𝙸𝚅↬𝓡𝓮𝓮𝓷𝓬𝓾𝓮𝓷𝓽𝓻𝓸
Recuerdo no tener una lista de las locuras más grandes que he cometido. Si salgo lo suficiente cuerda de esto tendré en mente hacerla y añadir este suceso de primero en la lista.
Joder, que aún no me lo puedo creer. Estoy vestida con un brasier blanco, pantis del mismo color con una colita esponjada circular en la parte de atrás, y sobre mi cabeza un par de orejitas alargadas de conejo. Mis pies calzan unos tacones que apenas me permiten moverme e un par de medias largas que llegaban hasta el elástico del pantis. Por si fuera poco, un gran escote me hacía dudar de que mis pezones se mantuvieran ocultos hasta el final. Eso sin contar que una peluca rojo sangre esta sobre mi cabeza y eso me destaca sobre todas las de aquí. Parecía un semáforo atrayendo la mirada de todos ¡Sáquenme de aquí! Me rindo, no puedo continuar.
Si han visto anime y conocen a Fairy Tail, sabrán a que me refiero si digo que Ersa Scarlet se hace mi gemela ahora. Por lo menos esa Titania no tenía vergüenza de eso. Si no han visto ese anime, ignoren esta parte.
Llantos internos.
–– No, no puedo –– Lloriqueo cubriendo mi anatomía con los brazos.
–– Venga Malie, no es para tanto –– Carcajea divertida la pelirroja.
–– ¿¡No es para tanto!? –– Chillo exaltada –– ¡Mírame Scarlet, mírame! ¿¡Acaso no había un traje más… normal?!
–– Hoy es el día de la dinámica de animales, te tocó, no es mi culpa. Tienes que vestir como el resto de chicas –– Hizo una pausa y me extendió el antifaz –– Ponte esto antes de que alguien descubra tu tapadera.
A mala gana lo hice. Estaba ansiosa, ciertamente no me pondría a bailar como ellas, no obstante, me sentía todavía semejante a un pez fuera del agua. Jamás utilicé algo como esto ¡Jamás! De solo escuchar la música de lejos una parte de mi corazón latía a mil kilómetros por hora. Quería salir corriendo lo más rápido posible.
–– ¡Wou, esa es la hermanita de Taehyung! –– Escucho decir a una mujer mientras se acerca.
–– Ajá.
Tras la repuesta la pelirroja, la nueva pelinegra en nuestro campo de visión se lleva las manos a la boca, totalmente asombrada conmigo.
–– Si después de esto quieres el trabajo estas contratada –– Guiña con diversión con diversión mientras yo solo me hago más pequeña en mi lugar.
–– Liah –– Riñe mi cuñada –– Malía no está hecha para este trabajo de todas formas. Es que mírale la cara, parece un corderito en el matadero por Dios. Además, jamás podría sustituirme, tiene dos piernas izquierdas.
La pelinegra divertida niega con la cabeza. Yo busco con la mirada algo para cubrirme y encuentro toalla, sin preguntar de quién era me la coloqué por encima, ganando una risilla de Scarlet a la cual le parece la cosa más divertida del mundo.
Juro que si encuentro a Yeonjun luego de esto de que lo mato, lo mato.
–– Emmh, a lo que venía –– Nos mira a ambas mientras se acerca para cuchichear –– Scarlet he visto al muchacho de que hablas más veces de las que te imaginas, aún es cliente fijo a pesar de que te fueras. Lo vi hace unos minutos así que “inocentemente” me puse a tener una charla con él, agradezco a mis dotes sensuales femeninos que captaban su atención y que no lo hizo sospechar. La cosa es que le comenté sobre tú regreso, y pidió una exclusiva si esta vez querías “la otra parte del contrato”. Le dije que sí porque fue lo que me mandaste a hacer. No me gusta nada ese muchacho, siempre he dicho que los calladitos son los más peligrosos. Por favor Malía, ten cuidado. No quiero que la hermana menor de Tae le pase algo en mi club.
Asiento, escondo una daga entre el escote del sostén y la pistola en el cinturón. No iba a dejar mi cinturón de policía regado por ahí mientras yo podía correr peligro. Se puede decir que es mi otro compañero de trabajo.
–– ¿Lista? –– Inquirieron mirándome inquisitivamente ambas.
–– Lista –– Afirmo más cómoda revisando que todo esté en su lugar –– Ya saben, si activo la alarma en la pulsera es que me encuentro en peligro.
–– Sí, ya lo has dicho Malía.
–– Y si no activo la alarma–
–– No necesitas ayuda ni nuestra intervención –– Repite la de nombre que justifica su color de cabello.
Suspirando me despido de ambas con un asentimiento. Salgo de los camerinos pretendiendo usar el poker face mientras trasmuto mi rostro a uno que vaya con mi papel. Una sonrisa ladeada se forma en mis labios mientras mi yo más interior grita de terror. Aún quiero salir corriendo, pero no lo hago porque nunca se ha hablado de los cobardes en la historia. Tengo muy claro que si quiero atrapar a Yeonjun y cumplir mi venganza, tengo que hacer esto. Pensar en eso es totalmente lo que me mantiene firme ante esta situación cual soldado en guerra.
Una atmosfera tranquila me recibe a pesar de ser el tipo de club nocturno que es Calypso. Veo a diferentes muchachas junto a todo tipo de hombres en todo tipo de cosas. Pero todos están en su mundo, ninguno hace ni el intento de meterse conmigo por más que rodeé mesas intentando llegar a mi destino. En la plataforma veo a una mujer rubia bailar sensualmente en el tubo. Si no me equivoco es Luna, una de las favoritas de aquí también. Tiene un centenar de hombres atraídos a su alrededor mientras empieza a quitarse la ropa hasta quedarse en ropa interior. Si no se tratara de una tapadera podrían verme con mueca de desagrado a tal escena, sé que la mayoría de mujeres aquí hacen eso, no obstante, en el ámbito que me criaron esto era una ofensa al género femenino. No puedo verlo bien y por un momento me siento como las madres que hacen todo lo que este a su alcance para impedir el amor entre mi hermano e Scarlet. Hay muchos tipos de ideología, en la mía esto es imperdonable. Mucho peor que acostarse con tu psiquiatra.
–– Lo siento –– Suelta una de las chicas de aquí al chocar conmigo con una bandeja de bebidas que por suerte no se derraman en ningún lugar.
–– Tranquila, no pasa nada –– Suelto siguiendo mi camino.
Luego de subir unos escalones me encuentro en una parte muy tranquila de Calypso. Aquí es donde se encuentran las habitaciones para “la otra parte del contrato”. Por suerte son insonoras y las cosas que hacen dentro no se escuchan por el pasillo.
Este pasillo es silencioso, apenas la música de abajo se escucha. La iluminación es tenue como la luz de la luna. Las paredes son de color granate oscuro. Y mis tacones resuenan con cada paso que doy, prendiendo el miedo en mi interior por más que trato de mantenerme firme.
Cuatro. La habitación reservada portaba ese número de plástico en el centro. Me quito la toalla aquella, tirándola a una esquina. Más tarde lentamente abro aquella puerta.
La oscuridad de ese lugar me pone la piel de gallina. Mi mano se coloca en sobre el arma en mi cinturón, lista para cualquier cosa.
La luz se prende inesperadamente. Es tal el brillo que mis ojos duelen de la sorpresa y tengo que cerrarlos por un período. Al abrirlos nuevamente, visibilizo una figura sentada sobre el sofá de la habitación. Apenas parpadeo millones de veces y veo de quien se trata, el aire de mis pulmones se extingue.
–– ¿Qué tal, pequeña?
Un escalofrió recorre mi columna vertebral. Estoy ahí, frente suyo, pero es como si hubiera entrado en una burbuja repentinamente. Después de cuatro largos años, después de buscarlo, después de odiarlo con todo mi ser, después de destruirme, él se surge con esa maldita sonrisa encantadora.
Yeonjun luce como el jodido señor Grey por lo omnipotente que aparenta. Viste traje apretado a su cuerpo de color negro, la idea de lo sexy la retiro tan rápido de mi cabeza como rebasó. El cabello está teñido de negro y alargado, le queda mucho mejor que antes. La piel le resalta con el nuevo look, y si los años tienen diferentes usos, los suyos son como los del vino: mientras viejo mejor se pone.
Algo en mi pecho se sacude. Fue demasiado para esta impresión tan repentina.
–– Un infierno gracias a ti.
Mis palabras salen crudas, listas para herir al máximo a ese ser carente de emociones. Lo odio ¡Lo odio!
–– Siento que pasarás eso, pequeña. Tú no recuerdas nada y crees que–
Él se levanta, da un paso en mi dirección y no dudo en levantar mi arma a la altura de su cabeza.
–– Te puedo jurar que voy a “sentir” lo mismo que tú luego de pegarte el tiro, exactamente eso, no voy a sentir nada.
Yeonjun se detiene en seco, su expresión refleja tantas cosas que no puedo procesarlas todas. A penas puedo procesar las mías.
Odio. Pánico. Afecto. Desilusión. Rencor. Resentimiento. Venganza. Siento todo mientras cargo el arma más decidida que nunca.
–– No hagas ninguna locura, Malía. Si intentas algo te pegaré un tiro antes de que puedas hacer algo.
El frio cañón metálico de otra arma roza mi nuca. Me quedó estática, comprendiendo la amenaza y la situación peligrosa que me hayo. No obstante, otra cosa se prende en mí, palpando la traición en el aire que me rodea.
No sé cómo no se me ocurrió que podría ser él. Solo había alguien de mi edad que se podría aprovechar de un lazo conmigo para joderme la existencia como lo hizo él desde que se apareció en mi vida.
Solo alguien como él podría hacerse el cómplice de Yeonjun…
–– Eres un hijo de puta, mentiroso y repugnante, Max –– Pronuncio asqueada el nombre de la pareja de Eva.
–– Un placer volver a verte Malía –– Me arrancó la peluca de un tirón, dejando caer mi cabello en cascadas oscuras.
Tras su mofido, procede a desarmarme. Antes de que me deje completamente indefensa intento poner la alarma de ayuda en la pulsera.
¡Mierda! Esa chica se tuvo que hacer con ella luego de chocar conmigo ¡Me cago en sus muertos una y mil veces, maldita desgraciada!
–– ¿Qué pasa Malía? ¿Perdiste algo importante?
Aprieto mis labios hasta ponerlos blancos de la ira. No puedo virarme y meterle un puñetazo, tiene el arma y la ventaja. Maldito cabrón.
–– Max deja a Malía tranquila –– Gruñe Yeon.
–– He, eh, tranquilo Yeonjun. Recuerda quién es el jefe aquí. Si estas frente a Malía es porque te estoy pagando por tus servicios.
–– ¿Qué?
Mi pregunta salió desconcertada ¿En qué momento el cabrón de Max pasó de cómplice a jefe?
–– Y a ti se te olvida que sin mí no eres nadie Max. Ahora aléjate de mi pequeña si quieres seguir donde estas, imbécil.
La amargura de las palabras de Yeonjun lo pude sentir sin siquiera entender qué demonios era esta locura.
–– Vale pero aquí no puedes quedarte con ella. Estamos muy expuestos.
Y antes de que mi mente pueda procesar todo, termino inconsciente gracias a un golpe en la parte trasera de mi cabeza cedido por Max.
****
Bueno, me emocioné y actualice hoy. Me marcho que tengo que estudiar. Espero que disfruten mucho el capítulo 😚😚
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top