Sentir un poco más
A Momo le gusta que su novia la trate con delicadeza, a Momo le gusta recibir flores sin ser una fecha especial. A Momo le encantan los besos dulces por la mañana en el desayuno y los besos entre películas románticas por las tardes.
A Sana le gusta tratar a su novia con delicadeza, a Sana le gusta darle flores a Momo sin ser una fecha especial. A Sana le encanta regalarle besos dulces por la mañana a Momo y besos entre películas por las tardes.
Sana y Momo siempre han sido Sana y Momo, desde que fueron mejores amigas en la escuela secundaria y hasta el día de hoy siendo una pareja que comparte un pequeño pero acogedor departamento y crían a dos perros.
Sana y Momo son la una para la otra, ellas están seguras de eso, desde que tuvieron ese viaje a Hawai y compartieron su primer beso en la vida así como caricias inocentes para dos jóvenes de dieciocho años en ese entonces.
Ninguna de las dos había tenido una relación antes, juntas tomaron experiencia y gracias a su amistad la comunicación nunca fue un problema, hasta ahora. Momo quería algo más de Sana, algo que descubrió hace poco viendo una película sobre un tema en específico. Momo no quería tener una conversación de ese estilo con su novia.
Si bien, Sana siempre la ha escuchado y comprendido, tiene miedo de que esta vez las cosas no salgan como ella espera, pues el tema del sexo aún es un tabú para ambas. Momo suele tomar las riendas en la cama cuando su castaña le da besos en el cuello, pero Momo quiere experimentar. Ella quiere sentir un poco más.
En este momento, Momo no puede dejar de pensar en lo que investigo sobre en BDSM esa misma tarde esperando a que Sana llegará de su trabajo. Ambas mujeres están compartiendo la comida que Sana trajo de paso a casa. La castaña observa detenidamente a su novia; su fleco despeinado y con la mirada perdida mientras sostiene una pieza de pollo frito. La salsa bbq está chorreando entre sus dedos y Sana comienza a preocuparse por la actitud de su novia, algo la está molestando y Sana quiere saber qué es.
—¿Qué pasa, Momo? —Sana rompe el silencio que inunda la sala de estar, Boo y Dobby ya están dormidos en alguna parte del departamento, así que el ruido se había ido hace ya unos minutos. Momo parece salir de su trance y mira a Sana, quien espera una respuesta viéndola fijamente, Sana conoce muy bien a Momo.
—¿Cómo que "qué pasa"? —Momo le responde con una pregunta y ahí es en donde Sana sabe que Momo le está ocultando algo, usualmente Momo le diría lo que hizo en el día y como Boo la saca de quicio cuando no está la castaña. Curiosamente, solo Sana tiene control sobre Boo.
—Algo tienes, Momo. Habla conmigo —Momo por fin le dirige la mirada y se siente atravesada por su mirada, Momo quisiera que algo más de Sana la atravesara en este momento, ante el sucio pensamiento Momo pasa saliva y Sana nota dicha acción.— ¿He hecho algo malo? ¿estás enojada conmigo?
Por un momento, Momo se siente terriblemente mal por hacerle creer a su novia que ha hecho algo malo, cuando es Momo quien se rehúsa a hablar de eso. Momo por fin muerde su trozo de pollo y se mancha los labios de salsa bbq. Sana sin hablar otra vez se acerca a ella para limpiarle los labios, ella pudo haber utilizado una servilleta que estaba sobre la mesita, pero no, ella decidió usar sus dedos. Lentamente y bajo la antena mirada de Momo, Sana utilizó su pulgar para limpiar el labio inferior de su novia, Momo cierra los ojos ante el contacto y todo pasa tan rápido que no sabe en qué momento ha abierto la boca y ha succionado poco a poco el pulgar de Sana, vuelve a la realidad cuando un gemido vergonzoso sale de la boca de Sana y por fin abre los ojos, sin soltar su pulgar.
Mientras tanto Sana se encuentra inquieta, inquieta y mojada. La sensación de la lengua de Momo debajo de la parte interna de su pulgar le envía descargas eléctricas a su clítoris, haciéndolo palpitar dolorosamente, y la mirada de Momo no la ayuda, pues la ve a los ojos con los propios tan brillosos como anhelando que Sana introduzca más su pulgar en la boca de Momo. Sana lo hace y poco a poco su pulgar llega más profundo en la garganta de Momo a quien le brillan más los ojos por las lágrimas que se forman debido a la incomodidad del pulgar tan profundo en su boca, pero parece no importarle pues preciosa sus mejillas y lame el dedo con fervor.
Mientras Sana se encarga de follar la boca de Momo se acomoda en las piernas de Momo y cruzando las suyas por detrás de la espalda de Momo, olvidando su cena. Nunca habían hecho algo como eso, el sexo era tranquilo y límitado en la comodidad de su habitación, pero ninguna parecía incomoda con la situcaión.
Momo lentamente deslizó el pulgar fuera de su boca haciendo un pop al soltarlo y tomó la cintura de Sana, quien la veía fijamente esperando una respuesta de su comportamiento. Sana ahora no sabía donde poner su dedo empapado de la baba de Momo, así que decide cerrar su mano sintiendo ahora su palma con rastros de saliva.
—Yo quiero intentar algo contigo —Sana espera a que Momo siga, por la manera que la pelinegra baja la mirada Sana sabe que no está siendo fácil para ella expresarse. —Me gustaría que tu tomaras las riendas en la cama, solo algunas veces si tu no quieres hacerlo. Vi una película e investigue sobre lo que es BDSM —la castaña cierra los ojos al escuchar la última parte, su novia quería que la dominara y al imaginarse a su novia atada a la cabecera de su cama Sana sintió una punzada directo en su entrepierna y le agradó la idea.
—No me gustarían cosas demasiado violentas y crueles, pero tal vez uses un poco de fuerza y algunas otras cosas que sean placenteras para ambas.
Sana lo medita por un momento, todos los riesgos que podría traer comenzar algo así, pero también medita que últimamente sus relaciones sexuales se han tornado aburridas y monotonas. Algo surge dentro de Sana cuando Momo aprieta las manos alrededor de su cintura esperando por una respuesta.
—Hagámoslo, la palabra de seguridad será aguacate —Momo soltó una pequeña risa que inmediatamente ahogó al ver la cara de seriedad de Sana, aparentemente su novia entró en el papel demasiado rápido.
—Está bien —Momo dice y Sana toma su barbilla apretando un poco demasiado fuerte.
—¿Te permití hablar? No quiero que me hagas enfadar o tendré que ponerme dura.
Momo sintió la húmedad aumentando en su entrepierna, el agarre de Sana y las palabras de esta hicieron que sintiera mariposas en el estómago.
—Ve a la habitación, te quiero desvestida. No olvides lavarte las manos, te apestan a salsa bbq. —Momo frunce el ceño, Sana nunca le hablaba así, era diferente pero le gustaba. Momo se fue a la habitación e hizo lo que su novia le había dicho. Se sentó en la orilla de la cama, completamente desnuda esperando por su novia.
Cuando la puerta de la habitación se abrió, pudo ver a su novia completamente vestida. La boca se le secó y traga saliva al sentirse expuesta.
—¿Serás una buena chica para mí, Momo? —Sana pregunta cuando se acerca a Momo y le abre las piernas para posicionarse entre ellas de manera que Sana es superior a Momo en todo sentido, viéndola como si fuera inferior y a Momo se le inflo el pecho de anticipación.
Momo asiente, pues aún no se le permite hablar y Sana la recompensa con un beso que es el inicio de la noche.
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27/10/2023: Esta historia me hizo ganar un montón de seguidores hace un año, disfruten mucho.
Los veo en la parte dos, quería hacer un one shot Samo desde hace un buen tiempo, y bueno aquí estoy.
Disfruten
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