Primer día de escuela, como cualquier otro. Y yo pensaba que está ciudad sería más tranquila. Me equivocaba.

¿Alienígenas? ¿Derrotar a Sidmodius? ¿Yakis? ¿Tener que salvar el mundo? ¿Guerrero Sendokai? Demasiada información que asimilar.

Al contrario que yo, los otros cuatros chicos parecían estar tranquilos e incluso emocionados. Me mostraba indiferente, como normalmente siempre lo hacía.

En verdad, me fastidio que esa criatura tuerta interrumpiera el partido. Me habría gustado darle su merecido al rubio. Esos aires de superioridad se los tendría que bajar alguien.

Sería para la próxima.