cómo hacer un trato con la hija del diablo sin querer

Sia se miro en el espejo su falda de color negro con un cierre de metal plomo subía hasta llegar  incluso más arriba de su ombligo donde se perdía entre los pliegues de su blusa blanca con patrón de corazones negros. La blusa dejaba expuesta una buena porción de su pecho y cuello junto con sus hombros, ¿Tal vez un collar?

Reviso sus pertenencias e hizo una mueca, tan solo trajo ropa para unos días y ya que repetir atuendo era un gran no, debería ir a comprar pronto, no esperaba mucho de un lugar como Gótica pero la esperanza era lo último en morir ¿No?

Tomo una cadena de plata de sus cosas con una pequeña piedra lunar o algo por estilo — Sia no se molestó en escuchar al vendedor, el collar era lindo y era todo lo que necesitaba saber — y lo coloco en su cuello, ahora se veía mucho mejor, por fin solo quedaba retocar un poco su labial y estaría decente para salir de la mansión.

— Muy bien, es suficiente nos vamos. — Entro a la habitación Damián tan impaciente como siempre y Sia se preguntó si era normal en alguien que pasó un tiempo con unos monjes, es decir ¿No se suponía que debían ser todos zen y pacientes? Al ver la forma impaciente con que el pie de su hermano golpeaba el piso la razón por la que su hermano no duró mucho con los monjes se hizo evidente. — ¿Que estás usando?

— ¿Chanel? — Preguntó elevando una ceja al terminar de pintar sus labios de un lindo rosado coral tomándose un segundo para verse al espejo, Yep, le gustaba, a Sia le encantaba sentirse bonita pero ¿A quien no?

— Esa falda es demasiado corta y tú blusa enseña demasiado, tienes que ponerte otra cosa. — Dijo haciendo una mueca, si tenía que reconocerlo Sia ciertamente se veía hermosa, pero ese era el problema en Gótica chicas bonitas como Sia no duraban mucho, y Damián tenía la misión personal de asegurarse de que su hermana viviera lo suficiente como para convertirse en una buena persona.

— Eres lindo cuando crees que puedes hacerme hacer algo. — Sonrió Sia guardando sus cosas en una linda cartera negra con correa para colgarla de su hombro y pasar a su lado. — Gracias por la preocupación de todas formas. — Murmuró besando su mejilla al pasar y Damián trago saliva, decidiendo que no hizo que Sia se cambiara de ropa porque él le protegería, y nada más.

Y otra parte de Damián sinceramente dudaba que alguien pudiera forzar a Sia de hacer algo que no quisiera hacer — Damián aún tenía un moretón en las costillas que probaba que cualquier que lo intentará saldría severamente perjudicado —.

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Debido a que Drake no tuvo la decencia de contestar su celular o mensajes Damián decidió ir a buscar al elusivo RedRobin en persona. Comenzaron con su departamento para terminar en el edificio de Wayne industries, donde al parecer estaba organizando alguna clase de reunión — Hace un tiempo Drake ofreció pasarle la compañía pero Damián no era tonto, podría ser parte del legado de su familia pero también era un dolor de cabeza constante y Damián prefería perseguir a la loca de Harley cualquier día de la semana que pasar una hora encerrado con los buitres de traje de la compañía — por lo que tenían que esperar en su oficina a que llegara.

— ¿No deberíamos volver otro día? — Preguntó Sia con sus pies sobre el escritorio de Tim leyendo un libro que encontró en alguna parte del desorden que era el lugar y una parte de ella creía que si movía algunos papeles encontraría a la persona que buscaban durmiendo entre el desorden.

— Ya estamos aquí, Drake eventualmente tendrá que reunirse con nosotros. — Prácticamente Refunfuño Damián sentado en el caro sofá de cuero de Drake y puedo o no que haya levantado sus pies sobre el sofá solo como una venganza mezquina por hacerlo esperar.

— Si tú lo dices cariño. — Contesto Sia dejando el libro sobre el escritorio una vez termino con el pensando en sacar su celular, su papá no paraba de enviarle fotos de escenas del crimen junto con sus típicos mensajes plagados de emojis que le tomaban su buena hora descifrar con suerte.

— ¿Donde esta mi teléfono? Oh dios ¿Donde esta mi teléfono? Necesito una guía telefónica, esperen ¿Aún hacen de esas? — Entro a la oficina el hombre de la hora hablando con si mismo y a mitad de lo que Sia consideraba era una clase de crisis nerviosa, y debía admitir que era lindo de esa forma.

— ¿Para que necesitas una guía telefónica? — Pregunto Sia sentándose derecha en la silla apoyando su rostro en su mano.

— Necesito un traductor, un intérprete. — Respondió pareciendo apenas notar el hecho de que no estaba solo en la oficina.

— ¿Que idioma? — Interrogó Sia nuevamente evitando reír al ver la forma casi desesperada con que el chico levantaba los papeles de seguro en un intento de encontrar su teléfono  o la guía telefónica que nombró.

— Originalmente dijeron Chino pero ahora parece ser una extraña mezcla con Ruso, y se que China está junto a Rusia pero ¿Cómo se supone que supiera que una pequeña región decidió hacer su propia versión de ambos idiomas? — Preguntó pareciendo contenerse de pasar una mano por su cabello de forma maniaca.

— Yo puedo traducir para ti. — Respondió Sia pareciendo revisar el esmalte de sus uñas.

— ¿Tu puedes? — Preguntaron tanto Tim como Damián y al responder Sia miro a Damián.

— El diablo puedo hablar todos los idiomas. — Contesto con una sonrisa engreída pasando uno de sus dedos por las plumas de su arete.

— Tu... — Murmuró Damián por lo bajo pero antes de poder decir otra cosa Tim prácticamente estaba arrastrando a Sia de la oficina a la sala de reuniones.

— Ya volví, perdón la demora. — Dijo de forma más calmada que antes al entrar a la sala de conferencia donde le esperaban los inversionistas extranjeros junto con otros directivos de la compañía.

— No hay problema, pero ¿Se puede saber quién es la joven a su lado? — Preguntó uno de los corporativos y Tim señaló a la chica a punto de decir su nombre hasta que llegó en cuenta de que no tenía idea de quién era.

Oh Dios.

— Sia Morningstar, un placer, Hoy estaré haciendo de traductora para ustedes, espero poder hacer un trabajo con el que todos estén satisfechos. — Se presentó con una brillante sonrisa y por alguna razón Tim presintió que esta reunión iría mucho mejor de lo que originalmente planeo.

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Tim iba a contratar a Sia de forma permanente para asistir a todas sus reuniones importantes desde ahora, independiente de si necesitaba un traductor o no.

Sia era simplemente encantadora, cada palabra que decía era comprada por todos los presentes, para ser honestos Tim estaba seguro que Sia sería capaz de vender arena en el desierto.

Al final de la reunión el ánimo tenso y profesional fue cambiado por uno más liviano y ameno y Tim estaba repasando todos los detalles para firmar el acuerdo  de forma oficial la semana entrante.

— Gracias, en serio, eres una salva vidas. — Dijo Tim de forma honesta una vez que quedaron solos en la sala de conferencias, lo que costó un poco ya que todos parecían emocionados de seguir conversando e incluso sugirieron ir a cenar, pero Tim estaba seguro que la mayoría solo quería pasar más tiempo con la traductora por lo que tuvo que declinar de forma respetuosa, sin mencionar el hecho de que en los últimos días preparando todo durmió un total de 5 horas, más o menos.

— Oh no hay problema, fue bastante divertido la verdad. — Le quitó importancia la chica acercándose a Tim viéndole directo a los ojos, y vaya esos eran ojos realmente azules, no como los suyos, no estos eran más brillante, como... Cómo zafiros. — Además, siempre es un placer ayudar a chicos lindos como tu. — Con cuidado paso una mano por la mejilla de Tim dejando la otra en su pecho y el joven héroe estaba seguro que dejó de respirar.

— Y-Yo... Tu... ¿Que? — Preguntó ligeramente mareado por la situación, no era la primera vez que una mujer se le acercaba de esta forma, pero si era la primera vez que no veía codicia detrás de sus intentos u otra emoción concreta en los ojos de la contraria.

No, en los ojos de Sia había un toque de diversión y puro deseó, uno que Tim no conocía del todo y que era de alguna forma incluso inocente, y ¿Era el o hacía calor aquí?

— Oh eres tan lindo. — Susurro sobre sus labios empujándolo suavemente y Tim se vio sentado en la silla que antes ocupó con su regazo lleno de una de las chicas mas hermosas que hubiera conocido en su vida.

¿Debería decir algo? ¿Hacer algo? ¿Porque su cerebro no parecía funcionar?

— Dime...Timothy ¿Que es lo que deseas? — Preguntó con un tono tan suave y dulce que Tim se sentía ligero de la cabeza como si estuviera sobre una nube, atraído a la chica en su regazo.

— Yo quiero... — Murmuró mirando los labios de Sia que estaban tan cerca, si se acercaba solo un poco ma—

— Saca tus manos de mi hermana Drake. — La severa voz de Damián lo saco de su trance y enseguida su mirada fue al chico en la puerta de la sala que le asesinaba con la mirada.

— Pero Dami, estaba a punto de llegar a la parte divertida. — Se quejó Sia haciendo un pequeño puchero.

— Sia te recuerdo que no vinimos aquí por esto. — Respondió Damián, y solo porque Tim conocía al chico sabía que suavizó un poco su expresión al dirigirse a la chica ¿Damián estaba siendo decente con otro ser humano?

— Oh Dami, no tienes que estar celoso, sabes que tengo mucho amor para repartir. — Sonrió finalmente levantándose de su regazo y Tim por supuesto no pensó que extrañaba la calidez y la sensación de tenerla sobre el porqué ahora su cerebro de lagartija estaba procesando otra cosa.

— TT. — Chasqueo la lengua rodando sus ojos pero eso no detuvo a Sia quien abrazo a Damián murmurando halagos y dulces palabras en su oído y Tim nuevamente evitó pensar en cómo Damián no estaba alejando a Sia con un palo por violar su espacio personal.

— ¿Dijiste hermana? — Finalmente logro decir una vez su cerebro decidió volver a funcionar.

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Nota: Gracias por los comentarios y me gustas y por leer en general, arriba el atuendo de Sia ¿Y alguien se pasa a equipo Drake o equipo Damián hasta el final? Jsjsjsjs pobre Tim no sabe en qué se metió.

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