Único
Era una cálida mañana en Corea, Seúl. Nuestros dos protagonistas se encontraban durmiendo plácidamente, el mayor de ellos abrazado a una almohada y el menor con sus manitas juntas y boca arriba
Una pequeña brisa primaveral entró por la abierta ventana de la rústica habitación, despertando al pequeño chino quien se quejaba en busca de calor. Con intención de seguir durmiendo, le robó parte de la sábana a su novio, se acurrucó de nuevo y cerró los ojos
Estuvo así por media hora. Fastidiado, resopló y asimiló que no podría dormir más aquella mañana por lo que, de manera perezosa y lenta, se sentó en la cama de matrimonio, frotó sus ojitos y los entrecerró ante la presencia de la molesta luz
Aún seguía abrazado a su almohada y mirando a la nada. Bostezó y se estiró en el sitio, no le apetecía levantarse ni moverse, quería volver a dormir con su novio, abrigados por aquella sábana que él le había robado pero devuelto en cuanto se sentó
Observó a Chan fijamente, su pecho se movía con tranquilidad y calma, su rostro estaba sereno y ladeado ligeramente, la boca que tanto amaba estaba un poco entreabierta y, finalmente, sus piernas estaban cruzadas la una con la otra. Una de las manías que solía tener Junhui a la hora de dormir era entrelazar sus piernas con la del menor. De alguna forma, esto le ayudaba a conciliar el sueño más rápido
Pensó en lo mucho que había cambiado físicamente su pareja - pues por dentro seguía comportándose como un niño, al igual que Jun - Se había vuelto mucho más apuesto, de eso no había duda. En cierta manera, él estaba un poco celoso
Sí, sabía que era hermoso, por supuesto que lo hacía pero pensó que Dino le superaba por mucho. La realidad no es ni más ni menos que ambos son iguales de apuestos
Con la intención de molestarle un poquito - pues si él no podía dormir su novio tampoco lo haría - se subió encima suya, acomodándose en el proceso. Lo máximo que oyó del contrario fue una pequeña queja mas aún no estaba despierto. Se cruzó de brazos y miró el atractivo rostro contrario, ¿Cómo podría fastidiarle?
Consideró levantarse y tirarle un vaso de agua por encima aunque lo descartó enseguida pues no quería moverse. Seguidamente, se le vino a la cabeza empujarlo de la cama pero también desechó la idea, podría hacerse daño al caerse
Acarició con delicadeza la negra cabellera, notando como el maknae comenzaba a esbozar una pequeña sonrisa. Él devolvió el gesto, amaba mucho a ese chico
Pasó sus manos por el delgado torso y se acostó encima suya. En su mente solo se repetían las palabras "le amo demasiado" y no es como si el coreano estuviese haciendo algo en ese preciso momento, no, tan solo estaba durmiendo
Con esto, el estado de Junhui pasó de juguetón a mimoso. Hizo un pequeño puchero y miró hacia arriba en donde le recibía el blanco cuello del contrario y sonrió una vez más
Se levantó, quedando ahora a horcajadas en el regazo del más bajo. Se sorprendió al ver que - a pesar de todo lo que se había movido - seguía dormido. Jun mordió su labio, dándose cuenta ahora que, precisamente, estaba sentado en el miembro del menor
- Jun... - había murmurado en sueños -
Dios, lo amaba tanto. El nombrado se sonrojó con fuerza, la bella sonrisa que había puesto Chan al mencionar su apodo era inimaginable, preciosa.
Fue por ello que, esta vez, decidió despertarlo de una manera un tanto especial. Comenzó moviendo su cadera ligeramente de arriba a abajo, notando con el paso de los minutos como ambas partes íntimas empezaron a endurecerse
Jadeó levemente y tomó las suaves manos con cuidado, sin apartarlas del sitio, tan solo posando las suyas encima. Vio como a Dino se le fruncía el ceño ligeramente y, su cadera, se elevó en un intento de volver a obtener placer
- Channie... - gimió bajito -
Aumentó el ritmo y los soniditos que salían por su boca. Cerró sus ojos y alzó la cabeza al no poder resistir todas las sensaciones que estaba experimentando. Su cuerpo tembló ligeramente y unos escalofríos le inundaron
Apoyó sus articulaciones a cada lado de la cabeza de su novio. Siguió moviéndose, chocando ambas erecciones sin descanso
Esta vez, su pareja abrió los ojos
- H-hola - ambos gimieron a la vez - ¿Cómo despertaste?
- De maravilla - jadeó y posó sus manos en la delgada cintura - Me gustaría despertarme así todos los días
Jun sonrió y juntó sus belfos en un suave beso, importándole poco el - probable - aliento mañanero
- No te acostumbres - rió -
Dino le devolvió el gesto
- Amor, ¿Quieres descansar un poco? - apartó algunos mechones rebeldes del sudoroso chico - Yo puedo moverme de la forma que tanto te gusta
- Mmm, está bien - se pegó al menor y le abrazó por la cintura tal y como su novio había hecho al tumbarse - Tú tienes el mando ahora
- Entendido - volvió a besar los adictivos labios y habló - Voy a empezar ya, ¿Sí?
Con la aprobación del castaño, comenzó a moverse. El ritmo inicial era lento y profundo, variando de vez en cuando en las velocidades, tal y como le gustaba al más alto. Recibió varios besos en el cuello - y unos cuantos chupetones - provocando que se retorciese sin cesar
- Bebé - le llamó en un susurro a la par que escondía su rostro - M-me voy a correr en nada...
- Adelante, hyung - sonrió y acunó su cara, dejando ver su expresión placentera - Quiero verte
Apretó la camisa de pijama de su pareja con fuerza y arqueó su espalda. Su boca tembló y, tras un largo rato de lucha, finalmente la abrió de forma ligera. Cerró sus ojos como había hecho antes y, tras un largo gemido, por fin pudo venirse. Dino calmó en sus brazos a su agotada pareja tras presenciar aquel rostro placentero que, al recibir el orgasmo, cambió a uno satisfecho
Con la punta de sus dedos, acarició la espalda del más alto
- Jun, amor, ¿Te puedes levantar? - pidió con todo el cariño del mundo -
- Pero quiero seguir - hizo un puchero y volvió a mover su cadera - Además, tú no te corriste aún
- Yo también quiero seguir - besó su nariz - Pero realmente me muero de ganas de ir al baño y, si tardo un solo segundo más, haré un desastre. Créeme
- No, tú no te mueves de aquí - dijo con un tono infantil -
- Hyung, me estoy meando encima - alzó una ceja - Por favor, déjame ir al baño para que podamos seguir sin ningún problema
Junhui hizo un puchero - ocasión que aprovechó Dino para besarle - y se apartó
- Gracias amor - se fue corriendo por el pasillo y gritó - Pensé que me iba a explotar la vejiga
El chino no pudo evitar tocar sus labios y reír. Se acostó nuevamente en la amplia cama y miró al techo como si fuese lo más interesante del mundo, su novio estaba tardando un poco más de lo normal y eso provocó que se aburriese
- Ya estoy aquí - anunció con una sonrisa a la par que se ponía encima del castaño - Siento si te hice esperar mucho
Jun negó
- ¿Te estabas masturbando o algo? - preguntó con curiosidad -
- No, solo fui a hacer mis cosas - le quitó la camisa del pijama - Lo que puede que tardase ya que me estaba lavando bien. No pensarás que te lo voy a meter después de haber ido al baño y sin lavar, ¿No?
Jun le pegó en el brazo y rió con él
- Sería bastante asqueroso - concordó -
- ¿Verdad?
Le besó y, tras quitarle los pantalones y la ropa interior, le sentó en su regazo. Jun también despojó las molestas prendas de su novio y se aferró a él tras terminar
- Alguien está mimoso hoy - murmuró mientras lo arrullaba - ¿Por qué será?
Se encogió de hombros - Ni idea, a mi no me preguntes - respondió con tono meloso
Chan rió
- ¿Deberíamos retomar lo que tenemos pendiente? - susurró en su oído. Como respuesta, Jun se apegó aún más -
- Me parece la mejor idea del mundo
Con esto dicho, Dino llevó su boca a los rosados botones del más alto en donde chupó, succionó, lamió y mordió todo lo que quiso. Mientras estaba ocupado con aquella zona, su mano se deslizó a ambos miembros, masturbándolos juntos
- Chan... - gimió -
Se separó con una sonrisa. Lubricó sus dedos y los fue metiendo poco a poco. El chino enterraba sus uñas en la espalda de su novio a la par que movía su cadera nuevamente
Al tener cuatro dedos dentro tocando su punto sensible, no pudo evitar correrse otra vez. Dino alineó su polla con la dilatada entrada y entró tras haber pedido permiso
- Se siente muy bien cuando estás dentro mía - jadeó el chino mientras apoyaba la frente en el hombro de su amado - Me gusta mucho...
El coreano sonrió y comenzó con las embestidas a un nivel un tanto bajo. Agarró al más alto por la espalda, manteniéndolo en el sitio mientras el se encargaba de moverse
El choque de ambas pieles resonaba por la habitación, los gemidos, jadeos y gruñidos estaban presente en cualquier oración que los chicos hacían
Aquella posición era la favorita de la pareja, podían darse placer mientras se abrazaban sin problemas. Aún así, ellos solían cambiar de postura mucho, como ahora por ejemplo. Dino tenía el pecho pegado a la espalda de Jun quien recibía las embestidas en la posición del perrito o, a veces, siendo levantado por su pareja
- ¿Te gusta? - preguntó Dino aún sabiendo la respuesta -
- S-sí pero quiero más... - su pene fue aprisionado - ¡A-ah!
Ahora, Dino estaba encima de Jun, siendo separado únicamente por su pierna izquierda - la cual la elevó hasta su hombro con el paso del tiempo - llevando ahora un nivel brutal con las embestidas
- ¡C-Chan, ahí! - el maknae sonrió y volvió a maltratar aquel punto que conocía perfectamente - ¡Ah, dios, lo haces tan bien!
- Hyung... voy a venirme - avisó -
- Hazlo dentro - pidió - Yo también estoy m-muy cerca
Aprisionó sus manos con las del chino y, tras un par de embestidas, descargó su esperma tal y como su pareja se lo había pedido. Tras recuperar la compostura, volvió a moverse pues Jun no había llegado aún
Esta vez, el ritmo no fue rápido, fue profundo e intenso, dando de lleno en su próstata provocando que el chino perdiese el control
- ¡E-espe... Ah! ¡C-Chan estoy...! ¡Dios! - gimió - ¡S-se siente d-demasiado...! ¡No puedo...! ¡A-ah!
Jun soltó un líquido blanquecino dando por finalizado el acto. Su pareja le besó con una sonrisa en la cara
- Buenos días, amor
Sonrió
- Buenos días, bebé
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top