𝚇𝚅𝙸𝙸𝙸↬𝒮𝓊𝓈𝓅ℯ𝓃𝓈ℴ







Aquella caja de madera estaba siendo sepultada finalmente. Los lamentos de Sunoo caían por sus mejillas mientras sus manitas apretaban la chaqueta de Lizzy, aferrándose a ella como una persona con esperanzas a la vida. Papá abrazaba a la única mujer que le quedaba mientras declinaba tristona la vista a la lápida. El resto de mis hermanos y Jungkook veían la escena de Sunoo con caras largas. Pude apreciar a Scarlet agarrando de la mano al gemelo mayor, dándole algún lugar de confort. Yoongi cual mejor amigo se encontraba al lado de Kook permaneciendo hasta la muerte como un perro guardián. Jin se posó al lado de Lizzy para acariciar la melena del menor, y Taeyong, el último Agreste que falta por mencionar, se mantuvo intranquilo toda la tarde, moviéndose de acá para allá sin sentido semejante a un trompo al girarlo mal y termina rodando en el suelo. Por otro lado estaba Sarah, acabándose de separar del cabeza de la familia para lanzar el último ramo de rosas en la fosa. Y para rematar, ahí estaba yo, viendo todo desde la entrada del cementerio porque era lo que se debía hacer cuando no tienes derecho a tu apellido.

Estas éramos las únicas personas en el entierro de Cora. Los demás, eran periodistas tomando fotos alrededor de ellos. Esto estaba saliendo en las noticias.

Familia de élite siempre será familia de élite.

–– Ten, compré este sándwich para ti. No has comido nada desde esta mañana, pequeña.

Por mis labios se escapa un suspiro, corro la vista hasta el chico que jamás esperé aquí ni en mis más remotos pensamientos y termino agarrando aquella comida con mis dos manos. En otra situación pude reprocharle algo, reñirle su presencia o quizás echarlo igual que a un perro callejero. Ahora no tenía fuerzas para nada de eso.

–– Siento enterarme tarde lo sucedido con tu madre. Vine desde que lo supe.

–– Uh-hum.

Apenas atino a responder con ese musito antes de darle una mordida en silencio a aquel pan. No devoro desesperadamente el pan, tan siquiera poseo hambre, sin embargo, es cosa de la ansiedad el comerlo tan deprisa que para cuando me doy cuenta ya voy por la mitad. En ese silencio sucedido de mi merienda el pelinegro toma lugar junto a mí en el banco, pasando una de sus manos detrás de mis hombros, eximiendo un poco de libertad en mis emociones. Antes podría describir mi estado como adormecido, ahora por lo menos soy capaz de sentir un poco de cobijo. Una de sus manos va a mi regazo, pero a diferencia como las otras veces, acaricia el lugar cariñosamente. Por un corto momento pude percibir el chispazo de preocupación en sus ojos contra los míos.

¿Estará mal dejarse llevar un poco por él?

–– Sé que esto puede resultar un poco incómodo luego de todo lo que hemos pasado… contando nuestro último encuentro –– Murmuró lo último haciendo énfasis, recordándome inofensivamente que tuvimos sexo. Yo ni en eso he tenido oportunidad para pensar –– Pero puedes acudir a mí cada vez que lo necesites, estaré para ti siempre. Ya no soy el mismo desde que me conociste.

Y valla que no era el mismo.

–– No importa. Gracias.

Dejé mi cabeza caer sobre su hombro. El misterio al que estoy acostumbrada al ver en sus orbes marrones cambió abruptamente junto al estiramiento en su rostro. Sorprendido, tal vez sin esperar que yo hiciera eso, termina ladeando su cabeza en dirección a la mía. El delicado beso al que se ven sometidos mis labios contra los suyos me toman completamente de sorpresa. Sus ojos permanecen abiertos y no dudan jamás en apartarse de los míos.

Un extraño embelesamiento me hechiza sin permitirme volver a la realidad por un tiempo. Había olvidado lo bien que sientan sus labios. Un juego tierno, manso, afable, danzan aquellos gruesos belfos sobre los míos. Por un momento llegué a pensar que no era Yeonjun quien me estaba besando. Apreciaba como querían abordarme dócilmente cuidando al máximo aquella muestra de afecto, parecía que estaban tratando con un sensible cristal en vez de conmigo. 

Siempre fui fan de sus labios mientras nuestro romance prohibido había durado. Era increíble que hoy fuera cuando lo recordé.

–– El único propósito que queda en mi vida eres tú –– Son sus palabras luego de separarse del beso a la par que sujetando mi cara con sus manos.

Mi órgano palpitante dio un vuelco contra mi caja torácica. Mi rostro comenzó a arder, puedo jurar que me sentía tomate maduro. Y estuve a punto de contestar a tan lindas palabras cuando…

–– ¡Maldito imbécil!

Mi mejor amigo quien se había ausentado unos momentos para ir por algo de beber había acabado de aparecerse frente de nosotros. Beomgyu dejó caer la bebida que traía y se abalanzó contra Yeonjun, de hecho, si no me colocó enfrente seguro que aquí se formaba una buena.

–– Beom tranquilízate. Aquí no –– Lo detengo abrazándole del brazo –– No es el momento.

–– Perdón Malie ¡Es que ese cabrón me la tiene jurada! ¡¿Cómo se atreve a aparecerse aquí en este momento!? ¡Me dan ganas de matarlo!

–– Tranquilo primito querido –– Se mofó Yeonjun cuando se puso de pie –– Ya yo me iba de aquí.

–– Sí claro, eso es lo que siempre hace un tipo como tú… –– Beom se mueve para quedar enfrente de mí –– Soobin es tan ciego al creer que tienes esperanzas de mejorar. Pero sigues aquí, jodiéndole la existencia a la mejor persona que pueda existir en el mundo en vez de estar con tu madre enferma.

–– No te metas en lo que no te importa –– La voz de Yeonjun ahora sale áspera.

–– ¿Por qué? ¿Acaso estoy diciendo mentiras? –– Se burla ahora Beomgyu –– Por personas como tú es que los seres humanos somos tan mal vistos hoy en día.

–– Ya yo no soy el mismo, idiota.

–– De dicho ha hecho hay un gran trecho.

–– ¡Que sí! Es más, os lo voy a demostrar –– Se acerca a mirar a Beomgyu de manera amenazante ––  Y empezaré demostrándole a Malía que yo no fui quién pasó el video a sus padre hace años –– Se acercó a su oído y prosiguió a susurrarle aunque yo lo escuché por la cercanía –– Veamos si después de esa prueba Malía seguirá sin confiar en mí. La vas a perder.

¿Qué?

–– ¡Cabrón!

Beom hizo el ademán de querer golpearlo, no obstante, logré detenerlo antes de que pasara. No quería que se formara un show aquí. Mucho menos justamente enfrente de todo lo que me queda de familia ¿Se imaginarían las caras que pondrían mis hermanos al ver a Yeonjun cerca de mí? Son cosas que prefiero evitar, gracias.

–– Ey, ey, ya, tranquilo, Gyu –– Solté luego de que mi ex psiquiatra se marchara.

–– Te juro Malía que como mismo no le pego ahora por ti algún día le voy a romper su linda cara y le voy a hacer escupir todos los dientes uno a uno por ti también.

Una risilla nasal se me escapa de solo imaginarme dicha escena. Me encantaría verla, lo admito. Beomgyu dándole una paliza a Yeonjun por mí sería algo que nunca me perdería. Si cuando digo que mejor amigo en el mundo no se puede pedir.

–– Eres el mejor amigo en el mundo mundial que pueda tener una chica.

De puntillas picó rápidamente su mejilla en un beso. El chico en respuesta suelta un chillido sorprendido que me arrebata una fuerte carcajada. Si existía alguien capaz de hacerme reír un día como este es Choi Beomgyu.

–– Mira si se puso rojito –– Comenté con voz tierna mientras le pellizco las mejillas.

–– Chu –– Chistó con su lengua.

Así pasé junto a mi amigo del alma un rato más antes de que los Agrestes volvieran. Di una vuelta junto a Beomgyu para ir a buscar bebidas para todos. Ya estaba de buen humor. Siento que ahora si puedo sonreírle a Sunoo sin tener que fingir. Luego conversé con Yoongi, le pedí dos días libre más para estar junto a mi hermanito en la casa de Lizzy y Kook, quienes tenían un montón de cosas por hacer debido a su inesperado regreso y no podían encargarse del pequeño. Por último me despedí de mi familia y amigos cariñosamente, claro que sin contar a la odiosa de Sarah con su cara de culo.

–– Mañana ven a verme. Tengo que contarte un secreto muy importante –– Fueron las palabras de mi padre al oído cuando me despedí de él –– No le cuentes esto a nadie más.

Ya de regreso, la casa estaba más llena que nunca. No solo la pareja recién casados estaba, si no que Sunoo apareció y aunque ahora se encontraba deprimido, no dudo que pronto nos alegrará el ambiente con su inocencia. Cuando cayó la noche Beom se retiró a su morada dejándonos en la casa al resto. Fui capaz de percibir el guiño discreto de mis hermanos mayores con el chico aunque no entendí el motivo ¿Qué se estaban planeando estos?

En la cama no podía conciliar el sueño por la noche. En situaciones como esa me gusta dar una vuelta, leer algo o jugar con mi celular hasta que me entrara sueño. Hoy con Sunito durmiendo abrazadito a mí no podía permitirme eso. Así que la gran parte de la noche la pasé en vela, dejando mi mente correr por cada uno de los momentos incomodos de hoy, deteniéndose especialmente en el último. El suspenso de las palabras de mi padre me estaban matando sin lugar a dudas.

¿Qué era lo que me quería contar?

¿Por qué es tan importante para que solo yo lo sepa?

¿De qué tipo de secreto se trata?

No quería precipitarme a los hechos. Pero algo me decía que se trataba de Yeonjun. De lo que pasó con su padre y de por qué el chico creé que fue él quien lo mató. Tengo esa rara impresión de que se trata de eso. No sé. Tal vez sean cosas mías. Aunque yo soy de las que nunca dudan de su instinto detectivesco.







****
Siento mucho el atraso con esta actualización. Entre el catarrero que he cogido y las pruebas no me queda tiempo. De verdad que lo siento, espero que pronto acabé ya con las dichosas evaluaciones y podré actualizar más seguido.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top