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Han pasado dos años. Aún quedan cosas que hieren, problemas sin resolver y nuevos desafíos, pero nunca, nunca, sombras del pasado. No me daré por vencida. No voy a dejar nada sin solucionar. Si algo nuevo intenta superarme, respiraré hondo y lo enfrentaré. Sé que puedo con cualquier cosa. He aprendido a colocar cada uno de mis fracasos como medallas.

A veces siento un leve dolor en el pecho al recordar algo o a alguien. A veces siento que no puedo con más. A veces siento ganas de rendirme. Pero no lo haré ¡Nunca me voy a rendir!

Sin importar las adversidades voy a seguir adelante.

Rodeada por ambiente cálido, el astro mayor libera las estelas sobre nosotros del verano. El cielo está despejado, algunas nubes apenas visibles pintan el celeste cielo. A mi alrededor todo es verde; el pasto, las hojas, los árboles, profundizando en la estación que recién comienza a presentarse. Una grata brisa revuelve mis cabellos, arranca una pequeña sonrisa de mis labios, y se aleja, no sin antes despojar el velo oscuro de una viuda justo al lado. A unos metros está Yoongi, dejando un ramo de flores como cada jueves a Eva sobre la lápida de piedra. Yo lo veo de lejos, antes estuve en ese mismo lugar, colocando un ramo de claveles donde mismo el chico limpia con la palma el pedrusco a causa del polvo arrastrado por el viento.

- Listo - Son las palabras de Yoongi acercándose a mí, limpiando una furtiva lágrima de sus ojos y despertándome del huracán de pensamientos que envistió mi mente - Regresemos a casa, Malie. Yo te dejo con tu marido.

- Uh-hum - Tarareo la respuesta, dedicándome a seguirlo - ¿Cómo te encuentras?

- Bien, visitar la tumba de mi hermana cada vez es más llevadero.

- Sabes que puedes hablar conmigo. Hay muchas personas dispuestas ayudarte a desahogarte.

- Gracias, Malie, pero estoy bien. Seguí el concejo de Yeonjun. Me aferro solo a los buenos momentos, eso es lo único perdura de Eva en mí.

- Lo estás haciendo genial.

- Gracias nuevamente. Se los debo todo a Lizzy, Kook, Huening Kai, Beomgyu y tú, incluso el pesado de Yeonjun ha aportado un granito de arena.

Complacida por su respuesta le sigo al coche, mis furtivos ojos se deslizan por un segundo de vuelta a la tumba de mi hermana y mejor amiga, "hasta luego" murmuran mis labios y finalmente continúo el camino, viendo el nuevo horizonte ambientado a la carretera de Seúl, justamente hasta casa. Algún que otro tema se torna motivo de charla para nosotros. Estamos en tiempos difíciles, compartir el lugar de descanso de la pelirosa fue un respiro de libertad. Aún queda mucho por resolver y enfrentar en esta vida ¿Acaso soy un imán de problemas? Nunca podré estar tranquila. Malía Agreste siempre será Malía Problema. Quizás eso signifique mi herencia de ojos grises y apellido francés.

- Hablé con Yeonjun y Beomgyu - Prosigue el Min - Todos estamos de acuerdo en que ustedes y la niña se marchen una temporada de Corea.

- Ya dije que no quiero hacerlo - Bufé cruzando mis brazos - Corea es mi hogar. Aquí tengo a toda mi familia y amigos. No puedo simplemente tomar a Soojin y marcharme.

- Sabes que esos hombres de Max siguen ahí y quieren venganza. No estarán ninguno de ustedes protegidos acá. Deja de ser tan cabecidura y toma a tu marido, tu hija y márchate con Beomgyu. Es por el bien de ustedes, Malie. Y no hay mucho tiempo ¿Te imaginas lo que habría pasado si llegase Yeonjun tarde ayer? El incendio a tu casa con ustedes dos, Soojin y tú, fue premeditado.

Lo recuerdo. Mis manos se hicieron puños mientras lo rememoraba mi mente, la casa en llamas, las puertas y ventanas selladas desde fuera, la conexión cortada y mi hija de dos años llorando asustada en mis manos. Si Yeonjun no hubiese regresado por una gorra para el sol yo no estaría contando la historia. Aún puedo sentir sus fuertes brazos alrededor de la pequeña y yo, sollozando del miedo por casi perdernos como a su padre. No era justo para él tener que revivir ese trauma. Beomgyu casi sufre un ataque de pánico al enterarse, desde ese entonces le cuesta separarse de nosotras. Definitivamente estamos en peligro.

Gracias a la ayuda de Eva oculta en una USB que tenía cifrada pero dotó a Jun de la contraseña, sabemos quién está tras de todo esto y tenemos a muchos muertos o entre rejas. Pero luego de ayer evidenciamos que unos pocos son suficientes para ponernos en peligro. Ella otra vez salvándome la vida, se la debo. También, no me gusta admitirlo pero Yoongi tiene razón. Puede que abandonar a mi familia Agreste y mis amigos es la única forma de salir ilesos de esta, más bien, solo será hasta que mi jefe acabe con los sirvientes de Max que aún quedan. Los faltantes han demostrado ser más capaces que los atrapados, estos últimos jamás proporcionaron una amenaza como la de ayer.

¡Oh, Dios! Como si los problemas no me sobraran.

Ya en casa fui recibida por Allison en brazos de Beomgyu mientras estiraba las manitas hasta mí. La pequeña pelinegra había heredado los ojos grisáceos de los Agrestes, sin embargo, era plenamente agraciada a Gyu. Había salido coladita a él, desde la tez clara hasta los gorditos pómulos. Era una niña muy tierna, alegre y gentil; con labios siempre en puchero y sonrojo surcando las mejillas. Tiene mucho cabello justo como el mío, negro y en ondas, lo suficiente largo para que su padre poco sapiente de peinar le hiciera un moñito sobre la cabeza como Agnes de Mi villano Favorito, se le veía gracioso después de todo. Soy tan dichosa de tenerla como hija. No ambiciono ni imaginar cómo estaría sin su olorcito de bebe o no saber lo que se siente al verla abrir sus ojitos. Tener su manita apresando mi dedo, sus ojitos grises reflejándome bañados en inocencia, y sus labios balbuceando "mamá" son cosas que jamás cambiaria. Y si Allison fue un error, me alegro de fuera el mío.

- Gracias por hacerte cargo de Allison para yo asistir a la tumba de Eva, Beom - Le sonreí y él chico sonrió más todavía, brillando sus ojos ante la pequeña balbuceando cosas incoherentes.

- No hay problema. Siempre estaré para lo que haga falta ya sea para ti o para la pequeña, ¿no es verdad princesa? ¿Dónde está la princesita de papá, eh, dónde? - Pellizcó sus mejillas sonriendo tontamente.

- ¡La princesa y la reina son mías! - Proclama Yeonjun apareciendo por la puerta principal luego de terminar su trabajo en la policía tal como Gyu y yo - ¿Dónde está la peque de papá, eh, dónde?

Por si fuera poco, Allison se volvió loca, meneándose para salir de mis brazos e ir con Yeonjun, comenzando a reír a carcajadas con solo escuchar su masculina voz. Sin dudas, Jun es su persona favorita, basta con verla junto a él. Advertirlos unidos es la cosa más benigna del mundo. Mi hija porta dos padres maravillosos que la adoran con el alma.

- ¿Cómo te fue? - Inquirí hacia mi marido viéndolo ir hasta mí, tomar a Allison y abrazarme por la cintura mientras besaba mis labios en saludo.

- Kai hizo la autopsia a un cuerpo, resultó ser de la lista proporcionada por Eva. Investigué y di con que el atentado de ayer y el cuerpo de hoy son dados por una lucha por el poder - Explicó con mirada penetrante hacia Gyu y yo - La mafia de Max se dividió en dos bandas y están luchando por el poder. Lo de ayer no fue más que un intento de lucirse. "Wou, matar a los asesinos del jefe, wou". Tenemos que irnos de Corea, chicos. Solo nosotros tres y la peque. En el mejor de los casos ellos se terminan matando entre ellos; en el peor, a nosotros.

- Malie aún no está de acuerdo - Verbaliza un temeroso Gyu.

- Está bien, ya lo pensé y tienen razón.

- ¡¿En serio?! - Escandaliza el más alto, asombrado porque finalmente dejé de renegarme.

- Sí.

- ¡Sabia que Malie aceptaría! La conozco mejor que nadie - Festeja mi mejor amigo mientras estiraba la palma abierta hacia su primo - Me debes veinte dólares, primito.

- Maldito burro - Bufa dándole el dinero.

- ¡¿Habían apostado mi respuesta?!

- Solo apostamos quién te conocía mejor y evidentemente soy yo, Malie.

La pequeña Allison se queda mirando el dinero en las manos de Beomgyu, balbuceando a medias mientras estiraba sus manitas hasta los labios de Yeonjun y los jala, marcando esa zona con tonalidad rojiza.

- Creo que quiere dinero para ella también - Solté risueña.

- Chica muy inteligente - Afirma quien la tenía en brazos - Como su padre favorito.

- Gracias, primito.

- Me refería a mí, burro.

¿Ellos no podían parar de discutir? Oh, claro que no. No serian ellos de lo contrario. Ellos dos seguían siendo los mismos de siempre.

Un teléfono comenzó a sonar. Buscamos con la mirada y resultó ser el mío. Los dejé discutiendo y tomé la llamada de Yoongi. Este decía que era ahora o nunca nuestra partida, concluí dándole la razón. Tenemos que irnos de Corea hasta que las cosas mejoren. Habló de seguridad de testigos, nuevas identidades y un viaje para mañana a primera hora con nosotros cuatro. Cuadramos un par de cosas más y la conversación quedó zanjada. Estaba todo listo para partir. Un nuevo desafío presentándose en nuestra vida.

- Búscate una novia burrito, desiste a mi pequeña.

- Puedo esperar - Proclamó orgulloso mi mejor amigo, sonriendo de oreja a oreja.

- ¿Cómo que esperar, burro?

- Eres mayor que Malía, y yo soy de la edad de ella, primito. Tarde o temprano terminarás muriendo antes.

¿Y ahora qué demonios discutían ellos dos?

- Gracias por recordarme que moriré antes que mi marido - Solté enalteciendo una ceja. Jamás comprenderé ni sus apuestas ni sus discusiones ¿Acaso nunca madurarán? - Ahora hagan las maletas y despídanse de todos, nos largamos mañana.

- Vale - Pronunciaron a la vez y nos dividimos para arreglar las cosas.

Un nuevo desafío. Una nueva amenaza. Un nuevo riesgo que asumir. Esta vida jamás me la pondrá fácil, cada vez la cual creo estar bien solo es una nueva pista para evidenciar que no es así. Nunca viviré sin algo nuevo por enfrentar.

Pero nunca me rendiré ¿Quién quería una vida común? Mi yo de dieciocho años no lo deseaba ¿Y miren dónde estoy hoy?

A pesar de lo que la vida prepare contra mí seguiré este túnel muy, muy largo ¿Tendrá siquiera un final? Puedo gritar, destrozar mi garganta y el eco es mi única respuesta. Esta vida sin salidas que me dieron mis padres no sé dónde acaba el camino pero no me importa. No me importa. No quiero decir por muy difícil que sea que arruiné esta vida, que la he jodido. Ya he pasado por mucho, no me voy a detener ahora. No miraré hacia atrás, no puedo retroceder el tiempo. Tal vez simplemente no hay una respuesta acertada para la vida. Seguiré, siempre seguiré vagando este camino lleno de crisis y desventuras. Porque la vida nunca sabrás qué tiene preparado para ti. Por eso debes aprender a perdonar; porque también cometes errores, porque la vida es muy corta para estar siempre enojados, porque solo así puedes tener paz. De esa forma nunca buscarás venganzas hirientes. No teman, el fracaso es parte de la vida; si no fracasas no aprendes, y sino aprendes no cambias. Nadie se hizo fuerte sin batallas difíciles. Recuerden que un mal capitulo no es el final de la historia.

El secreto está en vivir cada día como si fuera el último, aprovechar de los errores para bien, permitirte sentir cada instante sobre la piel aunque queme. El futuro tarde o temprano llegará. Incluso los días nublados tienen su propia belleza. Y buscar ser feliz en cada instante nos prepara para sobrepasar las dificultades. Un día la felicidad plena la vas a poder sentir aunque te fallen todos los sentidos. Lucha. Vive. No te rindas.

Jamás te des por vencida.

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Fin.





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Y como prometí, aquí está el final del libro antes de irme al servicio militar. Muchas gracias por su atención y apoyo. Nos vemos pronto ^^.

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