𝚇𝙻𝙸↬𝓖𝓸𝓸𝓭 𝓖𝓲𝓻𝓵 𝓖𝓸𝓷𝓮 𝓑𝓪𝓭
El sonido del disparo fue como una cuchilla rajando el aire. Frío. Brusco. Perfidio. Cruel. Dejando tras su paso el traidor de nuestras esperanzas. La maquiavelica realidad que nos reúne cual corderos en el matadero ¿Acaso la muerte es nuestro único destino? ¿Todo acabará aquí?
Tuve miedo, no por mí. Temía miedo de perderla. Miedo de que ocurra lo mismo de hace cuatro años con Malía. Miedo de ser devorados en esta casa, de este camino donde posábamos los pie.
No podría soportar una vida sin ella.
No sin mi pequeña.
Hubo instante que pensé que solo era una pesadilla, o una mala broma disparando al aire ¿No es como si pudiera dispararle a su propia hija, no? ¡Soy un pobre iluso!
El cuerpo de la chica cayó bajo un violento sonido...
— ¡Nooo!
Y el grito de Malía fue desgarrador.
Vi sangre, mucha sangre. Le habían disparado al pecho pero gracias a que esa mujer es una novata con las armas no le habían dado en el corazón. La chica estaba muriendo, escasos respiros quedaban en su sistema. Creo que ni con una sirugia podría sobrevivir. Temí por ella. Temí por todos nosotros ¿Este es el final que nos guardado la vida? No, me niego a creerlo. Hice la promesa de regresar con Malía sana y salva. Tenemos que sobrevivir.
Hice el ademán de llegar a la chica de cabello rosa y intentar socorrerla; sin embargo, la vehemencia de una impotente Malía fue más poderosa, se liberó a sí misma del agarre de aquellos fornidos hombres, corrió hasta su hermana, se lanzó al suelo y agarró aquel cuerpo moribundo entre sus manos.
— ¡¿Por qué?! — Gritó colérica y afligida hacia aquella mujer sin remordimientos — ¡¿Por qué coño, Sarah?! ¡Es tu hija! ¡¿Acaso no tienes corazón?!
— Prioridades, Malía, prioridades — Contestó mofando — Haré lo que tenga que hacer para sobrevivir en este mundo... aunque eso conlleve a matar a mis propias hijas.
— Eres un asqueroso sinico — Bramo instantáneamente ladeando mi cabeza a Max — Ni siquiera dudaste en dispararle a tu pareja ¿Está es una de tus pruebas para probar la lealtad de Sarah en tu equipo?
— Tú mismo lo has dicho. Trabajaste conmigo y me conoces. Sacarla de la cárcel no fue gratis. Y Eva es una zorra traicionera que robo información valiosa de mi banda sabrá para qué, se lo merecía.
— ¡Asquerosa rata! — Nomás comienzo a ir hacia el maldito con intensiones de matarlo a golpes, un grupo de armas pertenecientes a sus guardaespaldas me detienen en paso.
— Primero deberías intentar sobrevivir a esta, Yeonjun.
— Te mataré, lo juro.
Malía rompió en llanto mientras acariciaba aquella melena de quién antes fue su mejor amiga. Ella no sabía que Eva se arrepentía de todo lo que hizo. Pero muy en el fondo Malía siempre la perdonó y tuvo las esperanzas de reencontrarse para arreglar las cosas. Siempre creyó en ella. Es injusto que le arrebataran esa oportunidad a ambas.
— ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¡¿Por qué?! — Mi pequeña no paraba de sollozar — ¡Ella hizo todo a su alcance para ganar tu aprobación! ¡Ella dio todo por ti!
— Malía... para.
Las últimas palabras de Evageline en el aire rompen la agonía de su hermana.
— No, Eva, no hables. Saldremos de esta. Tienes que ahorrar energías hasta que lleguemos al hospital.
— Ambas sabemos que no voy a sobrevivir...
— No, por favor.
— Malie, y-yo... Lo siento. Sé que es muy tarde pero—
— Te perdono, tonta cabeza de chicle — Contradice sus palabras aspirando su nariz.
— Es un alivio — Murmura con una pequeña sonrisa — So-solo desearía ver a Yoongi una última vez...
Y con eso dejó de respirar.
— Eva... — La chica de ojos grises al remover a su amiga y no obtener respuestas se perturba aún más — E-eva tienes que despertar. Eva por favor. Eva abre los ojos. Eva. Eva ¡Eva!
— Malía — Me agacho junto a ella tomando sus manitas mientras niego con la cabeza — Fue muy fuerte, suprimió la muerte el tiempo necesario para despedirse de ti. Ahora es tu turno de dejarla ir.
— No, nonono, Yeonjun, tú no lo entiendes. Eva... ella. No.
— Tienes que ser fuerte, pequeña — La abracé fuertemente ocultando su cabecita contra mi pecho — Tienes que ser fuerte por ella, por el bebé, por ti, por nosotros. Tenemos que salir de aquí con vida. Le debes a Eva su rendición con Yoongi. No puedes rendirte ahora ¿Lo entiendes?
Ella asintió aspirando su naricita entre hipidos.
— Yeonjun, tengo miedo — Se aferró con fuerza a mi anatomía, temblando en llanto.
— Yo también, pequeña, pero no nos vamos a rendir. Ambos saldremos de aquí con vida. Lo prometo.
Solo espero poder cumplir cada una de las promesas que he hecho.
— Espero que te hallas despedido de ella.
Aquella arma es alzada de nuevo en nuestra dirección, Sarah la volvió a empuñar contra nosotros, específicamente hacia su hija de ojos grises ¿De verdad existen madres como ella en este podrido mundo?
No lo pensé dos veces, ni siquiera me detuve a analizarlo. Daría mi vida si con ello salvaría a Malía.
La abracé fuertemente como si esta fuera nuestra última vez, colocándome enfrente, apretando los ojos y deseando que Max la detuviera por su interés de tenerme en su equipo. Mi esperanza colgaba de un hilo sin palpable sostén ¿En realidad vamos a morir?
Hubo un disparo.
Le siguieron dos.
Luego tres.
Y cuatro.
— ¡Yeonjun! — Esa voz...
Abrí los ojos. Malía y yo seguíamos vivos. Los dos hombres de la puerta principal habían caído y uno de los guardas de Max portaba un disparo en la cabeza. A Sarah le habían disparado en el brazo y el arma había rodado al suelo enfrente de mí.
— ¡Por amor de Dios, Yeonjun, Malía, vuelvan a la tierra! — Dio otro certero disparo y derribó a otro de los guardias que se había atrevido a levantar el arma contra nosotros — ¡Pónganse a cubierto!
Beomgyuuuuuuu.
¡Mi primo querido se apareció en el momento más oportuno! ¡Lo amo!
— ¡Mierda! — Chilla adolorida Sarah sosteniendo su hombro que comenzaba a destilar sangre manchando el suelo.
Tiré de Malía para ocultarnos tras el único sofá que fue impune a las llamas, ella cedió solo después de agarrar el arma que pertenecía a su madre y disparar a la cabeza de otro hombre, derribandolo.
¿Dónde estos dos aprendieron a disparar tan bien? Ah, claro. Son polis.
Ya a salvo tras el sofá, Beom me entregó una nueva arma. Ahora los tres teníamos algo con que defendernos. Las cosas comenzaban a mejorar. Solo había un problema...
— ¿Sabés disparar?
— Solo he tenido un arma una vez en mi vida en las manos. Y fue en el forcejeo con mi hermano Ten.
— No dispares a menos que sea totalmente necesario, de tener que hacerlo intenta tener el objetivo a corta distancia — Apuntó a aquella cosa en mis manos — Y sobre todo: ¡Abre los malditos ojos cuando te estén apuntando con un arma, idiota! ¡Casi os matan, animal con ropa!
— Yo también te amo burrito.
— ¡Salvé tu vida, deja de llamarme así!
— Tal vez lo considere. Naaah, mentira.
El único guardaespaldas de pie disparó contra el sofá, la bala silvo sobre nuestras cabezas, devolviéndo la realidad a cada uno. Quedaban tres contra tres. Pero solo Malía y Beomgyu sabían disparar.
— Cubran mi espalda.
Las palabras de Malía nos puso el corazón en la boca. La chica tenía una expresión fría viendo a su figura materna, cargó el arma y salió del refugio sin miramientos.
Sarah yacía oculta tras la escalera junto a Max y el guardia, ella apenas lograba levantar una nueva arma gracias a la bala cortesía de Gyu sobre su ensangrentado brazo. Ella era el punto de vista de Malía. Mi pequeña había acabado de convertirse en el ser vengativo que una vez fui.
La chica buena se volvió mala...
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Holiii, volví!!
No se pueden quejar hoy, estoy actualizando con 40° de fiebre🥲
Este capítulo fue una montaña rusa de emociones 😆.
No sé si lo he dicho antes pero tengo un nuevo libro de Yeonjun en mi perfil por si gustan pasarse a leerlo ^^.
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