𝚇𝙸𝙸↬𝓜𝓲 𝓶𝓪𝔂𝓸𝓻 𝓹𝓮𝓬𝓪𝓭𝓸 (+18)




Después del papeleo, la dura interrogación al tipo para que nos diera la forma de atrapar al segundo homicida, el caso por fin había concluido. Estaba agotada. Nos costó veinticuatro horas más atrapar al caníbal con arduo trabajo, una jaqueca de los mil demonios, y un día completo sin poder dormir. Apenas podía mantener los ojos abiertos.

Mi compa se encontraba en las mismas condiciones que yo. Yoongi nos felicitó por el trabajo duro, y como recompensa nos dio mañana libre. Mañana era viernes por lo que unido al fin de semana libre, tenía tres días para mí. Quizás debería ir a visitar a mis hermanos a la mansión Agreste. Papá e ellos llevan muchísimo tiempo pidiéndome que pase a verlos. Realmente no tengo ganas ningunas por cuenta de la influencia de las madres. Tal parece que acabara de salir de ahí hace un minuto. Esto me da un mal sabor de boca. No quiero enemistarme de mis hermanos ni papá por culpa de las viejas resabiosas esas. Joder, es difícil. Es inaguantable estar ahí mientras ellas te dan miradas de “no eres bienvenida”.

En el camino a casa dejé a Beom manejar, probablemente si lo hacía yo provocaría un accidente. Tenía tanto sueño que terminé durmiendo en el camino. Ni siquiera sentía hambre. Me encontraba en un estado tan agotado que desperté en mi cama con una notificación de Beom diciendo que ya había llegado a su casa y me deseaba un buen descanso. No tengo que darle tantas vueltas al asunto para saber que él, aún con el mismo agotamiento que yo, se hizo cargo de meterme a mi cama. Le deseé lo mimo e con la misma seguí durmiendo.

Muerta en vida me sentía.

Ni así pude dormir tranquila. Mi mente es tan maligna ¿Qué tiene en contra de mí? ¿Por qué otro sueño hot con Yeonjun, eh? ¿Por qué? ¡¿Qué mal le habré hecho a este mundo?!

Lo peor, sí, sí hay peor, es que este era el más profundo y erótico que había tenido. No sé nada de sueños pero tal parece que el cansancio fue más propenso para darles fluidez. Y con fluidez me refiero a… bueno, no creo que haya necesidad de dar lujo y detalles. No estoy orgullosa por eso.

–– ¡Maldición!

Me despierto sobresaltada en mi cama con un estruendo en mi habitación. Entre los sueños “incómodos” y el sonido de un cristal quebrace, mi cuerpo se sacude. La respiración se me acelera al salir e entrar por mis fosas nasales, y mi pecho sube y baja brutalmente. Mi sentido de supervivencia está activado a la enésima potencia desde que me hice policía.

–– ¿Yeonjun?

El chico que había maldecido se encontraba recogiendo los cristales rotos de un baso en suelo antes de mi llamado. El pelinegro elevó la cabeza con una sonrisa cuadrada en los labios, sin embargo, su mirada nerviosa me indicaba que estaba ansioso porque lo descubrí.

–– Buenos días pequeña –– Me saluda casi tartamudeando.

Genial. Lo que me faltaba.
Tenía que ser justamente después de un sueño potentemente húmedo.

–– ¿Qué haces en mi habitación?

Mi interrogación sale acusadora. El chico aprieta los labios hasta dejarlos blancos, deja los cristales rotos sobre mi pequeño escritorio y camina en mi dirección con las manos alzadas a la altura de sus hombros.

Esto era raro, muy raro.

–– Esto no es lo que parece, pequeña.

–– ¿Y según tú “qué parece”?

No responde a mi pregunta, agarra un plato que ni había visto sobre la cama con un sándwich y me la deja enfrente. Vale, esto es mucho más extraño que lo anterior. Apenas arrugo las cejas para mirarlo con una gran interrogante en el rostro, él procede a explicar sentándose frente a mí, a escasos centímetros de mi lugar en la cama.

–– Estaba preocupado por ti y vine a verte.

–– No te creo. Hay algo más. Siempre hay una intención oculta contigo.

–– Bieeen –– Suspira dramáticamente –– Puedes creer lo que quieras, yo vine a verte. Te extraño. Tú no te imaginas lo difícil que es adaptarse a luchar para poder superar estar lejos de ti. La noche que pasamos juntos en mi casa me complicó las cosas. Siento como si fuera la primera vez que tuviera que dormir lejos de ti, justo como me sentí la primera vez que me pusiste distancia.

¿Estoy soñando? ¿Seguiré soñando?

Una parte en mi quiere creerlo por mucho que odie admitirlo. Pero la parte racional me recuerda que Yeonjun es un monstruo y que me ha destruido la vida. Esa emoción que sentí fue solamente por los sueños. Solo lo deseo nomás. Yo no siento nada por este tipo excepto un gran deseo sexual. Sí eso. No quiero pensar en más ninguna tontería respecto a él.

–– Te hice el desayuno pero el vaso de jugo cayó al piso mientras te admiraba dormir. Al menos come algo. Lo hice con mucho cariño.

–– Ajá, ¿y dónde metiste el veneno? ¿En el pan o era dentro del jugo? –– Mofé rodando ojos.

–– No envenené nada. Come para que veas –– Ordena luego de agarrar el pan y extendiéndomelo.

–– No –– Cerré la boca negando repetidas veces.

–– Come –– Vuelve a insistir.

–– No.

–– Malía… –– Asevera agarrándome de las mejillas con una sola mano –– Cómetelo.

–– No.

–– ¡Cómelo!

Hizo una presión sobre una de mis mejillas, obligándome a abrir la boca. Chillé comenzando a luchar porque aquello no cayera en mi boca. Pataleé como bebe cuando no desea verduras en su cena, por lo que se complicó tanto a Yeonjun meterme la comida que incluso ni tumbándome sobre la cama y subiéndose sobre mí lo consiguió.

–– Malía no has comido nada en mucho tiempo. Comete esto –– Uno de mis manotazos logró tumbárselo de las manos y que cayera al suelo. Le sonreí con cara de “Viste, no me lograste obligar”, a la vez de una mirada superiora como “te gané”. Al ver eso el pelinegro rió ladeando una sonrisa –– ¿Qué haces pequeña? ¿Acaso quieres que te castigue?

¡Mierda! ¡¿Por qué tenían que caerme un diluvio de Flashback en mi mente sobre mis sueños justamente ahora?!

–– El silencio otorga –– Insinúa.

Ojalá eso solo hubiera terminado en una insinuación. Tal vez si me hubiera comido eso o por lo menos no hubiera sonreído tan descaradamente esto no habría terminado así.

Con la misma fuerza que me había obligado a mantener la boca abierta hace un movimiento brusco para impactar sus labios con la mía.

La intrusión es brusca, fuerte, descarada. Puedo experimentar el deseo tan vehemente de esto en los movimientos dominantes de sus belfos. No me muevo, tampoco me alejo. Me deleita  Siento el mismo hambre que Yeonjun. De hecho, aprieto las manos contra la sabana, luchando contras cada una de las miles de emociones que incitan a continuarlo.

Hay un dilema en mi cabeza. Continuar o no continuar. Huir o perseverar. Mente Vs Corazón.

–– Yeonjun…–– Me quejo en un jadeo aprovechando el instante que rompió para el beso.

–– Yo te prometí no hacerte nada aquella noche en mi casa. Hoy no hay promesas.

Muevo mi rostro tratando de evitar el retorno del beso por lo que termina besando mi cuello. El chico aprovechó el momento de ventaja para aspirar mi aroma y crear una marca.

Mierda. Mierda. Mierda.

No continúes Malía. Tienes que salir de ahí. Eres débil y susceptible a este hombre.

Te está poseyendo. Y no hay cosa que más quieras que ser poseída por él. Tus defensas se están derrumbando.

Una mano de Yeonjun hace un camino por mis muslos, apretando el interior de uno con firmeza. Y para terminar de derrumbar mis defensas, gruñe mi nombre malditamente bien contra mi oído luego de aprisionar el lóbulo de este. Una oleada avivada sube de mi estómago, extendiéndose por todo mi cuerpo. Él ralentiza el escalofrío que sucumbe mi anatomía con un recorrido de besos de mi mandíbula, a través de mi cuello y deslizándose por el poco escote de mi pijama hasta besar sin pudor ninguno cada uno de mis pezones, los cuales se marcan aún más bajo la débil tela de un pijama. Ya se hizo tarde para poder contener los jadeos que como lira al ser acariciada por sus cuerdas canta.

–– Llevo tanto tiempo anhelándote otra vez, pequeña. Cada parte tuya me incita a pecar.

Yo también quiero pecar ¡Pero no! ¡No pienso volver a ese infierno que él te engulle nuevamente! ¡NO!

–– ¡Yeonjun!

No sé de dónde coño salió esa fuerza de voluntad. Quizás era la última defensa que me quedaba contra ese hombre. Al menos valió la pena, logré sacármelo de arriba.

Ardiendo no precisamente de fiebre. Excitada no exactamente de algo bueno, o incluso sano. Roja como un tomate, envuelta en una atmosfera conflictiva... No quiero hacerlo, pero mis instintos primitivos sí. Y si yo fuera otra persona, como esa misma chica de dieciocho años, ya habría sucumbido a él.

Hiperventilando como un paciente sin oxígeno, oprimo mi brazo contra el pecho, el mismo lugar donde mi órgano palpitante parece que piensa salir disparado. Mi expresión es alterada a la par que el tembleque de mis pies parados apenas. Por otro lado, Yeonjun sonríe. Una sonrisa descarada de “Te he descubierto”. Su posición reposando en la cama con los piel colgando al suelo es segura igual que si esto fuera un juego que ya tiene ganado. Luce seguro. Está seguro.

–– Lo quieres tanto como yo, pequeña. Tu cuerpo me ha dado rienda libre para hacerte mía nuevamente. No luches más. Déjate llevar, puedo llevarte a donde quieras… –– Me agarró del brazo y de un tirón me pegó nuevamente a él, obligándome a tener que encorvarme con ayuda de su otra mano para lograr que ambos rostros estén pegados el uno al otro, con labios rozando y una voz gritando “Peligro” al máximo en mi cabeza –– Pero esta vez no te voy a llevar, voy a hacer que te vengas.

Su lengua recorre lentamente mi belfo inferior, convirtiendo esa acción en la calma antes de la tormenta.

I know, I Know. Estoy perdida.

–– Es muy tarde para detenerme.

Con esa misma fuerza que usaba cuando me desnuda en mi adolescencia, introdujo las manos por debajo del pijama de mi vestido y rompió el pantis, dejando caer los trozos de tela en suelo como si nada.

–– Lo siento, no tengo tiempo para prepararte esta vez. Aunque sé que estas tan mojada que no lo necesitas –– Termina mofando con voz ronca.

–– No––

Mi chillido en negación queda en segundo plano. Termina empujándome sobre la cama y subiendo sobre mí. Mi rostro cae directamente sobre el almohadón e escuchó su zíper ser bajado.

Es muy tarde para cuando quiero hacer algo. Con una de sus manos sostiene ambas mías por encima de mi cabeza. Y para terminar de incapacitarme, entra rompiendo en mí, lenta pero profundamente con una sola estocada que me hace ver las estrellas. 

No lo quiero admitir. Mi interior lo recibe plenamente y me gusta esa insana sensación de que esto esté ocurriendo.

–– Yeonjun-ah.

Tan pronto como llegó la segunda estocada, siguieron las otras.

–– Eso pequeña. Di mi nombre.

Una tras otra junto un carnal sentimiento que abrazaba cada aparte de mí. Ni siquiera me movía. Las articulaciones de mi cuerpo estaban anestesiadas por Yeonjun. Realmente, estaba tan excitada e estimulada que me corrí súper rápido. Ni tuve tiempo de avergonzarme por ello, que en parte se le debía a todo este tiempo con sueños húmedos con este tipo, Yeonjun se corrió y salió de mi gruñendo.

–– Quiero que me veas mientras te follo duro, pequeña.

Tarde entendí que había gruñido porque seguía duro. Últimamente comprendo todo tarde ¿Acaso él pausaba mis pensamientos?

Me dio la vuelta, quedando frente a frente y volvió a mi interior, moviéndose más frenéticamente contra mis paredes vaginales, se sentía como si estuviera perdiendo la virginidad por vez segunda. Si de la primera vuelta me quedaba alguna telaraña respecto al tiempo sin follar, Yeonjun se había encargado de deshacerse de cada una y dejarme limpia e preparada de él.

Me miró a los ojos y siguió su cometido, sin embargo, por mucho que quisiera mantenerme consiente, cuando llegó la tercera ronda, la soñolencia me venció.

Caí rendida del sueño en las manos de mi mayor pecado.

Por mucho que me esforcé… terminé con él.

Y lo más jodido es que no odio que esto haya vuelto a pasar. No soy masoquista, soy su masoquista. Imposible que alguien en la misma situación que yo haya cedido.
Me fallé a mí misma, y no me importa, bueno, al menos no como debería.



****
Recta durisíma al medio, nadie se esperaba ese envío🤣🤣🤣

Sorry por el atraso. Pero mejor tarde que nunca, y más cuando viene con una sorpresita así incluía😉

Este cap estaba planeado para emprender la drama. Me gusta el drama, sorry por eso también🤧

¿Listas para lo que se viene?🙃

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top