodillas de su overol antes de acariciar el cabello del pequeño azabache, quien ahora estaba sonriendo por la caricia.
—Nunca desconfié de ti Tae...
—¡Taehyung!
—¿Mm? — jihoon lo observo con preocupación una vez más, suspiro frustrado y le sonrió dándole a entender que todo estaba bien.
—Vamos al receso...
Taehyung le asintió guardando sus cosas en la mochila y después salieron del laboratorio de biología.
—Estos son los últimos puntos que explicó— le dijo tendiendóle una libreta amarilla que tomo con cuidado.
—Gracias...
—No es nada. — jihoon sonrió. —por cierto... si tienes algún problema sabes que cuentas conmigo, Taehyung, hemos sido compañeros de pupitre 3 años, sé que normalmente siempre estoy en problemas, pero quiero que sepas que cuentas conmigo...
El azabache asintió, luego, cuando JiHoon se sintió seguro continuo con su camino.
Corría aire cuando salió de los pasillos y fue a situarse en su banca debajo del árbol, a taehyung le gustaba porque no había mucha gente ahí y porque tampoco podía ir donde David ya que seguramente estaría en la fila esperando comida.
Abrió la libreta que jihoon le había entregado dispuesto a repasar lo de la clase. Quería saber qué es lo que le pasaba exactamente, que era ese recuerdo y quien era la persona a la que le hablaba.
Una hoja del árbol cayo en su pantalón, Taehyung la tomo entre sus manos, hermosa, podía sentir las membranas de su superficie y sonrió hermosamente.
—Taehyung
—¿Mm?
—Algún día voy a comprarte un ramo real de flores…
—¿Lo harás?
—Lo prometo
Taehyung ladeo la cabeza, él no podía estar pensar en eso, no es que estuviera mal, sino que simplemente le daba un poco de vergüenza pensar en cómo se había acurrucado entre los brazos del pelinegro y también el hecho de que sonreía tontamente mientras recordaba aquello. Había estado demasiado centrado en su vida de estudiante que quizá ahora que conseguía un amigo lo estaba tomando muy a pecho. Si, tal vez era eso. Y es que él sabía que no era por eso.
-Algo está mal conmigo... - Se dijo mirando hacia las montañas en donde se encontraba aquella cabaña.
Daniel ingreso en la cancha de futbol, había unas cuantas personas comiendo en el pasto y otros recogían basura como parte de su servicio comunitario. En cuanto cruzo la cancha varias miradas se posaron sobre él y sintió algo de molestia por eso. Hizo un gesto con su cabeza que mando su flequillo lejos de su campo de visión. Mantuvo sus manos dentro de los bolsillos de su chamarra hasta llegar a las gradas y tomar asiento.
Jungkook estaba escribiendo en una libreta pequeña color marrón con letra casi pulcra y mucho esfuerzo, eso se podía notar porque estaba mordiendo su lengua con sus dientes.
—Jungkook...
No hubo respuesta
—Jungkook... Jungkook...
—Cállate Daniel, estoy llegando a la mejor parte...— le reclamo a su amigo que rodo los ojos.
—¿se puede saber que tanto escribes?
—Un plan para atacar Britania... ¿Por qué? ¿vas a impedir que conquiste un país?
—Estas de broma...— Daniel escupió una pastilla de menta y después la piso para ver a su amigo. — ¿o no?
Su amigo no le respondió.
—Dime la verdad, anoche me hiciste salir de mi cama solo para ir a comprar esa libreta, así que merezco saber.— Jungkook suspiro, termino de escribir un párrafo y guardo el lápiz junto a la libreta dentro de su mochila.
—Danielito... no te cansas de meterte en mi vida ¿verdad?
—Dime.
—Está bien, está bien. Digamos que... encontré una nueva actividad que realizar. — dijo con una sonrisa enorme.
—¿Qué es?
—Escribir poemas...— respondió.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top