𝚇↬𝓒𝓸𝓷𝓽𝓻𝓸𝓿𝓮𝓻𝓼𝓲𝓪𝓵𝓲𝓭𝓪𝓭










Después de removerme en aquella cama desperté sobre el pecho de Yeonjun. No tengo idea cuánto me moví mientras dormía aunque creo que eso no explicaría por qué estoy abrazándolo. Mi cabeza está tendida  en su pecho, justo como dije antes, claramente que omití la parte en donde mis manos están atrayéndolo a mí por su pecho, y la otra cosa es la pierna que mantengo estirada por su cintura para intimar más la cercanía. Esto es incómodo. De los dos el que menos se ha movido ha sido él.

Yeonjun me sigue “el abrazo”, rodando con una mano por detrás de mi nuca hasta dejarla descansar sobre mi cabeza. Mientras que su otra mano reposa sobre la pierna con que lo abrazo, haciendo leves acaricias con sus dedos en la piel de mi muslo.

Extrañamente no poseo la necesidad de alejarlo. Me siento cómoda a su lado. Aspiro con una inhalación el perfume de su jabón incrustado en la piel. Hacía años que no dormía con otra persona, había olvidado lo bien que se siente estar bajo otro calor corporal. Esta es la especie de calorcito agradable que he experimentado. Digo, el único hombre además de mis hermanos que ha dormido conmigo es él. Esto me hace recordad las veces que la joven Malía salía huyendo avergonzada de tener sexo con él a la mañana siguiente. Esa acción me hacía sentir mal y como una cobarde, pero él parecía comprenderme a pesar de todo. A lo que quiero llegar es que como siempre despertaba antes que él tenía una pequeña oportunidad para observarlo. Hoy, por ejemplo, lo necesito despierto para escuchar todo lo que me tiene que decir respecto al asesino. Ni siquiera esa pensamiento me convence al instante de dejarlo de admirar.

Yeonjun duerme tranquilo con parte del cabello en su rostro. Se encuentra en estado sereno, tranquilo, como un bebe súper tierno ¿Quién se imaginaria que debajo de ahí existiría tanto mal?

Hablando de mal… estoy aquí para salvar a las personas. En serio Malía, ponte para las cosas ya.

–– Yeonjun.

Llamándolo logro despertarlo. Sus iris marrones tienden a verme un momento, tal que procesarla la situación, y luego sonríe, iluminando su rostro. No una sonrisa igual a las otras. Esta es más natural. Parece que sintiera realmente algún tipo de afecto por mí.

¿Esta cosa tiene sentimientos?

–– Pequeña.

Su llamado a ese mismísimo apodo de años pasados me hace sentir amena en cierto punto. Mirarlo a los ojos es difícil sin estar manteniendo retenidas las ganas de arrancárselos con un cuchillo. Sin embargo, justo ahora no siento esa necesidad como siempre lo hago, más bien, sigo deleitándome con esa mirada que tibieza una parte de mi pecho.

–– Sigues aquí. Creí que te ibas a marchar al despertar como siempre hacías.

–– No hice lo que siempre “hacia” para tener deseos de huir –– Procedo a ponerme de pie ––Además yo cumplí mi parte del trato. Tu turno.

–– Cierto –– Contesta a la par que chasquea la lengua –– ¿Te quedaras a desayunar?

–– Dime lo que necesito Yeonjun por favor. No le des más vueltas al asunto.

–– Bien, ¿pero de verdad que no necesitas ninguna terapia antes de irte? No sé, besarnos quizás funcione o de buena suerte –– Suspira fuertemente cuando reniego con mala cara –– Joder, siempre ha sido tan difícil convencerte a pecar. Aunque no me quejo, me encanta que seas tan difícil de persuadir, eso pone las cosas más excitantes––

–– No cambies el tema –– Interrumpo riñendo con asperidad.

–– ¡Malía!

El grito proveniente del exterior queda suspendido al aire cuando la puerta es pateada y abierta, dejando al descubierto a un Beomgyu muy alternado que nomás divisar a Yeonjun con la mirada lo apuntó con su pistola. Y si no es porque me interpongo en el medio probablemente le hubiera disparado.

–– ¿Malie? –– Pronuncia estirando su rostro de la confusión.

–– Beom, tranquilo, tranquilo, estoy bien –– Me acerco hasta mi amigo y lo hago bajar aquella arma antes de que cometa una tontería –– ¿Ves? Yeonjun no me ha hecho nada.

Mi mejor amigo libra una potente exhalación a la par que me envuelve en otro abrazo, dice “pensé que te había perdido” y tarda unos segundos en soltarme en aquella gran intensidad de un estrujón desesperado. 

–– ¿Primito no podías llegar en otro momento? –– Bufa Yeonjun con hastío –– Mi pequeña y yo nos estábamos divirtiendo bien solos. No necesitábamos que llegara el payaso del circo Maravilla.

–– Si serás––

Tengo que pararlo de nuevo porque tuvo todas las intenciones de intentar dispararle al Choi mayor nuevamente. No sé qué diablos tiene pero asere, está muy, muy, muy agitado. Su pecho subiendo y bajando rápidamente por la agitación lo demostraba en su respirar ¿Estaba tan preocupado por mí?

–– Eh, eh, Beom ignóralo. Estoy bien, te prometí que no pasaría nada –– Con mis manos contra su pecho logro calmarlo un poco, su respiración volvió a ser más pausada pero la cara de “este es tu último día Yeonjun” no se la quitaba nadie –– Todo está bien. Yeonjun iba a contarme en este momento quién es nuestro asesino.

Tres minutos después nos encontrábamos ambos en el sofá de la habitación de hotel. Mi ex psiquiatra había vuelto al cuarto donde dormimos juntos hace unos segundos por la información. En ese tiempo mi mejor amigo no paró de hacer preguntas sobre mi estado actual que al parecer mis respuestas lograron amansarlo aún más. También me contó de un nuevo caso, esta vez la persona que padeció ante nuestro asesino fue una anciana. Asesinada por el mismo patrón que a los amigos y el padre de Yeonjun.

Esta última información me dejó claro que ese desgraciado no iba a parar, teníamos que detenerlo. Este homicida tiene que ser encontrado pronto, no quiero que sufra más nadie. 

–– ¿Recuerdan lo que les conté la posterior vez que nos vimos? –– Comunica el Choi que seguía sin hacerle gracia ninguna la presencia de mi compañero en la sala –– ¿Lo de los dos asesinos?

–– ¿Dos? ¿Qué te hace creer eso? Apuesto lo que sea que se trata del marido de la vieja caníbal. No tenemos evidencia de otro cómplice.

–– Beom déjalo hablar –– Regaño a mi amigo antes de voltear a Yeonjun y contestar su pregunta –– Dijiste sobre uno que podría ser el más peligro de esta época y el caníbal.

–– ¡Cinco puntos para mi pequeña! Para mi primito cero punto cero –– Satiriza abiertamente –– Vuestro primer asesino, del que ninguno de ustedes tiene constancia fue mi paciente hace unos años––

–– ¿Por qué será que no me sorprende que el diablo atrae al infierno? –– Murmura el de mi edad con ironía.

––  ¿Algún padecimiento que nos puedas contar? –– Inquirí ignorando la guerra de miradas entre los primos pelinegros después de las palabras del menor.

–– Lo siento pequeña, tengo una ética que defender en mi trabajo.

Ante su frase una sonrisa amarga se curvó en mis labios ¿En serio tenía derecho de hablar de ética sobre su trabajo conmigo?

No tuve valor para contestarle. Sé que si lo hacía iba a comenzar una discusión nueva. No quiero discutir con él, necesito su ayuda.

–– Pero pudiera ser que estos papeles fueran robados de mi departamento ¿Qué culpa tendría yo? Una hermosa dama que lo hace muy bien me drogó mientras teníamos sexo y luego desapareció de mi casa con estos papeles –– Yeonjun deja el archivo que extrajo de la habitación frente a mí junto a un libro de... ¿Caperucita Roja?

–– ¿Para qué el libro?

–– Ya lo entenderás pequeña, ya lo entenderás. Eres muy inteligente.

Y sin aparente más nada que decir, mi compañero me sacó literalmente a rastras de aquel lugar.
De lejos se podía oír el cacareo del Choi sin mi despedida. Me sentía extraña luego de salir de ahí, como si algo faltaba ¿Quizás sea obra de mi mente por la amnesia? Un puzle sin terminar postrado en mi mente me hizo cambiar la ideología, tal vez debería intentar descubrir qué es lo que mi mente ha bloqueado. Ni siquiera tuve deseos de luchar por el asiento del conductor del auto de Beomgyu. Tan solo me dediqué a admirar el paisaje en busca de respuestas. Coexistia ampliamente con una mente vacía. Esa mismísima parte incompleta que no logro recordar.

–– ¿Malie qué es lo que dice el archivo que te dio Yeonjun?

Agradezco que me sacara de mi burbuja aunque no en voz alta. Ajpenas entendía ese sentimiento cómo lo podría explicar.

Mi cabeza estaba empezando a doler...
  
Abriendo lentamente con mis dedos la primera página, despertando otra burbuja que también plantó mi mente, comienzo a leer en voz alta el archivo de Lee Yong escrito por Yeonjun en cada turno.

–– Entonces es un psicópata como mi primo.

–– Y si es peligroso siendo tan solo un psicópata... imagínate uno que puede controlar a otros psicópatas. Uno que no se ensucia las manos y siempre se cumplen sus objetivos sin siquiera mancharse de sangre.

–– Por eso Yeonjun decía que era posiblemente uno de los más peligrosos.

–– Acabo de comprender algo –– Cierro aquella carpeta de papeles para mirar a mi compañero –– No estamos buscando solamente a un asesino. Tenemos que hayar al asesino caníbal y al titiritero.







****

Happy New Year!!!

¿Preparadas para un 2024?

Muchas felicitaciones a todas y tengan un nuevo año lleno de bendiciones. Que la felicidad les llueva como lluvia del cielo, corazones. Espero que este nuevo año sigamos leyéndonos.

Holi, perdón por el atraso🥲. Tuve mucho ajetreo por fin de año con mucha familia en casa.

Pregunta rápida...

¿Quieren el próximo cap narrado por Beomgyu?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top