𝚇𝚇𝚇𝙸𝙸𝙸↬𝓡𝓮𝓶𝓮𝓶𝓸𝓻𝓪𝓷𝓭𝓸 𝓻𝓮𝓬𝓾𝓮𝓻𝓭𝓸𝓼
Estoy a cien por ciento de segura que todos aquí tienen la misma duda respecto al día anterior. Yo tampoco he logrado sacármelo de la cabeza: estar embarazada de tu mejor amigo es algo muy difícil de revelar ¿Quién iba a creer que esto sería así? Yo no. Los sucesos los cuales me han llevado a este estado no paran de rondar por mi cabeza. Siento que en cualquier momento me va a reventar el cerebro. La lucidez se escapa de mi alrededor junto a las lágrimas bajando por mis mejillas.
¿Por qué ahora? ¿Qué voy a hacer? ¡Soy muy joven e inexperta! ¿Cómo le cuento esto a Beomgyu? Me cuesta cuidar de mí misma para tener una pequeña e frágil vida creciendo en mi vientre. No soy como Lizzy, no estoy lista para esto como ella. Esto es una responsabilidad demasiado grande para mí. Ni estoy casada ni tampoco tengo algún tipo de relación con el padre de mi hijo salvo una fuerte amistad ¡¿Qué demonios voy a hacer?!
No, no voy a abortar a pesar de todo. Esa es la última cosa de mi lista. El niño no tenía la culpa de lo que ha pasado. Nadie le tendió en sus manos la decisión de nacer. Yo no soy nadie para darle la muerte tampoco.
¿Acaso en mi vida no puedo salir completamente de los problemas? Solo salgo de Guatemala para entrar en Guatapeor ¿Por qué nada bueno llega a mi vida? ¿Qué clase de brujería han echado sobre mí al nacer?
Con el dorso de mi brazo enjuagó las lágrimas de mi rostro contra las mangas de mi pijama. Los ojos esconcen de llorar sin parar. Los labios los mantengo apretados comenzando a retener un nuevo sollozo. Me estoy hundiendo en la miseria, no soy lo suficiente fuerte para pasar por una situación así. Sin embargo, sé que debo mantenerme fuerte ante la situación ¿Y de dónde saco la fuerza para eso?
La nueva tortura regresa a mi cabeza. Viajando como vivencia a ese momento donde me enteré de todo lo planeado por Sarah y mi nueva hermana en mi contra, justamente a ese momento donde pasó lo que pasó con Beomgyu.
–– ¿Tenemos que contarle? –– Soltó Taeyong mirándome luego de que pasara todo ese apresamiento a Sarah mientras tuvimos una cena familiar entre los hermanos.
–– ¿Quién? –– Inquirió Kook.
Los ojos de todos cayeron en Beomgyu. El chico fue hasta mi dirección con las comisuras elevadas y me envolvió en un abrazo.
–– Tenemos mucho que hablar esta noche, Malie.
El confort que envolvía mi anatomía por su cuerpo me hizo sentir cobijada entre tanta conmoción de la noche. Yo seguía sin entender nada, sin embargo, su compañía era todo lo que necesitaba para sentirme protegida e segura. Mi mejor amigo siempre tenía esa aura fidedigna sobre mí. Provocaba algo muy grato en mí. Inclusive, me hacía cuestionarme cómo sobreviví sin él a mi lado antes.
–– Gyu, cuídala.
Son las palabras de mi hermana mayor quien conmovida nos miraba. Su mano se posó sobre el hombro del chico, hizo una leve presión y sus labios traían una sonrisa débil. Ella también estaba cansada después de sufrir esta dificultosa situación con mi madre.
Beom, en respuesta, asintió y sujetó fuertemente mi mano hasta entrelazar nuestros dedos. Le devolvió una sonrisa pequeña, clavó los ojos dulcemente en mí e hizo una señal con la cabeza en dirección a la puerta de salida. Quería que le siguiera para poder contarme todo.
–– Tranquila, Lizzy noona. Voy a proteger a Malía aunque tenga que dar mi vida por ella.
Mis ojos comenzaron a escocer. Escuchar salir de la boca de ese chico algo tan bonito me hizo sentir más tranquila y emotiva. Sabía que con Beomgyu podía contar para lo que sea. Ese era el tipo de amigo que quería para mí.
Finalmente le seguí a la salida sin chistar. Con mis ojos admiré a mi padre llorando, Sunoo abrazando fuertemente el abdomen de Jin, Jungkook haciéndole una señal a Lizzy para que se les uniera, y los gemelos mirando a papá sin saber qué hacer. Sarah había sido encarcelada, la esposa favorita de mi padre, la madre perfecta hasta ese momento ¿Qué sería de los Agreste ahora? ¿Qué sería de mí como una Agreste? ¿Por qué siento que todo sucede por mí?
Tengo demasiadas preguntas en mi cabeza. No sé ni por cuál comenzar.
–– Vamos a mi casa, Soobin Hyung no está porque cuida de su madre ahora. Será un lugar tranquilo y con privacidad para conversar.
–– Me da igual. Solo quiero saber todo ya de una puta vez, Gyu. Estar en mi cabeza ahora es una tortura.
–– Lo sé, pero más vale que le eches vigor, Malie. Lo que voy a contarte no es algo sencilla. No para ti.
No comprendí la crudeza de esas palabras hasta que me vi sentada frente a mi amigo en el sofá de la sala, escuchando toda la mierda que había sobre mí ¿Por qué está traición? ¿Por qué mi madre? ¿Por qué mi amiga?
Beomgyu se las arregló para responder mis preguntas con el mayor tacto posible. Pude ver sus nervios al dirigirse a mí, fui testigo de su forma de buscar las palabras más bonitas posibles, el afecto conmigo, la simpatía, el cuidado. Pero por mucho que se esforzara, la severa realidad clavó un puñal en mi pecho. Ardía la herida en mi corazón. Y lo más jodido es que para esas lesiones no constan de curitas para cubrirlas. Quedaría para siempre junto a mí. Este es el tipo de cosas que nunca terminan de cicatrizar.
Porque lo que más jode de las traiciones es que nunca vienen de un enemigo…
–– Ven acá.
Me había puesto a llorar en ese preciso momento que con aquellas palabras me había encerrado en un abrazo por segunda vez en el día. Retorné a apreciar esa conformidad de estar bajo su cuidado, su cariño, su apoyo. Cada vez que Beom hace algo por mí, lo hace con tanto cuidado tal que la vasija más cara y del cristal más fino y exquisito se tratase.
No obstante, aquel dolor seguía en mi pecho hiriendo, penetrando y punzante. Mi conciencia el día de hoy no iba a terminar tranquila. De ahí surgió la “maravillosa” idea de emborracharme.
Para cuando me di cuenta la situación se me fue de las manos, hice un montón de tonterías y tanto Beomgyu como yo acabamos borracho y teniendo relaciones. De estas últimas no tenía mucho en mente. Apenas cortos flashes en mi cabeza. Sé con certeza que de ahí salí embarazada. Sé que Beomgyu es el padre de esa criatura que está creciendo en mi vientre. Sé que ha llegado el momento de enfrentarme a él.
Y por mal que esté, existe una persona en mi cabeza a la cual estoy maquinando como una loca pensando en qué decirle. Esa que justamente ahora estaba afrontando un duro momento en su vida y que me necesita. Esa personita que amo.
¿Cómo se supone que le dé esta noticia a Yeonjun?
¿Debería romper con él después de esto?
*
***
Creo que voy a llorar con toda esta situación 🥺😫
Este capítulo es más corto que el de ayer, me disculpo. Voy a tratar de trabajar en hacerlos más largos. El de mañana será narrado por Yeonjun... ya se imaginan que hablará con Malía 🥺
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