Grita y pelea
Sinceramente Sia se sentía algo ofendida de que Damián y Tim no confiaran en ella para lidiar con una tonta organización clandestina del gobierno.
Si, ella no usaba apretados trajes de látex para dejar que villanos le patearan el trasero casi a diario, pero eso se debía a que Primero: El látex no era lo suyo, y Segundo: La violencia no era la solución.
Sia había pasado la última década de su vida viendo a su Papá resolver todo tipo de problemas sin tener que ensuciarse las manos ni una sola vez porque a diferencia de la creencia común entre celestiales los humanos si eran capaces de razonar.
Y de ser manipulados para obtener lo que querías, en especial cuando tenías lo que ellos querían y diez años de favores de personas importantes de todo el mundo en tu bolsillo.
Sia tomo su celular y marco al número de la oficina de normalidad.
Era hora de sacar el encanto.
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Tim estaba algo impaciente esperando que Sia volviera moviendose algo ansioso en su puesto.
"Ella está bien"
Leyó en su servilleta sorprendiendose por el extraño mensaje hasta que recordó que Danny podía saber todo lo que pasaba en... Bueno en el y por lo tanto sabía exactamente que estaba haciendo Sia ahora.
— Gracias. — Contesto con una leve sonrisa forzada por el intento de la calle de reconfortar lo. — ¿Has conocido a Sia por mucho tiempo? — Preguntó curioso y una luz se iluminó al fondo de la pared mostrando varias fotografías en esta.
Tim se acercó y noto que en una de las fotografías aparecía una sonríente Sia que no debía tener mas de 15 años.
Ella realmente parecía feliz en esa foto, y Tim daría todo por saber cómo devolver esa sonrisa genuina al rostro de Sia en lugar de la sonrisa plástica que llevaba puesta desde... Desde la muerte de Uriel.
— ¿Como puedo ayudarla? — Murmuró por lo bajo Tim y la pizarra que estaba al lado de las fotos comenzó a moverse llamando su atención.
"A veces solo podemos estar ahí para los que amamos y esperar lo mejor"
Escribió Danny en la pizarra y Tim tan solo dejo una pequeña sonrisa escapar sus labios para la calle.
— No se siente como si fuera suficiente. — Murmuró Tim aún así apreciando el intento de Danny de ayudarle.
— ¿Porque las caras largas? — Preguntó una voz conocida en la entrada del club y al girarse Tim vio a Sia entrar con una sonrisa en los labios.
— ¿Ya volviste? — Preguntó Maura apareciendo con Damián siguiéndole.
— Por favor, podría lidiar con unos aburridos como ellos dormida. — Contesto quitándole importancia sacando un papel de su bolsillo. — Necesitaré un notorio, pero aquí prometen dejar a Danny tranquilo por al menos los próximos cien años. — Respondió con una sonrisa mostrando el papel orgullosa.
— ¿En serio? ¿Como... Como lo lograste? — Preguntó impresionada Maura leyendo el papel con sorpresa viendo que de hecho tenía la firma de algunos de sus viejos compañeros de trabajo.
— Oh tan solo tuve que pedir una reunión, por suerte no estaban muy lejos y luego de eso algo de encantó, cobrar algunos favores y Voila, inmunidad para Danny y todos sus maravillosos ciudadanos. —Explico Sia y Maura la abrazo levantando a la chica del piso dandole vueltas.
— ¡Eres brillante mariposa! — Celebró Maura dando vueltas con la chica. — ¡Danny prende la música y las luces! ¡Es hora de celebrar! — Ánimo y pronto el lugar está lleno de vida nuevo.
Por su parte Tim no pudo evitar notar algo en Sia o mejor dicho la falta de algo...
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Sia sonrió viendo a Maura incitando a Damián a bailar y relajarse un poco para luego llevar una mano a su arete enseguida notando la falta de algo.
Pero decidió concentrarse en otra cosa como el trago en su mano.
— Tu no bebés. — Dijo Tim a su lado y Sia suspiro para luego girarse viéndole con una sonrisa.
— bueno, es una ocasión especial pensé que podría permitir me un pequeño trago. — Contesto tranquila levantando su mojito.
— ¿Donde estan tus plumas? — Preguntó Tim directo al punto lo que hizo a Sia pausar un segundo.
— No iban con este conjunto. — contesto con facilidad dejando el trago sobre la barra. — ¿Y sabes que? Creo que necesito algo de aire. — Comento levantándose para dejar la fiesta esperando poder tener algo de tranquilidad pero para este punto Sia debería saber que no podía tener lo que quería.
— Eliges tú ropa con cuidado para que siempre combine con tu arete. — Dijo Tim siguiéndola afuera.
— Okay, las perdí ¿Feliz? — Preguntó Sia a la defensiva parándose a la mitad de la calle.
— Ambos sabemos que de ser el caso las estarías buscando por todas partes.
— ¡Son solo dos plumas con unas gotas de sangre, Tim! ¡No son tan importantes! — Grito Sia con más irá de la que espero sin saber de dónde salió eso.
— No, lo son. — Negó Tim con tanta calma que molesto más a Sia. — Y no hablo de su capacidad de hacer milagros, hablo de que son las plumas que tú Papá te dio, lo que te conecta a él incluso cuando están lejos, y por eso son importantes para ti.
Sia por un segundo se quedó callada mordiendo su labio al darse cuenta de lo bien que la conocía Tim ¿Era tan obvia?
— Las di a cambio de Danny, fin del asunto. — Admitió finalmente pasando una mano por su cabello.
— No tenías porque hacerlo, ambos sabemos que con los favores y tú encantó pudiste lograr el trato. — Aseguro Tim y Sia realmente quería que dejara de hablar ¿Donde estaba toda está confianza en ella antes? ¿No podíamos volver a Sia siendo una indefensa damisela en apuros?
— Yo... — Murmuró sabiendo exactamente a donde iba está conversación. — Tenían la sangre de mi hermano, del hermano de mi Papá, no las merecía. — Dijo finalmente. — Yo lo mate Tim y sin importar que haga no puedo deshacer eso. Rompí la regla de oro de Dios quien al parecer es mi Padre y no merezco nada celestial o mágico o... O nada. — Confesó apretando los labios mirando hacia arriba para evitar llorar.
— Sia... — susurro Tim en un tono bajo y suave intentando tomar su mano pero ella se alejó. — No quisiste hacerlo, no fue tu culpa.
— ¡Lo fue! — Grito con fuerza finalmente dejando algunas lágrimas escapar de sus ojos. — ¡Debí... Debí hacer las cosas diferentes! Fui impulsiva y tonta ¡Y mate a mi hermano! ¡Soy una asesina! — Grito al borde de la histeria temblando un poco.
Y lo que dijo Tim realmente no lo espero.
— Tienes razón. — Dijo Tim en un tono calmada y casi frío. — Lo asesinas te porque él estaba amenazando a tu familia. Decidiste que era un problema y te encargaste de él.
— ¿Que? — Preguntó Sia confundida pestañeando — Y-Yo no... Eso no es...
— Pero es cierto, tu misma lo dijiste, lo mataste. — Siguió Tim caminando hacia adelante haciendo a Sia retroceder — No tenías que pelear con el por el cuchillo pudiste intentar hablar con él pero en su lugar lo atravesaste con el cuchillo porque en el fondo lo querías muerto.
— ¡No! — Ella negó rápidamente chocando contra la pared atrás de ella. — L-Lo amaba... Jamás fue mi intención matarlo tan solo quería detenerlo ¡Quería hablar! Pero... Pero forcejeamos... Y... Y fue un accidente. — Dijo de repente abriendo los ojos de golpe tomando en las palabras que salieron de su boca. — Fue... Fue un accidente. — Murmuró para si misma de nuevo.
— Lo fue. — Respondió Tim finalmente dejando sus manos en los hombros de Sia viéndole a los ojos.
— Fue un accidente. — Murmuró de nuevo Sia viendo a Tim con nuevas lágrimas cayendo por sus mejillas. — Fue un accidente. — Repitió finalmente abrazando a Tim ocultando su rostro en su pecho mientras lloraba y Tim pasaba una mano por su espalda consolando la.
Fue un accidente.
Y Sia tendría que aprender a vivir con ello.
Por suerte creía que no estaría sola en el proceso de adaptación.
Quizás ir a Gótica no fue tan horrible como pensó originalmente.
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Notas: Mi pobre bebé finalmente está procesando el dolor! Y ahora se viene más... .. lo dejaré hasta ahí jsjsjjs
Gracias por leer y comentar los amo!
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Extras:
Damián: Nombra dos cosas que vayan mejor juntas que mi ansiedad y mi miedo a no ser suficiente.
Sia: Tu y yo!
Damián: *con lágrimas* okay...
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Jason: Prueba este café y dime a qué sabe.
Tim: Okay...
Tim: *tomando el café* Canela?
Jason: No lo sé, lo encontré en la basura.
Minutos después...
Dick: Oh tienes cafe! Puedo tomar un poco?
Tim: no, este café lo enc— sabes que puedes quedarte lo.
Dick: Oh gracias Timbó!
Tim: *de lejos viendo a Dick tomar el café* eso es, tomate el café de la basura.
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