𝚇𝚇𝚇𝚅𝙸𝙸↬𝓣𝓮𝓷𝓮𝓶𝓸𝓼 𝓮𝓵 𝓪𝓶𝓸𝓻







Dicen que todo cobra sentido con la persona correcta. Desde hace mucho yo estoy sintiendo que Yeonjun es esa persona. He sido una estúpida, lo admito. Así que si cuando me vea logra perdonarme por lo que he hecho, voy a dar rienda suelta a este sentimiento por él. Esta vez voy a ser sincera. Voy a aceptar lo nuestro ante todos porque yo estoy orgullosa de Yeonjun, pero sobre todo, porque lo amo.

Ya no pienso mirar hacia el pasado ni vivir de los errores cometidos por ambos. Voy a admitir que está grabado, inscrito e atado a mi mente. Como una bala en mi pecho. Como mi sostén cuando las paredes se derrumban alrededor.

¡Ahora no lo dejaré ir! ¡Ahora lo voy a seguir hacia donde valla!

Las palabras no me harán retroceder, si no me perdona por abandonarlo no pienso rendirme. Esto nunca fue fácil. Lo nuestro es extremadamente complicado, pero si fuese sencillo no sería benigno. No se supone tampoco que fuese fácil ¿Qué sería de nosotros si nunca siguiéramos intentando a pesar de los problemas? Puedo darle tiempo para que crezcamos. No he olvidado que llevo una parte suya conmigo mientras él lleva mi corazón en sus manos. Sí, estamos en problemas, sin embargo, tenemos amor.

Eso es lo importante.
Tener al amor.

Ahora que tenía eso claro solamente estoy deseando leer ese pequeño trozo de papel y escuchar lo que sea que venga en ese iPod. Solo espero, en serio que lo espero, que se trate de Yeonjun quien dejó ambas cosas a mi lado en la mesa. Únicamente él puede alegrar mi día como una tarde de otoño caminando de sus manos.

- ¿Malie necesitas algo? - Inquirió con tono afable.

Desde nuestro abandono al restaurante no habíamos intercambiado palabras. Yo me encontraba sumida en mis pensamientos y Beomgyu me estaba dando el espacio para ese proceso de florecimiento en mi mente. Nomás tomar asiento en el copiloto no había dejado de ver los objetos en mis manos bajo un viaje ancestral, divagando, formulando, concluyendo. Al pasar mi mirada al exterior estimé lo poco faltante en el recorrido hasta casa de Yeonjun ¿¡Tan poco faltaba, joder!? ¡Estamos a solo unos minutos!

Ya las calles iban tornándose menos transitadas, el ambiente más lúgubre y las aceras más devastadas. Dentro de muy poco mis fosas nasales sentirían el olor a popó de gato de los callejones oscuros. Escucharía a Beom maldecir por los baches perjudiciales a sus gomas recién estrenadas. Y tanto las señales en los semáforos como los faroles rotos aparecerían en un par de cuadras.

Era el momento de descubrir qué demonios traían esas dos cosas.

- Sí - Contesté a su anterior pregunta - ¿Tienes un par de audífonos para escuchar esto?

- Claro que sí, nunca salgo sin ellos. La parejita perfecta del mundo que nunca debe separarse son el teléfono y los audífonos, por cierto, ¿por qué primero escucharás el iPod?

- No sé, solo... ¿me da más curiosidad?

Alce los hombros unido a mi respuesta. Una vez leí que para evitar el alzhéimer debes hacer cosas al contrario de lo normal, como usar tu reloj en tu mano diestra a diferencia de la contraria. Tal vez era una simple corazonada o por lo del alzhéimer que me he adaptado a hacer cosas así. Puede que hasta lo de la enfermedad sea una simple excusa para ver las cosas de manera diferente.

- Toma - Gyu me los extendió sin apartar la vista de las calles - Si es una amenaza, algo peligroso o una puercada de mi primo, has el favor de decirme para partirle la cara yo mismo.

- Sí, Gyu, no te preocupes. Serás el primero en saberlo.

- Más te vale, eh - Advirtió.

Finalmente enganché los audífonos al iPod y pulsé en reproducir lo único que traía...
Una suave acaricia a todas las cuerdas de una guitarra fue la bienvenida, luego la voz, su voz, la voz de Yeonjun, bajo un timbre afable y masculino que hicieron mi corazón revolotear como una mariposa ante una vistosa florecilla. En ese instante lo supe, era una canción para mí.

- Finalmente logré componer la canción perfecta para mi pequeña. Puede que nunca la escuches ya que me avergüenza demasiado - Hizo una leve pausa lo suficiente silenciosa para hundir mi mente en un océano de suspenso - ¿Por qué estoy diciendo esto? Soy tan burro como mi primo - Bufó arrancándome una pequeña sonrisa aquel comentario. Nunca dejaría de ser él mismo sin llamar burro a alguien, principalmente a Beomgyu - Ahora que estamos separados y si alguna vez esta melodía llegara tus oídos, quiero que sepas que te quiero. Todo pierde sentido sin ti, pequeña.

Mis ojos se precipitaron en agua. Este nuevo suspenso al escuchar nuevamente las notas de la guitarra me estremecieron más. Esto iba a empezar. Y yo cerré los ojos, comenzando a imaginar a ese peligro, con esa sonrisa afable, íntegramente relajado, acariciando con sus dedos largos aquel instrumento, y sus ojos, esos ojos marrones sobre los míos con ternura y esa chispa de osadía. Naufragué en un mundo donde ese pelinegro que tanto he llegado a amar existiera enfrente a mí, amándome bajo una fuente de amor verdadero desborda de la melodía.




Que ya lo sé, somos cosas del pasado ya lo sé.
Tan solo un simple suvenir del ayer, de lo que pudo ser, de sueños que no alcanzan.

Perdóname.
No soy tan bueno como tú para olvidar.
Y si te soy sincero no sé si podré borrar alguna vez mi maldita memoria.

Y es que hay una parte dentro de mí que siempre te estará esperando; que no se cansa de seguirte a cada paso, y aunque tú no la escuches, siempre te está llamando.
Siempre te estará llamando.
Mira que lo escondo y trato de ocultar muy bien mis emociones, para que nadie sepa de mis ilusiones. Ni que son para ti, ay, todas mis canciones.
Todas mis canciones.

Y ya lo vez.
Que nunca más he sido el mismo, ya lo vez.
Que cuando la nostalgia llega ya puedo ver y hablarle a tu fantasma todo lo que hice en día.

Y es que hay una parte dentro de mí que siempre te estará esperando; que no se cansa de seguirte a cada paso, y aunque tú no la escuches, siempre te está llamando.

Mira que lo escondo y trato de ocultar muy bien mis emociones, que tú eres la musa de todas mis canciones, llevan algo de ti, ay, todas mis canciones llevan algo de ti.
Llevan algo de ti, llevan algo de ti.
Llevan algo de ti, llevan algo de ti.
Llevan algo de ti, llevan algo de ti.

Ay, ya lo sé, que somos cosas del pasado ya lo sé, tan solo un lindo recuerdo del ayer.



¿Tengo que decir lo obvio?
La canción había terminado y yo estaba llorando como si yaciera bajo un arsenal de dagas en mi pecho. Me sentí estúpida, melancólica y nostálgica. Leyendo la nota empapada del agua de mis ojos rompí en más sollozos. «Solo pido verte una última vez más. Por favor, Malía, ven a verme hoy a mi apartamento... Yeonjun».

Basta de huir, Malía, basta.
Llegó el momento final de permitir que nuestros corazones se entrelazan, de que los sentimientos corran caudalosos, de amar siendo amado. Llegó la hora de entregarse a este amor. Porque lo más importante lo tenemos.
Tenemos el amor.





****
En lo que a mí respecta, yo lloré escuchando la voz de Danilo París en mi cabeza como si la cantara Yeonjun. Sí, yo ser una gran llorona. Todo me hace llorar. Así que os exhorto a escuchar la canción desde el video de allá arriba y no por las letras escritas aquí. Así la sentirán más 🥺

Gracias por leer este capítulo que me hizo sentir poeta escribiéndolo❤️🫶🏻




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top