Capítulo 6 - Reunión poco amistosa
Pov's Becca
Lunes 26 de Setiembre, 2016.
Ya había pasado una semana y algo más del homicidio de Liana. Durante ese tiempo la recuperamos, recuperamos a la Meredith King que amaba a sus hijos, la madre que se desvivía en ayudarnos en los proyectos escolares. Volvió a salir, volvimos a tenerla. Pero, solo bastó una llamada de Niall para que los muros de titanio se volvieran a alzar a su alrededor.
Con esa llamada dejo de abrazarnos y consolarnos, dejo de decir que nos quiere. Se le congeló el corazón. Exactamente igual a cuando piso la casa.
Yo aún estaba resentida con ella por lo que paso en la beneficencia. Pero esto fue la gota que derramó el vaso. No le volví a dirigir la palabra, la mirada. No le daba atención. De seguro ni lo noto.
Hoy se iba a Inglaterra y a mi no podía importarme menos.
Escuché sus maletas ser arrastradas por el frío suelo de mármol, sus tacones repiqueteando. Ni siquiera se iba despedir y lo tenia claro. Cuando escuché la puerta cerrarse y su auto arrancar, me preparé para la escuela.
No tenía el ánimo de siempre y eso ya se reflejaba desde el funeral. Liana (Lee) Scott, mi hermana, fue asesinada y estrangulada con un cable de televisor. Esa imagen se reflejaba en mis pensamiento más de lo que me gustaba admitir. Kyle había logrado escapar a quien sabe donde. Pero ojalá sufra un calvario peor o igual del que le dio a Liana.
Apartando esos pensamientos termino por colocarme el gorro de punto color rojo. Mis converse rojas con blanco, jean negro, crop top negro y una chaqueta perfecto gris. Muy a mi estado de ánimo.
Cuando salgo de mi habitación veo a Shane saliendo de la suya. Tiene la misma expresión que yo, intento sonreirle pero creo que me resultó una mueca. Él intenta devolvérmela pero tampoco le resulta.
Bajamos ambos en silencio y Shawn nos recibe con el desayuno. Nos encontramos en un silencio sepulcral, terminamos de comer y decido romper la incomodidad.
— ¿Les parece tener una tarde familiar? Los tres— Shane deja de fregar los platos y voltea a verme. Shawn se queda quieto con la taza en la mano. — Claro, si tienen algo que hacer lo podemos pasar para otro día.
Ambos dejaron las cosas en el mostrador y me abrazaron.
— Claro que tendremos tarde melosa familiar, Morgan— me dice Shawn mientras me besa la frente.
Shane se une al abrazo, haciendo un abrazo medio raro: pero me encanta. Él me susurra :— Todo ira bien, enana.
Y ese gesto, tan simple, tan común, tan fácil de dar demuestra el amor que nos tenemos y la unión que creamos. Ese gesto es algo que jamás la Sra. Meredith King, nunca, podrá comprender y realizar.
Cuando llegamos a mi instituto Deborah me recibe con un efusivo abrazo, Alex se une y agito mis manos para que sepan que no me permiten respirar y por ende, vivir.
— No sabes lo que te extrañé, pequeño saco de heno— Alex sacude mi cabello por encima de mi gorro. Frunzo el ceño.
— ¿Pequeño saco de heno?— río ante su ocurrencia.
El sonríe.
— Al menos te hice reír. Ese era mi punto en mi ridículo apelativo, enana — se carcajea.
Deborah hace una trompa con sus labios y niega con los ojos achinados y llenos de burla, Alex se sonroja.
— Damon vendrá con nosotros, no molesta ¿verdad?— pregunta mi mejor amigo.
Niego con la cabeza.
Damon y Alex se han vuelto muy amigos en esta semana transcurrida, no parece el arrogante tipo con el que me crucé en la gala de beneficencia. Parece un ser humano común y corriente haciendo cosas de ser humano, adolescente, común y corriente. Así que no tengo problema con incluirlo en nuestro pequeño grupo de amistades.
Después de todo, no parece el tipo arrogante y con el dinero sobre la cabeza como la mayoría de ricachones que yo conocía.
Mis amigos y yo fuimos a nuestras clases correspondientes, así paso toda la semana siguiente y la próxima. Todo estaba, relativamente, normal
Domingo 02 de Octubre, 2016.
— Becca, llegaremos tarde y no has alimentado a ese perro tuyo. Creo que morirá, esta tirado panza arriba con la lengua afuera — habla con un tono asustado mi hermano, Shane.
Entro en la cocina y agito la caja de croquetas para perro, Aslan sale de su posición extraña y sobre-actuada, y corre a por su plato para que le de comer.
<<Mentiroso>>
— Aslan, eso no se hace. Asustaste a Shane — le acaricio la oreja mientras se zambulle su hocico en ese plato como si nunca hubiese comido en toda su vida.
— Perro malo — susurra Shane. Aslan levanta la vista del plato y le gruñe.
Mi perro es una replica de mi actitud en una forma canina.
Aslan lo mira dos segundos más y sigue con su desayuno, sin compasión.
Sí, definitivamente si sería un animal, sería Aslan.
— Vamos, llegaremos tarde —me reprocha mi hermano.
Le acaricio la oreja a Aslan y sigo a mi hermano, Shawn está en de piloto esperándonos. Cuando nos ve, enciende el motor.
Ya en el asiento trasero, me desplomo.
— Explíquenme porque tenemos que ir a esa reunión, mejor aún ¿por qué tengo que ir yo?— enarco una ceja y los miro con desconfianza.
— Shawn...— Shane le da paso a explicar a su gemelo.
— Gracias por dejarme el peso de la explicación, mala copia — lo mira con burla — Pues, en primera, esa empresa es tanto nuestra como de Meredith, así que tenemos derecho. Los tres — me recuerda con los ojos muy abiertos.
— ¿En segunda? — cuestiono.
— No queremos que te quedes sola en casa, y no digas que Aslan te hará compañía. Seguro compras su lealtad con un plato de carne — explica tajante.
Bien, tenían un punto. No era bueno dejarme sola en estos momentos. Al parecer lo sucedido con Liana me dejo muy susceptible y vulnerable, todo podía destruirme la moral, todo.
− De acuerdo, pero si ella está ahí, yo no entro.
Sí, había una reunión de todos los accionistas de la empresa de ropa de mi madre, empresa en la que somos accionistas por el simple hecho de que esta manera ella controlaría más territorio con nuestros nombre y la excusa de que aún no somos lo suficiente maduros para manejar nuestras acciones.
Íbamos rumbo a Miami, ya había pasado media hora de camino, nos quedaban nueve horas más. La reunión era más una pequeña gala en donde exponían las nuevas propuestas para el próximo año. Agradezco que lo hagan en Miami y no en la sede de Seattle, tardaríamos casi dos días en auto para llegar.
¿Y por qué no en avión? Shawn les tiene pavor, un trauma por culpa de nuestra madre. Otra vez, gracias Meredith King.
...
— ¿Ya merito llegamos?— hablo con cansancio.
Shane me lanza su cáscara de naranja y hago gesto de ofendida. Le lanzo mi botella de agua vacía.
<<JA>>
— ¡Que te calles, maldita sea! — Shane se tira de varios mechones de cabello, yo le doy una sonrisa falsa y cargada de mal humor.
<<Sí, no me gusta viajar en auto >>
Shawn había empezado a tararear algo entre susurros, como un mantra, mientras sacudía su mano encima de su pierna. Agudicé el oído, y lo escuche.
— Dos horas más, solo dos horas más, dos horas más. Dos horas más, solo dos...— lo repetía con ritmo y una mirada un tanto enferma. No había descansado en siete horas.
<<Momento de cambio de conductor>>
— Shawn, ¿puedes parar? conduciré yo — le sonrío.
Mi hermano me sonríe con dulzura, se detiene a un lado de la carretera. Baja, pero no me deja bajar a mi para cambiar de lugar. En cambio, Shane se sienta de piloto, Shawn atrás y yo me muevo entre los asientos y ocupo el copiloto.
— No creas que vas a conducir, y si en ves de mirar la carretera aplastas una vaca. No quiero ser responsable de la muerte de una vaca — lo miro con confusión. Las horas sin sueño le están pasando factura con sus alucinaciones.
Lo dejo dormir, me centro en mi móvil. Noto que la batería esta baja y lo conecto por medio de un cable USB al auto para que se cargue.
<<Je, sustos que dan gusto>>
Las próximas dos horas pasan más rápido, Shane no molesta y se centra en la carretera y Shawn ronca como oso en hibernación. Me permito dormir.
...
Siento que tocan mi hombro repetidas veces, abro los ojos lentamente y veo a Shane en mi campo visual. Shawn esta detrás suyo.
— ¿Llegamos? — miro al rededor y me asombro.
El sonido de la playa, las olas chocando con la arena. Me maravillo con la vista de lo hermosa que se ve la costa de Florida de noche. Shane me sonríe, piensa lo mismo que yo.
No hemos venido a Miami desde hace años, que papá nos trajo. En Atlanta habían ríos y lagos, aquí hay una hermosa extensión de agua, amo la costa.
— Nos hospedaremos en una suite del Hilton Miami —ambos asentimos a Shawn.
Al llegar al hotel, subimos a nuestra suite, Shane me dijo que escogiera habitación, tenía cuatro. Se me hizo raro el hecho de que hubiese tantas, solo necesitaríamos dos. Le reste importancia y elegí una con vista al mar.
Lancé mi mochila a un lugar incierto de la habitación y salte directo a la cama. Miré la lámpara del techo y las de las paredes, no quería estar aquí. No tenía porque, ella manipulará todo desde donde esté. Mi opinión no contaba, así como mis sentimientos, siempre fui escuchada pero nunca pusieron en ejecución ninguna de mis ideas.
Me decían que era brillante, cuando no era así. Siempre me hacía caer en engaño tras engaño. Ella prometió estar siempre con nosotros. ¿Dónde está ahora? Con Niall haciendo quien sabe que en quien sabe donde.
Aparte mis pensamientos negativos, no valía la pena rememorarlos. Me reincorporé y saqué de mi mochila el vestido que mis hermanos había elegido para ir a dicha reunión/gala. Es de dos partes, un top de encaje blanco con una falda tubo que llega justo por encima de mis rodillas de color melón. La tela de la falda es algo plástica, no me incomoda, pero sí los zapatos. Tacones de diez centímetros con plataforma, color crudo, punta redonda y con una pequeña correa para evitar caídas mortales en la maldita reunión.
Salgo a la sala, vestida y maquillada. No soy exagerada, un poco de labial mate de color piel, ojos al natural, buena base y un corrector de ojeras. Voila, hace milagros.
Con la mirada en mis pies camino por la sala y choco con un cuerpo, levanto la vista esperando ver a uno de mis hermanos, pero no es ninguno.
— Siempre me encuentro contigo, Lee.
— Siempre tan oportuno, White.
(EDITADO)
Nota de Autora: AHHHHHHHHHHHH (inserte grito de fangirl)
Hola, mis niñooooooosss. ¿Extrañaron a Becca? Porque yo sí.
Lo prometido es cumplido, aún es mayo y publico a Good Lie. Me emociona volver con esta historia que tanto amo. Amo a Becca, a Shane, a Shawn a toooooodos.
Becca: Todos son mentirosos -_-
Damon: No metas a todos en el mismo saco, Lee.
Yo: Bebés... ¡CÁLLENSE!
Ambos: Okey...
Hasta la próxima mis niños, un abrazo y un beso del tamaño de siete universos.
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