𝚇𝙸𝚅↬𝓠𝓾𝓮𝓫𝓻𝓪𝓭𝓪









Considero la vida una melodía. Melodía… sí, exactamente como ella. Las mayoría de las melodías comienzan con el contexto, luego pasan al suspenso, mandan el coro mayormente avivado, vuelve la serenidad y de pronto el coro. Cada cual con un final diferente. Me gustaría creer que sí son así. No sé nada de música.

Mi vida ha sido casi en su totalidad con esa rítmica. Quiero creer que terminará bien. Y cada vez ocurre algo diferente; más difícil de sobrellevar, más engorroso que me hace dudar ¿Realmente he hecho algo malo a este mundo? ¿He hecho algo para merecerme esta rítmica?

No me malentiendan. No busco culpables ni a quién culpar. Soy perfectamente juiciosa conmigo misma: estoy aquí por mis propias decisiones. Todo lo que ha ocurrido en mi existencia no tiene nada que ver con la mala suerte.
Cada una de mis malas decisiones me tiene aquí.

¿Volverme a acostarme con Yeonjun, en serio?

Si existía una peor manera para fallarme a mí misma lo dudaría. Sin dudas esa ha sido la peor entre las peores ¿Qué me faltaba para agravar la situación? Tirarme de un noveno piso y suicidarme seria menos vil a mí misma.

Se preguntaran: ¿Por qué te quejas si dijiste que no te importaba?
Ese es el problema, ese es el puto problema ¡No me importa! ¡¿Por qué no me importa?! ¡Debería hacerlo!

Por más que intente darle vueltas al asunto no encuentro nada, solo un estado indiferente. Mi me mente viaja a ese lugar descompuesto. Esa parte vacía donde deberían existir los recuerdos ya desaparecidos por un trauma ¿Era esa parte la que me movía a cometer estas cosas?

Ya no sé qué creer.

Estoy molesta conmigo misa.

Siento una terrible impotencia. Hice lo que dije que no volvería a hacer. Y lo peor es que luego de este "encuentro" me siento mucho más capaz de volver a repetirlo.

–– Malía –– Me llama Yeonjun ¿Descubrió que llevo rato despierta?

Me encuentro de espaldas al chico haciéndome pasar por dormida mientras él me abraza por detrás haciendo la llamada pose para dormir de “Las Cucharitas”. Yeonjun acaba de despertar luego de tener sexo conmigo hace alrededor de cuatro horas. Yo llevo media hora despierta e con los ojos cerrados, haciéndome pasar por dormida, pensando en toda esa mierda que pasa por mi cabeza.

¿Conocen esa sensación de ser observada? Esa era una de las cosas de Yeonjun que me mantenían alerta. El pelinegro se pega más a mi cuerpo. Su piel caliente que rozaba mi espalda ahora me estaba abrazando cálidamente. Aparte de su embriagante calor corporal, una de la mano que me abrazaba sube a mi rostro para acariciar la piel de mis mejillas. Sus dedos trazan círculos como si esa fuera su otra manera de despertarme. Mantengo los ojos cerrados. Ahora el cabello cerca de mi rostro, cuello, mandíbula y hombros, es removido afectivamente para darle más acceso a mi piel. Besa con besos castos pero lentos la piel de mis hombros que se une al cuello igual que si un grillito diera saltitos por todo el lugar.

–– Pequeña.

Con este último llamado, más dulce al anterior, me parece estúpido seguir fingiendo estar dormida. En un principio tuve la intención de hacerle creer eso y se marchara sin más de mi vista. Pero él parece tener otras intenciones. Ya no creo que se irá.
Es un hecho que hacía todo esto para evitar confrontarlo. Más bien, confrontarme a mí misma por seguir junto a él. Sin embargo, debo abrir los ojos o se dará cuenta de mi farsa.

–– Ummh –– Finjo acabar de despertar mientras me giró hacia él abriendo lentamente lo ojos.

Chosco contra el hueco de su cuello siendo la pálida piel de este lo primero que me recibe al abrir los ojos. Mi sentido del olfato se ve lisonjeado por la esencia de este hombre. Toda persona tiene su olor característico, el suyo es exquisito. Se trata de una esencia masculina ligada a su hormona y el perfume que utiliza o el jabón que usó para bañarse. Sea como sea el resultado, eso bajo mis defensas.

–– Emh –– Me salió un tartamudeo ¿Qué debo hacer? Me siento nerviosa como la primera vez que tuvimos sexo y salí corriendo de su casa –– Creo que debería, emh… levantarme.

No me atrevo a levantar la mirada mientras haciendo uso de mis manos contra su pecho rompo el abrazo, tomo distancia y procedo a tomar lugar sentada en la cama. Mis piernas quedan separadas de suelo por poco pero lo suficiente para mecer mis piernas de un lado a otro. No tengo idea de cómo me está viendo ni de su expresión. Puede que sea lo mejor, tampoco quiero que me vea así. No toda sonrojada. Me siento débil.

Estoy descubierta.

Yeonjun logró romper todas mis defensas.

–– Tranquila pequeña –– Susurra volviendo a acercarse a mí, sin embargo, opta por sentarse a unos centímetros de mí para mirar a un punto imaginario en techo –– Entiendo perfectamente que te sientas incomoda.

Incomoda es poco.

Estoy avergonzada, impotente, abrumada, confusa, enfadada. Siento tantas cosas a la vez que creo que en cualquier momento voy a romper en lágrimas. No me malentiendan, esa es solo una manera de desahogarme. Estoy agobiada.

–– ¿Quieres que me vaya?

Asiento a su pregunta porque no tengo el valor para decirlo con mis propias palabras. Escucho una risilla brotar de sus belfos al verme titubear y jugar con mis dedos. Yeonjun había dejado de mirar al techo para clavar la vista directamente a mi cara. Como deseo ser un avestruz y meter la cabeza en un hoyo.

–– Lastima… –– Mofa dejando un suspenso que me inquieta más por dentro y puedo imaginármelo con su típica sonrisa –– Porque no pienso hacerlo.

Sus largos dedos atajan mi rostro por el mentón, obligándome a verlo directamente a los ojos. Justo lo que no quería hacer.

Cuando sus orbes marrones caen en mí fue como la gota que terminó el vaso. Todos esas emociones que me abrumaban brotaron con más fuerza, deslizándose por mis cachetes, humedeciendo la piel de sus dedos.

Ya había pasado lo que más temí. Estoy plenamente débil. Por mi cuerpo recorre una sensación que me hace sentir peor, esa misma que te hace saber que vas a llorar hasta deshidratarse. Me siento muy frágil. Trabajé tan duro para crear esos muros que me transmitían tanta confianza, y él los derribó tan cómodamente…
Lo que para mí tardó años construir para él fue tan sencillo.  

–– Pequeña –– Me atajó contra sí, abrazándome fuertemente –– Esta es la única manera que me queda. Solo quiero que me recuerdes.

“Ya te conozco lo suficiente”. Esas eran las palabras que quería decir, sin embargo, el torrencial de agua salada que destilaban mis mejillas, lo complicó ¿Qué era tan importante para él que recordara? ¿Acaso le gustaba tenerme así?

Me he roto frente a la persona menos indicada.

–– Si llorar te hace sentir mejor sigue así.

En realidad me hace sentir peor.

¿Podría pasar algo peor?

–– Solo debes recordar que yo te––

Mi teléfono comenzó a sonar. El sonido de una llamada lo interrumpió e irrumpió en ambiente de manera abrupta.

–– Yo te––

Intentó volver a hablar tras la caída de la llamada, no obstante, volvió a sonar casi al instante. Junto a la llamada también se escucharon un centenar de mensajes llegar. Dieron tantos que creí que mi teléfono se había descompuesto ¿Qué causaría tanto alboroto?

Limpié las furtivas lágrimas, me mordí los labios para evitar llorar y me estiré para alcanzar el aparato electrónico. Era una llamada de Jin y más de veinte mensajes de todos mis hermanos.

¡Era una pregunta retórica! ¡No quería saber si podía pasar algo peor!

La información me dejó helada. Apenas fui consiente me espante.
Cora había muerto.

–– ¿Pasó algo pequeña?

Ni siquiera me tomé el momento para responderle. Agarré la ropa que me había despojado antes de ponerme el pijama ayer, estaba algo sucia y sudada pero era la más cercana que tenía, y luego, salí corriendo de la casa en busca de mi auto.

No sabía si irme y dejar a Yeonjun así fue buena idea. Fue lo primero que me pasó por la mente ¿A quién miento? Nada pasó por mi mente. Me sentía como si hubieran pulsado un botón que me transmutaba a robot. No sentía nada, no lloraba, pero sí me dolía.

Pese a toda la mala situación con Cora ella siempre fue como una madre para mí. Me duele solo pensar que se fue sin poder arreglar las cosas con ella. Siempre creí que podríamos arreglar las cosas.

¿Qué será de los Agreste ahora?
¿Qué será de papá?
¿Qué será de mis hermanos?
¿Qué será se Sunoo?













*****
Asere me da una lástima ahora con Sunito😫

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top