Capitulo 6
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Aquel chico tan amado y respetado por todos, el joven más hermoso de todos Weston College... Maurice Cole, se encontraba con algunos de sus amigos más cercanos en uno de los pasillos lejanos del instituto, escondido del resto de los estudiantes para poder fumar.
Los muchachos observaban desde lejos a un grupo de primero rodeando a un dúo compuesto por un niño azulino y el lobo... Los cuales se habían vuelto bastante populares en poco tiempo.
-Ese mocoso está comenzando a fastidiarme... Estoy más que seguro que a nadie le importaría si no tuviera su estúpido perro- Se quejo el muchacho rubio.
-¿Realmente habla?- Pregunto uno de sus lame botas, viéndose asustado ante la idea de un animal que pueda hablar.
-Por más raro que suene, si. Esos dos me enferman.- Respondió Cole, al tiempo que su sangre volvía a hervir de solo pensar en el dúo.
Ninguno de los presentes podía negar que, después de todo, tener una mascota que hable sonaba realmente asombroso... Cómo sacado de un libro. Y además de eso, el joven Phantomhive era un muchacho realmente inteligente, poderoso, y hermoso... A una corta edad ya era dueño de su propia fortuna y empresa, lo que lo hacia resaltar entre otros jovencitos. Estaba seguro que Clayton lo tomaría como su fámulo Y si eso pasaba, no solo seria más llamativo en la escuela, también tendría que soportarlo en el mirador del cisne junto con su perro, los que seguramente se llevarían toda la atención que ya acostumbraba a tener. Maurice estaba acostumbrado a ser el más "perfecto" de los fámulos, entre el resto de los 4P... Clayton era demasiado correcto y aburrido, Midford era algo inseguro y de poca platica, Cheslock era raro y con un humor agresivo... Él, en cambio, era maravilloso en todo aspecto, sus trabajos, sus postres, su personalidad carismática y servicial, su apariencia física Si aquel niño lograba integrarse en aquel grupo, era más que seguro que lo perdería todo.
-Tengo que encontrar una forma de deshacerme de él.- Insistió Maurice, pensado el algo para humillar al niño y que todos se olviden de él, o que al menos lo recuerden como una vergüenza del instituto. -Pero no hay forma en la que me acerque a él sin que su perro este entre medio.
-Tiene que haber un momento en el que no estén juntos.- Menciono otro de los muchachos, al tiempo que tiraba la coleta de su cigarro.
-Para eso tendernos que estudiar muy bien los comportamientos de ese mocoso.- Dijo Cole, viendo como el niño y su mascota se alejaban de los otros jovencitos y se dirigían a uno de los pasillos. -Vengan conmigo.- Les ordenó al tiempo que se ponía en marcha, dirección a donde se dirigía el azulino.
Por su parte, amo y lobo caminaban sin apuro alguno por el pasillo, en dirección a la biblioteca. El animal mantenía el paso cerca de su jovencito, caminando con elegancia y un sutil movimiento en la cola. Se percataron de unos pasos que se acercaban a ellos, el menor no les dio importancia, el colegio estaba lleno de alumnos que se cruzaban por el miso pasillo todos los días... Más el lobo si se puso alerta, especialmente porque era capaz de reconocer el aroma de uno de los que se acercaba.
-¡Phantomhive...! Que gusto verte- Habló Maurice, quien se encontraba a unos pocos centímetros del jovencito, lo que hizo que tanto el nombrado como su mascota voltearan a verlo.
-Oh, buenos días Cole- Saludo el menor, tratando de verse respetuoso... No se podía decir lo mismo de Sebastián, quien permanecía en un total silencio, observando fijamente a el muchacho rubio de verdes ojos.
-Ellos son unos amigos, ellos son Everhart, Channing y Verlaine- Presentó el muchacho a sus colegas, quienes se mantenían cerca de él.
-Es un gusto, yo soy Phantomhive, y él es Sebastián...- Eran raras las veces donde el jovencito presentaba el lobo, normalmente este se presentaba por si solo de manera elegante y prolija... Más ahora no parecía muy feliz
Tal vez no era demasiado evidente... No obstante, el menor sabía reconocer exactamente a su amigo, y era capaz de ver qué el muchacho más hermoso de Weston College no le agradaba en lo absoluto. Pero parte de ser "la perfecta mascota de la familia Phantomhive" era el ser educado en todo momento, no importa con quién. Razón por la que, con una sola mirada, el niño dio a entender a su amigo que debía al menos saludar.
-Buenos días a todos, soy Sebastián, el lobo de la familia.- Terminó por presentarse de manera educada el animal, aunque lo termino haciendo de mala gana.
Los adolescentes que recién conocieron al animal se vieron sumamente asustados y sorprendidos de oírlo hablar, al menos eso los dejaba entender sus caras.
-Wow, así que era cierto.- Menciono el joven Verlaine, en muchacho de ojos marrones y cabello castaño.
-¿Ya vieron? Es encantador...- Exclamó Cole, con una bella sonrisa en su rostro. -Vamos a tomar un descanso... Ven con nosotros Phantomhive.
-Me encantaría, pero justo ahora nos dirijamos a la biblioteca, tengo que terminar unos trabajos.- Intentó explicar el niño, al tiempo que su mano se colocaba sobre la cabeza del animal. -En otra ocasión podría ser.
-Oh, por favor, será solo un rato- Dijo ahora Everhart, un muchacho alto de rubio cabello y un flequillo que cubría parte de su ojo.
El menor no quería ser descortés... Después de todo, al igual que su mascota, tenía que entender que estaban solo por cortesía... Y que los superiores tienen más voto que él, si les decía que no ahora sería como faltarles el respeto.
-Bueno... Por un rato podría ser.- Termino contestando, al tiempo que rascaba su nuca.
-¡Perfecto! Ya verás que la pasaremos bien- Menciono Maurice, al tiempo que rodeaba con uno de sus brazos los hombros del niño y caminaba, haciendo que vayan unos pasos adelante.
El lobo bajo las orejas en tono molesto, principalmente porque no le gustaba que toquen tan libremente a su amo. Camino detrás de ellos, al tiempo que refunfuñaba.
Sabia que su niño no estaba en un peligro grave con otros adolescentes, pero...
¿Cómo fue que llegó a desconfiar del mundo entero?
Oh, cierto...
Ahí Fue.
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