Capítulo 15 - Perdió el título de esposa
Becca Lee
Martes 18 de Octubre 2016
—¡No irás!
—¡No te lo eh preguntado, Shawn! —tomo aire — solo te informo.
Shane me observa impaciente, no habla, no opina.
Shawn está rojo del enojo, la respiración descontrolada y la vena de la paciencia a punto de reventar. Mientras tanto, Shane se encuentra apoyado en la puerta de la habitación con la vista fija en el berrinche de su gemelo.
—Ya intenté persuadirla con que yo sea el que debería ir pero, ya la conoces. La terquedad es su punto fuerte —habla mi hermano Shane por primera ves en lo que llevamos de la mañana aquí.
—Sabes que es una mierda, te tomarán una foto cuando cruces la puerta de esa editorial y Meredith sabrá lo que planeamos, papá lo sabrá y pensará que nosotros fuimos— le corto.
—Tú, Shawn. Fuiste tú, y perdón que te lo reproche pero, no estaríamos en esta situación de no haberte chivado a la prensa. Así que déjame solucionarlo y no pongas más peros— mi hermano se encoge en su sitio.
Sé que lo que eh dicho le ha dolido, pero tiene que entender que no pueden contra lo que yo decidí y lo que yo quiero hacer.
Cuando me dispongo a salir de la habitación con Shane, alguien aporrea la puerta a golpes y toca el timbre de la casa de forma repetitiva. Mi teléfono colapsa en llamadas perdidas de Alex.
Me aseguro de cerrar bien la puerta y con Shane subimos a toda prisa.
Abro la puerta principal y Alex se encuentra ahí, con la cara roja de cansancio y la respiración agitada.
—No puedes ir a esa entrevista— es lo primero que dice y entra en la casa de forma abrupta.
—Creí ya haber aclarado ese tema contigo ¿no?— me interrumpe.
—No, no lo entiendes. Acaban de publicar un nuevo artículo, es sobre tus padres — mi cerebro entra en modo de alerta.
<<Joder>>
—Hijos de... — golpeo la encimera de la cocina con rabia.
<<¿Cómo lo han sabido?>>
—Pero si los únicos que sabían eso —y caí en cuenta de las cosas.
<<Deborah >>
—¡Shane! Trae mi computadora, ¡pero ya!
No puedo describir toda la rabia y enojo que estoy sintiendo en este momento, es como si cada nervio de mi cuerpo se tensara, cada vena se hinchara. Todo en mi se sobresaltara, necesito golpear algo o explotaré.
—No necesariamente ha sido ella, piénsalo Becca — interrumpo a Alex.
—Alex, sentimientos aparte ¿vale? — mi tono era amenazante y cargado de ira — solo ustedes lo sabían y en cuánto a Shawn no pudo haber sido él ya que no ha salido del sótano en lo que va de su encierro. Así que la única y evidente opción es Deborah, te guste o no.
Alex se muerde el labio y sé que no me ha dicho algo.
—Fui a verla, y me le declaré Becca, le dije lo que siento— sus ojos azules están vidriosos — y me rechazó, me mandó a la porra —sonríe con melancolía tiñendo en sus facciones — y aún así siento empatía por ella.
Se me parte el corazón verle así. Destrozado, frustrado, dolido.
—No se da cuenta que tiene un chico de oro en el que fijarse. Pero, que no afecte a tu juicio — le tomo de la mano — voy a hacer que pague lo que te hizo, y lo que me está haciendo a mí.
Alex se limpia las lágrimas y en eso Shane atraviesa el portal de entrada y me tiende el portátil con una página de la editorial que me había citado en la mitad de la pantalla y en la otra mitad está un mensaje que me ha llegado a mi correo electrónico.
Primero eché un vistazo al mensaje, literalmente decía:
Ya no es necesaria su reunión, señorita Lee. Agradecemos su interés y si desea la podemos re-programar en otra fecha.
Que tenga buen día.
Atte. Anabel Benson
Editora en Jefe
—¡Mierda y más mierda! — pasee mi vista hacia el maldito artículo que llevaba por título "Perdió el título de esposa antes de lo que se sabía"
Y es que sí, ellos a pesar de ya no convivir y mi padre de haberse dado a la fuga; siguieron figurando como marido y mujer durante varios años aún.
—Becca, para que lo vas a leer si ya sabes lo que pone — mi hermano intenta cerrar el portátil y se lo impido.
—Déjame leerlo, no impidas que lo haga real.
Alex me dio una mirada con lástima, tal como la que me dio cuando se enteró de este secreto, del que ahora todo el país estaba al tanto.
Adjuntaba una fotografía de mis padres en sus últimos años de "matrimonio" feliz y luego una de mi padre y Nancy.
PERDIÓ EL TÍTULO DE ESPOSA ANTES DE LO QUE SE SABÍA
Se acaba de publicar que la feliz unión de una década de enamoramiento entre; Meredith King, la dueña, fundadora y directora general de la gran marca de ropa que lleva su mismo nombre y el Chef internacional y piloto de autos, Cheng Adam Lee, no fue más que un vil engaño. Un engaño que se tapo para no manchar el nombre de los presuntos responsables.
Se confirma que Lee mantenía a una hija de la mencionada abogada Nancy Scott, de ambos cabe decir. Y que fue concebida antes del matrimonio con la empresaria.
Y sí, la misma Liana Scott. La chica del feminicidio de hace un tiempo, es su hija biológica. Y no adoptiva como confirmaban los progenitores.
Al parecer decidieron cuidar las apariencias después de que King lo descubriese, según se informa el señor Lee se iba mucho a Florida, donde residía Nancy Scott con su hija. ¿Cheng Lee tenía dos familias? ¿Dos vidas? Pues sí, al parecer la que desenmascaró e engaño fue la menor hija del matrimonio Lee-King, Rebecca Lee.
Exacto queridos lectores, la misma que nos dio el sensacionalismo hace algunas semanas. ¿Qué más esconde esta jugosa familia?
Lo demás era pura palabrería barata, nada más que teorías de lo que podríamos o no esconder tras las paredes de nuestra casa.
—Nos están acabando, cuando descubran lo de Shawn. Estaremos muertos— digo con el corazón latiendo desbocado.
La puerta resuena, Shane abre y se oye un repiqueteo de tacón. Suave, no demandante; no es mi madre.
—Hola, Rebecca.
Nota de Autora:
¡Holaaaaaaaaaaa, mis niños! ¡NO ESTOY MUERTA!
(Le avientan cosas podridas)
Sí, me lo merezco. Pero bueno, he estado muy ocupada, demasiado. Y espero que disfruten de este capítulo. Le acabo de poner muchas ganas y me quedó más raro de lo que creí, no daré spoilers. JE
Que veo el calendario y ya es 28 de Setiembre, el lunes anuncian los ganadores de los #Watty2019. Sé que no ganaré, seamos realistas mis niños, pero ¡EH! haber podido participar es increíble. Me siento orgullosisíma de mí, muchas gracias por todo.
Bueno mis niños, me voy porque aquí aún soy esclava de mi madre. Me despido con un beso y un abrazo del tamaño de siete universos.
¡PUM! ¡TOMEN!
Adriana G.
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