Capítulo 4 - Maldita Semana
Becca Lee
12 de Setiembre de 2016
Volver a la escuela es un dolor de cabeza para muchos y un alivio para otros. Los lunes son los días en los que levantarse de la cama es una tortura.
Más aún, si tu fin de semana ha sido del asco.
— ¡Hey, Becca! — Alex se acerca con una sonrisa en el rostro y eso me asusta.
— Estás muy alegre, demasiado diría yo — me cuestiono en voz alta. Alex parece no entender y me hace una mueca de confusión.
— Pues, la felicidad es la puerta del alma — me doy un golpe en la frente, mentalmente.
— Son los ojos, genio— parece no entender que le acabo de corregir el refrán — Olvídalo — hago un gesto de restarle importancia y quitarle un poco de hierro al asunto.
Intento disolver mi duda de su felicidad ocurrente ya que no estoy de ánimo. Contando que no he dormido bien y no estoy de ánimo para seguirle la corriente a Alex, aunque él no tiene la culpa de mis problemas.
Así que le sonrió como puedo y me rió.
— Olvídalo, el fin de semana con Meredith me saco de mis casillas — me río, pero me detengo enseguida, como si recordara de golpe que ese acontecimiento no tiene nada de cómico.
— No te preocupes, no la veras en un tiempo. Seguro hasta la graduación de este año — me consuela.
Tiene razón, a menos que la mujer tampoco se digne el venir a mi graduación.
Y algo que le quería comentar a Alex me viene al cerebro.
— Quieroinvitaramipadre — digo tan rápido que no creo que me halla entendido.
— ¿Qué?
— Que quiero, invitar a mi padre— doy un respiro en cada palabra y al entenderme abre sus ojos como platos.
— ¿¡Estás mal de la chaveta!?
<<Sí, eso me dijo>>
— Quiero hablar con él, Alex. ¿Tan malo es eso? — bajo la mirada hacia mis zapatos.
Solo suspira y ve su horario.
— Vamos, nos toca economía juntos.
Y así, es como Alex Dobrev evita el tema.
Unas horas mas tarde estamos en camino a mi casa, Alex conduce.
— Uh... — exclama mientras ve una notificación, luego de aparcar el auto al frente de la casa.
— ¿Qué pasa?
— Mi mamá, necesita que cuide de Kenia— por su expresión apuesto a que no le gusta la idea.
Kenia es la hermana menor de Alex, una copia femenina de Alex mejor dicho.
— Anda con Kenia, yo estaré bien. Shawn y Shane vendrán a las seis, no te preocupes — le doy una sonrisa y bajo de su auto.
— Bueno... llámame, cualquier cosa en serio, llámame — arranca su auto y se va.
Subo los escalones de mi casa e inserto la llave en la cerradura. Siento que alguien respira en mi nuca y por acto reflejo doy un giro de 360°, lo tomo por el codo, le doy vuelta y derribo al suelo estando yo sobre su espalda.
— Y yo que quería asustarte — la voz amortiguada, la reconozco.
<<Damon Imbécil White>>
Lo sujeto aún mas fuerte y da un gemido de dolor.
— ¡Eh! Que duele — se queja.
— Ese es el punto, White. ¿Qué carajos haces en mi casa? Pareces acosador — levanto la vista y veo un Jeep a unas casas y sé que es de él, ya que nunca estuvo ahí.
— Solo quería verte y asustarte. ¿Me sueltas, por favor? — hago lo que me pide y me reincorporo al igual que él.
— ¿Sabes Lee?, pudiste decirme que sabias defensa personal. Hubiera estado preparado — suelta un suspiro y se soba el codo.
— ¡Uh! Lamento no avisarte que sé defenderme de idiotas como tú. Ah, espera. Tal vez tenía una razón — le doy un golpe en la frente y abro la puerta de mi casa.
Antes de cerrársela en su cara, más rápido de lo que cuentas hasta uno, Damon ya está dentro.
Aslan corre hasta mí y me lame la mano, en cambio ve a Damon y le gruñe.
— Ni mi perro te quiere aquí, vete — le señalo la puerta.
Al parecer pasa de mi perro y de mí. Genial.
Da una vuelta en el recibidor y abre los ojos como platos.
— ¿Acaso Cheng Lee es tu padre?— fijo la vista en un pequeño cuadro que contiene la fotografía de mi padre en sus días de corredor de autos deportivos.
Siento la respiración más pesada, como diantres sabe eso.
— Te lo dije, no te metas.
Avanzo y le abro la puerta, le señalo en exterior.
— Mis hermanos llegaran en unas horas, así que si te no te importa: vete.
— Sí, sí me importa. Vamos Lee, debiste heredar el don de la cocina de tu padre. Cocina un poco para mi — su sonrisa era devastadora, mis piernas flaquearon tan solo un segundo.
<<¿Acaso sabe cada profesión de mi padre?>>
— No hables de mi padre, te lo prohíbo — lo apunto, tajante.
—No lo haré, si cocinas algo — hace bailar a sus cejas en modo coqueto, no funciona para mi.
<<Tal vez debería cocinarle algo, algo muy bueno y agregarle veneno para rata. Sí, eso haré. O tal vez, solo le cocine algo en mal estado. Sí, eso es más seguro para mi libertad en las calles.>>
— Bien, y luego te largas — cierro la puerta y llevo a Aslan al patio trasero.
Cuando vuelvo a la casa, Damon esta sentado en la encimera de mármol de la cocina. Con una olla en la cabeza.
— No sabía que eras caníbal, White.
— Solo si se trata de ti, Lee — se saca la olla y me guiña un ojo.
Volteo la cabeza y mi sonrisa desaparece.
— Haré algo fácil y rápido, para que te largues — solo se ríe de mi insistencia en que se valla.
Pongo manos a la obra, como haré pasta y crema de champiñones saco lo necesario. Sigo la receta al pie de la letra y cuando termino, White esta embobado mirando la olla en la que descansa su cena.
— Listo, ahora come.
Sacude su dedo en mi cara, diciendo no.
— Tú cenarás conmigo, Lee — saca dos platos y dos copas.
Viendo que si no lo hago no se irá, le sigo el juego y saco una botella de vino de 1982. Lo pongo en la mesa de la cocina y sirvo en los platos.
Nos sentamos frente a frente en la pequeña mesa redonda. Y comemos a comer.
— Así sabe el cielo — dice tragando el primer bocado de pasta.
— Como digas...
— Necesito que te cases conmigo y me cocines esto a diario. Nuestros hijos serán igual de buenos que tu pasta, cariño.
<<Esto es el colmo>>
Y le lancé mi tenedor quedando a un lado de su cabeza.
— Olvídalo, esto es extorsionarme. No significa que lo valla a volver a hacer — él me sonríe nervioso y termina de comer en silencio.
White se fue sin rechistar al cabo de terminar de cenar. Lo cual me alegra e inquieta. Hasta llegué a pensar, por un momento, que se negaría a irse.
Shane y Shawn llegan con el auto chirriando.
<<¡Apuesto a que lo estropearon!>>
Atraviesan la puerta principal y llegan a la biblioteca, que es donde me encuentro yo.
— Enana, ¿Qué tal el día? — Shane toma la palabra mientras Shawn pasa de mi y busca un libro al parecer.
— Bien ¿Y ese que tiene? — señalo a Shawn.
El mencionado voltea y me mira de pies a cabeza. Y es cuando caigo en cuenta de que es lo que pasa.
Me levanto de golpe, dejo el libro a un lado y me acerco a él. Lo tomo con una mano su rostro apretando sus mejillas y abriendo su boca, aspiro el aliento que emana.
<<Marihuana>>
— ¡¿Que carajos Shawn?! — le tiro una bofetada
Se queda callado.
— No fueron por créditos universitarios ¿O sí Shane? — mi voz sonaba quebrada y enfurecida.
— Estuve buscándolo, lo encontré dopado afuera de su facultad — me explica.
Shawn lo había dejado, me había prometido dejar esto. Está cayendo de nuevo.
Y yo no sabía nada.
— No te quedes callado y ¡di algo! Shawn...
— Meredith Grey—soltó una carcajada en medio del llanto que había ocasionado mencionarla — Ya no más Meredith King ni Meredith Lee. Ahora es: señora Grey.
Volvió a llorar y a reírse en medio del llanto.
Maldita sea Meredith King. Destruyes a tu hijo con tu acciones arrastrando a los dos más en su dolor, haces que se destruya él solo, lo empujas a esto.
—¡No vuelvas a hacerlo! ¿Si? Vamos a superar esto, como siempre lo hemos hecho — sequé sus lágrimas y lo abracé.
<<Sra. Grey, te quedaste sin familia.>>
16 de Setiembre del 2016
Son las 6:00 a.m de un sábado y estoy despierta. Luego de una semana con la pequeña desintoxicación de Shawn, estoy agotada.
Tocan la puerta. Voy a abrir y al ver quien es me quedo helada.
— Rebecca... — me mira afligida.
— Nancy— la examino y veo que no tiene los aires de superioridad que siempre tenía cuando nos atormentaba hace ocho años.
— Liana, ella... Ella se... — rompe en llanto.
— No quiero saber nada de ti ni de tu hija. Así que si no te importa, vete — le iba a cerrar la puerta en la cara, ella me detuvo.
— Se escapó Rebecca, tu hermana, quieras o no, esta vagando por ahí con un tipo enfermo.
Y eso me preocupó más de lo que creí que Liana me importaría.
<<Maldita semana>>
(EDITADO)
N/A: ¡Corrigiendo y actualizando! ¿No les parece que Meredith es cruel? Yo la entiendo y la odio. Vamooooooooos, esa mujer es un tempano de hielo. ¿Saben porque odia a sus hijos? ¿Porque esta con Niall? ¿Porque no vive en su casa? Preguntas sin respuestas.
Próximo capítulo y regresa el autor de todo esto.
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