#5

Precaución: el video contiene gemidos, usar audifonos para no tener problemas con tu familia.

-Jiminie, creo que esto no me cabrá- se quejaba kookencio mientras observaba la ropa que su amigo le pasaba.

-¡Tonterías!- dijo Jimin mientras sacaba más ropa del armario- ¡Tienes un cuerpo que es envidiable!

El castaño soltó un suspiro mientras que Yoongi tecleaba cosas en su celular, ajeno a lo que su novio y Jungkook hacían.

-¡Yoonie! ¡Ve a buscar mis esposas rosas!- exclamó Jimin mientras que el novio de este fruncía el seño.

-Pero... Esas son sólo para nosotros- se quejó, haciendo que jungkook se sintiera más incomodo.

-¡Traelas! Si no habrá abstinencia durante un mes- tras las palabras del chico, el rapero abrío sus ojos con miedo y salió corriendo de la habitación.

Hombres, son tan simples de manipular.

[...]

Jungkook se encontraba en su propio hogar, mientras miraba la ropa que su amigo le había prestado, y todo para darle una de sus tantas sorpresas a Tae.

Jimin es bastante pervertido en este sentido, pero era el único de sus amigos que sabía el gusto por el sexo con su alien.

Era casi adicto al paquete que tenía su enamorado.

Se colocó esa corta falda azul, seguidas de las medias que llegaban a medio muslo, y por último, una pequeña camisa de colegiala.

¿Por qué Jimin tenía esto entre sus ropas?

Era algo que jungkook no preguntaría, sólo para evitar ser traumatizado por las charlas de sexo entre Yoongi y Jimin.

Estaba seguro que esto le gustará a su novio.

Mandó un pequeño mensaje al mismo, diciendo que tenía que decirle algo urgentemente, y este contestó inmediatamente, diciendo que íria cuanto antes.

[...]

Taehyung estaba bastante preocupado.

Pensaba que su galleto lo dejaría y el no podía aceptar eso, no lo haría.

Jungkook era sólo suyo, y de nadie más, y no dejaría que corte la relación.

Llegó al hogar de su pequeño novio y abrió la puerta con las llaves que tenía de esa casa.

-¡Jungkook, ya llegué!- exclamó el castaño mientras se quedaba esperando en la sala.

-¡Estoy en la cocina!- escuchó la voz del menor venir desde el lugar nombrado, y fue directamente donde él.

Al entrar se quedó de piedra.

Su pequeño galleto estaba vestido de colegiala y unas esposas color rosa se encontraban en sus muñecas.

-¡Daddy!- exclamó el menor antes de saltar a los brazos del otro, haciendo que ambos cayeran al suelo, Jungkook sobre Taehyung.

El menor se relamió los labios, mientras empezaba a mover sus caderas frenéticamente, haciendo que un bulto creciera en los pantalones ajenos.

-Ju-Jungkook- habló Tae de manera dificultosa, modiendo su labio.

Tomó las caderas del menor haciendo que este parara sus movimientos.

A Taehyung le gustaba manejar la situación.

Se levantó y llevó al pequeño con él, haciendo que este enredera sus piernas en su cintura.

La espalda de Jungkook se topó con la pared, mientras sentía como su novio comenzaba a besar, lamer y chupar su cuello, dejando muchas marcas.

Él era de su propiedad, todos tenían que saber que Jungkook es suyo.

Las manos de Taehyung subían por los muslos ajenos, acariciándolos y subiendo la falda levemente. Mientras jugaba con el elástico de las bragas de encaje que tenía su novio.

-Oh, Dios, Good Boy, sabes lo que me gusta- murmuró el más alto mientras seguía con sus acciones.

Jungkook sólo podía suspirar y ahogar gemidos, Tae sabía que su cuello era su punto débil, y lo usaba en su contra.

-Tae, por favor, no me hagas esperar- gimió el menor mientras tiraba su cabecita hacia atrás, hacíendo que su cuello quede más expuesto.

Taehyung lanzó una risita mientras corría levemente esas bragas, haciendo que la entrada del menor quede expuesta.

Se desabrochó el pantalón como pudo, y quitó su miembro palpitante del boxer.

-Sé un niño bueno y relájate-

Tras decir esas palabras, el miembro de Taehyung se hizo paso dentro del menor, haciendo que este lance un gemido bastante fuerte.

-Amo tus gemidos, amo como tu pequeño trasero aprieta mi necesitado miembro, amo tus labios que suenan tan eróricos- murmuró el mayor con un tono sucio y cerdo, que no hizo más que excitar aún más al pequeño que recibía fuertes embestidas.

Después de todo, Jimin era un gran amigo.

[...]

Jimin sonrió burlonamente al ver a Jungkook al día siguiente.

-Parece que mis ropas sirvieron- dijo el más alto con una sonrisa mientras miraba los chupetones que tenía- oh, y necesito las esposas urgentemente, ya sabes, a Yoongi le encanta verme sumiso.

Si, era un gran amigo, pero lo traumaba con facilidad.

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